Capitulo 42.
Hades una vez ingreso nuevamente a las reuniones se encontró con una nueva batalla campal entre Hefesto y Ares, estos volvían a discutir como otras veces a lo largo de las reuniones, Zeus seguía en su lugar bebiendo una copa de vino con una cara de fastidio total, Hera miraba todo con ojos impacivos, Camus lucía angustiado de no poder encontrar una solución posible entre esos dos, Milo a su lado trataba de darle apoyo, Apolo se veía bastante divertido, así fue al menos hasta que Hades llego y la sonrisa se borro enseguida de su rostro al últimamente temperamental e iracundo dios del sol.
-¿Tan rápido acabo tu caminata por el río Hades? -Pregunto Apolo mirando con molestia al dios pelinegro.
-Ninguna caminata, solo fui a ver que ocurría con Cerbero, estaba algo inquieto porque lo espantaste. -Respondió sin inmutarse yendo a sentarse al otro lado de su hijo que le miro con muchas preguntas.
-¿Escuche mal o ahora tengo que pedirte permiso para ir a dar un paseo? creí que estabas con tu hijo a favor de la paz y la libertad y todo ese discurso que se arma siempre. -El tono que usaba era agresivo, eso complació a Hades, pero también le molesto que se atreviera a meter a su otro hijo.
-Si estoy totalmente de acuerdo con las palabras de mi hijo, que por si no se te olvida es quien gobierna aquí, así que ten algo mas de respeto cuando intentes mencionarlo. -Ni siquiera intento mirar a Zeus para que calmara a su hijo y que no se metiera con el de ambos, pero sabía que este estaba muy metido en sus pensamientos. -Además no me mal entiendas, tú eres libre de hacer lo que quieras, solo no busques lo que no se te pide, ni vayas donde no se te llama, así es que no habrán problemas. -Su tono de voz no dejaba ningún margen de error, esto solo lograba molestar mucho mas al dios del sol.
-¿A qué quieres llegar con eso?
-Que te mantengas lejos de mis protegidos, de mis hijos y mis nietos que aunque te cueste aceptarlo, están por encima de ti porque pertenecen a dos reinos a comparación tuya, así como mis nietos pertenecen a los tres reinos, les debes respeto, Cerbero está cuidando bien de ellos y espero que captes el mensaje que siempre te da, no interfieras con mis asuntos Apolo. -El tono de voz de Hades se volvió amenazante en cuestión de segundos y sus ojos brillaron, Camus tomo la mano de su madre dando un suave apretón en esta, no quería que ahora se diera otra discusión, no era tiempo de eso, pero por su parte Apolo no relajó su postura.
-¿Y qué te hace pensar que no eres tú quien interfiere en los míos?
-Por el simple hecho de que te estás metiendo con mis protegidos, aléjate de ellos Apolo o no respondo y ni siquiera mi hijo aquí presente o tu padre impedirá que te de tu merecido por eso. -Todos escuchaban y veían con atención esa nueva discusión, el ambiente cada vez se ponía mas tenso, Hades se relajo un poco solo para no angustiar mas a su primogénito dejando una caricia en su dorso y luego un beso en esta, nadie tenía derecho de meterse con su familia.
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Antonella corrió lo mas rápido posible hasta que llegó a un lugar apartado nuevamente, apretó su dije y se desapareció para aparecerse en el templo principal, las reuniones si se estaban dando en una habitación privada preparada para eso, pero muchas veces algunos salían para tomar un respiro o atender algún asunto urgente, An no quería por nada del mundo tener que hablar con Hypnos, pero lastimosamente en este punto sino encontraba a Hécate o a sus padres tendría que hacerlo, pero no vio a ninguno cerca, esto provoco que tuviera que esperar hasta que alguno apareciera y para su mala suerte fue Hypnos, usando el tono mas imparcial que podía, le contó lo que había escuchado por parte de Apolo y Ares, pero el dios no le dio demasiada importancia como ella si lo hacía, no sabía si lo estaba haciendo aproposito, lo que sería muy infantil de su parte o quería que se mantuviera concentrada en buscar el artefacto. Hypnos le insistía que dentro de las reuniones aún no se mencionaba nada sobre ese conflicto, An le insistía que eso era importante hablarlo ahora, pero Hypnos no la tomo mucho en cuenta, comenzaba a pensar que realmente lo estaba haciendo para molestarla, aunque también cabía la posibilidad de que no se le hiciera importante en estos momentos, tratandose de ese dios nunca sabía. Lo que sí le interesó al rubio fue cuando le menciono la laguna de la que le había hablado Seiya, ellos ya habían buscado en el templo de sagitario, incluso por fuera del templo y no habían cuevas o rocas huecas, nada había allí, pero si Seiya decía que estaba justamente allí tendría que esperar a que se lo mostrara.
Esa misma noche Seiya cumplió su ofrecimiento a la menor y la llevo a la laguna dentro del templo de sagitario, resultaba que sí estaba dentro del templo, Antonella celebró internamente complacida de que a la final siempre tuvo razón, la entrada estaba tras una de las paredes talladas de la planta baja, Seiya estaba acariciando la pared que tenía el relieve del meteorito que caía en la tierra, el castaño estaba buscando algo aparentemente, An estaba de pie tras de él sin interrumpirlo, se sintió una corriente de aire y se volteó, el cosmos del Dios del sueño era muy sutil como para ser detectado, pero An sabía que ya no estaban solos, Hypnos ya había llegado, por lo menos no lo había asustado esta vez como otras veces.
-Aquí está. -Seiya sonrió complacido cuando encontró la ranura que estaba buscando en la pared y empujó suavemente, la pared entera se movió ante esto dejando ver un camino rocoso que descendía a la oscuridad. -Vamos. -Tomo su mano con suavidad para guiarla, sabía que mientras mas se emocionaba por algo la menor tendía a ser algo torpe, tomo una de las antorchas para alumbrar el camino.
Ambos descendieron lentamente por el maltrecho camino, normalmente el castaño habría llegado mucho mas rápido a la base de la montaña, pero estaba ayudando a Antonella para que bajara con cuidado, estaba algo oscuro a pesar de la antorcha que llevaban, pero a lo lejos ya podían ver una luz etérea que lograba iluminar todo, era en verdad muy bella, una luz blanca azulada que lo llenaba todo con suavidad, durante el camino le explicó el origen de la cueva y la laguna a la muy emocionada y curiosa An, era cierto que en esa laguna no se reflejaban las estrellas, pero tenía polvo de estrellas en ella, era un lugar único en la tierra lo que la hacía mucho mas especial sin duda, eso claramente no salía en la profecía, pero ahora esta era la única opción.
-Con cuidado, no vayas a caer que dudo que alguien pueda sobrevivir a esa caída. -Señalo las formaciones rocosas que se veían, Antonella miraba todo con atención, pero de igual forma asintió
-¿Vienes seguido? -Cuestiono ladeando un poco su cabeza.
-No, pero con mis padres y mi hermana menor solíamos venir una vez al mes, pero tratan de olvidar este lugar por el momento porque se sienten malos padres al no poder estar mucho tiempo con nosotros. -Respondió con una sonrisa sentándose con cuidado y dejando que An lo hiciera a su lado. -Hay muchos lugares hermosos en los alrededores, el peñón del diablo, los picos de la muerte, la laguna donde se conocieron los padres de Hyoga, pero esta es especial, aquí es como un encuentro con la paz ¿puedes sentirlo? -Cerró sus ojos y respiró profundamente, An sonrió sintiendo un poco de paz en ese lugar, pero no estaba segura de si era por la laguna o porque finalmente había encontrado el lugar que buscaba.
-Los sitios mágicos y protegidos por los dioses pueden afectar de muchas formas distintas, yo siento siempre paz si estoy con las personas que aprecio como tu Seiya o los chicos. -Seiya volteo a verla y no pudo evitar abrazarla, desde que An llegó a sus vidas se habían encariñado todos demasiado con ella, esperaban que cuando terminarán las reuniones no significara que no la volverían a ver.
-Si eres una cosita pequeña y toda adorable. -Apretó suavemente sus mejillas provocando que la menor riera. -Deberíamos planear algo para la siguiente salida, veamos si así se le quita el mal humor a Ikky y deja de discutir con Shun.
-Sí, pobre de Shun... -Hizo una pequeña mueca que el contrarió compartió, ambos estaban sentados en las piedras y reían, pero saltaron cuando una conocida voz para ambos entró a la conversación.
-¿Es una mini reunión para ayudar a Shun a escapar de su hermano o qué?
-¿De donde saliste Kanon? casi haces que nos de un infarto. -Seiya se llevó una mano al pecho, pero se relajo al ver a el mayor llegar con otra antorcha y con Cerbero a sus talones. -¿Qué haces con Cerbero?
-Digamos que Shun me lo encargo para ir a una cita con Shaka, entonces pasamos por aquí y al parecer se dio cuenta de que ustedes dos estaban aquí y me trajo. -Se encogió de hombros al explicar para luego sentarse en otra de las rocas y estirarse perezosamente.
-¿A ti no te fue bien en tu cita ardiente tío? -Cuestiono Seiya con una sonrisa picara, Kanon le lanzó una piedrita.
-Tu eres el de las citas ardientes, yo no. -Aseguro todo digno.
-No, no, no yo estoy completamente curado de las citas ardientes, eso solo me a metido en muchos problema, hice un juramento de ser Casto y puro de ahora en adelante, así que nada de eso para mí. -Mordió sus labios para no intentar reír cuando hasta Cerbero se giró a mirarle sin creerle, los tres rieron negando con su cabeza, el castaño se acostó sobre la piedra en la que estaba sentado y suspiro, esa noche estaba extrañando a su "novio" pero le había dicho que tenía un asunto importante que resolver, por eso prefirió llevar enseguida a la chica a esta laguna, de paso se distraía un rato.
-Creeme que ayude a Shun esta vez solo porque tu padre se está comportando igual que Ikky. -Puntualizo el marina. -Lo de complicar mi vida de esta forma no era mi objetivo, pero no es mi culpa que el supiera como hacer para conquistarme, no pude seguir resistiendo para toda la vida. -Rodo sus ojos mirando luego un punto indefinido. -Si no me abrazara de esa forma tan posesiva y romántica podría haberlo hecho más.
-Tio deja de preocuparte tanto, mira sino haces cosas estúpidas en tu vida ¿De que te reirás en unos años? -Cuestiono con una sonrisa divertida, eso provocó que Antonella riera y Kanon le mirara entrecerrando los ojos unos segundos.
-¿Qué voy a hacer contigo Seiya?
-Nada, solo quererme como siempre, además tú solo ves las complicaciones ahora que mi papá anda de paranoico contigo, si sigues estresándote te vas a arrugar o terminarás con gastritis como yo. -Señalo su vientre.
-Creeme que no estaría así si no estuviera completamente seguro de que lo amo y me ama. -Se encogió de hombros lanzando una piedrita a la laguna. -Y me da igual que se vea "raro" que hable más de esto con adolescentes y no con mis amigos.
-Te entiendo tío, la desesperación nos lleva a hacer algo que jamás pensamos. -Se encogió de hombros restándole importancia. -Yo también se que lo estoy amando y que el siente lo mismo, con eso para mí todo está perfecto.
-An bonita en serio no te enamores en toda tu vida para que termines así como nosotros. -Pidio Kanon mirando a la menor que solto una pequeña risita debido a eso, siempre sus hermanos le decían que el amor es la fuente de todas las estupideces, que hace que pierdas la razón, el sentido y la dirección, además de muchas cosas más, An jamás le discutía sobre eso porque no se había sentido siquiera atraída a nadie en su vida, tampoco le importaba vivirlo pronto, pero ahora que veía a los chicos tan ilusionados y esperanzados en todas las posibilidades, no pudo evitar sonreír brillantemente, tal vez le gustaría tener algo así en su vida alguna vez, pero en cuanto sus pensamientos se presentó Hypnos su sonrisa se borró durante unos segundos, ya se había confirmado usando sus poderes, aunque no debía, que no debía ilusionarse con el dios del sueño.
-No te preocupes. -Se encogió de hombros soltando un suspiro. -Y aquí Sei que sigue emocionado con la última cita que tuvo.
-¡Ey! Te conté solo porque estabas despierta cuando llegue, además me llevo a ver una exposición de arte en París para los dos solos y me explico todo sobre el arte y sus orígenes, los pintores, los significados, sabe tantas cosas. -Solto un suspiro como todo un enamorado. -No es como alguna vez pensé que era.
-Así son los dioses, llenos de misterio hasta que te atreves a conocerlos realmente. -Comento Kanon con una sonrisa pensando en su señor.
-Oye An nosotros siempre te contamos este tipo de cosas, pero ¿Y tú? -Dejo un suave apretón en el brazo de la chica para llamar su atención. -¿De verdad no hay ningún novio o novia del que debamos saber? -An enseguida negó con la cabeza volviendo a fijar sus ojos en frente.
-Sigue impresionando me eso. -Puntualizo Kanon y miro a la chica, estaba seguro que no se habia equivocado leyendo su mirada. -¿Nadie te interesa de ese modo?
-No es eso, es mucho más complicado. -Abrazo sus piernas contra su pecho y recostó su barbilla sobre sus rodillas, tal vez si modificaba un poquito la historia podría desahogarse, no estaría mintiendo sobre sus razones. -Si he estado sintiendo por mucho tiempo algo especial por alguien, pero el siempre me verá como una niña, además se que amaba a mi hermana mayor, yo soy solo la pequeña que vio crecer y es la hermanita menor del amor de su vida, cuando notó como me mira ahora que mi hermana no está siento que... La busca a ella y no a mí. -Explico pasando una de sus manos por su mejilla para quitar una lágrima traicionera.
-Hasta nuestra pequeña Antonella a tenido que toparse con un idiota a su corta edad. -Se quejó Kanon. -Ya verás que llegará una persona que dará todo porque tan solo voltees a verle, bueno ya hay algunos que lo hacen.
-Lo se, no tengo prisas para eso. -Volvio a sonreír brillantemente a ambos que suspiraron aliviados, no les gustaba ver triste a la más pequeña que siempre los alegraba con su sola presencia.
Los tres se quedaron un rato más en la laguna y luego decidieron que era hora de ir de vuelta al templo antes de que empezarán a buscarlos, Hypnos se había quedado en la laguna esperando a que se fueran, sin pensar mucho en lo que había oído en especial por parte de Antonella, se zambulló en la laguna consiguiendo luego de varios esfuerzos recuperar aquel artefacto de la profecía, al finde de la laguna en un cofre escondido de cristal, en este estaba guardado una reliquia milenaria de la cual se contaban tantas leyendas, el dios siempre creyó que solo era eso, leyendas, pero no, el objeto si existía y ahora estaba en sus manos, pronto estaría en las manos de Hades, esa era la única esperanza que tenían para salvar el futuro.
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