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Autopsia mortem

Autopsia mortem

Delante suya estaba él, delante de ella se encontraba la persona que más destruyó en vida. Ella por fin puede ver al drone que más ama.

Pero...

...

Por qué la está mirando así, por qué él la está mirando con odió. Por qué la mira así. "... ¿N?" Preguntó temerosamente la líder, pero ninguna respuesta. Solo el capcioso silencio que les divide.

Nada más que una mirada llena de rencor estaba siendo dirigida hacia la asustada J. Una mirada directa y sin decoros. Unas esferas amarillas llenas de furia contenida, completamente estrechadas como si estuviesen socavando su ira en J. Unos ojos llenos de hostilidad y desprecio que hacían que la coletuda sintiera una enorme presión y miedo, temblando por lo que estaba pasando. "... N... eres tú... ¿de verdad?"

Otra vez sin respuesta, como si sus palabras no le llegasen o quedasen en oídos sordos. N no hacía nada, absolutamente nada solo la miraba con resentimiento y fobia. Perforando su cabeza con los ojos, condenando la. Dejando una de las peores sensaciones de angustia, que se apoderaba de J al sentir dicha ojeada sobre ella.

"N... ..." Un fuerte nudo en la garganta le impidió decir algo, una punzada en el núcleo haciéndola sentir un vacío que oprimía su pecho. El mero hecho de ver el rostro antes alegre, amigable, feliz, sonriente, nervioso, adorable, tierno. Ahora, en cambio, está lleno de odio, asco, penetrante, agresiva, gélida, llena de hostilidad y amargura, era como si N tratase de perforar el alma de J con su odio.

La mente de J está desordenada, ella no es capaz de pensar con claridad ni de formular palabra, cómo si estas se arremolinaran en su procesador, creando un enjambre de grafemas. Ella quería decir algo, pero ¿qué? ¿Qué le puede decir a la persona que ama? ¿Qué le puede decir a quien tanto daño le hizo?

Por mucho que abriese la boca, ella rápidamente la cerraba por miedo a cometer un error. J levantó suavemente su mano con el índice extendido, como si estuviera pidiendo permiso para hablar.

Suspirando con derrota y temor. "... N... yo... yo siento mucho como te he tratado... siento haberte insultado todo este tiempo..." Un denso silencio reinaba la zona, debido al desespero de la situación, J comenzó a acariciarse el costado de un brazo a método de relajación. "Yo... lamento todo lo que te hice sufrir, todo el daño que te hice..." Una gran cantidad de lágrimas digitales brotaban sin control. "N... por favor... N, te prometo que cambiaré, seré mejor... por favor... N... por favor perdóname, te lo suplico, perdóname." Concluyendo con un llanto quebrado que fragmentó su ahora baja autoestima.

J terminó cayendo al suelo de rodillas, cubriendo su visor con sus brazos para poder silenciar sus lágrimas. "Por favor perdóname, por favor..." Ningún sonido alguno, nada más que los llantos y lamentos de J sumados al ocasional viento helado. "Dime algo... di algo por favor, aunque sea insúltame" La soledad sonora y la solemnidad envolvían el lloroso cuerpo de J.

J levantó la mirada, esperanzada en que, aunque sea lo mínimo, N le dirija una mínima palabra. Pero, solo se cruzó con la espalda del desmantelador, él se estaba alejando. Dejándola de lado, abandonándola, olvidándola. Un grito desgarrador salió expulsado de la laringe de J. "¡N! Por favor no me dejes, ¡N!"

La doncella trató de levantarse y seguirlo, pero acabó tropezando y viendo como él se aleja de ella, como los está separando.

Sus sollozos resonaban en el turgente aire, creando un doloroso llanto de desesperación y remordimientos. Lágrimas de angustia y culpa, lágrimas que hablan del peso abrumador de todos sus errores y su corazón roto.

Cojeando hacia N, J volvió a tropezar, pero en esta ocasión, su cuerpo se encontró con algo de apoyo. Al abrir los ojos, delante de ella estaba N, ambos tumbados en el suelo, con J sobre su cariñoso compañero.

Esto ocasionó que la cruel líder se sonroja se rabiosamente por la situación en la que se encontraban. Pero, por el contrario, N la seguía mirando con odió y resentimiento. Ocasionando más dolor en la quebrada mente de J. "N... yo... por favor... perdóname... esto... esto es muy complicado de explicar con palabras." Hablo frágilmente y tartamudeando. Acto seguido, J se deslizó suavemente hacia la cara de N, su temperatura corporal aumentaba y la dejaba en un estado de éxtasis. Finalmente, ella conectó sus labios con los de su amado.

La asesina mantenía sus ojos cerrados, con miedo a ver qué clase de expresión estará haciendo su amor. ¿La estará mirando amorosamente? ¿Con afecto? ¿Estará feliz? ¿Se sentirá apreciado? ¿Tendrá una mirada amorosa? ... O... ¿La está mirando como antes? ¿La está odiando? ¿Siente repulsión por besarla?

El beso fue tratado con aspereza, sin ser correspondido. Solamente era un áspero, frío y amargo tacto. Una sensación de vacío se extendía por su núcleo, matándola. Dejando a J en un abismo de decepción y desilusión.

Con temor y ansiedad, J abrió suavemente sus labios, permitiendo que su lengua toque los labios de N y los enjabone. Pero nada, el apéndice chocaba contra los firmemente cerrados labios, impidiéndole el paso.

Pero, el mayor punto de ruptura fue cuando ella abrió sus luceros, permitiendo ver la desagradable cara de N. Una mirada seria y molesta, llena de rencor y fobia, expresando el enfermizo asco que siente hacia su torturadora.

Esto quebró por completo a la desdichada J. Haciendo que sus ojos, que amenazaban con llorar, estallaran en un completo torrente fluvial. Un quejido ahogado se estrelló contra la sellada boca del homólogo masculino.

Luego, J fue apartada bruscamente de N, el cual se levantó para volver a emprender su camino. "Por favor... snif... Dime algo, N."

"Dime algo joder." Bufó por culpa del desinterés de N. "Entiendo que estés enfadado conmigo, no trataré de volver a escudarme bajo palabras vagas. Pero, por favor, mírame, háblame, pero dime algo al menos."

N se dio media vuelta y de perfil quedó mirando desalmadamente a la que alguna vez fue la persona en quien confío. Una mirada vacía, aquel brillo que hacía más cálida las estancias en Copper-9, ahora sus ojos están sin color. "Pensé en todas las maneras de odiarte o entenderte... seguro soy yo el error, seguro hacía algo mal... ¿Por qué J me trata así?"

Un aullido de culpa y remordimiento surgió de J, la cual rápidamente subió sus manos hacia su cabeza y comenzó a tirar ansiosamente de su pelo. "Pero luego me di cuenta que el error eras tú. Eres una maldita inconformista, nunca nada de lo que hice era suficiente para contentarte, o al menos un pequeño elogio, nada."

"Todo lo que hacía, lo hacía mal. Todo lo que intentaba, fracasaba." N se quejó con molestia. "... N... yo siento..." La chica trató de disculparse, pero ni siquiera sabía que formular, ni podía hablar. "Lo sientes, de qué. De haberme pegado, insultado, torturado, maltratado. Tú no sientes nada, no te lamentas. Solo estás esperando para poder continuar con tus 'ayudas'"

J, ahora, se estaba ahogando en un mar de lágrimas y llantos. "No me busques." J no sabía qué hacer, nada. Ella era incapaz de moverse, solo miraba como N se alejaba de ella, dejándola completamente sola.

Mientras ella seguía en su crisis mental, J pudo ver cómo una silueta se formaba al lado de N. Una mujer se estaba acercando a su propiedad N.

Otra desmanteladora caminaba al lado de N. La dupla abrazó sus colas ácidas y chocaron sus viales ácidos. Lentamente, la mujer volteó su cabeza para poder ver a J, y ahí, J pudo ver quién era aquella zorra, era V.

V le está volviendo a arrebatar a su N. Una sonrisa arrogante, una mueca de triunfo por haberla derrotado. Una asquerosa gesticulación de burla que tentaba a J para lanzarse contra ella y matarla, pero el cuerpo de la matriarca seguía sin poder moverse.

A su vez, J vislumbra cómo ambas manos juguetean con la otra y cálidamente se entrelazan. Saliendo de su estupor melancólico."¡N! ... ¡Qué tiene ella que yo no tenga! ..." Gritó con una rabia visceral. "Soy más linda, más alta, más sexy, más inteligente. ¡Soy perfecta! Soy la única que te merece... ¡N!" Rugió desesperadamente.

Su pecho se apretó en una presión abrumadora, cada revolución de su núcleo amenazaba con romperlo, retumbando en sus sistemas. La chica comenzó a hiperventilar muy agobiada, rodó por el suelo y gritaba en repetidas ocasiones el nombre de N. También, comenzó a arrancarse mechones de su pelo, golpeándose con el puño el abdomen.

Y cuando finalmente perdió de vista a N, un lamentable sollozo salió de sus labios, llenando el aire de dolor y tristeza. Quedando completamente paralizada en su lugar, incapaz de moverse, sintiendo como su alma se desgarraba al saber que N prefería a V antes que a ella.

Por qué... por qué ella y no yo... qué tiene esa puta que yo no tenga... soy... soy perfecta... ¿por qué él no me ama? ¿Por qué prefiere a esa zorra? Joder, joder, joder... maldito cuatrimestre empresarial de quinta ganancia. N es mío, él es mío y de nadie más... ahh...

Acechando a un pobre worker, un pobre niño inocente que está tratando de huir. Un bosque de árboles sinuosos y altos, sin ningún tipo de hojas. La pobre criatura trata de huir del depredador que va detrás de él.

Una asesina saltando de la copa de un árbol a otro, haciendo que este balance y rechine con estupor. Una murder drone está persiguiendo al desdichado, cazándolo desde las sombras. La liquidadora manifestó un macabro susurro, como el crujir de las ramas bajo sus horquillas. Un golpe del gélido viento golpea al joven y le hace estremecer.

Sus labios se curvaron lentamente hacia arriba, revelando una afilada fila de colmillos, que parecían destellar con la luz de la luna bajo aquella penumbra. La fúnebre risa se deslizó por el aire como una serpiente venenosa, formando un sonido retorcido y distorsionado, más parecido al graznido de un cuervo.

Un pequeño quejido de sorpresa sonó de la boca cuando el pequeño trabajador tropezó con una de las raíces y cayó contra el musgoso y húmedo suelo.

Situación que aprovechó V para lanzarse contra él. Quedando sobre el pequeño drone a horcajadas. El albino pudo ver con claridad la babeante boca de su asaltante y en vez de unos ojos una rezumante cruz dorada.

Un pequeño sonrojo blanco se formó en la pantalla del pequeño que parecía haber quedado impregnado por la belleza mortal de V. Por el contrario, la mujer fatal usó su punzante cola para apuñalar el abdomen del menor.

Provocando unos gimoteos de dolor. Gritos de agonía provenientes del chico, mezclados con los siniestros sonidos de las garras de V al cortar el viento. La cánula profundizaba su avance, además de encharcar un calido y picante fluido amarillo al interior del menor.

Cada carcajada producida por V resonaba con una inquietante intensidad, como si estuviera poseída por una locura aguda que la forzaba a reírse de la miseria del joven. Los sentimientos del muchacho eran una tumultuosa mezcla de miedo y desesperación, aunque, una pequeña pizca de admiración y flechazo. Cada uno de sus pensamientos era una súplica silenciosa de perdón, una desesperada búsqueda de alguna salida de aquel sufrimiento.

Para extender el sufrimiento del chico, V extrajo lentamente su aguijón ácido para luego torcer la punta en el interior y arrancarla de cuajo. Haciendo que un chorro negro brotase del abdomen del worker. Los llantos de agonía deleitaron los sistemas auditivos de V, además de amalgamarse con las estridentes risas sádicas.

Las espumantes fauces del depredador se abrieron, dejando una distorsionada mueca psicótica y se acercaron a la pobre cara del joven.

Pero... antes de morderlo o seguir atormentandolo, V se dio cuenta de algo horrible, algo que la hizo querer vomitar.

Aquella horrible sonrisa fue rápidamente eliminada por una mueca de dolor y tristeza. Decepción, eso es lo que sentía de ella misma, la más angustiante y maltrecha decepción por sus acciones.

Ella siempre disfruta de hacer sufrir a estas estúpidas tostadoras caminantes. Pero ahora está lamentándose por haber hecho daño a esta. En un frágil, lloroso y quebrado susurro "¿...N?"

El drone en cuestión escupió su aceite a la estupefacta cara de la asesina. Manchando su hermoso cabello plateado, cubriendo su visera con su sangre y cayendo en la abierta boca de V.

El cálido, rezumante y dulce néctar brindó un alivio momentáneo a la doncella, volviéndola a adormecer en un frenesí. Forzando a ella a seguir con el tormento del joven mayordomo. Usando sus garras para clavarlas rápidamente en la cabeza femoral, y de un fuerte tirón, ambas piernas fueron arrancadas del cuerpo.

Estallando en unas fuertes carcajadas de éxtasis, los ruidos producidos por N demostraban a V que él también lo estaba disfrutando. Unos sonidos eufóricos, de placer total brindado por las caricias de V.

Sus garras, sustituidas por unas filosas espadas, hurgaban dentro del pecho de N, cortando cables y costillas, dañando el recubrimiento interno. Masacrando su chasis, las hojas de V se acercaron inminentemente al núcleo de N, raspándolo y botando chispas que amenazaban con poner fin a su vida.

Para V, las risas de N no eran más que música, una melodía que demostraba cuando la amaba N. Cada carcajada era una inyección de dopamina, embriagando la con el placer retorcido de su crueldad.

Pero, a medida que las risas de N se hacían más erráticas y frenéticas, V comenzó a sentir una picazón de incomodidad. Aquellas risas dejaban de ser agradables muestras de pasión y diversión, y se volvían en gemidos desgarradores sobrecargados de dolor. Sin embargo, aunque la molestaban e incomodaban, también la sumían en una placentera excitación.

Mientras continuaba la tortura, V se aferraba a la ilusión de que sus risas eran muestras de amor, negándose a aceptar la verdad de su propia monstruosidad. En su desequilibrada mente, el placer sufrimiento de N la acomodan en un complejo de cariño y afecto.

Cuando finalmente la sesión de caricias y amor de los tortolitos concluyó, V estaba mirando amorosamente a su N, parpadeando lentamente para dejar relucir sus largas pestañas digitales. La cálida y amorosa sonrisa de N le brindaba a V la satisfacción necesaria para olvidar su soledad y sentirse completamente amada.

V tenía sus delicadas manos sujetando los suaves cachetes de N y se acercó lentamente para que ambos se conecten en un beso afectuoso.

Pero tan rápido como amenazaba con suceder, antes que los labios se conectasen. V vio todo con claridad, el fuerte viento frío golpeándola, el crujir de las ramas... y... y sus garras sujetando la cabeza cercenada de N, la cual reluce de un intenso rojo con el característico Critical Error que tanto le encantaba ver en los cadáveres.

Un inmenso mar de emociones está quebrando el interior de su frágil corazón. El miedo deja un regusto amargo de inseguridad y paranoia. Cada árbol le susurra sobre las consecuencias de lo que le hizo a la persona que más ama.

A pesar de estar muerto, los gritos de dolor de N siguen presentes en el bosque mediante un lúgubre eco que se va distorsionando en un macabro tono maléfico.

Los sentimientos encontrados la abruman: la culpa, el remordimiento, el horror, el miedo, la soledad, la tristeza. Todos se mezclan con una extraña satisfacción que no le agrada nada.

Finalizando con un grito desesperado, cargado de dolor y una tristeza desgarrarte. Las lágrimas rezumantes que caen por su visor, mezcladas con el violento aceite de N que la está manchando.

V atrajo la cabeza a su abdomen y comenzó a abrazarla. Acurrucándose con ella en una pose fetal, mientras llora y gimotea con desespero.

Todo el dolor que la está matando ahora es lo suficientemente sofocante para matarla, atormentándola y destrozándola. Ella le causó dolor a la persona que más ama, ella le hizo sufrir, ella lo ha matado...

...

...

Ella ha matado a su único, verdadero y puro amor, lo ha torturado como a una de esas tostadoras.

V solo sabe llorar bajo la propia tormenta, sollozando y repitiendo el nombre de N, con esperanzas de que esto solo sea una jodida pesadilla y N venga a rescatarla.

Abrazando con más fuerza y ternura, las lágrimas inundaron su rostro. Su corazón está acumulando todo el dolor insoportable, una agonía que la está rompiendo lentamente. Sus temblorosas manos acarician suavemente el cabello de N, aferrándose a él como si pudiera darle vida con su simple toque.

La abrumadora angustia y desesperación sujetas al peso de sus recuerdos, todas las veces que lo ignoro, que lo abandonó, que se burló de él. Todo la atormenta y la hace llorar con más fuerza, dolor, tristeza y rabia. Concluyendo con un pesado grito. "¡¡¡N!!!"

"Yo... yo no quería esto... yo te quería a ti... no... no, no... tú no merecías esto... tú tenías que seguir sonriendo y siendo feliz... yo... yo no hice esto... yo no debí haberlo hecho... yo te amo... te necesito... N... por favor vuelve"

Ambas mujeres gritaron en desesperación y se levantaron de golpe. Mirando de lado a lado, V y J cruzaron miradas, viendo como la contraria estaba, sino en un estado similar a ella, mucho peor.

Las dos desviaron la mirada, negando la existencia de la otra no se dirigieron ninguna palabra. Ninguna quería saber qué le sucedió a la otra, ni quería hablar de lo que le sucedió.

V tenía un rostro de vacío y desolación, mirando atentamente una pared. Si, definitivamente. La pared está hecha de pared. Es lo que trataba de distraer su maltrecha mente, queriendo olvidar la pesadilla en donde ella mató a N.

J, por otro lado, miraba con ira, dolor y furia. Aunque, ella miraba al exterior, viendo que actualmente había una fuerte tormenta que cubría el doloroso sol del sistema Copper. Bueno, es hora de ponerse manos a la obra. "¡Oye! Es hora de ponernos en marcha si queremos recuperar a N." En respuesta, V solo expulso un 'umm' de aceptación.

"Vale, el plan es simple. Pero escúchame bien entendido excedente de inutilidad." V respondió a las injurias de su líder con un rugido bajo lleno de rabia. "Bien, aprovecharemos esta tormenta para poder entrar, seguramente salgan para conseguir materiales ya que por lo general no salimos a cazar cuando hay una tormenta eléctrica y de granizo. Tampoco podemos volar. En el momento que veamos que alguno salga entramos de una, nos escondemos en las sombras y rastreamos a N."

"Y. ¿Por qué no los matamos a todos?" Preguntó la asesina, aunque lo hizo en un tono no tan entusiasmado. J la miro con cara de cansancio y molestia, rodó los ojos y habló. "Porque nuestro objetivo principal es encontrar a N, una vez que lo tengamos de vuelta, mataremos a todos."

"Y... ¿Qué te hace creer que saldrán esas estúpidas tostadoras?" Preguntó con suspicacia.

"Pues como tú bien has dicho 'querida' V, porque son tontas y retardadas tostadoras parlantes." Respondió arrogantemente. "Y, antes de que me lo preguntes. No lo hicimos antes porque es peligroso estar fuera en una tormenta, además, ¿a ti no te gustaban los rayos?" Pregunto sarcásticamente.

Tras el recordatorio de que ella realmente detesta, odia y teme a las tormentas, Como si le recordara un mal pasado del que no puede escapar. "Cómo sea, vamos ya. No podemos perder tiempo en recuperar a N."

Delante de ella, el tronco expuesto de un asesino de su especie. El pecho abierto de su amado, pudiendo ver la ausencia de un corazón dentro de él. Dejando un gran corte cirujano que le abre desde las clavículas hasta el diafragma.

La respiración de Doll es entrecortada, a pesar de haber realizado cientos de autopsias y desmembramientos anteriores, jamás espero llegar a hacerle eso a la persona que más amo.

También, ella pudo distinguir las heridas internas de N. Su chasis interno está lleno de cicatrices y marcas, todos sus órganos internos están hechos papilla seca y apestosas.

Doll se encuentra transformada en su forma zombie drone sus alas los cubren de cualquier tipo de acechador, la cola se balancea de lado a lado, ocasionalmente centrándose en N y comenzando a ronronear.

Esta vez, sus manos no estaban convertidas en garras, pero si eran más alargadas y huesudas, hasta pálidas. En el centro de ambas manos se encontraba suspendida una esfera rojiza y parpadeante, simulando un débil pero furtivo latido.

Tragando saliva con impaciencia, Doll no estaba completamente segura de lo que iba a hacer. La última vez que interactuó con la médula casi acaba muerta y acabó convirtiéndose en una especie de demonio caníbal.

"Vale... he de hacer esto con cuidado." Doll trató de tocar suavemente la esfera rojiza, pero la gran cantidad de carga electrostática y el inmenso calor cinético hacía que sus sistemas fallasen.

Usando el solver con sus dos manos para agarrar el objeto y agarrarlo con mucha precariedad y suavidad. Haciéndolo descender hasta el expuesto busto, a medida que descendía, corrientes magnéticas chocaban contra el inerte N.

Con un clic audible, la insólita médula se acopló con algo ilegible. Cuando esto sucedió, Doll guardó sus alas y sus manos se redujeron a las usuales manos de worker, pero más femeninas y suaves.

Un gran brote fisionado de plasma sacudió brutalmente el cuerpo de N, haciéndolo tambalear y sacudir a Doll, haciendo caer a la pobre chica. "¡Auh!" Se quejó audiblemente la rusa que estaba sujeta al suelo, y con una chispa de esperanza miró directamente al cuerpo de su príncipe.

Pero se llevó una gran decepción al ver que el prostético núcleo no hizo nada más, dejó de brillar y expulsar energía. Quedando desesperanzada, Doll apoyó su espalda contra el soporte de la cama.

Encogiéndose en una bola llorosa, el dolor que la inunda es palpable. Toda la esperanza que ella tenía en poder verle se fue a la basura tan rápido como llegó. Cada lágrima, cada sollozo, su alma y núcleo rotos, hechos pedazos por su sentido de su inutilidad al no poder ayudarle.

Sus ojos nublados por las lágrimas que caen de sus ojos, derramando tanto gotas digitales como aceitosas, reflejando el vacío y la tristeza que la abruman. Su respiración es pesada y entrecortada, echando grandes suspiros cargados de dolor.

Toda la oscuridad de la sala la rodea en una penumbra solitaria, sintiéndose sola, perdida y abandonada. Como si la última parte de cordura y felicidad que quedaba de ella se estuviera desvaneciendo junto a la muerte de su amado.

Un pesado manto frío la sumerge en la desgarradora tristeza melancólica de su realidad. Provocando unos audibles sollozos, llantos y gimoteos llenos de dolor y lágrimas. "Lo he perdido... he perdido todo... ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?" Quejándose de todo lo que la destroza. "¡¡¿Por qué ahora no puedo ser feliz?!! ¿Por qué cuando él aparece no está? snif ¿Por qué duele tanto? Te necesito, te necesito, por favor regresa... regresa conmigo por favor, no me abandones... no me dejes sola. No quiero volver a estar sola..." Terminando en un quebrado llanto.

Pero...

...

...

Sin que Doll lo supiese, la pantalla de N mostraba una débil luz blanca con un mensaje:

[Buscando administrador...]

Además de tener un círculo de carga.

"Hola loca." Se burló Lizzy sobre la chica que estaba delante suya. "Muérdeme." Respondió la peli morada, Lizzy simplemente puso una mirada en blanco y rodó los ojos desinteresada acerca de la agresión verbal de la moradita. "Se puede saber qué hace enfrente de la casa de Doll, monstruo."

"Muérdeme, ¿Acaso no puedo visitar a mi prima?" preguntó Uzi mientras señalaba amenazadoramente a la porrista.

"Bueno, no es que Tú, la rarita, antisocial y bicho raro, se lleve exactamente bien con una de las más sexys, lindas y deseadas del bunker." Señalando burlonamente y haciendo gesticulaciones irónicas a la solitaria chica.

"Jodete, no pienso darte respuestas a nada. Si quiero ver a mi familia es problema mío."

"Cómo sea. Llevo llamando a la puerta unos 16 minutos y Doll no me abre, ¿no puedes hacer alguna de esas tonterías de los Doorman para 'abrir mágicamente' la puerta?" Le demandó a ella con autoridad.

"Claro, por qué mi padre es un maldito idiota que crea puertas yo he de saber todo sobre abrirlas, ¿no?" Preguntó irónicamente.

"Pues... obvio no tonta loca" Haciendo una pose de diva y superioridad acompañada de una mirada arrogante.

Una vez que la mirada de Uzi se centró en la maleta y dos mochilas de Lizzy, su procesador interno conectó engranajes, sumándole al hecho de la apariencia de la porrista. Viendo que Lizzy escondía su rostro tras una mascarilla de un cursi rosa, una sudadera para cubrir sus curvas y unos vaqueros baggy. "Y... ¿Esas pintas? si tan mal te vistes hoy es que acaso nos van a invadir los murder drones. Además, esas maletas. ¡¿No me digas que te has escapado?!"

Dándose cuenta de que una de las personas que menos deseaba que la viera con unas pintas tan lamentables y vulgares la estaba viendo y burlándose de ella, Lizzy se sumergía en una rabia y molestia. "Bueno... Hoy estoy haciendo cosplay de la más horrenda y fea criatura del bunker."

"¿Y tú cómo sabes que es el cosplay?"

"Cállate y abre la puerta, purple freak" Ignorando las palabras de la reina de las perras, Uzi se acercó a la puerta y empujó a Lizzy. Por último, se acercó a una especie de panel y sacó la llave maestra de su padre.

Acercando lentamente la tarjeta, la tensión en el aire era palpable.

Finalizando con el contacto con el resorte, de unos "clackas" audibles la puerta se abrió, dejando paso a aquella devoradora oscuridad y aire de frío y desesperación. Dejando completamente impactadas e inquietas a las dos colegialas.

Bueno...

Hasta aquí llega. Más estupideces y basura que se me ocurre, espero les guste.

¿Qué les pareció? Déjenme saber si les va gustando o no.

Gracias por leer.

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