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Capitulo 56.

-Se ve pequeña, pero es muy poderosa eso me recuerda a mi nieta. -Hades estaba analizando el artefacto que An junto a Hypnos le habían dado, vibraba en sus manos era un artefacto muy hermoso y antiguo, en verdad muy antiguo, el dios estaba tentado en usarla contra esos dioses para acabar con toda esta situación antes de que empiece, pero eso traería muchas consecuencias, todas negativas y empeoraría las cosas según lo que le mostró su nieta al buscar en la línea del tiempo.

-Supongo que se fue fortaleciendo en la laguna de las estrellas, eso la hace mucho más resistente, podría ser hasta indestructible. -Explico Hypnos que miraba por la ventana hacia el patio donde estaban Antonella, Camus y Seiya, le sorprendía que pudieran desviar las preguntas los dos primeros del castaño de porque parecían tan cercanos. 

-Yo creo que tienes razón, pero eso no justifica que hayan torturado a mi nieta, esa es una ofensa imperdonable. -Hades endureció el rostro al recordar eso, las condiciones lastimeras en las que había encontrado a su pequeña nieta, el dios estaba haciendo falta de todo su autocontrol para no volver a ir al Olimpo y destruir personalmente a esas diosas, por lo menos de toda esta situación algo se había descubierto, Ares y Apolo estaban de acuerdo y trabajando juntos, pero también lo estaban Artemisa, Afrodita, Athena, Deimos y Fobos, esos datos serían de mucha ayuda al momento de armar el plan de contra ataque, lo triste era que Zeus les había dado la espalda aparentemente, eso no lo vio venir, An si se lo había dicho, pero una parte de el no quería creerlo, su falta de apoyo si había Sido aplastante.

-Ellos no sabías que la princesa Antonella era su nieta, aunque no sé si eso hubiera Sido mejor o peor para ella, lo bueno es que está casi completamente repuesta. -Hypnos volteo a ver a su señor Hades. 

-Eso es verdad. -Miro el objeto en sus manos y suspiro, tenía que mantenerlo en un lugar seguro hasta que sea el momento de que todos supieran que estaba en sus manos, por eso decidió ponerlo a buen resguardo en una urna de cristal oculta en su bóveda, Guidecca tenía muchos pasadizos secretos en el castillo, estos creaban un laberinto perfecto que tenía varias habitaciones y ambientes ocultos, ahora se encontraban en una habitación secreta que para encontrarla debías saber su ubicación exacta sino te perderias por los pasillos, en esta habían muchas armas poderosas que Hades había recolectado a través de los años, regalos de Hefestos y de otros seres poderosos, su casco de invisibilidad estaba allí también, esa era la bóveda más resguardada de todo el inframundo. 

-¿Pensativo mi señor? -Cuestiono Hypnos mientras caminaba junto a Hades por los oscuros pasadizos, si alguien no sabía el camino de salida lo más de seguro era que se perdiera allí por toda la eternidad.

-Un poco, me preguntó si ellos sabían lo que el artefacto es.

-No lo creo, ni siquiera nosotros o la princesa sabía lo que era, la profecía es muy vaga al respecto, aunque debían tener una muy buena idea de su naturaleza para arriesgarse a buscarla en los templos del santuario. -El dios de los sueños lucia serio y preocupado.

-Si, de acuerdo a An esto es lo que necesitamos para evitar el futuro tan espantoso del que nos ha hablado, es difícil de creer la verdad, lo bueno es que ahora está en nuestro poder, no en manos del enemigo. -Hades aseguro las entradas a aquel pasadizo y salió junto a Hypnos a un pasillo un poco más amplio que tenía el piso de tierra y estaba alumbrado por antorchas.

-No lo se mi señor, las reuniones en el santuario tuvieron un tinte agridulce, Apolo está indignado y eso no es bueno, menos con lo que pasó después... La situación es complicada, si bien es cierto Zeus no lo apoyo a usted, pero tampoco dió crédito a las palabras de los otros dioses cuando lo acusaron de utilizar el árbol de la vida y de la muerte, menos de tener un espía que está robando artículos mitológicos. 

- Por lo menos eso es algo, no pensé que mi hermano nos desestimara a ambos, fue bueno que no prestara oídos a las quejas de Apolo, Ares, Afrodita o Artemisa, pero... tampoco tomó en cuenta las mías, eso no había pasado antes, cuando vino a conocer a Seiya lo noté algo... cortante... no sé, a veces el vivir aquí abajo si tiene sus desventajas y una de ellas es no estar presente cuando envenenen a mi hermano en contra nuestra.

-Era una posibilidad mi señor, pero ¿Qué pasará con Apolo?

-Apolo... no lo sé nunca ha representado nada, en términos generales él lanza fuegos artificiales nada más, Ares me preocuparía un poco más, él presenta ofensivas más agresivas. -El tono de Hades era algo impersonal.

-Si, pero de acuerdo a lo que dijo la princesa, los ataques que se nos vienen no son directos y por eso no los pudimos evitar, yo creo en ella, si dijo lo que dijo es por algo, no creo que nos engañe o nos oculte información, su preocupación es real, su dolor también es real, yo... lo siento mucho mi señor, pero he entrado a los sueños de su nieta en estas últimas semanas y... sus recuerdos son sumamente dolorosos, la muerte de sus hermanos mayores la ha marcado de muchas formas, por eso cuida con tanto esmero a todos en este tiempo que los conoce, se ha conmovido, ella nunca lo conoció de esta forma, solo escuchó historias de todos, pero ahora que lo ha tratado a todos en este tiempo puedo asegurar que ama a todos profundamente, al igual que a usted, ella está verdaderamente feliz por primera vez en su vida y por eso no ha insistido mucho con regresar a su tiempo, Hécate dice que ya tiene casi todo listo, pero ella tiene miedo de volver y encontrar todo igual, antes su madre era una idea nada más, al igual que toda su familia ahora son una hermosa realidad que ella desesperadamente teme perder como perdió todo lo demás que amaba en aquel futuro del que escapó. -Hypnos hablaba con mucho sentimiento lo que hizo que Hades arqueara una ceja volteando a verle.

-Creo que estás pasando mucho tiempo con mi nieta y no la estás tratando como una niña como te recomendé. -Comento Hades y lo hizo con razón, An se había quedado en Guidecca estas últimas semanas mientras se recuperaba, ahora ya estaba completamente restablecida y más bien estaba entretenida cuidando a Seiya y haciéndole compañía cuando Hades no estaba, además de disfrutando las visitas de sus padres o de los demás, a pesar de mantener un perfil bajo de su estrecha relación.

-Algo así -Hypnos evito la mirada.

-Se nota que son muy cercanos y que entre ustedes hay chispa. -Señalo el dios con una leve sonrisa. -Creeme que hasta un extraño de daría cuenta de la química que hay entre ustedes, pero mi nieta no es de este tiempo y tiene que volver al suyo. -Solto un suspiro. -Se está retrasando lo inevitable y si seguimos dejando que pase más tiempo todo será más doloroso para ella.

-¿Ya está decidido? -Cuestiono con un tono bajo de voz.

-Si, estamos en el momento apropiado para que suceda, ella misma lo dijo, en cuanto nos enteremos que mi hijo la está esperando tendremos una tensa paz hasta su nacimiento que estallara la guerra, Apolo y Ares van a espaciar sus intrusiones en la tierra y en nuestros territorios, las conversaciones que mantuvimos en el Olimpo por lo menos servirán de algo en el futuro y mantendrán la prudencia en nuestros enemigos. 

-Lo bueno es que ahora estamos sobre aviso, pero lo que me preocupa es que las seguridades que hemos puesto en el Inframundo no surten el efecto deseado, su esposo, su hijo y su cuñado son los que están en la mira de aquel ataque y no hay nada que podamos hacer para impedirlo, usted mismo lo dijo. -Llegaron al final de un corredor y salieron por una puerta secreta que estaba escondida tras una pintura.

-Eso lo se, pero no todo está perdido Hypnos, siempre hay algo que podremos hacer, más cuando mi nieta es la diosa del destino lo importante es que ella llegue a este tiempo ahora.

Hypnos acompaño a su señor hasta el palacio de justicia y allí se despidió, Hades tenía que hacerse cargo de sus obligaciones y el dios del sueño fue hasta Guidecca, encontró a Antonella que ahora miraba ausentarme te por la ventana de su habitación, la chica parecía melancólica y tenía una mirada de tristeza enorme expresandose en sus ojos.

-¿Y tu madre y Seiya? -Preguntó Hypnos haciendo saltar un poco a la de cabellos multicolor que se sorprendió un poco.

-Mamá tuvo que irse a resolver unos asuntos urgentes en el santuario y Seiya está en el salón con Aioros que llegó ahorita de visita, quise mejor dejarlos a solas para que conversen a gusto. -Se encogió de hombros y apoyo su espalda contra el muro para cruzar sus brazos bajo su pecho.

-¿Sigues pensativo y triste? -Cuestiono acercándose más a la menor.

-Un poco, no me hagas caso, solo... Me preocupo demasiado creo, pronto será el nacimiento de mi nuevo tío o tía, no estoy segura si llegaré a nacer en este tiempo, las cosas con esos dioses no se han arreglado, anoche Radamanthys capturo a otro miembro del ejército de Ares, está vez llegaron hasta el río, Caronte fue quien lo reportó, todo esto y más cosas me preocupan. -Hizo una pequeña mueca.

-No deberías preocuparte por eso, con la seguridad que puso tu abuelo, si el intruso llegaba a cruzar el río hubiera muerto apenas pusiera un pie en tierra firme, así murieron otros, ningún ser vivo puede entrar aquí a salvó a menos que tengan sangre del inframundo o los brazaletes que tú abuelo creo, tu lo sabes. -Tomo con suavidad su barbilla dejando una caricia en su mejilla. 

-Si, pero...

-Ya no te preocupes, no me gusta verte triste. -Iba a dejar un beso en sus labios, pero la menor se hizo del quite haciendo que este fuera en la mejilla, el dios frunció el ceño por esto. -¿Qué pasa? ¿No te gustan mis besos?

-No... Me encantan, pero tú no eres serio conmigo, solo estás jugando y eso no es justo porque yo no estoy para juegos. -Se quejo con un puchero.

-¿Por qué insistes de nuevo en eso? Yo no estoy jugando contigo nena. -Solto un suspiro.

-Si lo haces porque no me tomas en serio y eso no va conmigo. -Arrugo su nariz evitando la mirada.

-Antonella...

-Ya no importa. -Se aparto para poder salir de la habitación, pero Hypnos la detuvo y la acorraló contra el muro, busco sus labios y se unieron en un apasionado beso, An se resistió al inicio, pero luego correspondió al beso como lo mandan los dioses, Hypnos era una persona por demás complicada, pero An quería ser quien lograra descomplicarlo, por lo que no opuso resistencia cuando el dios la abrazo rodeando su cintura con sus brazos para apegarla más a su cuerpo. Cuando necesitaban separarse para calmar sus signos vitales dejaban pequeños besos sobre los labios del otro, Hypnos bajo sus manos hasta los muslos de la menor para alzarla entre sus brazos y poder besarla de mejor forma, An enredo sus brazos en su cuello jugando con su cabello entre sus dedos. Luego de unos larguisimos minutos fueron separando sus labios, Hypnos dejaba pequeños besos sobre sus labios hasta su mandíbula para luego juntar su frente con la de An, mirándose fijamente ambos a los ojos, la menor seguía siendo algo inexperta en todo esto y se dejaba guiar más que nada, pero era eso lo que siempre detenía al dios en esos momentos, An soltó un suspiro y alzó su mano dejando una caricia en su mejilla, sabía lo que estaba pensando el contrario, ya lo habían hablado otras veces.
 
-Hypnos... No empecemos con eso de nuevo, por favor. -Pidio formando un puchero con sus labios, el rubio dejo un casto beso sobre este.

-Es que nena, eres tan joven, no has vivido, todo esto tu no lo has hecho antes ¿Verdad? -Dejo un beso en su frente y recargo su barbilla sobre la cabeza de la chica.

-No, pero ¿Por qué eso te detiene siempre?

-Es que nena mira, me encanta ser tu primer amor, tu primera experiencia en esto, pero... No puedo ser egoísta contigo, no puedo privarte del mundo, tu nuevo futuro que debes de conocer, todas las experiencias que debes vivir, no quiero privarte de todo eso ¿Entiendes? -Tomo su rostro con suavidad entre sus manos.

-No, digo entiendo en parte, pero ¿Que tiene de malo que seas el primero? ¿Que tiene de malo lo que estamos sintiendo? Todos notan que sientes algo muy fuerte por mi Hypnos al igual que yo por ti, tu corazón no había latido por milenios. -Apreto sus labios y soltó un suspiro. -Yo te mostré que puedo ver los hilos del destino de todos, pero yo no tengo esos hilos como diosa del destino es poco probable que me sienta así de nuevo, es muy probable que no vuelva a enamorarme ¿No has pensado en eso?  

- Pero...

- Pero nada.

-Mi niña, yo estoy pensando en ti al detenerme, si pensara solo en te habría hecho mía hace tiempo y no te dejaría partir, pero no quiero aprovecharme de ti...

-¿Y quién te dijo a ti que estarías aprovechándote de mi? por si no lo notaste yo permití que esto pasara, yo te quiero. -Trato de besar al mayor, pero este negó y la bajo con cuidado tomando sus manos entre las suyas.

-Preciosa yo también te quiero, pero no quiero repetir la historia de tu familia, no quiero hacer lo que hicieron tus padres, ellos si se casaron hace poco, pero a tu edad ya estaban siendo padres o no quiero robarte las opciones como tu abuelo hizo con Seiya. -Explico con suavidad el mayor, esa idea le había dado vueltas en la cabeza desde el inicio de todo esto con la menor, pero no lo había dicho como tal antes, el no se oponía a ninguna relación, pero tampoco estaba tan de acuerdo con que todo fuera tan rápido y tan jóvenes, Seiya apenas era mayor de edad, tenía varias reservas con respecto a eso las cuales An no entendía por lo que frunció el ceño. -Nena no quiero que en cinco años, en diez años despiertes un día y todo eso que sientes por mí se vuelva un enorme resentimiento ¿Y si llegas a odiarme por robarte opciones? ¿Si me aborreces por no dejarte seguir tu propio camino y atarte al mío? -Ese era el verdadero terror del dios, el amaba a esa chica como jamás pensó poder hacerlo en su inmortal vida, pero no quería cortarle las alas al ave que aún no aprendió a volar.

-Hypnos mira, yo me voy a ir, voy a regresar a mi tiempo o voy a viajar al momento en que se vaya a armar la guerra. -Alzo sus manos para tomar el rostro del dios entre estas. -Ser la diosa del destino tiene consecuencias, viajar al pasado no, pero viajar hacia el futuro si, dependiendo de cuántos años viaje en el futuro mentalmente madurare a esa cantidad de años, no perderé mi esencia, pero no es difícil por esto alcanzar tu madurez en ese sentido, entiendo lo que me dices mi amor, pero eso ya lo veremos viendo por el tiempo, no tenemos que comprometernos, casarnos y formar una familia, si todo esto se soluciona en el futuro voy a estar y la que tú conociste aquí, osea yo, se va a fusionar con esta, me tendrás que esperar unos años por esto y en ese tramo puede que tú hilo rojo que es el hilo de amor jale hacia mi hermana, si eso ocurre yo ya sé cómo eliminar esto que siento ahora, pero si no ocurre podemos ir lentamente y yo puedo enseñarte a vivir experiencias humanas en las que eres un novato ¿Tenemos un trato?

-¿Te han dicho que eres igual de terca y convincente que tus padres? -Cuestiono el dios con una pequeña sonrisa, beso en los labios a la menor sellando aquel trato, aquella promesa, pero sin saber que la menor ya estaba casi segura que era muy probable que perdería, que su hermana ganaría, porque ella no sabía que tanto habían jugado con el destino y los hilos de todos.

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