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prologue

PRÓLOGO

❝Steve Rogers, señorita.❞

ROSE CLARSON era muchas cosas. Dulce, independiente y sin mencionar lo impresionantemente hermosa que era.
Tenía una debilidad cuando se trataba de ciertas cosas, una de ellas, incluía ver a jóvenes escuálidos siendo maltratados por hombres mucho más grandes. Y en este caso, ella no podía evitar sentir una gran lástima por ellos.
Era solo un día normal, pero tropezar con alguien parecía ser que cambiaría su vida para siempre.

...

Rose entró casualmente a la tienda de ropa, abrió la puerta, haciendo sonar la pequeña campana por todo el lugar.

Su bolso giraba hacia adelante y hacia atrás cada vez que se movía. No todos los días adquiría ropa nueva, pero tenía una cita esa noche, y las primeras impresiones eran importantes en estos días y ella quería usar algo nuevo. Iban a bailar, una de sus cosas favoritas.

Sus ojos se perdieron en los vestidos que colgaban de la rejilla, pero todo lo que necesitó fue una mirada a la etiqueta del precio para que Rose frunciera el ceño.

Las cosas más hermosas siempre estaban fuera de su alcance, es por eso que tenia un trabajo a tiempo parcial en la florería local de Brooklyn, para poder pagar lo que necesitara y ayudar a la desdicha, también.

—¿Puedo ayudarla, señorita?—Preguntó una de las empleadas, una sonrisa apareció en los labios de esta. Rose movió la cabeza en modo de afirmación.

—Si, en realidad. Quiero saber cuál es su precio más barato.— Preguntó Rose, su tono descendió cuando su frase terminó. La mujer arqueó una ceja divertida, haciendo que Rose se arrepintiera. Probablemente parezco una escoria de bajo nivel que no tiene mucho, pensó Rose.

Mientras la mujer respondía, el aturdimiento de Rose captó el caos que estaba sucediendo afuera. Miró a través de la ventana de cristal de la tienda, donde los maniquíes se encontraban, y vio a un trío de hombres empujando a otro hombre más pequeño. Nadie más parecía ver la conmoción que se producía en las concurridas calles de Brooklyn, pero Rose, notó todo muy bien.

Lo botaron al piso, tiraron sus cosas de las manos y de vez en cuando le lanzaban unos puñetazos directos a la cara. Justo cuando los tres hombres forzaron al más frágil a defenderse, este fue incapaz y volvieron a reírse de él, de una manera cruel. Luego de eso, se marcharon.

—¿Señorita?— dijo la mujer que la estaba atendiendo, mientras chasqueaba sus huesudos dedos frente a los ojos marrones de Rose.

Rose dirigió su atención otra vez al pequeño hombre, olvidando que estaban discutiendo los precios. Murmurando una disculpa, Rose trató de mantener su atención en la amable mujer, pero sus ojos continuaron mirando al hombre golpeado. Este, luchó por levantar su pequeño cuerpo del suelo, lo que hizo que Rose se compadeciera de él.

Ignorando las llamadas, las preguntas y las miradas judiciales, Rose salió de la tienda sin pensarlo dos veces y se dirigió hacia donde el hombre se encontraba.

—¡Oye!— Rose llamó, ganando su atención. Él frunció sus cejas y miró a su alrededor, desconcertado. Rose se acercó a él con una mirada comprensiva en su rostro.

—¿Estás bien?—Preguntó, su mano tocó su pecho huesudo con comodidad. El hombre miró a Rose con los ojos muy abiertos, antes de tragarse el nudo que se formó en su garganta.

—¿E-estás hablando conmigo?— preguntó el hombre casi inaudible, sus ojos azules todavía se expandían más de lo normal. Rose soltó una pequeña risa antes de decir.

—Sí.—  sonrió. Asintió con la cabeza en respuesta, mientras sus hoyuelos aparecian. Se tomó su tiempo para examinar sus rasgos y qué vaya que bonitos rasgos tenía. A pesar de su escuálida y pequeña figura, y el hecho de que ella era mucho más alta que él, notó que tenía unos rasgos bastantes atractivos que muchas chicas podrían buscar en algún hombre.

Al igual que sus ojos azules cristalinos y su sucio cabello rubio que tenía un bonito estilo. Tenía un tono bastante masculino que se condensaba con un acento clásico de Brooklyn, y una apariencia limpia y presentable, a excepción de la sangre que goteaba de su nariz, probablemente a causa de esos matones.

Rose finalmente devolvió su atención a la realidad, y notó cómo el hombre se estaba secando ligeramente las heridas y se encogió ante el contacto.

—Aquí, déjame—insistió Rose. Sacó un pañuelo de su bolso y  limpió las heridas frescas, asegurándose de ser cuidadosa.

—Gracias, señorita— reconoció, haciendo una leve mueca de dolor. Ella se encogió de hombros, con una pequeña sonrisa mientras jugueteaba con sus labios, haciendo que unos hoyuelos aparecieran en su rostro otra vez. Sus ojos se inclinaron hacia la acera, y
pudo notar un pedazo de papel abandonado en el cemento. Agachándose para recoger el periódico, volvió a mirar al rubio con ojos curiosos.

—¿Esto es tuyo?—Rose preguntó, mostrándole el periódico al hombre. Este bajó la vista un poco y dejó que sus ojos vagaran por el firme cemento, pensando en que decir. Era un alistamiento para el ejército. Ella estaba algo confundida, no pensaría que un hombre con una figura tan pequeña quisiera unirse al ejército de Estados Unidos. Siguió observando el formulario de alistamiento y notó que el 4F se encontraba estampado audazmente en el papel.

—Uh, sí, sí—Dijo el hombre, aclarando su garganta. Jugaba con su manos y mantuvo la cabeza baja, sintiéndose un poco avergonzado al ver que había sido rechazado por intentar unirse al ejército.

—Rose.— de repente dijo ella, extendiendo su mano. El hombre la miró de manera dudosa, sus ojos azules se llenaron de confusión.

—¿Perdón?—el hombre dijo.

—Soy Rose, Rose Clarson. ¿Y tú eres...?—Rose se presentó, su mano todavía estaba extendida de manera amistosa. El hombre tomó su mano esbelta con la suya más grande y dejó una encantadora media sonrisa en sus labios.

—Steve Rogers, señorita— respondió Steve, su sonrisa juvenil no vaciló.

A partir de ese momento, fueron inseparables. Rose no asistió a su cita esa noche, porque se quedó con Steve, y esa fue la mejor decisión que pudo ella alguna vez haber tomado.

...

LILY JAMES is ROSE CLARSON

...

[N/T]

Hola chicas. Estoy aquí, por que he querido compartirles esta historia, que realmente vale la pena leer. Está escrita por avengermoons , yo solo la traduzco.

Y eso, espero les guste tanto como a mí.

And, avengermoons , thank you for let me traslate it. You make a a fantastic story here.

-Danna.

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