Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Descubriendo el espectáculo


El lunes por la mañana fue mucho más suave y agradable de lo que había sido el último mes completo, al menos, para el grupo recién llegado a Jotho.

Kagami se había encargado de despertar a Marinette mientras Amelie se preparaba para el día en el baño. Gina había dejado una nota diciendo que estaba fuera para alimentar a sus pokémon.
Entonces, las dos niñas se turnaron para usar el baño y prepararse.

De la nada, un grito de asombro atravesó la pared, desde la habitación conjunta.

Kagami se sobresaltó — ¿Adrien?

Kagami y Amelie se apresuraron a la habitación de los chicos, con Marinette detrás, sosteniendo a Ledyba, más tranquila al adivinar lo que seguramente había sorprendido a su compañero.

Cuando Félix les abrió la puerta, tratando de contener la risa, las tres féminas pudieron ver a Adrien en el suelo, en medio de las literas, frotándose la espalda baja, mientras un Luka adormilado se frotaba los ojos mientras intentaba mirar en su dirección, con una especie de ave pequeña y colorida anidando en su cabello revuelto.

—Oh, Dios mío, querido ¿Estás bien? —Amelie se llevó una mano a su mejilla, sin saber qué pensar.

Adrien abrió un ojo para ver a su tía y a sus mejores amigas observándolo desde la puerta —sí, tía Amelie. Lamento el grito. El nuevo amigo de Luka me sorprendió.

—Mira el lado bueno, Adrien —dijo Félix, obviamente burlón —no estás estornudando como loco, lo que quiere decir que no eres alérgico a las plumas de los pokémon.

Adrien resopló —sí, excelente observación, Fél.

Kagami suspiró mientras que Amelie y Marinette se reían entre dientes, antes de besar al británico en las mejillas —buenos días, mi pequeño/mon coeur —Félix detuvo en seco sus risas y se ruborizó por el repentino bombardeo de afecto, mientras Marinette se movía para saludar a su otro novio —buenos días, mon étoile.

Luka le devolvió el beso en la mejilla mientras ella saludaba a Chatot con algunas caricias.

— ¿Cuándo sucedió eso? —Kagami señaló al pokémon ave.

—Anoche, no podíamos dormir y nos quedamos un rato en el balcón al final del pasillo. Cuando empezó a llover, Luka le ofreció quedarse con nosotros —le respondió Félix, pasándose una mano por el cabello de forma distraída.

—Pensaba preguntarle a Gina sobre él —añadió Luka.

—Bueno, me parece que se ha encariñado contigo, Luka —señaló Amelie con una sonrisa.

Marinette parecía de acuerdo con esa afirmación —arreglense ustedes dos —se dirigió a Luka y Adrien, Félix ya estaba vestido con un suéter color verde oscuro y pantalones beige, mientras que los otros dos seguían en pijama —para que podamos ir a desayunar, mi abuela ya está afuera.

Los dos mencionados asintieron, Luka tomó sus cosas de baño y su ropa, dejando a Chatot en su cama mientras Adrien finalmente se levantaba del piso para buscar su neceser también.
Félix, en cambio, salió de la habitación con las mujeres. Entrelazó un brazo con el de su madre mientras su mano libre buscaba la de Marinette.

Hicieron una pausa en el balcón al final del pasillo, echando un vistazo afuera. Había algunos entrenadores con sus pokémon en las arenas de práctica y la piscina, entre ellos, Gina estaba enmedio de un grupo de cinco, aunque sólo reconocieron a Blastoise.

Los ojos de Marinette brillaron al ver todas las formas y colores de los nuevos pokémon. Al segundo, había soltado la mano de Félix para lanzarse escaleras abajo y poder conocer a todos los pokémon de su abuela.
Kagami estaba tras de ella al segundo siguiente, conociendo la torpeza de su mejor amiga, y queriendo evitar que se hiciera un daño grave.

Afortunadamente, Marinette bajó sin inconvenientes las escaleras -no cuenta casi haber chocado con un chico, se evitó y ella lanzó una disculpa mientras seguía su camino- derrapó casi en círculo para llegar al acceso hacia el jardín trasero, y llegó junto a su abuela en tiempo record.

Impresionante para todos los que no sabían que ella era Ladybug.

— ¡Buenos días, Nonna! —ella exclamó. Su pequeño Ledyba ligeramente mareado por el sprint, en sus manos.

—Buenos días, Marinetta —Gina saludó, arrodillada como estaba junto a un pokémon de hermoso pelaje dorado, con apariencia de zorro —Buenos días a todos. Déjenme presentarles al grupo —añadió, una vez que Kagami, Amelie y Félix los alcanzaron.

Blastoise se movió para saludar primero. En seguida estaba el zorro de pelaje dorado, que medía algo más de un metro, tenía ojos rojos brillantes y una cola afelpada separada en varios mechones que terminaban en puntas anaranjadas.
Luego había una especie de cuello largo, de color canela, la base de su cuello estaba cubierta de hojas verde brillante, obviamente saludables, y otras cuatro, más largas, nacían de su espalda, como alas; además tenía tres bananas bajo su barbilla y su cabeza también estaba recubierta de hojas verdes.
Al otro lado del zorro había una criatura con rasgos felinos, como de león: tenía la piel de un azul eléctrico, recubierta de pelaje negro en punta en su mayor parte; ojos amarillos sobre rojo, el interior de sus orejas redondeadas también era amarillo, así como algunas franjas en la parte posterior de sus patas delanteras, y tenía una larga cola negra que terminaba en una estrella amarilla. Sobre el lomo de este, había una criatura parecida a un murciélago, de piel morada, patas pequeñas, apenas distinguibles, orejas largas y puntiagudas; la parte interna de sus alas superiores, que eran más grandes de que las inferiores, tenían una piel azul-verdosa.

—Ya conocen a Blastoise. Esta es Ninetales. La de atrás es Tropius. Este es Luxray y sobre él, Crobat —los señaló en orden, presentándolos, justo cuando Luka y Adrien alcanzaron al grupo.

El grupo de pokémon se acercó rápidamente hacia Marinette, todos excepto Ninetales la abordaron. Tropius acarició su cabeza contra el hombro de la niña mientras Ledyba volaba hacia el cuello del pokémon planta/volador. Crobat se posó en su otro hombro, mientras que Luxray dio dos vueltas a su alrededor, permitiéndole sentir su suave pelaje antes de empujar su cabeza contra una de sus manos, pidiendo mimos. Un poco aturdida, Marinette no dudó en complacer al tipo eléctrico con rasguños en medio de sus orejas, dónde el pelaje negro se levantaba.

—Todos parecen querer mucho a Mari-hime, a pesar de que es la primera vez que la ven —señaló Kagami, preguntándose si todos los pokémon eran tan afectuosos.

—Han estado esperando mucho para conocerla, y hablo mucho de ella, así que supongo que es mi culpa —se rió Gina poniéndose las manos en las caderas —algunos de ellos jugaron con Tom cuando era niño, y esperaban hacer lo mismo con su hija.

Ninetales se abrió paso cuando los demás se calmaron con la franco-china. Se sentó, majestuosa, frente a Marinette, esperando a tener su atención antes de levantarse sobre sus patas traseras, apoyando las delanteras en el abdomen de la chica para alcanzar su mejilla con afectuosas lamidas.

Marinette se rió, porque le hacía cosquillas. Gina se rió, porque había esperado tanto por un momento así.

—Oh, vean esto, parece que alguien hizo un nuevo amigo —la mujer de ojos verde-oscuro señaló uno de los hombros de Luka, dónde Chatot estaba posado de nuevo.

Luka le explicó sobre anoche y cómo lo conocieron. Gina alcanzó a darle una mirada preocupada a su nieta, cuando el oji-azul mencionó que había tenido dificultades para dormir, pero mayormente se concentró en las palabras de Luka.

—Bueno, no es inusual. Por mucho tiempo los Chatot fueron solo criados entre las personas, ya que eran llamativos por su colorido. Solo recientemente se ven salvajes, pero aún así permanecen en las ciudades para quedarse cerca de los humanos —Gina miró a Félix, quien había lanzado una pregunta en medio de la explicación de su novio —sí, querido, los Chatot pueden aprender nuestro lenguaje. Son muy buenos imitando sonidos tanto de personas como de otros pokémon. De hecho, suele pasar que, incluso en las parvadas salvajes, se los oye hablando nuestro lenguaje en vez del suyo propio para comunicarse —explicó.

Luka y Félix levantaron sus ojos hacia el pokémon, en algún momento de la explicación, se había trasladado al hombro del guitarrista —asombroso.

Gina se acercó al de puntas azules y se inclinó hacia el pokémon —Hola Chatot, soy Gina.

Chatot extendió un ala, tal como hizo con Marinette la noche pasada y cacareó —mucho gusto. Mucho gusto.

Gina le sonrió —dime algo ¿Te gusta Luka? —la respuesta de Chatot fue frotar un lado de su cabeza contra la mejilla del chico, mientras arrullaba suavemente — ¿Y quieres quedarte con él? Luka aún no tiene un pokémon, sabes.

Chatot se animó más —Chatot pokémon inicial. Chatot pokémon inicial —canturreó, como si estuviera orgulloso.

Luka miró de su hombro a la abuela de su novia con ojos ensanchados — ¿Eso está bien?

Gina le revolvió el cabello —no veo ningún problema. No puedes atraparlo oficialmente todavía, así que tendrás que llevarlo así, pero solo será por un tiempo.

Kagami se acercó para hacer su propia pregunta — ¿Por qué no puede atraparlo?

—Porque ninguno de ustedes está registrado como entrenador todavía, querida —Gina explicó —Ledyba, por ejemplo, está registrado como mi pokémon. Solo podré dárselo oficialmente a Marinetta cuando sus registros estén listos. Los mandé a hacer cuando sus madres enviaron el papeleo para su nueva escuela así que deberían estar listos en unas horas —informó con una sonrisa —Ya que vine a Jotho solo por turismo, si intentara atrapar a Chatot ahora, para dárselo a Luka, sería enviado automáticamente con el profesor Oak, porque mi equipo ya está completo.

Marinette ladeó de la cabeza — ¿Quién es el profesor Oak, abuela?

Gina los instó a moverse hacia la cafetería para conseguir su desayuno mientras respondía —es un investigador de renombre mundial. También es la persona encargada de darle el primer pokémon a muchos nuevos entrenadores en la vecina región Kanto, y mi empleador —explicó, mientras regresaba a todos sus pokémon a sus respectivas pokéballs —cuando viajo por placer y no relacionado al trabajo, estoy sujeta al límite de solo llevar seis pokémon a la vez, como la mayoría de los entrenadores; el resto de ellos se queda en la finca Oak.

Marinette tarareó con curiosidad, mientras elegían una mesa para sentarse —he tenido esta duda por varios años abuela, pero ¿Cuál es tu trabajo?

Gina se rió entre dientes —soy parte del equipo de campo del profesor Oak. Creo que mi título oficial es "entrenadora e investigadora de campo"

— ¿Qué quiere decir con 'equipo de campo'? —Adrien preguntó, después de darle una mirada al desayuno estilo buffet que había en el salón.

—Con tantos pokémon de tantos entrenadores bajo su responsabilidad, Oak no siempre puede dejar su laboratorio por mucho tiempo, aún con sus asistentes y estudiantes ayudando, así que formó un equipo de campo. Cuando sucede algo inusual, desconocido o que necesita ser investigado, nos reporta sobre ello, y quiénes estén cerca se dirigen al lugar para echar un vistazo y registrar toda la información disponible. Le enviamos la información a Oak. Una vez que todo está clarificado, las noticias se difunden en la comunidad científica y finalmente se distribuye a todas las personas. Así es como cada día aprendemos más y más sobre los pokémon —Gina explicó lo mejor que pudo antes de levantarse para tomar un plato y conseguir su desayuno —a nosotros se nos permite llevar entre 10 o 12 pokémon a la vez, dependiendo de nuestra experiencia, pero debemos registrarnos desde el aeropuerto, algo así como una visa de trabajo.

Todos la siguieron en fila.

—Eso es increíble, abuela —Marinette aduló con ojos brillantes.

—Y seguro funciona muy bien con su amor por viajar —añadió Amelie.

La mayor asintió —creo que ese fue uno de los motivos por los que me tomó en cuenta para el trabajo.

De pronto, Marinette tiró levemente de la blusa de su abuela —pero ¿No será un problema que te quedes con nosotros en Alola, para tu trabajo? —le dedicó una mirada preocupada.

Gina la tranquilizó con una caricia en el pelo —por el contrario, Marinetta. Nunca he estado en Alola, estoy segura de que Oak tendrá más de un encargo para mí allí —la tranquilizó —y como es fácil movilizarse entre islas, incluso cuando tenga trabajo, no estaré lejos mucho tiempo.

Marinette le dedicó una mirada insegura, realmente sin querer interferir en la vida que su abuela había construido para sí misma, pero ella le dio un beso en el cabello, como gesto tranquilizante, mientras se sentaban de vuelta en la mesa para desayunar. Luka se deslizó a su lado, tomando su mano y acariciándola suavemente; Félix le dedicó una mirada suave desde el otro lado de la mesa.

Todos desayunaron tranquilamente, solo intercambiando comentarios rápidos aquí y allá. Gina había sugerido algunos jugos hechos con bayas que sólo crecían en estas tierras, así que la charla se desvió rápidamente a esos diferentes frutos y los efectos que causaban en los Pokémon.
Gina también había conseguido un plato extra con comida pokémon para que Ledyba y Chatot compartieran.

~∆~

Después del desayuno, y que los kwamis se reunieran con sus portadores, Gina los guío a todos a través de la ciudad, señalando algunos edificios y parques en su camino al estadio de concursos. El evento empezaría en menos de una hora.

El domo era bastante grande. Techo plegable para que los pokémon con alas y los que aprovechaban la luz solar pudieran dar su máximo potencial. Gradas con vista de 180° a la amplia tarima con una enorme pokéball dibujada en el centro, una gran pantalla plana detrás y una mesa de jurado.
Gina se acercó a la recepción y a todos les dieron pequeños brazaletes de papel antes de que pudieran pasar a las gradas para encontrar sus asientos.

El grupo se dio cuenta de que había personas que eran claramente fanáticos de algún coordinador en particular, desde que llevaban banderines o gorras con nombres en ellos. El ambiente estaba saturado de emoción y expectación, y aún faltaban unos veinte minutos.

—Ciertamente hay gente muy animada aquí —mencionó Kagami, sentada entre Adrien y Amelie. Nunca había estado entre el público de un evento, siempre era ella en la arena, esgrimiendo contra sus competidores.

—Los concursos están en el top de eventos más populares —mencionó Gina, relajándose en su asiento, a un lado de Marinette —lo entenderán pronto. Estoy segura de que a Marinetta y a Luka particularmente les encantará.

Marinette miró a Luka a su lado, intercambiando miradas curiosas, cada uno con su respectivo pokémon establecido sobre sus cabezas — ¿Por qué lo dices, abuela?

Gina le dirigió una mirada cariñosa —ambos son realmente apasionados por el arte, mi hada. Incluso si no se trata de sus propios enfoques —antes de esto, Gina solo había visto una vez a Marinette con Luka, y era evidente cómo alimentaban la inspiración del otro, con solo expresarse a su alrededor —los concursos están llenos de pasión, creatividad e imaginación. Algo me dice que es el tipo de cosa que disfrutarán.

Luka y Marinette analizaron sus palabras mientras Félix los veía a ambos con cariño. Era el fan número uno de sus novios: llevaba la música de Luka en su corazón y se maravillaba con los diseños de Marinette. Siempre había sido un silencioso admirador del arte y ahora estaba en medio de un par de artistas, ellos incluso lo habían impulsado suavemente a seguir su pequeño interés secreto por la fotografía, un gusto escondido del que ni su madre sabía.

Sass y Tikki, escondidos con Ledyba y Chatot -quienes reposaban en las cabezas de sus respectivos humanos- parecían estar de acuerdo con las palabras de Gina.

De repente, todo se puso un poco oscuro, y tres poderosas luces apuntaron, una por una, al centro de la pokéball plasmada en el escenario, dónde una mujer joven, de cabello castaño rizado y ropa llamativa se había posicionado.

— ¡Bienvenidos todos! ¡Es hora del show! —saludó, su voz proyectada gracias a la diadema con micrófono en el lado derecho de su rostro — ¡Y bienvenidos también a los coordinadores y a sus pokémon! —la mujer te tenía una camisa de vestir con mangas cortas, pero estaba atada con un nudo para que le llegara sobre el ombligo en un look informal, era de color cereza brillante; también tenía jeans asimétricos de color plateado, la pernera derecha cubría toda la pierna mientras que la izquierda apenas llegaba a medio muslo; finalmente zapatos deportivos color blanco con una gruesa franja rojo-rosado, a juego con su blusa —El concurso pokémon de Ciudad Cañadorada está a punto de dar inicio. Prepárense para un despliegue de amor y creatividad —todo el mundo en las gradas celebró, solo unos segundos antes de que la presentadora continuara —solo uno de los participantes se llevará el invaluable listón cañadorada —enseñó un listón de color dorado, con líneas blancas, coronado con un pin dorado con forma de corona —que significará un paso más en su camino al ¡Gran Festival!

—Seguro es una gran fanaticada —mencionó Amelie con voz fuerte, al ver que el público se animaba nuevamente con la mención del Gran Festival.

—Y esto es solo el público en vivo, querida. Los concursos también se transmiten por TV —Gina señaló con un dedo hacia las plataformas por encima de las gradas, dónde había camarógrafos repartidos en diferentes puntos.

—Se ve que es muy emocionante ¡Ya quiero que empiece! —Adrien parecía absorber el entusiasmo del resto del público, casi no podía quedarse sentado.

—A mi me parece algo escandaloso —murmuró Plagg, comiendo un trozo de queso desde el bolsillo en la camisa de Adrien.

—Ahora les presentaré al jurado —la presentadora re-atrajo la atención —El director del comité de concursos, Raúl Contesta —señaló a un hombre mayor en traje rojo que saludó ante su mención —también tenemos al presidente del club de fans pokémon, el señor Sukizo —un hombre pequeño de apariencia asiática en un clásico traje gris —y nuestra encantadora enfermera Joy de ciudad Cañadorada —una vez que todo el jurado dijo unas pocas palabras, la presentadora se volvió hacia el público —Y para los que no me conocen, yo soy Zelian. Ahora ¡Dará inicio la primera ronda! Tanto el coordinador como su pokémon presentarán su desarrollo y técnica ¡¿Ya están todos listos?! —el público se alzó en exclamaciones y vítores — ¡Veo que tenemos un público muy animado el día de hoy! ¡Recibamos con esos mismos ánimos al primer participante! ¡Ella es Dawn!

Dawn parecía ser una de las favoritas, tomando en cuenta que algunas personas chillaron su nombre, y había otros con banderines y porras.

La chica que salió al escenario tenía la piel clara, y un cabello un poco menos oscuro que el de Kagami y Marinette, aunque era más largo que el de esta última, recogido solo por dos broches amarillos a cada lado de su cabeza, que sostenían mechones gemelos.
La chica llevaba un sencillo vestido veraniego, escote recto y tirantes delgados que parecían unirse tras el cuello, tenía una pequeña cinta en la cintura que se ataba al frente y dejaba paso a una falda vaporosa que se teñía de celeste, adornada con cruces de un azul aún más pálido.
Cómo accesorios lucía un collar de perlas blancas, brazaletes a juego, y finalmente, sandalias amarillas.

La chica se paró a un lado del escenario al mismo tiempo que Zelian se retiraba hacia el otro lado, sacó una pokéball dentro de una cápsula con una pegatina de corazón y finalmente dirigió su mirada al público, dejando ver ojos azules.

—Gracias a todos. ¡Pachirisu, al escenario! —entre una ráfaga de corazones apareció un pokémon pequeño, parecido a una ardilla, de color blanco con franjas azules y mejillas amarillas, una cola larga y esponjada.

— ¡Es adorable! —Marinette chilló, llevándose las manos a las mejillas —y el atuendo de esa chica combina completamente con su pokémon. Sencillo pero efectivo.

— ¿Qué fue esa ráfaga de corazones? —preguntó Félix.

—Eso son sellos que se ponen en las pokéballs. Se usan mayormente en concursos y otros eventos llamativos —explicó Gina.

—Vamos a empezar. Pachirisu, usa Electrotela —con su indicación, el pequeño pokémon como una ardilla saltó en el aire, con electricidad acumulándose en la punta de su cola, que luego lanzó al suelo en una voltereta.

Una telaraña electrificada, de color azul, se desplegó por el escenario, y Pachirisu empezó a saltar en ella, usándola como trampolín "Chipa. Ri" la criatura parecía divertirse haciendo volteretas, poses y giros.
La audiencia también parecía divertirse con él.

— ¡Ahora, Dulce beso!

Cumpliendo con su entrenadora, Pachirisu lanzó ráfagas y ráfagas de corazones mientras rebotaba en la telaraña electrificada, haciendo que se esparcieran por todo el escenario.

Marinette estaba sacudiendo ligeramente el brazo de su abuela, arrullando sobre lo lindo que era y haciéndola reír.
Aunque no era la única fanguirleando por la presentación de Dawn.

—Un final electrizante, ahora ¡Gira y usa Descarga!

Cómo último movimiento, la electricidad azul se acumuló en las mejillas de Pachirisu mientras este rebotaba particularmente alto. Luego, se lanzó de cabeza contra la telaraña, mientras lanzaba su ataque, destruyendo los corazones entre chispas azuladas, al mismo tiempo que rompía la telaraña, rebotando sobre su ancha y esponjosa cola para aterrizar a unos pasos de su entrenadora.

Tanto Dawn, como su pokémon, se inclinaron en una elegante reverencia final. Los aplausos y vítores no tardaron en estallar.

— ¡Wow, fue realmente hermoso! —comentó Amelie, visiblemente entusiasmada.

— ¡Absolutamente lo fue! —Marinette estuvo de acuerdo. Al igual que Trixx, medio oculto en la ropa de Félix.

—Fue una primera presentación hermosa —Zelian habló, después de que los jueces dieran su opinión a Dawn —continuemos con los ánimos arriba para el siguiente coordinador.

Poco más de una docena de coordinadores más se presentaron en la ronda de exhibición, todos ellos con diferentes especies de pokémon. Marinette estaba dividida entre lamentarse no poder hacer bocetos sobre todos ellos y no perderse un segundo de sus rutinas.
Félix, conociéndola, se ofreció a sacar fotografías de todos ellos, y Luka le aconsejó que hiciera notas en su teléfono sobre las ideas más llamativas.

—Ya están listas las calificaciones de la primera ronda —Zelian regresó al centro del escenario luego de que el último coordinador hiciera su rutina. Atrás, los jueces terminaban de murmurar entre sí, con los micrófonos apagados —presten atención a la pantalla para descubrir a los ocho coordinadores que pasan a la siguiente ronda —los ocho participantes aparecieron uno a uno en la pantalla. Entre ellos, estaba la chica del Pachirisu, lo que emocionó a Marinette —Así funciona la segunda ronda. La computadora seleccionará parejas al azar con los 8, para las batallas de eliminación —en la pantalla, las fotografías fueron dadas vuelta, mostrando un fondo rojo, y se barajaron como cartas antes de enseñar los enfrentamientos, enumerándolos del 1 al 4.

Hubo algunos suspiros y quejas cuando se enseñaron los 8 participantes. Sin embargo, Kagami notó que las personas no abandonaban el domo incluso si su participante favorito no había llegado a la segunda ronda; toda la gente se quedaba para presenciar hasta el último combate del evento.

—La victoria será para el coordinador cuyos movimientos sean suficientes efectivos para bajar los puntos de su oponente dentro del límite de los cinco minutos.

— ¿Los combates tienen un límite de tiempo? —preguntó Marinette a su abuela.

—En los concursos, sí. Es solo un factor extra que los participantes deben tener en cuenta, y saber cómo usar a su favor —explicó la mujer —los combates normales suelen extenderse hasta que los pokémon agotan su energía.

— ¡Y en el escenario, nuestro primer par! ¡Dawn contra Virgil!

La oji-azul con el vestido blanco se posicionó en un lado de la arena, mientras un joven en un traje de dos piezas -muy similar al atuendo insignia de Félix- de color aguamarina con acentos dorados y un sombrero brístol azul-negruzco que estaba adornado con citrinos, y mocasines oscuros a juego; tenía el cabello castaño corto, a excepción de una trenza que le colgaba frente a la oreja izquierda hasta el hombro, la cinta que ataba la trenza mostraba la misma piedra que su sombrero, haciendo juego con los ojos amielados y la piel bronceada.

—He estado esperando está revancha desde el concurso en pueblo Rubello —declaró el chico, sacando su propia pokéball con cápsula y un sello de trueno.

La chica pareció rodar los ojos un momento, pero también sacó una pokéball, con un sello diferente al que usó en la primera ronda —pongamos esto en marcha entonces ¡Quilava, al escenario! —lanzó Dawn, consiguiendo que su pokémon emergiera en una explosión de confeti rojo.

—Parece que este concurso permite que los entrenadores cambien de pokémon entre la segunda y primera ronda —murmuró Gina —Hay algunos dónde pueden ir cambiando entre cada ronda de batalla, y otros donde solo utiliza uno, todo se reduce al nivel.

— ¡Flaaffy, deslúmbralos! —indicó el joven castaño. Un Pokémon bípedo con apariencia de oveja, de piel rosada y lana blanca en su cabeza y cuello apareció entre un remolino de pequeños relámpagos brillantes. La cola anillada, que terminaba en una joya celeste, brilló de forma magnífica, mientras la lana se esponjaba.

—Wow, miren esa lana. Se ve tan suave y hermosa —chilló Marinette.

—Los Mareep, que evolucionan a Flaaffy, son pokémon que podrás ver usualmente en granjas de zonas tormentosas, donde se crían para obtener su lana y hacer prendas excelentes para el frío —explicó Gina.

— ¿Por qué en zonas tormentosas? —preguntó Félix, intrigado por ese dato específico.

—Son pokémon de tipo eléctrico, y su lana se abulta y crece mejor cuanta más electricidad absorban.

— ¿Qué hay sobre el otro pokémon? —curioseó esta vez Adrien.

—Quilava es la forma evolucionada de Cyndaquil, uno de los tres pokémon iniciales que los entrenadores pueden elegir aquí en Jotho. Es de tipo fuego.

— ¡Cinco minutos en el reloj y que empiece la batalla! —exclamó Zelian.

— ¡Quilava, usa Rapidez!

— ¡Dispérsalo con Espora Algodón!

El grupo vio como el Quilava de Dawn utilizaba el mismo movimiento que Ledyba había exhibido la noche anterior, solo que este contenía más estrellas, que dejaban una leve estela dorada tras de sí, y viajaban más sin dispersarse.
Las estrellas rodearon a Flaaffy, pero -a pesar que los puntos de su entrenador bajaron levemente- el pokémon eléctrico parecía tranquilo. Se sacudió para esparcir borlas de lana a su alrededor, se veían suaves y esponjosas, y se extendieron para contrarrestar las estrellas, liberando a Flaaffy de su momentáneo acorralamiento.

Los puntos de Dawn bajaron para igualar a los de Virgil.

—Ahora, usa Carga —continuó el coordinador.

Descargas de electricidad azul recorrieron el cuerpo de Flaaffy, creando un pequeño campo de estática a su alrededor. La piel rosa parecía brillar mientras que la lana se abultó y la joya en su cola brilló hermosamente.

Marinette ya tenía un hermoso vestido y un atuendo infantil claramente en su cabeza.

Los puntos de Dawn bajaron otro poco.

— ¡Ve! Nitrocarga a su alrededor.

Quilava cargó hacia adelante, envolviéndose en una poderosa aura llameante. Al igual que sus estrellas previamente, corrió alrededor de Flaaffy, haciendo que su contrincante luchara por seguirle el paso con la mirada, mareándolo un poco.

Virgil chasqueó con la lengua en disgusto —No intentes seguirlo, Flaaffy. Detenlo con Joya de luz —la joya azul en la punta de la cola de Flaaffy brilló poderosamente. El pokémon eléctrico saltó y apuntó con su cola hacia la arena de concursos, realizando el movimiento tipo roca. Si bien, no acertó a Quilava, si interrumpió su carrera, antes de que pudiera seguir aumentando su velocidad.

Los puntos de ambos coordinadores seguían bajando.

—Quilava ha aumentado su velocidad magníficamente, pero Flaaffy continúa desviando sus ataques —resumió la presentadora, con emoción en la voz —Quedan tres minutos en el reloj y la puntuación está muy pareja.

Fue solo entonces que Amelie y los cinco adolescentes levantaron la vista hacia la pantalla que mostraba el cronómetro y los círculos que representaban la puntuación; habían estado muy absortos en el espectáculo para hacer un seguimiento de lo demás.

El público rugía con fuerza.

— ¡Ahora, usa Trueno!

Dawn sonrió, como si hubiera estado esperando ese comando — ¡Multiplicate, luego usa Nitrocarga de nuevo!

Con Flaaffy casi en el centro del escenario, el trueno emanó de su cuerpo casi como una telaraña a su alrededor. Quilava formó múltiples copias de sí mismo, algunas se quedaron en el suelo, mientras que otras saltaron en el aire; las que estaban en el suelo fueron alcanzadas y deshechas por el trueno, mientras que las cinco -más el real- que alcanzaron a saltar, se envolvieron en un aura llameante y cayeron en picada hacia Flaaffy.

Un poco de polvo se levantó mientras ambos pokémon retrocedían de nuevo frente a su respectivo coordinador. Ambos se veían un poco cansados.

— ¡Termínalo con Joya de Luz, Flaaffy!

— ¡Usa Nitrocarga para esquivar y luego Lanzallamas!

Flaaffy disparó una vez más un rayo de luz desde la joya en su cola, sin embargo, Quilava tenía la velocidad y el espacio suficiente para maniobrar y evitarlo. Corrió envuelto en llamas, las cuales se agrandaron y brillaron de un rojo-anaranjado aún más intenso cuando se combinó con la potencia del lanzallamas.

¡Espora Algodón! —Virgil gritó, como movimiento desesperado.

La barrera de borlas esponjadas apenas tuvo tiempo de formarse cuando Quilava impactó en su oponente, con rodó el poder del ataque combinado, lo cual levantó una humareda oscura.

— ¡Tenemos treinta segundos en el reloj y escasa visibilidad en el campo! ¿Flaaffy habrá podido soportar el ataque de Quilava? —exclamó Zelian.

Muchos en las gradas estaban al filo de los asientos, tratando de distinguir el primer vistazo claro del escenario.

De repente, Quilava saltó fuera de la humareda de vuelta a su lugar frente a Dawn. Tomó cinco segundos más para que el humo se dispersara, pero ahí estaba Flaaffy, inconsciente y con remolinos en los ojos.

— ¡El cronómetro se detiene en dieciocho segundos con un claro ganador! ¡Dawn y Quilava pasan a la siguiente ronda de enfrentamientos!

La gente estalló en aplausos mientras Quilava saltaba a los brazos de su entrenadora, quien lo recibió con un abrazo y felicitaciones. Virgil caminó hasta su exhausto pokémon y lo felicitó también, agradeciendo por su esfuerzo antes de devolverlo a su pokéball.

Los coordinadores se dieron la mano antes de que se retiran para dejar paso al próximo combate.

—Eso fue... wow —murmuró Amelie, con una sonrisa emocionada.

— ¡Wow, de hecho! —Adrien afirmó inmediatamente —fue tan emocionante. E intenso —Kagami tarareó con un asentimiento.

—Los pokémon son... criaturas realmente asombrosas —añadió Luka, subiendo una mano para acariciar cuidadosamente las plumas de Chatot.

Zelian llamó a escena al siguiente par a enfrentarse.

—Fue realmente hermoso e increíble, abuela. Puedo ver porque a las personas les gustan estos espectáculos —exclamó Marinette.

—Me da curiosidad ver qué tan diferentes pueden ser las batallas estándar de los concursos —comentó Félix, preparándose para tomar más fotografías de los siguientes pokémon. Había obtenido tomas geniales de la batalla entre Flaaffy y Quilava.

—Lo mismo aquí —Kagami estuvo de acuerdo.

Gina solo sonrió al escucharlos.

~∆~

Cinco rondas de batallas más llegaron y se fueron, dando al grupo extranjero la vista de diferentes pokémon, sus habilidades y peculiaridades, junto con pequeñas descripciones que Gina ofrecía para ellos.

Al encuentro final habían llegado dos coordinadoras. Dawn, y una especialista en tipo agua y hielo que se veía uno o dos años más joven: de pelo rizado, rubio cenizo con puntas celestes que estaba recogido en dos trenzas francesas con cintas color rosa, ojos amielados, un corto vestido sencillo de color azul marino con una tela extra alrededor de la cintura que se alargaba como la cola de un pavo real hasta los tobillos; se llamaba Attina.

— ¡Buneary, al escenario!

— ¡Totodile, en posición!

Solo Sass y Chatot se dieron cuenta de la forma tan sutil en que Luka se tensó cuando el Pokémon de Atinna salió al escenario, entre un mar de burbujas. Era un pequeño cocodrilo bípedo, de piel azulada, con unas placas color crema en el torso, escamas rojas sobresaliendo de la espalda y cola, y un hocico alargado con grandes dientes.

—Totodile es uno de los tres pokémon iniciales de Jotho, es del tipo agua —les explicó Gina mientras, en el escenario, el mencionado tipo agua se exhibía con un pequeño baile.

Sin embargo, la tensión en Luka fue más evidente para los que estaban sentados cerca de él cuando un carraspeó y un regaño susurrado fueron dirigidos al inicial de agua por su entrenadora, causando que Totodile detuviera su baile en seco y cambiara por un giro más prolijo.

— ¿Estás bien, Lulu? —Marinette susurró, atrayendo la mirada de su abuela al igual que la de Félix.

—Esa... es la canción —murmuró el músico sin pensar —la canción triste que escuché anoche.

Sus parejas se sobresaltaron ante la información — ¿Estás seguro? ¿Te refieres a la chica o su pokémon? —Marinette preguntó con cuidado.

—El pokémon, el... Totodile —aseguró Luka.

Félix lo pensó —Tiene sentido. La chica debe alojarse en el mismo centro pokémon que nosotros.

Gina no estaba entiendo de qué hablaban — ¿Marinetta? ¿Hay algo mal?

La diseñadora se mordió el labio inferior, pensando en cómo explicar el don de Luka —te lo explicaré mejor en un momento, Nonna. Rockstar ¿Cómo suena? —ella trató de recordar cómo se sentía la melodía que Luka y su nuevo amigo pokémon tararearon anoche, mientras Zelian daba inicio al último combate del concurso.

—Un poco triste, pero es más contenido, como si... como si no pudiera hacer lo que quisiera o actuar como realmente es.

—Buneary, Rayo de hielo.

— ¡Totodile, bloquéalo con Acua Cola! —el pokémon de Attina creó un remolino en la punta de su cola, el cual usó para dispersar el haz blanco helado que disparó el Buneary de Dawn, creando pequeños bloques de hielo alrededor del escenario —Ahora Chorro de agua.

Rebota, Buneary, y sigue usando Rayo de hielo.

Totodile lanzó un poderoso torrente de agua desde sus mandíbulas, directo al pokémon parecido a un conejo. Buneary, sin embargo, empezó a saltar con la facilidad de una porrista en una cama elástica, mostrando la fuerza en sus patas, esquivó el agua a presión y apuntó el movimiento de hielo al suelo alrededor de Totodile, congelando dos tercios del escenario.

Los puntos de ambas coordinadoras bajaban casi a la par de una forma muy reñida.

—Ahora Buneary, Puño Mareo —indicó Dawn.

Buneary se lanzó hacia adelante, deslizándose sobre el hielo con gran equilibrio y las orejas reluciendo con luces pasteles, se extendían y retraían como los brazos de un boxeador.

—Wow, es una belleza —murmuró Marinette, casi sin aliento. Buneary era elegante y precisa en sus movimientos, sin mencionar que parecía divertirse en lo que hacía.

—Atrapa sus orejas, Totodile, usa Colmillo hielo —Attina intentó contrarrestar.

Buneary, sin embargo, no le daba la oportunidad a Totodile de cerrar su mandíbula en alguna de sus orejas, apenas golpeaba, retrocedía, y usaba la otra, cambiando el ritmo para que su oponente no pudiera predecirla.

Al final, Totodile quedó confuso. Empezó a moverse de forma errática, deslizándose sobre el hielo y bailando. Attina trató de llamarlo para que superará la confusión.

— ¿Qué le pasa a Totodile? —Luka preguntó en voz alta.

Puño mareo tiene el efecto secundario de causar confusión en el oponente. Cuando un pokémon está en confusión puede no entender las órdenes de su entrenador, e incluso herirse a sí mismo tratando de golpear al rival —explicó Gina.

Attina estaba tratando de no gritar cuando Totodile simplemente empezó a bailar sobre el hielo, incluso si estaba haciendo un mejor trabajo al evadir los golpes de Buneary, con sus movimientos erráticos.

Sorprendentemente, los puntos de Dawn estaban más bajos, ahora que Totodile esquivaba todo.

—Hazte un camino Buneary ¡Rayo de Hielo! —ignorando a su errante oponente, Buneary usó su rayo de hielo para crear algunas pasarelas de hielo, cerrando camino a Totodile — ¡Ve, Rebote ahora! —usó los caminos creados para deslizarse y finalmente golpear con toda su fuerza al inicial de agua.

— ¡Totodile-! —un sonido fuerte interrumpió a Attina.

— ¡Y el tiempo se ha terminado! —Zelian exclamó, sacando a ambas chicas de su concentración, al igual que el público a su alrededor —con el cronómetro en cero vamos a revisar los puntos y declarar a la ganadora de este apasionante encuentro —los números desaparecieron de la pantalla, haciendo que todos se centrarán en las ruedas de puntuación. La diferencia no era mucha, pero sí evidente a simple vista — ¡Y los ganadores son Dawn y Buneary! —declaró, haciendo que el domo estallara en aplausos y vítores.

Recién entonces, Totodile salió de su confusión, haciendo que Attina gritara de frustración, cayendo de rodillas en su lugar. Totodile miró a su entrenadora sin entender bien qué había pasado.
Dawn, por su lado, recogió a Buneary en brazos para celebrar.

~∆~

Los siete coordinadores que habían quedado atrás en las rondas de eliminación fueron llamados a alinearse mientras Dawn recibía su listón. Virgil y su Flaaffy estaban ahí. Attina no.

El señor Contesta, en su llamativo pero elegante traje rojo, dio unas palabras a todos los participantes antes de entregarle el listón dorado a Dawn.

Todo el mundo aplaudió.

Luka estaba tratando de encontrar el rastro de una canción triste que no dejaba de repetirse en su cabeza.

~∆~

Gina sacó al grupo del domo despacio, aún intrigada por lo que había sucedido con uno de los enamorados de su nieta durante la batalla de concurso final.
En la zona verde, alrededor del gran edificio, había camiones de comida y mesas de picnic. El grupo se asentó en una de ellas para discutir lo que harían después del almuerzo.

— ¿Entonces, Marinetta? —Gina indagó, en cuanto se asentaron. Amelie, Adrien y Kagami estaban platicando sus impresiones del concurso mientras que Félix y Marinette estaban más atentos a su novio — ¿Qué pasó allá atrás?

Marinette miró de su abuela a Luka, quien ya estaba sacando su guitarra de la funda que siempre llevaba en su espalda. Chatot estaba firmemente posado en uno de sus hombros mientras empezaba a afinarla. La niña tomó aire en preparación para la charla.

—Luka tiene un don —Félix se le adelantó —las personas a su alrededor... él puede escuchar lo que llama 'sus canciones internas' —se detuvo cuando Luka empezó a tocar, la misma canción de anoche. Y Chatot empezó a mover la cola al compás, de nuevo.

— ¿Canciones internas? —repitió Gina.

—Le transmiten a Luka el estado de ánimo de las personas, o sus intenciones, o la emoción predominante, según sea el caso —continuó Marinette, mirando al de punta azules. Luka tenía los ojos cerrados y parecía tranquilo mientras tocaba, sin embargo, había un muy sutil ceño fruncido si mirabas con atención —Luka escuchó esta canción anoche, no indagamos en ese momento pero, al parecer, el Totodile de esa chica Attina es de quién lo oyó.

— ¿Qué significa para ti? —Kagami preguntó, después de estar en silencio un rato.

Luka no detuvo sus dedos sobre las cuerdas —impotencia —fue la primera palabra —es... débil, pero no por la distancia. Como si alguien más intentara acallar su canción.

Adrien tomó una instalación profunda —me dijiste algo similar algunas veces —recordó, antes de sentir la mano de Kagami sobre una de las suyas.

—Sí —Luka giró un poco la cabeza —me recuerda mucho a tu canción cuando estabas con tu padre, Adrien.

Las notas eran todas graves y pausadas, Luka dejaba que el sonido se diluyera antes de tocar el siguiente acordé casi siempre. Sentía que estaría mejor interpretado en un bajo.

Gina frunció el ceño, pensativa —desde tu percepción, Luka... ¿Creerías que es mal tratado?

Luka se detuvo, abrió los ojos y miró a los verde oscuros de la abuela de su amada —yo escucho control impuesto, que debe reprimir algo que lo haría feliz —explicó honestamente, dejando a un lado su guitarra y se llevó una mano al cuello, dándole una caricia disimulada a Sass. De pronto, se congeló en su sitio y se levantó bruscamente —lo oigo de nuevo.

Marinette y Félix se pusieron en pie junto con él, Gina y el resto unos segundos después cuando Luka comenzó a correr en una dirección aparentemente al azar.
Chatot, que se aferraba al hombro de Luka con sus patas, mantenía el ritmo de la canción con el balanceo de su cola.

Se detuvieron justo en la parte posterior del domo, cerca de puertas con acceso restringido al personal.
Attina estaba allí, con el pelo en una coleta baja y un atuendo menos formal, compuesto de blusa sin mangas azul marino y un short de mezclilla gris. Estaba con las manos en las caderas, una de ellas sosteniendo una pokéball, e inclinada hacia su Totodile, al cual parecía estar regañando.

—Esto no va a funcionar para ninguno de los dos si no puedes escuchar lo que te digo —reclamaba la chica —y ya es el segundo concurso en que sucede lo mismo.

"To. To" exhaló el cabizbajo pokémon, como disculpándose.

— ¿No estás siendo un poco injusta?

— ¿Ah? —Attina levantó la cabeza hacia la voz masculina que se dirigió a ella, viendo a un chico en jeans y sudadera con las puntas del cabello de color azul, similar al suyo propio. Le pareció lindo, pero no así el hecho de que se entrometiera — ¿disculpa? No creo que esto sea asunto tuyo.

Luka caminó más cerca del Totodile, bajando el cuerpo para apoyar una rodilla en el césped, ignorando el comentario de la coordinadora —a Totodile le gusta bailar ¿no es cierto? Es lo que vi en el concurso ¿Por qué se lo impides?

Attina suspiró —no veo por qué te importaría, pero si en verdad quieres saber... el estilo de baile de Totodile simplemente no se ajusta a mi estilo de competencia —se cruzó de brazos —es un problema en las presentaciones.

Luka frunció levemente el ceño, cuando Totodile suspiró un lamento — ¿y no has considerado que tú eres quien debería ajustarse a su estilo?

La chica arqueó una ceja indignada —pero tú qué sabrás —se quejó, sólo para darse cuenta del grupo que estaba más atrás del oji-azul, cuatro adolescentes y dos adultas —Tch ¿sabes qué? no importa. Iba a solucionarlo en este momento —descruzó los brazos y apuntó la pokéball.

Luka se tensó ligeramente, en respuesta, Chatot hizo lo mismo, preparándose para una batalla si era necesario — ¿a qué te refieres con solucionarlo?

—Regresa —la luz roja absorbió al dócil Totodile de regreso al artefacto, sólo para ser liberado nuevamente en un rayo de luz azul, que Luka aún no había visto provenir de una pokéball —Totodile, te libero —Totodile se miró a sí mismo mientras la luz azul se disipada, luego miró a rubia de puntas azules con sus ojos agrandados, sin creer realmente lo que acababa de pasar. Attina se dio la vuelta y lo miró por encima del hombro con solo una pizca de tristeza en sus ojos amielados —ahora, puedes bailar cada vez que quieras. Buena suerte, Totodile —encajó su pokeball, ahora vacía, en el cinturón color celeste de su short y se marchó hacia el lado contrario del que estaba el grupo, que observaba en silencio.

— ¿Solo vas a abandonarlo? —logró preguntar Luka, después de asimilar lo que acababa de presenciar.

Attina se detuvo, pero no se giró — ¿Qué eres? ¿un novato? No está prohibido ni nada, así que déjame en paz.

Solo entonces, parece que Gina encontró un motivo para intervenir —tengo una pregunta para tí, antes de que te marches —declaró en alto, caminando hacia Luka y el Totodile triste. Attina movió su rostro para, una vez más, mirar en su dirección por sobre el hombro, con el ceño fruncido, pero reconociendo la autoridad en la voz de la mujer — ¿Este Totodile lo obtuviste del profesor Elm?

—No —respondió en el mismo tono —lo encontré cerca de la Cascada de la Luna Azul, más allá de ciudad Cerezo —y con eso, finalmente se fue.

— ¿Abuela? ¿Qué fue lo que pasó? —Marinette preguntó, confundida, mientras se acercaba, abrazando a Ledyba contra su pecho.

Todos los ojos estaban puestos en Gina, excepto los de Luka, y Chatot. El pokémon parecido a un loro bajó del hombro de su entrenador para tratar de consolar al Totodile.

Gina suspiró —un pokémon puede ser liberado por su entrenador, al hacerlo, se desvincula de la pokéball en que fue atrapado y regresa a ser un pokemon salvaje, disponible para cualquier otro entrenador —ella explicó —no obstante, las cosas son un poco diferentes cuando se trata de los iniciales entregados. La mayoría nacen en criaderos especiales antes de ser entregados a quienes se los darán a los nuevos entrenadores, por lo tanto, nunca han sido salvajes y, si la relación no es buena, su entrenador está en la obligación de regresarlo a la persona que se lo dio, ya que no tienen experiencia valiéndose por sí mismos

El resto del grupo asimiló la información — ¿Eso quiere decir que Totodile ahora está por su cuenta? —preguntó Adrien después de un momento.

Gina asintió con la cabeza.

Mientras ellos platicaban, Luka se atrevió a colocar, despacio, su mano en la cabeza de Totodile —tienes un ritmo tan único —le murmuró, apenas consiguiendo que el pokémon levantara la vista —puedo darme cuenta de cuánto te gusta bailar, nadie puede negarte lo que disfrutas hacer, así que, déjame oír tu verdadera canción —Luka hizo el ademán de tomar su guitarra de su espalda, solo para darse cuenta que la había dejado en la mesa de picnic cuando corrió hacia Totodile.

Félix, quien la había recogido, y Adrien, que tomó el estuche, se acercaron también para entregarle el instrumento. Kagami alcanzó a Marinette, y Amelie se acercó también para ver lo que hacían los niños.

Luka empezó a tocar la melodía triste, inmediatamente acompañado por Chatot. Cuando Félix, Marinette y Adrien se unieron, dando suaves aplausos al compás, la cola de Totodile empezó a moverse al ritmo también. La canción empezó a cambiar, añadiendo picos alegres y acelerando el tempo.
La pata izquierda de Totodile también empezó a moverse de forma inquieta.
Para cuando la canción había pasado a ser algo animado y divertido, Totodile estaba saltando de un lado a otro, dando saltos mortales y bailando al ritmo de su corazón, literalmente.

—Bueno, miren toda esa energía —Gina se rió, deleitada con el buen ánimo del tipo agua —es todo un artista. Parece que te hiciste un nuevo amigo, pirata —le dijo directamente a Luka, apoyando una mano en su cadera.

Luka sonrió suavemente cuando Chatot se posó libremente sobre la cabeza de Totodile —Luka es muy bueno para curar corazones lastimados con su música —mencionó Marinette, con una mirada nostálgica —lo sé por experiencia —Félix no demoró un segundo en pasar su brazo alrededor de la cintura de su novia cuando escuchó el tono en esas palabras.

— ¿Qué sucederá con el Totodile? —preguntó Amelie a Gina.

La mayor le dirigió una sonrisa al inicial de Jotho, inclinándose a su lado —bien, si este bailarín está bien con acompañarnos, podríamos conseguirle algo de comer y luego llevarlo al centro pokémon a por un merecido descanso. Imagino que esa chica no se dio el tiempo de llevarte después del concurso.

Totodile asintió a sus palabras, dejando que Gina lo tomara en brazos, pero haciendo gestos hacia Luka.

"Nuevo amigo. Nuevo amigo" Chatot cacareó, volviendo al hombro de Luka mientras todos caminaban de vuelta a la mesa de picnic.

~∆~

El almuerzo fue incluso más entretenido con Totodile con ellos, pareció tomarle cierta admiración al Blastoise de Gina rápidamente, y se mantuvo muy cerca de Luka, quedándose a su lado.
En algún momento, apuntó una pistola de agua a un par de Meowth que intentaron tomar comida de su mesa cuando la mayoría estaba distraídos. Gina les platicó sobre los pokémon con apariencia de gato, los cuales hicieron brillar los ojos de Adrien. Marinette estaba segura de haber oído a Plagg quejarse desde el otro lado de la mesa, y no pudo evitar reírse del resoplar de Félix cuando su madre estuvo de acuerdo en que eran muy lindos.

Poco después, se dirigieron al centro pokémon.

Gina, personalmente, entregó a Totodile con la enfermera en turno, asegurando que esperarían el tiempo de recuperación, dado que era un poco más demorado cuando un pokémon era entregado sin su pokéball.

—Totodile se sentirá mejor después ¿cierto? —preguntó Luka, un poco preocupado aún. Sus novios estaban a cada lado suyo, tomando sus manos para darle algo de comodidad.

La entradora afirmó —lleno de energía y listo para ir a donde quiera desde aquí, aunque podría decir que-

Unas campanillas de viento interrumpieron a Gina en lo que estaba a punto de decir, fue acompañado de una voz mecanizada —Llamada entrante. Llamada entrante.

El resto del grupo miró con algo de curiosidad y sorpresa como la mujer sacó un teléfono rojo de aspecto inusual, tenía un rostro en la parte de atrás —Ah, había estado esperando esta llamada. Discúlpenme un momento —todos asintieron con la cabeza mientras Gina deslizaba un dedo por la pantalla para aceptar la llamada — ¿Hola? ...Estoy bien, Sam ¿Qué hay de nuevo? —Gina hizo un par de sonidos de afirmación un par de veces — ¿Está todo listo? ...Bien, en cuanto termine en el centro pokémon voy hacia allá. Te veo en el término de la distancia. Ciao.

— ¿Tiene trabajo, Gina? —preguntó Amelie.

La mayor sonrió —no precisamente —respondió, mientras guardaba su teléfono de vuelta en el bolsillo de sus pantalones —Oak estaba participando en un programa, en la torre de radio de la ciudad. Ya se desocupó y quiere conocerlos.

— ¿Tú jefe quiere conocernos? —murmuró Marinette en voz alta.

Gina se rió entre dientes —no solemos llamarlo jefe a no ser que se trate de bromas, pero sí, mi hada —Gina puso una mano en el hombro de su nieta, y otra sobre el hombro de Adrien —a pesar de que re-unificar a la gente es la meta de muchos, aún tenemos que ser cautelosos con las personas que dejamos entrar a 'nuestro mundo', por así decirlo. No queremos que gente malintencionada venga a intentar explotar el poder de los pokémon, gente como... —se detuvo abruptamente, mirando a Adrien con cautela.

—Gente como Gabriel Agreste, está bien, Madame Gina —Adrien la tranquilizó, con una expresión suave —tuve bastante tiempo desvinculandome emocionalmente de mi padre.

—No quisiera evocar malos recuerdos, querido —se disculpó la mayor.

Adrien se encogió de hombros, tratando de asegurar que no era la gran cosa. Aun así, Félix dejó la mano de Luka para pararse junto a su primo y apoyarse hombro con hombro.

El particular timbre rítmico del centro pokémon sonó justo antes de que la enfermera pelirosada llamara a Gina para entregarle a Totodile, descansado y de muy buen humor. La entrenadora agradeció, recogiéndolo en brazos antes de llevar al grupo fuera —Muy bien, tienes tu certificado de buena salud —dijo mientras lo ponía en el piso —ahora, tenemos cosas que hacer antes de dejar la ciudad ¿Quieres venir con nosotros? ¿O te llevamos a un lugar cerca del agua?

Totodile miró a la mujer agradable frente a él, y luego al resto del grupo. No tardó mucho en hacer evidente su elección cuando caminó hacia Luka y se abrazó a su pierna — ¡Nuevo amigo! —cacareó dos veces Chatot, una vez más.

—Creo que la respuesta es evidente —mencionó Kagami, con una leve sonrisa.

—Señoría, no tengo más que agregar —Marinette añadió en broma, iniciando una pequeña ronda de risas.

— ¿Quién lo diría, Star? Apenas llevamos un día aquí y ya te estás volviendo un experto —miró tanto a Totodile como a Chatot.

Luka también se rió de las bromas antes de recoger al Totodile —bueno, me llamo Luka, es un honor que quieras quedarte conmigo. Así que, bienvenido a nuestra familia.

Totodile ladeó la cabeza, extrañado por la palabra "familia" que su nuevo entrenador había usado. No obstante, dos de los otros humanos estaban a su lado rápidamente. La chica lo acarició después de pedir permiso y el chico le dio una pequeña sonrisa.

El Ledyba de la chica lo saludó también, explicando en su lenguaje que sí, todo el grupo actuaba como una familia, y asegurándole que acababa de encontrar un hogar donde sería bien cuidado y querido.

Totodile gruñó felizmente. No olvidaría inmediatamente la forma abrupta en que terminaron las cosas con su anterior entrenadora, pero parecía que las cosas estarían mejorando para él en el futuro cercano.

~∆~

~∆~

Apodos en francés
*Mon coeur: mi corazón.
*Mon étoile: mi estrella.
*Ma mélodie: mi melodía.

Apodos en inglés
*Star: estrella.
*My dear: mi querida.
*Rockstar: estrella de rock.

~∆~

Hay una referencia escondida en uno de los coordinadores contra los que Dawn luchó.Tengo curiosidad por saber si alguien lo descubre.Pista: el nombre y el tipo del pokémon tienen que ver.

Abrazos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro