Capítulo 5.
Cómo muchas veces lo hizo antes, amarro su cabello en una cola alta para ser más rápida, se cambió de ropa con tal de estar más cómoda, tomo como pudo las tres mochilas con todo lo necesario y recuerdos importantes para sus hermanos, cómo si fuera una sombra bajo las escaleras sin ser visto, salió por la puerta de atrás y se fue al jardín, tenía la esperanza de que sus hermanos estuvieran allí, en aquel jardín, ese patio interno dónde solían pasar tiempo juntos y si, allí fue que los encontró, Aileen lloraba mientras su hermano la abrazaba y consolaba, ambos saltaron al escuchar de unas botas sin saber que era su hermana menor por lo que rompieron el abrazo debido a la sorpresa, Antonella salto hacia el cuello de su hermano apenas los tuvo enfrente.
-Tenias razón... Siempre la tuviste. -Se oculto en su cuello intentando calmar sus signos vitales.
-¿De que hablas? -Ladeo su cabeza extrañado, si esto se trataba de un truco de esos dioses era muy cruel utilizar a su inocente hermana de esta forma.
-Los escuché, escuché y ellos no me vieron, quieren matarte. -La desesperación en su voz lo hacía más real, el miedo estaba siendo reflejado en sus ojos.
-¿Y que es lo nuevo en eso? -Suspiro cansado sentandose a un lado de su otra hermana.
-¿Ya... Ya sabías? -Sentia su cuerpo temblar y perder fuerzas, Adrien la atrajo a su regazo para abrazarla como cuando era una infante.
-Es lo que tratamos de decirte, ellos me odian, si no he muerto ya es un gran logro, tal vez Zeus lo prohibió o algo así, no se -Acaricia lentamente la espalda de la pequeña, lo que menos necesitaban era que fuera a explotar. -Pero hoy dejo claro que ya no me quieren más como un estorbo aquí, conmigo fuera puede Ares casarse con Aileen y reclamar el poder del Averno por ser la cuarta hermana.
-¿Que haremos? -Estaba asustada, Aileen no paraba de llorar, pero el mayor de los tres mantenía un rostro sereno, no podía colapsar cuando sus dos hermanas ya lo estaban.
-Escuche algunas platicas con Dionisio, cuando fue aquella reunión. -Relamio sus labios. -Pues este decía que era riesgoso tenernos aquí, cuando el abuelo fuera liberado acabaría con todos o que si nosotros recuperabamos nuestros cosmos los acabaríamos, tengo la impresión que nos tienen miedo y por eso dejaron a esos dos cuidando de nosotros, Zeus no fue quien ato nuestros cosmos, fue Ares con ayuda de Apolo, entonces en teoría es más fácil liberarlo.
-Pero no, fue Zeus el que ato nuestros cosmos. -Nego con su cabeza Aileen.
-Si hubiera Sido así no podríamos estar viviendo aquí, nosotros nacimos en el santuario y nacimos como mortales, todo quien esté vivo, osea sea mortal necesita un permiso y algo para poder estar aquí sin perder la vida. -Ambas asintieron a sus palabras comprendiendo. -
- En el supuesto no consentido de que lo que hayas dicho sea cierto ¿Uno de los tres grandes nos puede liberar? Eso no nos ayuda. -Aileen paso las manos por su rostro, Zeus estaba en su contra, Poseidón había compartido el destino de su abuelo.
- Lo sé... y eso es lo que Ares dijo, pero Dionisio dijo que dos de los dioses menores si unían sus fuerzas también lo podrían hacer, uno de los hijos de Zeus que sea igual de poderoso o más que Ares y Apolo podría romper el sello que ata nuestros cosmo, Dionisio dijo que había que tener cuidado con Ikki y Shun, porque ellos no perderían oportunidad de hacerlo. -Dijo Adrien mirando a Antonella que alzó la mirada enseguida ante eso nombres. -¿A ellos si recuerdas?
-Algo, recuerdo a un chico de cabellos verdes y ojos esmeraldas dándome un collar de una estrella y pidiendo que no olvidará a mi mamá. -Saco dicho collar que tenía bajo la ropa, sus hermanos mayores quedaron mirando este durante unos segundos. -Y a un moreno de cabellos cortos y azules que me pedía que fuera fuerte, que fuera...
-Un sol de media noche. -Dijeron al mismo tiempo mirando a su hermanita, eso sonaba a sus tíos.
-Eso explica mejor tantas guerras contra la tierra todo este tiempo y dejarnos lejos del santuario. -Aileen apretó sus manos. -¿Se puede hacer?
-En el supuesto de que nuestros tíos sigan vivos. -Se puso de pie teniendo cuidado con su hermana menor. -Aún hay un portal, una entrada que no se ha cerrado y puede llevarnos al santuario, después de todo solo la sellaron para que ellos no pudieran venir aquí.
-¿Recuerdas dónde?
-Claro que sí, fui con mamá muchas veces por ese portal para ver al abuelo y para volver, Hécate solía darnos dulces que tío Shaka nos ayudaba a esconder a veces, el abue Aioros siempre me daba libros para que no lo olvidará, nuestro hermano mayor siempre me molestaba porque me daba un poco de miedo el camino. -Sonrió de medio lado al recordar, pero recordar era igual a sentir aquel dolor de perdida en su pecho.
-Suena lindo. -Antonella bajo la mirada, ella no tenía recuerdos de ese tipo como sus hermanos, Aileen tomo su mano dándole un apretón de apoyo lo que hizo que negara, su madre murió y su padre jamás lo conoció, su abuelo Hades fue encerrado en una urna a los pocos días de su nacimiento, Adrien era el que más recordaba todo eso, el tenía 12-13 años, su otro hermano mayor que tampoco conocía tenía 14 casi 15, las gemelas 7 años, el pequeño Ethan tenía 3, Ethan... De él casi no hablaban sus hermanos, todo era demasiado doloroso aún y habían cosas que no comprendían, cosas que nadie le explicó, ellos necesitaban todas las respuestas en estos momentos. -Es solo que ustedes tienen recuerdos y bueno yo... No.
-Luego arreglamos eso, tenemos que ir a la entrada. -Tomo una de las mochilas al igual que sus hermanas para irse enseguida a la salida de Guidecca.
Antonella le entrego un saco a su hermana, comenzaba a hacer frío aquella noche, a comparación de ella y Adrien, Aileen no toleraba tan bien los cambios de temperatura tan bruscamente.
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