Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 31.

Luego de la cena esa noche, Hyoga y Shun accedieron a acompañar a Seiya a caminar un rato junto a Cerbero, los tres le juraron a Mu que no se iban a alejar del templo o ir de nuevo al coliseo a escondidas debido a la condición en que seguía el castaño que por mas que dijera que se encontraba bien, no era prudente tentar a su suerte, los demás chicos estaban ocupados en todo y en nada por lo que no los acompañaron, Adrien se había quedado haciéndole compañía a An que estaba entretenida mirando a los otros tres caminar lentamente mientras platicaban. 

-Se nota que son muy unidos ¿no? -Cuestiono con una pequeña sonrisa, le gustaba poder ver en este tiempo a los chicos tan despreocupados comportándose como los adolescentes que eran. 

-Si, son mejores amigos, se cuentan todo y entrenan mucho, además ellos tres pueden entenderse en cosas que a nosotros nos cuesta. -Asintió Adrien viendo de reojo a su hermano mayor con el otro par. -Tú... ¿de verdad te la pasas solo entre adultos? -Pregunto con cuidado el peliazul, era el que mas se había encargado de incluir a la chica al grupo cuando la veía alejada solo observando a todos con una sonrisa y haciendo sus coronas de flores, según ella esto los protegería.

-Pues si, era la mas pequeña de mi familia y en el inframundo pues... Ikki y Shun se la pasan aquí, tu y tus hermanos no pasan mucho tiempo en este, así que si, siempre he estado solo entre adultos. -Se encogió de hombros restándole importancia, volteo a ver al chico con una sincera sonrisa, eso a ella jamás le había molestado realmente, siempre en sueños había alguien que siempre jugaba con ella, aunque fue hace apenas unas semanas que pudo conocerle frente a frente. 

-¿No se te hace raro que no te hayan llamado? como puedes notar a nosotros siempre nos tienen de alguna forma vigilados. -Rodó sus ojos recordando todas esas veces que intentaban escapar del santuario y siempre los terminaban pillando en sus intentos de escape.

-Cuando me necesiten lo harán. -Evito la mirada fijándola en el exterior, el tiempo de estabilidad se le estaba acabando, si mas tardar mañana no se encontraba con su padre podían complicarse las cosas, soltó un suspiro, tal vez debería ver por su propia cuenta que tan complicadas estaban las cosas haya arriba. -Creo que será mejor que vaya a dar una vuelta y saber porque no me han buscado o algo. -Se aparto con cuidado de la ventana y tomo entre sus brazos a su juguete. 

-¿Quieres que te acompañe? -Cuestiono preocupado, luego de todo lo que había sucedido en cuestión de dos días no era fácil no sentirse preocupado por la chica. 

-Mejor no, tengo que ir al templo principal y puede ser riesgoso exponerte tanto frente a los dioses, solo preocuparás a tus padres si vas de nuevo. -Explico con suavidad. -Y tú sabes tanto como yo que la belleza y peligro son sinónimos cuando se trata de los dioses, regresaré en un ratito ¿le puedes avisar de dónde tuve que ir? -Abrazo con suavidad al chico unos segundos, siempre hacía eso con su hermano en el futuro y al parecer en este tiempo a este no le molestaban sus muestras de cariño. 

-Esta bien, pero si no sabemos nada de ti a la hora de dormir te iremos a buscar todos. -Advirtió señalándole, ella soltó una pequeña risita y se alejo de Adrien. 

Antonella salió del templo y empezó a subir las escaleras, regresó la mirada provocando que sonriera brillantemente al ver de nuevo a los chicos paseas sin preocupaciones por la entrada a las 12 casas, soltó un suspiro y miro al cielo, esperaba poder hacer todo lo que debía para poder cambiar el futuro. Cuando estuvo segura que nadie le vería, cerró los ojos y pensó en el templo principal, el templo del patriarca, en quienes debían de encontrarse allí y en un segundo, se encontró en medio de los arbustos del patio central del templo principal, apretó uno de sus dijes y sintió una sensación extraña recorrer su cuerpo, como si hielo se estuviera derritiendo sobre este, respiró profundamente y bajo la mirada, esto era extraño aún para ella, sentir su cuerpo, pero no poder verlo no era algo a lo que logrará acostumbrarse, la invisibilidad era algo muy útil, sin embargo seguía siendo demasiado nuevo para ella, al menos no le provocaba otros malestares como a sus hermanos. 

Se movió sigilosamente entre los grupos que estaban presentes allí en compañía de sus respectivos dioses, algunas delegaciones eran grupos pequeños a comparación de los grupos del santuario, mar e inframundo, pero allí estaban, estaba segura que toda esa tensión que lograba percibir en el aire se podía cortar con un cuchillo, eso le confirmo que las reuniones no estaban yendo nada bien, aunque no le sorprendía del todo, lograr que los dioses se pusieran de acuerdo era en sí una tarea complicada. 

-Sabes que no deberías estar aquí ¿verdad? -Dio un pequeño saltó cuando escucho una muy varonil y profunda voz cerca de su oreja, se volteó y su corazón se detuvo unos segundos para latir agitado cuando noto que se trataba de Hypnos, el dios del sueño, este tomo con suavidad de su brazo y le jaló ligeramente para que lo siguiera lejos de las miradas de todos quienes estaban cerca. 

Cuando llegaron al borde del jardín y estaban seguros de que nadie los vería, An se hizo visible y lució aliviada al lanzarse a abrazar a Hypnos, este sonrió de medio lado mirándole alzando una ceja.

-Al parecer si extrañas a mi yo del futuro. -Comento con un tono entretenido de voz, An se aparto un poco sintiendo su vergüenza mostrarse en sus mejillas que habían tomado mas color de lo usual, no había podido controlarse cuando antes había tenido recuerdos de los sueños que le acompañaron cada noche de su vida, donde Hypnos siempre se hacía presente y jugaba con ella, le contaba historias, mitos, le enseñaba muchas cosas y también le ayudo muchas veces a poder entender sus encuentros con algunos familiares, solo había sabido quien era cuando fueron a sacar a su abuelo de la urna, pero fácilmente ella podría decir que era alguien en que confiaría con los ojos cerrados y sin meditarlo mucho. 

Si, perdón... espera ¿Hécate te contó? ella me dijo que había llegado aquí contigo, bueno también dijo que me llamaría para que viera a mis padres, pero no lo ha hecho y me preocupe... yo... yo supuse que... dioses, debo ver a Hécate, los días están pasando y solo tengo hasta mañana en la noche para ver a mi padre o colapsaré. -An comenzaba a acelerarse, Hypnos la tomo suavemente por los hombros para hacer que dejara de hablar y provocar que hiperventilara si seguía de esa forma. 

-Hécate me contó una historia increíble sobre una pequeña viajera que era nuestra esperada diosa del destino, nieta de mi señor Hades, al principio me costo creerle, pero me mostro una carta y también me comento sobre unos símbolos que no comprendía, le ayude a descifrarlos y resulta que mi yo del futuro había estado buscando formas de enviarme visiones para que yo supiera todo lo necesario y si, se de todas las veces que estuvo contigo en sueños también. -Explico con calma sintiendo calor llenar su pecho al ver la emoción en los cristalinos ojos de la chica que lo volvió a abrazar ocultándose en su pecho. -También descubrimos que yo puedo ayudarte un poco en lo que logramos hacer que te encuentres con tus padres, estos ya saben, pero no sería bueno para nosotros que vayan directo hacía ti o tu a ellos estamos seguros que los mantienen vigilados. -Soltó un suspiro, al principio le costo mucho creer en todo eso que le mostro en visiones su yo del futuro, pero viendo ahora a la menor todo eso tenía todo el sentido del mundo. -Sólo tú podrías hacerte invisible como si nada incluso para los dioses, esa es una habilidad bastante rara de poder controlar a tu edad, si me permites mencionarlo. 

-Si... pero... -Se aparto solo un poco sin separarse del todo del mas alto, este le miro con atención para que siguiera con su idea, An entro un poco en pánico porque si Hypnos pudo verla ¿alguien mas podría? -¿Cómo pudiste verme?

-No lo hice, te sentí. -Tomo el rostro de la chica entre sus manos para ver mejor sus ojos, si eran los ojos mas singulares que a visto en toda su inmortal vida. -Sentí tu presencia y solo pude hacerlo porque te estaba buscando cuando note que no estabas ya en aries, nadie podría encontrarte de esta forma porque nadie te esta buscando precisamente, debido a que al parecer para ellos Hécate hizo un buen trabajo con ese hechizo para ocultar tu apariencia de todos, pero conmigo no funciono mucho tiempo realmente, eres muy buena manejando esto, pero de lo que pude enterarme este pequeño truco te lo enseñe yo en tú tiempo. 

-Si fuiste tú... en sueños muchas veces me mostraste distintas cosas que podías hacer y cuando pude verte frente a frente prácticamente te exigí que me enseñaras, papá y abue estaban casi en el suelo de tanto que reían. -Recordó ese momento intentando no reír, no solamente para su padre y su abuelo fue gracioso ver como exigió a Hypnos a enseñarle todas esas cosas, hasta el gemelo de este no podía contener la risa en ese momento, fue necesario solo un puchero y mirar insistente al dios en ese tiempo para terminar de convencerlo. 

-Al parecer fui buen maestro y tu una muy buena alumna, pero ahora tenemos trabajo que hacer, es más fácil que yo me desaparezca de este templo sin ser detectado o que alguien lo encuentre extraño, Hécate no puede porque llama demasiado la atención, mi hermano ayudará a que mi ausencia pase desapercibida, pero la tarea de buscar ese artefacto está en ti y en mi ¿comprendes? -Podía hacerse una idea de que tan importante era Antonella para su yo del futuro si termino por ceder a su pedido, tenía que ayudar a la mas pequeña a no perder el tiempo que tenían para arreglar las cosas a como debían de ser. 

-Tengo que encontrar eso antes que nadie, pero no sé por donde empezar a buscar, el santuario es inmenso y yo jamás lo conocí así como es ahora, de lo que sé y he llegado a escuchar es que en el templo de piscis hay una laguna, pero no debe ser esa. -Inflo sus mejillas y arrugo su nariz cruzando sus brazos sobre su pecho.

-No, dudo de que sea porque allí si se reflejan las estrellas. -Comento haciendo referencia a la profecía que le había mencionado Hécate. 

-¿Sabes que hay dos profecías? -Recordó en ese momento que había olvidado mencionarle a la otra diosa de aquello. -Una de ellas es la que nos mencionó mi abue Hades y otra es la que escuchamos con mi hermano antes de venir aquí, son parecidas, pero diferentes en significado, en las dos se mencionaba la misma laguna, mis hermanos estuvieron por días explorando todos los ríos del inframundo, en todas las lagunas y vertientes, pero nunca encontraron nada. -Se estremeció un poco cuando menciono aquello, Estigia, Flegetonte, Lete, Aqueronte y Cocito había sido un dolor de cabeza para sus hermanos explorar, todos eran parajes aterradores y eran las opciones que tenían donde no se podían reflejar las estrellas, pero no encontraron nada en ellos, ni siquiera una pista de que en alguno hubiera algo. 

-¿Por eso supones que está aquí?

-Si, ya buscaron en todos los otros sitios, por todo el averno, olimpo y en el templo marino, solo falta el santuario, Hécate decía que por lógica debía ser un lugar protegido por alguna divinidad o debe tener algún significado legendario o histórico, no puede tratarse de una laguna cualquiera, eso reduce mas donde podremos buscar, sino no tengo la menor idea de donde podremos encontrar esa laguna. -Paso sus manos por su cabello quitando su flequillo unos segundos de su frente. 

-Yo creo que tiene lógica lo que dice Hécate, empecemos buscando aquí y si no encontramos nada, pues ya pensaremos en algo. -Dejo una pequeña palmada sobre la cabeza de la chica para que pudiera calmarse un poco, le habían repetido mucho que era importante que ella mantuviera su esencia intacta para lograr vencer. -Debemos empezar esta noche, espérame en la entrada del templo a media noche y así iremos a buscar. 

-Esta bien, sino vuelvo pronto Adrien vendrá a buscarme con los chicos. -Soltó un suspiro y formo un puchero con sus labios inconscientemente. 

-Nos encontraremos mas tarde nena, que nadie te vea o sepa lo que estamos haciendo, eso es lo más importante, esta vez tenemos que obtener ese artefacto antes que el enemigo, según le contaste a Hécate ellos lo tienen en el futuro, pero ¿sabes quiénes son? -Dejó una caricia en su mejilla llamando su atención. 

-Realmente no, al principio solo sabíamos que estaban metidos Ares y Apolo, pero yo descubrí que están siendo controlados y creo que eso ya lo están haciendo, también se que Afrodita y Artemisa, pero no sabemos quien los controla o los guía, mi abue dijo que la clave debía de estar aquí en el pasado, que había que tener los ojos muy abiertos para dar con los responsables, que sabiendo eso y teniendo el artefacto vaya directamente a entregárselo a el. -Inflo sus mejillas jugando con uno de sus mechones de cabellos entre sus manos. 

-Esta bien, tendré vigilados a esos cuatro hasta que podamos descubrirlo. -Soltó un suspiro y miro a la pequeña, sabía que haría cualquier cosa por ella a pesar de que apenas la conocía. -Ya ve de vuelta al templo y nos vemos a la media noche nena. 

-¡Si! -Volvió a abrazarlo y dejó esta vez un beso en su mejilla para apartarse de Hypnos que se quedo quieto en su lugar, solo observando a An. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro