A caras iguales
En la búsqueda constante
de lo diverso,
lo opuesto,
lo incorregible.
Chocas con la adversidad suprema
del desconocimiento de lo ajeno
y lo perpetuo de cargar
con una moral ilesa.
No te enamores de ti mismo.
No busques en los demás
lo que el espejo ya trae consigo.
Trata de no aferrarte a la aparición
de una propuesta premeditada,
de una caricia descontrolada,
de un nervio primitivo.
Pero si l vida te pone
frente a frente con tu semejante,
con ese alguien
que es tu réplica interna
y tu guerra invisible,
intenta ser fuerte y no enamorarte.
Te estarás condenando
a tratar diariamente
con tu punto más sensible.
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