Solo me sentí extraño en ese momento, un contacto con mis labios, fue mala idea robarse la galleta y morderla porque Itsuki me la robo, agresivamente.

Recapitulemos...

Tenía la galleta en la boca, mientras que Itsuki me empuja hacia el suelo, Ella había quedado encima mío tras impactar esta me roba la galleta quitándomela de la boca con su boca prácticamente besándome, a lo que abría los ojos como si unos platos fueran por el impacto que recibí.

— ¿Esto es normal?— cuestiona Mai.

— Supongo que si es normal esto entre nosotros nos llevamos así —dijo Nino quien camina hacia consola encendiéndola.

— Supongo que debo acostumbrarme... — entendía que ella ya casi no socializaba.

La pelirojas se levantó para tomar el paquete de galletas y huir de ahí para después la pequeña Yotsuba aparecer por el marco de la puerta

— ¿Ya se calmó? — musito.

— Si, ya no hay moros en las costas — le comentó a Yotsuba y ella solo suspiro aliviada.

— Jugare unas partidas no molesten — dijo Nino.

La chica de los listones de moño se puso a jugar ignorando todo su alrededor mientras que te levantas con ayuda de Yotsuba para después limpiar las migajas de la ropa.

"¿Por que me siento así? es como si estuviera celosa por el" me preocupa esto, escuchar pensamientos, quizás si sea eso o estoy de esquizofrénico otra vez. "Creo que me enamoré pero no apenas nos conocemos, o ¿una semana es suficiente para enamorarse?" se cuestiono eso Miku.

« Tienes un minuto para enamorarme, ella sonrió y le quedaron 59 segundos»

Un día, un día.

— ¿Cómo te sientes? — me pregunto Miku mientras me sobaba la espalda.

— Una pregunta tan rara, bien me siento bien, ¿por qué? — pregunte, en ese momento había ignorado el hecho de que Itsuki me beso.

— Ya regrese — aviso Ichika viniendo del baño.

— Bueno te pregunto por literalmente Itsuki te acaba de besar en los labios.

"¡¿Qué?!" grito mentalmente Ichika y mi reacción fue taparme el oído "Me fui dos minutos y ¿ya pasó algo así? tiene que ser una broma"

— Caray — en ese momento me hice tonto, tanto por el pensamiento de Ichika, como por la pregunta de Miku y su afirmación al beso.

— Si cuando te robo la galleta te la quito con su boca y se tocaron — ella estaba algo celosa, eso me agradaba.

— Pues no lo sentí para empezar ni se que fue lo que pasó — me excuse.

— ¡¿DÓNDE ESTÁ MI POYO?! —escuché a Itsuki gritando desde la cocina, sentí su aura era un Puchero nivel 3.

— Bajo el estante de las latas ahí dice Itsuki.

Le respondí gritando, aunque algo que había olvidado en ese momento era el que había puesto todo el letrero de Itsuki en español, pero como vato de Creepypasta "No le di importancia" y decidí retar a Nino un uno contra uno.

— Uhmm ¿Miku cierto? — era Mai la que preguntó.

— ¿Si? — ella estaba ligeramente seria.

—Bueno por que te veo como que enojada

— ¿Enojada? — preguntó ella extrañada cambiando de actitud al momento.

— Si cuando paso eso del beso — ella junta las manos.

— Oh bueno pues no se — se puso tímida de nuevo.

— Sabes para mi me pareces una chica celosa

— ¿Qué? ¿estoy celosa? ¿yo? pts jaja no me hagas reír— estaba riendo nerviosamente a lo que la pelinegra sonríe pícaramente— ehh ¿por qué crees eso?

— Bueno los veo muy juntos a ustedes dos y te molesta que tu hermana —hace comillas en el aire — si es tu hermana ¿no? — ella se quedó callada pero asintió dándole la razón — okey bueno cuando lo beso fue por accidente pero aun asi te enojaste y eso que él no dijo nada ni se dio cuenta.

Si, Me di cuenta pero lo ignoré.

— Pues no lo se siempre sentí que él es bastante normal sin tomar eso en cuenta del amor

La noche había caído en la ciudad por ello todos se acomodaron para dormir, había comprado dos camas matrimoniales y un saco para dormir japonés (furton) para que dos de las hermanas durmieran juntas y casi siempre se quedaba sola Miku por lo que un ese día decidí ir a verla

Me levanté del sillón, cortesía de que mi cama estaba siendo usada por Ichika, aun no me acostumbraba a esto y tenía un leve dolor de espalda, mire la ventana la cual iluminaba la habitación con los rayos lunares.

Me dirigi a lo que solía ser mi habitación puesto que esta ya era la habitación de las chicas veías a Mai en el saco para dormir en el suelo, Ichika y Nino en la cama de la izquierda mientras que Yotsuba e Itsuki en la cama de la derecha y en medio estaba ella Miku en medio dormía plácidamente con una pijama igualita a la que tenia antes de venir

Todo era perfecto, la habitación deslumbraba y no había ninguna preocupación salvo...

Que todo fuera un sueño...

Me acerque lentamente hacia su cama ahí la vi estaba muy relajada y calmada te sentaste justamente a su lado para acariciarle su cabeza, empezar a hablar en español

— Andaba muy solo andaba muy solo, solo por mi cuenta, esperando a que vinieras ahora te tengo en mis brazos y jamás te soltare, quiero ser parte de ti y de tu vida, cada dia tu estas en mi cabeza desde que te conocí, tenerte aqui es algo de verdad muy impresionarte, poder acariciar esas mechas pelirrojas, y jamás poder —Decía en español mientras la mirada de una de las Nakano estaba encima mia

"Se que puedes oir mis pensamientos, ñam ñam" oi por ahi

— Pequeña niña me siento muy feliz de haber pasado por este deseo, gracias a ese sujeto te tengo en mis brazos, jamás te soltarse y siempre te querré acurrucar en mi cama, por que pasar a tu lado no es suficiente jamás será suficiente y aunque no fueras real yo te seguiré amando, todas ustedes son muy geniales todas sin excepción alguna — le seguí acariciando el pelo a Miku mientras duerme.

— ¿Sigues despierto? — dice una de ellas levantándose de su cama.

Todo lo anterior que dije fue en español, murmurando poéticamente algo

— ¿Qué tanto dices? — me cuestionó ella.

— Bueno son cosas que no tienen importancia —intente cambiar el tema.

— No te creo, ¿sabes te ves muy tranquilo como si algo dentro de tu hubiera cambiado?

Yo, yo, bueno... Es raro porque no soy de tener amigos ni compartir casa, ya sabes lo de un otaku pero... Por otro lado siento que soy sociable, alguien que hace deporte y demás cosas que un otaku de closet no hace.

— ¿Me das un abrazo? — me pidió la chica.

— ¿Para qué? No me dices que soy pervertido y eso —miraba con confusión.

— Si bueno pero — La chica se pone en posición fetal — nadie me ha dado un abrazo, ya que bueno... Soy popular en la escuela y todo popular entre ese "fandom" pero como tal nadie me quiere

— No digas eso Nino

— ¡Es verdad! eh... Osea soy muy tosca y empalagoso no le caigo bien a nadie — estaba soltando unas lágrimas-

Así me levanto de la cama de Miku pero la mencionada trato de mantenerme ahí, la mire pero esta al estar dormida no sabía lo que sucedía entonces delicadamente quite sus manos de tu pijama para besarle la frente y sus dos mejillas para acercarte a Nino la cual se veía molesta

— Tranquila sabes puede que seas así pero eso solo es superficial eres un dulce ácido por fuera ácido y no quieres comerlo pero por dentro eres más dulce que la miel — pones mi brazo en su espalda a lo que ella se calma-

— ¿Por qué eres así conmigo?

— Cualquiera que te ha visto y tomado la molestia de ver tu forma de ser haría lo mismo que yo en esta situación — dije serenamente.

— ¡Ay! — chillo y me abrazo.

Tiene fuerza-

— Quiero regresar a casa pero siento que este es mi hogar

— ¿Por qué...? — dije entre dientes por su fuerza

— Me siento libre y nadie me va a decir nada — comento relajando el apretón del abrazo.

— Bueno ¿quieres que te suelte? — pregunte al sentir menos fuerza.

— No no no me sueltes así estoy bien porfavor jamas me ha abrazado alguien que no es de mi familia

— ¿Cómo me consideras? — pregunte y a eso Toretto se sentiría orgulloso al escuchar que ella me dijo "Familia, sonreí por eso — también te considero mi familia

— G-gr-acias este lugar lo considero mi hogar y a ti como algo que no se ni cómo decirlo — ella no encontraba palabras

— Me alegra que estén viviendo aquí porque sería el sueño de cualquier chico tener a NinoGod — dije sin medir mis palabras.

— ¿Qué cosa? — se extrañó bastante.

— ¡Ah, ah nada! — conteste nervioso.

— Dijiste algo sobre g-g-go-d — murmuro lo que dije.

— Bueno, sería como la Diosa que eres, Nino Diosa o Diosa Nino — respondí.

Ella se avergonzaba bastante, sonrojandose que pese a la luz de la luna que teniamos podía verla con esa mejilla chapeadas, y pensar que ella está aquí con nosotros.

Nino y yo nos quedamos en silencio después de nuestro pequeño intercambio. Ella se aferraba a mí con fuerza, como si estuviera buscando algo de estabilidad, y yo simplemente le pasé el brazo por encima de los hombros, dándole una especie de abrazo torpe pero sincero. Podía sentir su respiración, tranquila y profunda, mientras el silencio de la habitación nos envolvía.

Miré alrededor. Todas estaban dormidas, descansando después de un día largo. Mai estaba en su saco, Ichika y Yotsuba en una de las camas matrimoniales, mientras que Itsuki dormía abrazando una almohada. Miku, en medio de la cama, aún parecía estar en un sueño profundo, con un rastro de serenidad en su expresión. La luz de la luna iluminaba sus facciones suavemente, dándole un aspecto casi etéreo.

— Oye... ¿Por qué siempre dices cosas raras en tu idioma natal? —me preguntó Nino de repente, rompiendo el silencio.

Me encogí de hombros, aún manteniendo el brazo sobre sus hombros.

— No son cosas raras... solo... pensamientos que salen de vez en cuando y los narró en voz alta, así me doy una mejor forma de ordenarlos —respondí, tratando de no sonar demasiado sentimental.

— Bueno, suenan raras... pero también... bonitas, supongo —murmuró, mirando hacia otro lado, como si estuviera avergonzada de admitirlo.

Sonreí para mis adentros, dándome cuenta de que, detrás de su actitud dura, había una chica que solo quería ser entendida, aceptada... y quizá, un poco de cariño también.

— Si quieres, podría decirte algunas de esas cosas en japonés también —ofrecí, tratando de aligerar el ambiente.

— ¡No! —exclamó rápidamente, apartándose un poco— No necesito escuchar cosas cursis, ¿de acuerdo? Solo... solo quédate así un rato más.

Suspiré y asentí. No quería incomodarla más de lo necesario, pero su pequeña explosión me sacó una sonrisa. Había algo muy... real en cómo trataba de ocultar sus emociones, pero también algo que la hacía vulnerable, humana. Era como ver una fachada desmoronarse lentamente, mostrando poco a poco lo que realmente había detrás.

Permanecimos en silencio un rato más. Podía sentir el peso de su cabeza en mi hombro, y su respiración comenzaba a relajarse. Parecía que, al final, se estaba quedando dormida. Decidí no moverme; no quería despertarla. Miré una vez más hacia la cama donde estaban sus hermanas. Este universo, esta situación extraña... era un caos, pero de alguna manera, comenzaba a sentir que todo esto tenía sentido.

Tal vez esté realmente era nuestro hogar ahora.

De pronto, escuché una voz somnolienta a mi lado.

— Gracias... por estar aquí —susurró Nino, apenas audible.

Miré hacia abajo y vi que sus ojos estaban entrecerrados, ya casi completamente dormida. Su expresión era tan tranquila, tan diferente a su usual actitud desafiante. En ese momento, sentí una calidez en el pecho, un sentimiento que me hizo pensar que, después de todo, valía la pena pasar por todos estos líos.

— Buenas noches, Nino —murmuré, acomodándose suavemente sobre el futón para que estuviera más cómoda.

Ella no respondió, ya estaba profundamente dormida. Me levanté con cuidado, observando una última vez a cada una de ellas, las quintillizas Nakano y Mai, en su propio mundo de sueños. Antes de apagar la luz y volver al sillón, me acerqué a Miku y susurré en un tono apenas audible:

— Gracias por estar aquí también... todas ustedes.

— Gracias a ti — escuche la voz de Ichika.

Son las 3:00am y volteo a ver a la chica quien me miraba, suspire y me dormi.

Fin del capitulo 7