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Soldier (parte 2)

—Vaya—jadeo en respuesta al ver el plato de comida frente a ella que desprendía un olor exhiquisto. Incluso su boca aprecia volverse líquido con sólo mirarlo y sus ojos se dilataron, no había desayunado al salir del castillo y lo que tenía frente a ella se veía apetitoso—N-No sabía que supiera cocinar —

—De dónde vengo todos hacen lo que quieren, mi padre me enseñó a cocinar—sonrió sirviendo su porción de comida y sentándose al lado de la joven. Apenas había podido preparar algo, tuvo que pedir prestado la cocina de alguien entregando monedas de plata e improvisar con lo que había comprado, que no era mucho para su mala suerte. Hizo una mueca al llevarse la comida a la boca y al instante la tensión se evaporo mientras sonreía con placer. Por su parte, elaine estaba confundida.

—Pero dijo que su padre...—

—Oh eso—rasco su nuca con nerviosismo—Kilia y yo huimos de casa cuando esos demonios dieron el golpe final—bajo la mirada intentando no verse débil sin lograrlo—Llegamos a un reino algo lejano en invierno, nos estábamos congelando, creí que íbamos a morir ahí afuera. Pero el maestro de los caballeros sacros nos recibió en su hogar —la sonrisa de alivio en la rubia se le contagio hasta el albino que extendió una mano para tomar la de la dama—Él nos vistió, nos dio de comer, nos limpio, nos regalo una cama cómoda para descansar y nos adoptó como sus hijos. Por eso lo considero mi padre —se mordió la lengua para evitar las lágrimas por la vela que había iluminado su oscuro camino y por primera vez, le dedico una mirada sincera a la princesa encubierta—Me gusta ayudar a los pobres por eso, una vez yo estuve en su lugar y me gustaría ser esa persona que los saque del pozo—el corazón de elaine empezó a palpitar con gran fuerza apretando la mano del hombre que la había maravillado con eso y luego le sonrió

Sabía que no estaba mintiendo, antes podía saberlo, sus ojos estaban apagados y las facciones de su sonrisa eran deshonestas. Pero en ese mismo momento, aquellas escarlatas tenían un brillo de agradecimiento y su curva que hacia llamar "sonrisa" estaba tan relajada que podía saber que no mentía

Solo asintió en silencio demostrándole gratitud y honor. Tomó el cubierto llevando algo de la comida a su boca y casi grita como niña pequeña al degustarla. Incluso era más deliciosa que la que servían en el palacio, era lo mejor que había probado en toda su triste vida. La alegría en sus mejillas sonrojada fue tanta, que van no pudo evitar sonreír un poco más ancho y acompañarla en el gozo, casi se acabó toda su carne del siguiente mordisco que le dio e incluso se chupi los dedos con hambre. Ban solo negó un par de veces al ver como su verdadera personalidad, sin ese exceso de modales, desaparecía y le hacía ver a la chica de corazón entusiasmado que disfrutaba de cada cosa mínima en la vida

—¿Qué le pusiste? ¡Esta delicioso! —

—Un poco de condimento—sonrió de oreja a oreja con entusiasmo mirando como ella incluso probaba el ligero jugo que salía de la carne de cerdo—En verdad te gustó —

—Es lo más rico que he probado, en el palacio no sirven estas delicias—

—¿Palacio?...—jadeo levantándose de forma busca de la mesa ajena y mirando a la chica con ojos realmente oscuros. Elaine se estremeció perdiendo el apetito ligeramente mientras se ponía completamente pálida y tragaba la cantidad de comida que tenía en la boca—¿Vives en el palacio? —

—N-No—

—¿Cuál es tu verdadero nombre? —

—Mi nombre...—susurro sin saber que decir, ¿quién no iba a conocer el nombre de la familia real? Él como vendedor, más que nadie, sabría la familia honorable de cada pueblo que pisaba. Solo apretó su vestido entre sus manos y le dedico una mirada arrepentida—Gearhead, soy la dama de compañía de la princesa y ella aveces me permite probar su comida—se aclaró la garganta esperando en un silencio tenso. El albino lo entendió, tal vez "elaine" era un nombre falso o un sobrenombre que le habían colocado.

Su piel se erizo ante el repetino frío que la azotó intentando cubrirse con la prenda que Ban le había dado, y desvío su mirada hacia la comida. Él no dejaba de observarla sin palabras en la lengua y curiosidad en la cabeza. Eso explicaba sus ropas elegantes, eso explicaba el porqué conocía tanto el pueblo y parecía cubrirse. Una doncella que salía del palacio era despedida y mucho más si ayudaba a la gente del pueblo, esos reyes y príncipes llenos de gula por poder se reirian si pensaban en algo así.

Solo suspiro un poco soltando el ambiente tenso que se había acumulado y relajo los músculos de su cuerpo cortando algo de su carne. Los siguientes minutos continuaron con algo incómodo en medio de manos que los obligaba a apartar las miradas cada que estas chocaban sin quererlo. La rubia de ojos miel terminó su comida apartando el plato con un suspiro, se recargo sonriendo en la silla sin notar la ligera mirada iluminada que el de mayor estatura le ofrecía y luego se levantó con lentitud estirandose

—Muchas gracias por la comida señor Ban, pero debo de retirarme—la desilusión chocó contra el pecho del más alto que dejó lo que le resto de su comida a su lado y se levantó con mayor tranquilidad. Asintió con la cabeza apretando los labios en una línea fina y le agradeció a la señora por haberles prestado su cocina y morada. Pará su suerte había dejado comida para la familia que vivía ahí adentro así que ambos habían salido ganando en esa situación

Acompañó a la mujer por las calles de la ciudad ya transitada por caballeros y gente con identidad arrebatada y le dedico un a mirada a un par de niños ladrronsuelos que le había quitado sus monedas de cobre a una mujer que pasaba sin haberse dado cuenta. Al parece ya tenía con quien hablar primero tras dejar a la bella rubia en la entrada del palacio. Se sonrojo un poco y volteo a verla con tranquilidad, bella...esa era la descripción perfecta de la mujer cuyos ojos relucian con los rayos de el sol dándole en la cara. Como si el mismo cielo quisiera enseñarle a su destino frente a él y se lo aclarara de forma casi obvia

Carraspeo consiguiendo la mirada de elaine y luego le sonrió algo nervioso por las palabras que estaba por decir

—Si no es molestia—limpio las palmas de sus manos las cuales habían empezado a sudar —Me gustaría seguirla ayudando a repartir comida y seguirla conociendo—la tranquilidad en el rostro dela chica hizo bailar su corazón así como él bailaba en las danzas de líones y no pudo evitar tomarla de la mano unos segundos

—No será molestia señor ban—

— Solo Ban, señorita gearhead—una mueca sobresalió de los labios de la damisela que se sentía incomoda estando en los zapatos de alguien más, pero que rápidamente cubrió con una pequeña reverencia

—Entonces espero mañana poder volver a verte...ban—hasta ahí llego él. La dejo escabullirse entre callejones sucios y oscuros perdiendola de su vista tranquila y Serena, sin notar a la mujer que le pico la costilla haciéndolo saltar y luego escucho su risa cantarina que habían sacado ellos dos. Gruño desviando su mirada sonrojada ignorando a su hermana que lo había atrapado con el corazón en la mano

—Quién lo diría, la chica que querías matar te está robando el corazón—

—Oh callate kilia, solo es mi plan para sacarle información—la de cabellos claros negó con la cabeza sin dejar de reír y luego tomó el brazo de su mayor dándole unos ligeros golpes

—A mi no me engañas, te conocí mejor que nadie—

—¡Kgh! —rechisto empezando a caminar hacia los niños ladronzuelos que habían comprado medio pan con las monedas que habían robado. Los miró de arriba a abajo consiguiendo que el mayor le dedicará una mirada fulminante, y luego les sonrió agachandose hasta su altura para extenderles monedas de plata. La sorpresa en ambos infantes fue tanta que no evitaron soltar su pequeña hogaza de pan y jadear con alivio y miedo—¿Y bien? ¿Les gustaría tener una vida mejor pequeños? —el mayor dudo al mismo tiempo que les lanzaba a ambos hermanos una mirada recelosa e intentaba arrebatarle el dinero. Lástima que van era más rápido y se lo quito de los ojos sonriendo aún más ancho—Prometo que voy a salvarlos, pero tendrán que hacer algo por nosotros si desean salir de este basurero—los niños se miraron algo desilusionados esperando el peor favor que cualquier persona con dinero podía pedir y miraron aún desconfiados a los albinos

—¿Qué carajo quieren? —

—Que pasen un mensaje—esta vez fue la voz de kilia que había sacado un pañuelo para limpiar el rostro sucio de el niño menor. Eso era sólo el inicio de su gran victoria

*
—¿Y bien? —

—¿Oh? —

—Estas distraída—acarició un poco los cabellos de la rubia que no dejaba de mirar a un hombre igual de rubio que ella mientras suspiraba. Solo negó un poco acariciando la mejilla de Ban que aún así frunció su ceño —¿Sucedió algo? —

—Solo...me siento melancólica—admitió, tomando la mano de el albino que la aceptó con gusto y le dio un ligero apretón. Habían pasado dos semanas desde que habían llegado y ya casi tenían a la mayoría de sus hombres dentro, haciendo trabajo como panaderos, carniceros o taberneros mientras empezaban a debilitar el reino desde adentro. En las noches planifican su ataque, y todo se veía tan perfecto que parecía un sueño. Cuando el golpe iniciara y los pobres se revelaran, los reyes se iban a encerrar detrás de sus puertas intentando llevarse la mayoría de joyas que pudieran. Es ahí donde algunos caballeros traidores iban a impedirlo, iban a atrapar a los reyes, abrir las puertas y dejarlos entrar para tomar la ciudad. Iba a ser un lago de sangre, pero ahora el miedo consumía su cuerpo al estar cerca de la chica, debía advertirle, decirle que todo aquel que estuviera en el palacio iba a ser capturado y encarcelado o 8ncluso asesinado

—Y dices que yo soy la distraída—se burló de él al mismo tiempo que le picaba la costilla y empezaba a reírse con verdadera felicidad. Ban sólo pudo sonreír un poco tomando de la cintura a la de menor tamaño que se retorcio entre risas hasta que la soltara y besaba su mejilla. Se habían vuelto unidos, más de lo que le hubiera gustado, con sus pláticas triviales y su forma de consentir a los que estaban por debajo de ella había cautivado el frío corazón del guerrero

De aquel caballero que estaba destinado a destruir un reino, pero su voluntad empezaba a flaquear con cada dulce mirada que ella dedicaba. Suspiro un poco depositando la sobre el suelo y luego se agachó hasta besar su mejilla disfrutando de los colores en sus mejillas

—¿Haz visitado camelot? —

—No—negó rápidamente volviendo a mirar a el blondo que sonreía con paz mientras caminaba y hablaba a cada persona que se acercaba y me extendía la mano en saludo. Parecía ser muy popular, vestía unos pantalones cafés de tela, podía decir, liones y una camisa blanca que resaltaba su finura junto a unos botones que solo los nobles usaban. No pudo evitar gruñir ante la atención que la rubia le daba a ese desconocido y decidido a no verlo, solo se dio media vuelta abrazando a la mujer por los hombros—¿Por qué? —

—Gearhead hay algo que debes saber—habló con una voz grave que le erizo la piel a la de hermosos ojos miel que se separó de el abrazo para ponerle atención. Ya se había acostumbrado a que la llamara por ese nombre—En unos días...yo...—

—Tu...—le siguió algo dudosa por su mirada tan decidida pero llena de un miedo profundo. ¿Era prudente decirle? Quizá sólo darle una señal para que estuviera segura y después explicarle la verdad, se había enamorado de su enemigo, pero podía hacerle comprender a sus hombres y mujeres que ella era de fiar. Tomó algo de aire ante sus ojos confundidos, tomó las manos de la femenina y luego solos e agachó hasta chocar sus labios sacándole un respingo de sorpresa de a la femenina. Movió sus mohines buscando ser correspondido casi de inmediato, pidió a su Dios que la chica quieta le respondiera, y cuando se separó sin recibir respuesta, desvío su mirada desilusionada suelo

—Lo lamento, creo que solo yo siento esto y te he incomodado—habló con las mejillas rojas tomando distancia entre ambos. Mierda, había actuado sin pensar y ahora sabía que sólo él había entregado su corazón a venda puesta—Disculpame, no quiero que esta afecte...—

—Ban—hablo en un susurro tenue dejando que el albino detuviera su ataque de nerviosismo. Tomó las manos del hombre entre las suyas, acarició un poco el rostro masculino y luego le sonrió dejando escapar un par de lágrimas brillantes que rodaron como amantes—Yo también me he enamorado de ti ban—

—¿E-En serio? —habló con un temblar emocionado en su voz apretando la miel de elaine

—Si, pero no creo que podamos estar juntos—jadeo. Eso rompió el corazón de el de ojos escarlata que se tenso en su lugar—No lo entenderías Ban, solo me conoces en este estado pero...—

—Gearhead me estas asustando—una lagrima mas cayo desde el ojo derecho de la mujer que se mordió el labio para no soltar en llanto. Solo se lanzó a abrazarlo dejando que él en volviera su pequeño cuerpo y lo apretara contra el suyo sin saber que otra cosa más hacer—Oye, ¿qué pasa? —

—Ban, te amo, te amo demasiado—sollozo contra su pecho dejando que el corazón del mayor latiera desenfrenado por escuchar esas dulces palabras, ni siquiera la miel de las abejas o el olor de las flores eran tan dulces como esas palabras dichas por los labios carmines de la princesa de castelion—Por favor, bésame una vez más—

—P-Por supuesto—tartamudeo un poco aún algo indeciso, tomó el rostro de la mujer vacilante entre sus manos y volvió a impregnar le un dulce contacto sobre sus bocas. Fueron efímeros momentos donde ni siquiera los rayos del sol o el empalagante hablar del hombre rubio cerca de ellos podía penetrar. Sus labios se movían de un lado a unos, sus cabezas buscaban mantener ese contacto unido, las yemas de los dedos masculinos apretó la cintura femenina con algo de fuerza sacándole un respingo y cuando se les acabó el aire, volvieron a fundirse en un abrazo que les robo el alma—Eres la chica más increíble que he conocido nunca—

—Eres el hombre más bueno que he conocido nunca—tembló entre sus brazos—Gracias por hacerme feliz estas semanas y hacerme recordar que todos tienen un lado bueno—sonrió. Ya no tardaban en llegar los pretendientes que deseaban tomar su mano para desposarla y arrebatarle la libertad y corazón. Quitarle su voluntad y volverla un cascarón seco como los demás. Sonrió tristemente, trazo círculos imaginarios en el pecho de Ban y luego suspiro un poco intentando calmarse—La vida de la princesa es muy difícil —ante esas palabras, Ban no supo si reír con ironía o sellar sus labios. Pero como ganó la primera, no pudo evitar reír y limpiar las lágrimas de las mejillas de elaine

—¿Qué cosas dices hermosa? La princesa no sufre, lo tiene todo, una corona de diamantes, comida caliente cada día hasta engordar, una cama suave y ropa que la cubren del frío. Eso no es sufrimiento—

—Pero esta sola, sollozo—dejando a Ban pasmado y con la cara pálida como un muerto—Ella está sola, ella quiere ayudar al pueblo pero el rey se lo impide, la quiere obligar a desposar a un hombre—El albino trajo en seco, volviendo a abrazarla para consolarla sin poder lograrlo y acariciando su espalda lisa con cariño—Yo...la he escuchado sollozar en el baño al verse al espejo, la he visto romper sus coronas en miles de pedasos, la he visto dejar de comer esa comida caliente por darla a las damas de compañía—relato su jaula de oro en tercera persona para no levantar sospechas sin dejar de llorar y ser abrazada por su hombre—Pero se ha enamorado de un plebeyo, y su padre no va a tolerar esa relación que la va a desposar con su hermano con tal de impedirla—jadeo apretando los puños y sin poder decir más. Solo permitió que los fuertes brazos de Ban la en volvieran de forma protectora y sus pulgares limpiará el mar salado que salía de sus ojos. Ya no sabía cuánto más iba a poder soportarlo, pero sabía que sí ella escapaba por su libertad, iba a quitarle la vida a todas aquellas mujeres que la ayudaron a irse, incluidas Gearhead que fue como una madre para ella.

—Eso es horrible—

—Ella ya no lo soporta más—

—Oh pequeño girasol de luz, no estés triste—escucho una voz dulce a su lado, obligando a ambos a voltear al mismo tiempo, solo para ver a ese rubio que estaba lejos hace unos minutos y que ahora les dedicaba una mirada dulce a ambos enamorados—¿Quién a cortado tus gruesas raíces? Deberías estar sonriendo al sol y no tapandolo con la nube de la tristeza —habló en un tono meloso mientras parecía sentir lo mismo que esos dos y luego seguía su camino, no sin antes dedicarle un a mirada compasiva de sus ojos esmeralda hacia ban—Deja que tú humilde jardinero riegue tus pétalos y quite tus plagas. Y así pequeño girasol de luz, volverás a sonreír hacia el sol como en los atardeceres de la niñez en tu cabeza—elaine le sonrió por aquellas dulces palabras, recargo aún más su cabeza en el pecho de Ban sonriendo por la calidez que sentía al hacerlo sin notar la mirada fría en los ojos de su amante. Ya tenía a su primera víctima cuando él asalto iniciara

—Gearhead—

—Elaine—Ban se quedó en silencio ante sus palabras y la miró sorprendido—Mi verdadero nombre es elaine, en realidad, te mentí porque aún no sabía si podía confiar en ti—le sonrió de esa misma forma luminosa que la primera vez en que decidió abrirle su corazón y permitió que sus manos acariciaran su rostro

—E-Elaine...—tembló con una sonrisa—Es el nombre más bonito que he escuchado—beso los nudillos de la dama—Por favor, en unos días, sabrás bien cual, encierrate en alguna habitación del castillo. Mantente de rodillas no importa que cosa y di que me conoces. Di que conoces a el zorro—

—Ban no comprendo—el albino solo le sonrió lleno de ternura por sus palabras, beso la frnwye de la mujer que recibió ese beso con amor y luego negó un par de veces

—Ya entenderás, solo pase lo que pase, no olvides que te amo—ella sonrió y se estiró para poder besar sus labios en un contacto casto pero melodioso

—No lo haré—

*

Era todo lo que había visto en sus peores pesadillas. La ciudad están manchada de un color ojo, las paredes tenían sangre goteando mientras muchos caballeros de los suyos y los pueblerinos no dejaban de atacar a aquellos que los habían hecho menos, que habían opresado a los más débiles y se creyeron intocables. Había un caballero de castelion con el ojo salido y una es presión de terror al momento de morir, veía a un carnicero que había sido linchado por su esposa y varias mujeres más, hartas de sus constantes abusos y acosos. Ellas fueron las primeras en aceptar y jurar lealtad a liones

Suspiro un poco sin dejar de caminar seguido por su ejército improvisado y hermanos manchados de un líquido rojo, cuando escucho un quejido de una melodiosa voz que no s eme había quitado de la cabeza en los pasados días. Sus besos con...elaine, habían sido muchos, pero así como ellos habían disfrutado, aquel rubio estaba cerca de ambos dedicando estrofas poéticas haciendo suspirar a cada persona que recibía sus palabras, incluyendo su pequeña amante

Fue gratificante ver como uno de sus caballeros apuñalaba a el de ojos esmeralda y luego volvía a clavar su espada en su corazón terminando con un alborada de arrepentimiento en su faz, como si hubiera algo que no había hecho antes de ser abatido por ellos. No le dio importante y decidió dejar de ver el cadáver del blondo sólo para empezar a golpear las puertas de forma estruendosa escuchando los gritos de varias femeninas en su interior. Esperaba que su amada estuviera justo como se lo había dicho para poder salvarla de él caos y mar de sangre en el que se convertirá el palacio. Escuchaban los gritos de personas siendo apuñaldas, mujeres corriendo y llorando rezando a sus dioses múltiples. Pronto castelion sería de líones y volvería a rezarle a su único dios que ellos tenían, iban a purificar esas tierras para volverlas santas una vez más

—¡Hiaaaaaaa! —escucho el grito de selion cuando empujó la puerta y está se abrió haciéndolo caer a el suelo cerca de el muerto de un caballero. Mordió su mejilla interna para no soltarse a reír en un ese momento tan serio. Camino ignorando como se volvía otra matanza y otra guerra por los pueblerino que armados, con palabras, cuchillos de cocina, rodillos y sartenes, atacaban a aquellos que los habían mantenido en la miseria por maldad única. Abrió las puertas de la sala real riendo ante los caballeros que temblaban al verlos entrar y luego se lanzó contra ellos sin miedo a mancharse las manos por su honor, escuchando los gritos de la familia real. Sonrió ante eso, aún no olvidaba la historia que...elaine, le había contado de la princesa, podría intentar que a ella la encarcelaran y convirtieran en mendiga o plebeya como escape, pero su familia iba morir en ese lugar por su crueldad. Iban a pagar por todas las cosas que había hecho

El lugar resonaba entre cantos de Angeles furiosos y demonios riendo como locos. Sangre lleno el lugar volviendo la vista borrosa de la pequeña princesa que presenciara todo y cuando tomaron a los cuatro, los pusieron de rodillas ante los que serían sus verdugos. No hizo más que cerrar los ojos entre sollozos y dejar que las joyas de su corona acariciaran el puente de su nariz

—¡Por favor! —grito, sacándole un jadeo a el caballero que están hasta atrás limpiando su espada y tembló al escuchar esa voz—¡Yo conozco al zorro! ¡Yo lo conozco! —el lugar se quedó en total silencio cuando esas palabras terminaron de hacer eco por el lugar, sus hombres se dieron la vuelta para mirarlo sin saber que hacer, Ban se levanto tambaleante intentando que todo eso fuera solo una mala jugada de su mente asustadiza. Llegó hasta el frente, con la mano temblando sobre su espada, la soltó haciendo un ruido estruendoso que dejó sorda a la princesa, elaine soltó un grito cuando unas manos quitaron su corona de diamantes con brusquedad y cuando tomaron su mentón para levantar su cabeza. Las lágrimas bajaron con mayor intensidad de sus ojos mientras sollozosaba y lo miraba con miedo. Era Ban, ese chico bueno que le había cautivado su corazón, ahora era aquel que había destruido su reino y tenía su armadura y piel manchada de la sangre de su pueblo

—¡No! ¡No a la princesa! —suplico un a mujer castaña algo lejos de ahí pero que se retorcio intentando inútilmente liberarse mirando a elaine llorar amargamente. Los lamentos de aquel girasol de luz, siendo consumido por la oscuridad

—Ban... ¿Por qué?—jadeo en voz baja—¿Por qué? —

—Mi señor—habló un caballero de armadura anaranjada y cabellos verdes apuntando su espada hacia el rey asustado—Haga los honores—

—¿Qué? —

—Gracias a usted liones a recuperado sus tierras una vez más—el rey asustado no pudo evitar abrir sus ojos con sorpresa ante esto y tembló aún más. Ese reino había sido robado cientos de años atrás, y aún así, sus enemigos habían logrado quitarles lo que ellos habían quitado—Merece el honor de matar a la familia real—

—¡No! —

—Ban—susurro la rubia aun sin dejar de derramar lágrimas mirando con exactitud a la persona que creía que estaba enamorada y dejaba mojado el suelo de mármol en el que estaba sometida. Ban tembló en su lugar, tomó la espada soltando la cara de elaine que casi grita de nuevo al ver hacia dónde se aproximaba. Levantó el arma punzo cortante con lágrimas en sus escarlata y le dedico una mirada de arrepentimiento. Ambos corazones latieron con rapidez al mismo tiempo, el momento fue como en cámara lenta y los ojos miel de elaine se expandieron al ver su panorama. El albino había cortado la cabeza de su cruel progenitor dejándola sin aire y débil ante la escena grotesca que presenciaba. Mientras uno por uno, su familia iba cayendo muerta al suelo, su madre se había ido con una cara de horror que le hacía ver a sus hijos que ella no era tan hermosa como sus joyas. Su hermano, había sido apuñalado en su entrepierna y luego en su corazón por petición de una mujer que abrazaba un bebé bastado, un niño que mana con su alma pero que había sido producto de una violacion y sintió el filo de la espada en su cuello haciéndola volver a la realidad, jadeo cerrando los ojos dejando escapar dos lágrimas más creyendo que iba a morir en manos de su amante y espero paciente hasta que le llegara su momento final

*

—Ya llegue—murmuró este en voz baja sin la misma sonrisa en su rostro y mucho menos con esa energía que lo caracterizaba. Desde ese día nada había sido igual, sus ojor perdieron el brillo, su cuerpo se volvió frío y cada mirada que le dedicaba era de orror y odio. Había logrado salvar a elaine justo a tiempo, demostrándole a sus caballeros que ella había dado de comer a los mendigos e incluso la mayoría de pobres del pueblo, la reconocieron como "la señora bonita que da pan" solo eso le permitió conservar su cabeza. Pero ella no había recuperado su alma

Apenas y le permitía acercarse o mirarla, huía de su presencia, por más que él le suplicaba perdón de rodillas y de todo corazón, el alma no volvía al cuerpo de su amada. Ella había muerto es emismo día y así habían pasado los meses hasta que dejó de insistirle

Habían comprado una bella casa a las afueras de camelot, en un prado cerca de un río donde tenía sus propios cultivos para cocinarle lo que a ella tanto le gustaba, aún así no funcionaba y apenas probaba bocado, estaba más delgada, con su tono de piel grisáceo y las palabras que él difunto poeta, del cual disfruto ver ser asesinado, llegaron a su mente. Pequeño girasol de luz que tapaba el sol con la gran nube de la tristeza. Al principio pensó que ella se pondría feliz, acababa de darle la libertad que tanto quería, la había alejado de los demonios que tenía como familia, y aún así ella les lloraba toda la noche. Su familia no la quería, pero ella a ellos si

Incluso había ocasiones donde ella gritaba de noche por pesadillas que atormentaba su mente, que le daba cachetadas cada que se acercaba intentando calmarla o la escuchaba sollozar en su habitación, hecha bolita en una esquina reviviendo lo que había pasado aquel día

Suspiro al verla sentada en la ventana, mirando hacia el reino de camelot que se alzaba a unos kilómetros de ellos siendo ignorado

—Traje algo de hongos y jitomate—sonrió, pero nuevamente fue ignorado por la mujer—Compre carne de cerdo y papas. Podría hacerte algo muy rico de comer—elaine contuvo un sollozo apretando los labios y volteando su cabeza hacia el albino que ya no sabía que hacer por ella. Este solo suspiro dándose por vencido y dejando su saco de víveres a un lado, camino hacia la cocina para ver que podía cocinarle a la triste mujer y casi se le sale el corazón cuando ella le sonrió y asintió con la cabeza. Incluso soltó el cuchillo que cayó hasta estar clavado en el piso de madera—¿Y-Y cuando quieres ir al pueblo? —

—No me siento lista para convivir con más gente—murmuró en voz baja, pero esas palabras fueron suficientes para que el corazón de Ban latiera como loco y se acercara hasta ella con una sonrisa que no pudo contener—Ban, mataste a mi familia—sus ojos se le llenaron de lágrimas—Me libérate de ellos, pero ¿a que costó? Yo aun los quería pese a todo lo que me hacían—

—Por qué eres un alma noble—se atrevió a acariciar su cabello pero ella rápidamente apartó su mano con odio logrando que este se conteniera

—Así como te creí a ti una vez—

—Elaine yo...—

—Quiero sepultarlos como mis dioses me lo dicen —volvió a ver hacia el paisaje sabiendo que aquel hombre no entenderia nada de sus costumbres. Él había inculcado las de su reino y ahora los que antes estaban en las calles, tenían vidas mejores confiando en otra religión y creencia. Aún asi se alegraba por los niños que ahora tenían casa, agua limpia y comida junto a una familia que los amaba, e incluso se sentía feliz por gearhead, quien tras ser perdonada por órdenes de Ban, se había reencontrado en con su hermano y ahora eran felices una vez mas—Si traes los cuerpos de mi familia y me permites darles sepultura como mis creencias me lo discutan. Te daré un a oportunidad—admitió, emocionando a el chico que asintió rápidamente y se levantó de la ventana para volver a la cocina

Ella aún no le daba su perdón, pero al menos ya le había hablado tras meses sin dedicarle ni una sola palabra o mirada

—Lo haré—ella volvió a mirarlo fijamente. Lo examinó con esos ojos miel fríos hasta la raíz y tras ver a el chico amable y bondadoso que había creido conocer, le sonrió de vuelta.

Debía volver a su vida normal, pero sólo hasta que su alma volviera a ser completamente suya, podría decir con exactitud si quería quedarse con el caballero que destruyó su reino, o irse y vivir libre.

Soltó un suspiro viendo una paloma blanca volar en los cielos causándole una sonrisa. Su historia sería contada por cientos de generaciones más adelante y la leyenda de aquel que logró tumbar un reino que se hacía llamar, "la fortaleza", llegaría a oídos de cada curioso

*

Aquí acaba soldier

Como ven, le di un final neutral pensando en la forma en la que yo reaccionaria si estuviera en la situación de elaine. No me maten ¿si? Cada historia tendrá su desenlace e historia

Y espero en verdad les haya gustado

✨CURIOSIDAD que nadie pidió pero se que quieren saber✨

-Ban si le llevo ( a escondidas y en putrefacción obvio) los cadáveres de su familia a elaine. Ella los enterró como sus costumbres dictaban y a los 3 años de volverse a conocer, ella decidió darle el si para que se casaran-

Ahora si ¿Qué les pareció? ¿Les gustó? ¿Notaron esa mención de cierto rubio que amamos?

Más vale que recuerden eso porque será importante

Sin más. Sigamos con Poet y disculpen faltas de ortografía

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