CAPÍTULO OCHO.

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―¿Puedo? ―El científico alemán pidió. Steve agarró la carta de Rose con fuerza, luego asintió al doctor Erskine. 

―Sí ―Steve respondió con nerviosismo. 

―¿No puedes dormir?― Dijo el Doctor Erskine interrogandolo, mientras se abría paso a través del cuarto. Él dobló el colchón en la cama contigua y luego se sentó. Los ojos de Steve se volvieron de inmediato hacia la botella de alcohol y los dos vasos en sus manos. Comenzó a pensar si el doctor Abraham estaba ebrio, ya que nadie en su sano juicio escogería a alguien como Steve para este proyecto. 

―Supongo que tengo nervios. ―Steve respondió, mirando la carta de Rose. Abraham se rió en respuesta. 

―Yo también. ―estuvo de acuerdo con buen humor. ―Pero parece que es por diferentes razones. ―Erskine dijo, sus ojos parpadearon hacia la letra en las manos del rubio. Steve se mordió el labio ante sus palabras, finalmente alzó la vista para encontrarse con los ojos del doctor. 

―No puedo defraudarla. . . ―Steve suspiró, dejando caer la cabeza. Hubo un pequeño silencio entre los dos, pero no fue un silencio de eso que eran incómodos, no, eran de esos silencios que te tranquilizaban.

 ―¿Cómo se llama? ―El doctor Erskine de repente preguntó, rompiendo el tranquilo silencio. Una vez más, Steve se obligó a mirar al alemán a los ojos, antes de responder. 

―Rose. 

―Ese es un nombre hermoso. ―Felicitó Abraham, sonriendo levemente. Steve asintió con la cabeza, mientras se le escapaba un suave suspiro de sus labios. 

―Bueno, ella es una chica hermosa. ―Steve respondió, mientras las yemas de sus dedos trazaban los contornos de su letra. ―Ella es alguien sin la que no puedo vivir, y si la decepciono, podría perderla. ―Steve añadió, con su mirada aún pegada a la letra. 

Era más que cierto que quería hacer que Bucky y Rose se enorgullecieran, para mostrarles que él es mucho más de lo que la gente cree. Eran dos personas que lo ayudaron durante toda la vida, quienes le dieron fuerzas. Bucky siempre estaba allí, día y noche, siempre que estaba embriagado, cada vez que tenía frío, él estaba allí. Y no podría haber pedido más. 

Rose, ella siempre estuvo allí. Cada vez que sangraba, cada vez que estaba deprimido. Ambos le dieron apoyo y amistad, pero Rose, en realidad lo hizo sentir ... amado. Como si realmente fuera importante. 

―Supongo que eso me deja con una pregunta ... ¿Por qué yo?  ―Preguntó Steve, ahora mirando fijamente al médico. Abraham apretó los labios ante su pregunta, lo vio venir, y supo que su curiosidad era algo bastante normal.

―Supongo que esa es la única pregunta admitida. ―Abraham habló, girando la botella alrededor de su rótula. Mientras el doctor Erskine continuaba, le explicó todo a Steve, como se suponía que debía ser explicado. Sobre Alemania, los nazis, Hitler y más importante ... Johann Schmidt. Steve escuchó atentamente, mientras el médico extranjero contaba su historia. Cómo Schmidt estaba muy decidido a ser quien tuviera el suero corriendo por sus venas, para recuperar lo que se llamaba el 'poder' escondido dentro de la tierra.

―¿Lo hizo más fuerte? ―Preguntó Steve, refiriéndose a cuando Schmidt inyectó el suero anterior en él. El médico asintió con la cabeza ante las palabras de Steve, y luego agregó: 

―Sí, pero hubo ... Otros efectos. El suero no estaba listo, pero lo más importante ... El hombre.―Explicó el doctor Erskine, haciendo que Steve frunciera las cejas con curiosidad. ¿Hubiera pensado que un hombre grande, que tenía una fuerza física tremenda era la respuesta? ¿Verdad?

 ―El suero improvisa todo dentro . Entonces, lo bueno, se vuelve grandioso. Lo malo, se vuelve peor. ―Explicó Abraham, mostrando su acento alemán en cada palabra que hablaba. Esto intrigó más a Steve, instintivamente se inclinó hacia delante, asegurándose de captar todas sus palabras.

 ―Por eso fuiste elegido. ―Abraham anunció, haciendo que Steve lo mirara con sinceridad. Sus dedos acariciaron impulsivamente la carta de Rose, como una forma de apreciarla. ―Debido a que un hombre fuerte que ha conocido el poder de su vida, pierde el respeto por ese poder. Pero un hombre débil conoce el valor de la fuerza y ​​sabe sobre ... compasión. 

El doctor Erskine terminó. Sus palabras le recordaron a Steve de Rose, quien siempre le decía que el corazón le gana a los músculos, siempre.

 ―Gracias, ¿creo? ―Steve respondió, mostrandole una sonrisa. Abraham se la devolvió y le hizo un gesto a Steve para que recogiera los dos vasos. El doctor recogió la botella, luego sirvió una cantidad razonable en cada vaso. 

―Pase lo que pase, debes prometerme una cosa. Que permanecerás como eres― dijo el doctor Abraham, tomando una de las copas de las manos de Steve. ―No es solo un soldado perfecto, sino un buen hombre 

 Con esa última declaración, Abraham instintivamente señaló el corazón de Steve para enfatizar su punto. Steve miró hacia abajo y sonrió. 

―Y déjame decirte esto, si te mantienes fiel a ti mismo, nunca la decepcionarás. ―Añadió el doctor Abraham, haciendo que la sonrisa del chico creciera. 

―Por los pequeños―dijo Steve. , levantando su vaso. Justo cuando el vaso tocaba sus labios, el doctor Abraham de repente lo detuvo. 

―¡No, espera! ¿Qué estás haciendo? Tienes un procedimiento mañana, sin líquidos. ―Exclamó, arrebatando el vaso de las manos de Steve.

 ―Bien, lo tomaremos después ―sugirió Steve, guiando al alemán a coser las cejas.

― Yo no tengo un procedimiento mañana, lo bebo ahora. ―Murmuró, tragando el alcohol de su vaso y el de Steve, haciendo que el rubio sonriera. 

 ―¿Oiga, doctor? ―Steve dijo de repente, llamando la atención de Abraham. ―¿Puedo invitar a Rose al procedimiento? ―Preguntó Steve, haciendo que el doctor Erskine mirara en el espacio abierto con profunda reflexión. Después de un rato, finalmente respondió: 

―Veré qué puedo hacer.

...

A la mañana siguiente, radiante y temprano, Rose se sentó en su mesa de comedor. Desayunó sola, sabiendo que su hermano estaba fuera, como de costumbre.  Esperó ansiosamente a que llegara la carta de Steve, sabiendo que por lo general siempre llegaba por la mañana. 

Pero hoy estaba llegando tarde. Hubo un par golpes repentinos en su puerta, haciendo que se levantase de su asiento para poder abrir la puerta. Se sorprendió al ver a un hombre alto y fornido con un uniforme militar de pie frente a ella. Al instante, su corazón se hundió por el miedo. 

Por lo general, cuando sucede esto, se informa que un miembro de su familia que está en el ejército está muerto. Y en este caso, Bucky y Steve eran su familia. 

―¿Señorita Rose Clarson? ―Preguntó con una ceja levantada. 

―Sí, esa soy yo. ―Rose tragó saliva, temiendo cada momento. ¿Le dio un sobre, luego se fue? Frunciendo sus bien formadas cejas, abrió el sobre rápidamente. Sus manos se habían vuelto temblorosas una vez que puso los ojos en la primera palabra, pero mientras lo leía, su temblor se detuvo y sus preocupaciones desaparecieron, solo fue reemplazado por confusión. ¿Por qué fue invitada a un proyecto secreto del Gobierno?

...

hello. Ya quiero ver la reacción de la Rose :/

bai bai