Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 57.

Hécate estaba de pie delante de una hoguera que ardía alegremente, la poderosa diosa de la hechicería había estado trabajando en un complicado conjuro para poder crear el portal por el que la mas pequeña de los nietos de Hades viajaría por el tiempo, habían sido días bastante ajetreados y una de las prioridades de Hades era la de poner a su nieta a salvo por los eventos de las últimas semanas, claramente Ares, Apolo, Artemisa, Afrodita y Athena estaban tras el legendario artefacto y Antonella era quien se les fue de las manos, así que Hades, Milo y Camus querían enviar lo antes posible a la menor de vuelta a su tiempo o a su proximo destino, An no estaba del todo convencida, pero no podía oponerse a la decisión de ellos. 

Antonella las últimas dos semanas había estado triste, primero se iría a un futuro incierto al cual temía porque no se sentía capaz de vivir una vida donde no estuviera su familia ahora que los conocía a cada uno de ellos, el solo pensamiento de dejarlos rompía su corazón, pero no era solo eso, su relación con Hypnos era toda una incognita para ella, tal vez en el futuro este se olvide completamente de ella y decida seguir el hilo rojo perteneciente a él, ella ya había tomado una decisión al respecto, sabía que no sería capaz de lastimar a su hermana mayor quitándole a su hilo rojo, por eso si el destino ganaba ella usaría un hechizo que borraría todos sus recuerdos de lo que vivió con el dios del sueño para no tener que vivir con un corazón roto en ese futuro. Este era finalmente aquel día en que debería ir a su siguiente destino, por un lado la chica quería irse, pero por otro no.

Cuando ingreso junto a su abuelo a la gruta en donde Hécate estaba el aroma de inciensos fue evidente, la hermosa hechicera abrió sus ojos e interrumpió su cántico al sentir que habían llegado, An se había despedido de todos el día anterior, no les había dado explicación de su verdadera identidad a ninguno que no supiera ya de esta, pero había dejado unas cartas para cada uno, además les había pedido que solo les contarán una vez ella se fuera, no le gustaban las despedidas inciertas de si los volvería a ver o no, ni ella logró ver con sus poderes que era lo que estaba ocurriendo en la línea del tiempo, algo anulaba sus poderes y no entendía quien podía hacer eso, a pesar de decir que quería hacer esto sola no pudo negarse a que su abuelo estuviera presente.

-Ya casi esta todo listo. -Señalo hacía aquel portal que An recordaba de aquel día en que llegó al pasado, la diosa abrazo a la chica con suavidad y beso su frente deseándole toda la suerte del mundo y que estuviera tranquila, siempre había algo que podrían hacer mientras ella estuviera con vida, Antonella sonrió y asintió con su cabeza, Hécate se aparto para seguir con su cantico y darles un pequeño último tiempo de privacidad entre Hades y su nieta menor, el pelinegro no tardó ni dos segundos en abrazar a su nieta contra su pecho dejando pequeños besos sobre su cabeza. 

-No sabes lo orgulloso que estoy de ti, se necesita coraje para hacer lo que hiciste, eres sin duda alguna digna nieta mía y digna hija de tus padres, me gustaría que te quedaras con nosotros, pero es hora de volver a tu tiempo o a tu siguiente parada. -Hablo en un tono suave y bajo dejando caricias en sus largos cabellos, An se acurrucó entre sus brazos refregando su cabeza con suavidad en su pecho, quería recordar todo. -Te amo tanto Antonella, no sabes cuanto lo hago, tú mi princesa has hecho tanto para salvar a nuestra familia y no sabes cuanto significa eso para mi, para todos. -Al dios se le querían salir las lágrimas y eso era bastante extraño que ocurriera, An volvió a abrazarlo con fuerza unos segundos mas. 

-No lo he hecho aún, todavía debemos de ver si las cosas resultan como deberían, pero confío en ustedes para que se encarguen de este camino, así tener un buen futuro todos juntos, con mis padres, mis hermanos, mis sobrinos, mis primos, mis tíos, mis abuelos... con todos, abue por favor recuerda que hay que hacer todo lo posible por salvar a mi mamá, mi bu y mi bubu, de eso depende el balance entre los reinos, no podemos dejar que eso se vuelva a poner en peligro y nuestros mundos se destruyan, no quiero tener que cantar esa canción abuelo. -Suplico An con urgencia y desesperación, Hades asintió dejando un último beso en la frente de su pequeña nieta para luego soltarla y tomar sus manos entre las suyas. 

-No te preocupes por eso, yo sabré protegerlos a todos ten confianza que los dejas en las mejores manos. 

-Lo sé. -Sonrió brillantemente ignorando las lágrimas que caían de sus ojos debido al miedo que sentía, no quería perder a ninguno. -¿Volveré al punto en el tiempo del que me fui?

-Realmente no lo sabemos, si fuera usando tus poderes irías a donde tu eligieras, pero aún no sabes controlarlos del todo, al hacerlo de esta forma irás a donde debas ir así como llegaste aquí. -Antonella asintió a sus palabras y tomo entre sus brazos a su juguete, se acercó al portal y volteo a ver a ambos dioses por última vez. -Buen viaje mi pequeña princesa Antonella. 

Fue lo último que An vio y escucho, atravesó aquel portal y sus sentidos se turbaron cuando la chica sintió esa horrible sensación que la jalaba inexorablemente hacía la oscuridad, esa sensación duró un par de segundos, pero fue más que suficiente para que An se sintiera morir y perdiera la conciencia durante unos momentos.

-Bastante patética para ser la diosa del destino. -Al escuchar esa voz masculina que desconocía comenzó a reaccionar, miro a su alrededor, no entendía donde estaba, pero si estaba segura de que no era ni el pasado, ni presente y mucho menos el futuro, estaba en medio de un bucle temporal, ese lugar solo podía ser visitado por quienes tuvieran poder sobre el tiempo. -Y pensar que te he estado esperando todo este tiempo para decepcionarme, en la profecía sonabas mas increíble. 

-¿Quién eres? ¿qué es lo que quieres? -Se puso de pie con cuidado, miro su cuerpo notando que tenía puesta su armadura y su cetro/espada permanecía con ella, su juguete seguía con ella, pero a su alrededor solo habían espejos oscuros, no se suponía que así debería ser ese lugar, esos espejos deberían ser de luz y oscuridad. -¿Quién te permitió entrar?

-Déjame informarte que yo no necesito algún permiso para entrar. -An parpadeo muchas veces cuando logro distinguir esa figura, no era posible, el debía de estar encerrado junto a todos los titanes.

-¿Kronos? -Pregunto abriendo sus ojos de par en par y un poco su boca, no era posible, el no podía estar allí y mucho menos ser el causante de todo ese desastre. 

-El mismo princesita. -Sonrió de medio lado acercándose a la menor. -Claramente solo puedo transitar aquí, mi cuerpo y gran parte de mi poder sigue estando encerrado en el tártaro, pero esta parte de mi no. 

-¿Fue el causante de todo esto? -Llevo su mano hacía su cetro por si tenía que pelear, por mas que el fuera su bis abuelo no podía permitirle que jugara con sus hilos, con los destinos.

-Si y no. -Se encogió de hombros restándole importancia. -Si quieres que te explique lo que sucedió y quien realmente esta detrás de esto, además de quienes ya sabes, necesitarás pasar unas pruebas. 

-Estoy dispuesta a todo con tal de que los que amo no sufran. -Al ver que se alejaba lo siguió, sentía una presión constante en su pecho, algo no estaba bien podía jurarlo, no podía ser posible que Kronos se dejará utilizar así de simple por alguien más, algo no cuadraba. 

-Entonces mi querida bis nieta, dices estar dispuesta a todos por quienes amas con tal de que ellos no sufran, pero... ¿y si ellos son los que te hacen sufrir a ti? -Cuestiono con una sonrisa divertida no pudiendo evitar reír luego ante la cara desconcertada de An. 

-Ellos jamás harían eso. -Aseguro cruzando sus brazos, sintió un vació en su estómago que la hizo detenerse frente a un espejo perteneciente a el futuro, el mayor se detuvo a su lado y señalo este. 

-Bueno si estás segura de ello, adelante, ve lo que te deparara el futuro si todo se arregla, claro tendrías a tu familia, pero no tendrías a quien amas porque claro el esta destinado por su hilo rojo a tu hermana. -Toco aquel espejo donde comenzaron a verse distintas imágenes de su hermana mayor Camille con Hypnos, ambos se veían muy enamorados, An sintió como su corazón se detenía comenzando a romperse un poco, siendo hipnotizada por aquellas imágenes. 

"-Te vi un poco abrazado con Antonella. -Explico algo rápido Camille bajando la mirada, Hypnos estaba serio, pero ante eso no pudo evitar sonreír y reír levemente."

-¿Un poco? -Cuestiono con media sonrisa dejando su brazo rodeando la cintura de la contraria. 

-¿De qué te ríes? sí, te vi abrazado con mi hermana. -Volvió a repetir mirando con una sonrisa al rubio, alzando su mano para dejar caricias en su mejilla. 

-Me estaba despidiendo, ya ves que por nuestro compromiso, nuestra boda que será en unos días ya no puedo seguir siendo guardián, ni maestro de ella, ya era tiempo que dejará ir a mi alumna favorita. -Explico negando con la cabeza. -Nada más que eso.

-Ah perdón, es que ya sabes lo que ocurrió cuando viajo al pasado y todo ese enredo que no entiendo realmente, tampoco es como que me importe romperme la cabeza entendiéndolo. 

-Lo sé, tú prefieres perder el tiempo en tus cosas, en comprar ropa, verte cada día mas guapa, ser la mujer ideal para cualquier hombre o dios y no en la vida "perfecta" de tu hermanita menor ¿te cuento un secreto?. -Se acerco mas a la chica tomando su barbilla con suavidad.

-¿Qué? -Fijo sus ojos en los del dios sin borrar su sonrisa. 

-Puede que para todos ella es la mejor en todo, siempre están Antonella esto, Antonella lo otro, mira lo que hizo Antonella, porque no puedes ser mas como Antonella. -Rodó sus ojos hartado de escuchar una y otra vez eso. -Pero para mi... la única princesa que tiene mi corazón, mi vida y todo de mi en sus manos, siempre serás tú, porque eres la única perfecta para mi. -Se acercaron mas para poder besarse...

-¡Basta! -An tomo su cetro y detuvo con ese lo que mostraba el espejo, eso no podía ser verdad, Hypnos jamás hablaría así de ella, su hermana mucho menos lo haría, eso no podía ser el futuro. 

-¿Demasiado? ¿quieres seguir cambiando todo a un futuro mejor? -Cuestiono levitando alrededor de la menor. -Podrías usar tus poderes y asegurarte un lugar junto a tu amado, romper el hilo que lo une a tu hermana y tenerlo solo para ti.

-Yo no soy egoísta, no soy como todos los dioses y jamás usaré mi poder para arruinar la vida de alguien mas, mucho menos si esa vida se trata de la vida de mi hermana. -Se volteo hacía Kronos alzando su cetro/espada contra este, el mayor chasqueo sus dedos para hacer que las imágenes aquellas volvieran junto a muchas mas, de como Antonella podía tener todo lo que quisiera, era poderosa y amada por todos, pero nadie la amaba de aquella forma que ella deseaba y quien pudo haberlo hecho alguna vez, prefería a su hermana. -¡Que no lo haré! -Golpeo con su cetro el suelo al mismo tiempo que encendió su cosmos llenando con este a todo ese lugar, cada uno de los espejos comenzó a iluminarse desapareciendo la oscuridad excesiva del lugar. -¿Qué pasa? -Miro a su alrededor a esos ahora brillantes cristales, en cuestión de segundos vio como otra silueta se aparecía y en un solo movimiento hacía desaparecer a aquel que la torturaba con aquellas imágenes. -¿Q-qué?

-La profecía me había llamado bastante la atención cuando la escuche, pero jamás pensé, nunca se me llegó a ocurrir que serías capaz de no caer ante la discordia, el caos y el odio. -Aquel que se acaba de presentar era el verdadero Kronos, esa verdadera parte de el que aún estando encerrado podía acceder a ese sitió debido a su poder sobre el tiempo. -Me sorprendes niña.

-¡No soy una niña! -Se quejo haciendo un puchero y arrugando su nariz, el contrario le quedo mirando alzando una ceja. -Además al menos no tengo la apariencia total de una como otros. 

-Definitivamente eres nieta de esos tres. -Rodó sus ojos cruzando dos de sus brazos, soltó un suspiro y tomo de la muñeca a la chica para guiarla al centro de aquel lugar. -¿Quieres saber al punto que llegaron de jugar con el tiempo y el destino?

-¡Si! -Se hizo del quite cruzando sus brazos, vio al contrario sentarse en flor de loto por lo cual le imito quedando frente a frente, su juguete comenzó a brillar y con sus ojos expuso los hilos del destino pertenecientes a An. -¿Q-qué? ¿p-por qué tengo... un hilo rojo roto?

-Porque mi querida bis nieta, ellos se dieron cuenta que si no te quitaban eso que en cada línea temporal tenías jamás podrían vencerte, jamás podrían oscurecer tu ser, pero tampoco se esperaron que tu serías creada como una última esperanza para todos. -Explico frunciendo el ceño. -Pero antes de seguir con esto, quiero hacer un trato contigo. 

-¿Qué trato? -Entrecerró sus ojos mirando a su bis abuelo.

-Cuando ganen la guerra, quiero que nos liberen del tártaro, antes de que digas que no... tu por ser la diosa del destino tienes control sobre todos, incluso los titanes por mas que yo sea tu bis abuelo, puedes simplemente con tu varita esa que tienes volver a encerrarnos. -An analizo sus ojos y utilizo su cetro para distinguir si decía la verdad, al confirmarse luego de unos segundos que era así asintió. 

-Pero a la primera que causen problemas, ya saben donde volverán a estar. -Kronos asintió y encendió su cosmos, Antonella le imito para atraer así ambos lo que necesitaban en esos momentos, las líneas del tiempo con los hilos del destino y los espejos que contenían todos los sucesos del tiempo, de cada ser, cada persona hasta el final de los tiempo. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro