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Ella... Y él.

Pov de Becky.

Habían pasado un par de días desde que había visto a Freen. La verdad es que yo no me sentía muy bien de ánimo. El pensamiento que recorría mi mente en momentos aleatorios del día era el de esa mujer tocando el brazo de Freen para hablar con ella.

El solo imaginarme a Freen tomando la mano de alguien más como tomaba la mía me hacía sentir extremádamente celosa pero también me ponía muy triste, más aun sabiendo que yo había causado todo esto.

Esta tarde, decidí que iría a su casa, solamente para verla. Tenía también le idea de tal vez contarle lo que había pasado con mis padres, pero no sabía si era lo correcto.

Hace unos días me había enterado que había abierto la segunda tienda y me sentía muy feliz por ella, no quisiera que mi papá arruinara todo esto. Sin embargo... Tampoco me gustaba para nada la idea de saber que hay una mujer interesada en ella tan cerca.

Era sábado, así que me vestí y me arreglé para salir a casa de Freen.

Bajé las escaleras y me encontré con mi papá.

-¿A dónde vas? -Preguntó. -¿No ibas a salir con William?

Había olvidado por completo que nuestros papás nos habían pedido que saliéramos a comer con unos inversionistas.

Estaba tan desconcentrada con todo el asunto de Malee que incluso había olvidado la pequeña conversación que tuve con William sobre ahuyentar a los inversionistas para que ni se les ocurriera volver a querer hacer negocios con nuestros papás.

-Voy a reunirme con él. -Mentí. -Ahora salgo para allá.

-Deja que él venga a buscarte. -Contestó. -William es un caballero y debes dejar que se comporte como tal.

Suspiré, dejando caer mis hombros y caminando completamente agotada hasta que me senté en el sofá.

Esperé diez minutos que me parecieron totalmente desesperantes; lo que quería en ese momento era ir corriendo a casa de Freen y verla, hablar con ella...

Sin embargo, esperé por William hasta que él llegó. Solo de esa manera podía despistar a mi papá y solo de esa manera, podíamos seguir con nuestro plan de arruinar la inversión hacia las empresas.

En cuanto escuché el timbre de la puerta, sabía que debía pedirle ayuda a William. 

Me levanté y caminé hacia la puerta. Al abrirle, él marcó una sonrisa sincera en su rostro.

-Hola... -Expresó. -¿Lista?

-¿Te puedo pedir un favor? -Pregunté.

Él asintió, frunciendo su ceño ligeramente para prestarme atención pero...

Antes de que pudiera decirle algo, mi papá se asomó desde el interior de la casa.

-Buenos días, mi estimado William. -Exclamó.

-Buenos días, señor Armstrong. -Contestó. -Diría que lamento la demora pero la realidad es que no quería venir.

Sonreí ligeramente, sin poder evitar voltear para ver la reacción de papá.

Sabía perfectamente que las intenciones de William era que papá se diera cuenta de que no me convenía como esposo y que era un hombre ciertamente grosero; cosa que en realidad William no era pero cosa que sí era parte de nuestro plan.

Podía ver la confusión en el rostro de papá. Hace mucho tiempo no lo veía tan confundido.

-Qué bien se ven los dos juntos... -Cambió de tema.. -Deseo que les vaya bien en la reunión.

-Gracias, señor Armstrong. -Respondió William, con una sonrisa.

Él giró su cuerpo completamente, dándome la espalda y dejándome atrás.

Yo no agregué absolutamente nada y salí de la casa, cerrando la puerta a mis espaldas.

Solo hasta que subimos al auto, ambos soltámos una carcajada.

-¿Qué tal? -Preguntó. -¿Soy suficientemente insoportable?

Asentí, sin poder dejar de reír al recordar el rostro de papá.

-Pienso que realmente lo dejaste confundido. -Admití. -Debiste ser actor y no empresario.

-Sí, me hubiera ido bien... -Bromeó.

Ambos estuvimos bromeando un poco sobre la reacción de papá hasta que las risas terminaron de desvanecerse.

-Hace poco hablé con el mío... Con papá. -Agregó. -Le dije que no iba a funcionar contigo porque te gustan las mujeres y... No te imaginas el comentario que me dijo.

-Fue algo que te ofendió, supongo. -Expresé.

Él asintió.

-Dijo que no había problema porque mi esencia era esa... -Comentó. -Una cosa así, ni siquiera me interesa repetirlo.

Miré el rostro de William detenidamente sin poder ocultar mi gesto de tristeza.

Realmente era algo difícil saber que nuestros papás no nos aceptaban en realidad y que todo era una fachada de parte ambos en la que lo único que les importaba era la unión de los apellidos "Armstrong" y "Wright".

-Pero bueno... -Exclamó. -Dime, ¿En qué necesitas mi ayuda?

-Necesito ir a ver a Freen hoy. -Comenté. -¿Crees que podríamos ir antes de asistir a la comida con los inversionistas?

-Claro, no hay problema. -Aceptó. -En realidad puedes quedarte si quieres, yo asisto a la reunión y digo que no estabas dispuesta. Me las arreglaré para que no quieran invertir, incluso el que no vayas hará que vean la falta de seriedad en el negocio.

Sonreí.

-Gracias, de verdad. -Dije.

Él sonrió y de manera inmediata, aceleró su auto.

Cuando ya estábamos entrando en el camino, él me pidió la dirección de Freen para poder llegar sin perderse y sin tener problemas para ubicarse.

Al llegar a la calle en la que se encontraba la casa de Freen, le di las indicaciones para que se estacionara un poco lejos pero al buscar lugar, nos dimos cuenta de que en muchos de esos lugares estaba prohibido estacionarse, dejándolo sin más remedio que estacionárse enfrente.

-¿Quieres que te espere? -Preguntó. -Puedo llevarte a casa de tu hermano cuando termines.

-Si ves que me tardo más de diez minutos, te vas. -Le pedí.

Él asintió.

-Intenta contarle todo, Becky. -Sugirió. -No la conozco mucho pero por lo que me has hablado de ella... Pienso que es una mujer inteligente, sabrá qué hacer.

Le respondí con una sonrisa totalmente sincera.

Giré mi cuerpo y llevé mi mano a la manilla de la puerta pero justo antes de bajar... Mi vista se centró totalmente en Malee, quien estaba acercándose a la puerta de la casa de Freen.

¿Había estado viniendo a su casa desde entonces?

¿Era la primera vez que venía después de ese día?

¿No había dejado de venir?

Habían tantas alternativas...

Dejé mi mano sobre la manilla de la puerta puerta y miré por la ventanilla, sin abrir.

Enseguida que tocó la puerta vi que Freen le abrió. Se dieron una abrazo corto y ella entró.

Se me llenaron los ojos de lágrimas de tan solo ver esa escena.

-Debe ser solo una amiga. -Comentó William. -No tienes nada de qué preocuparte.

Asentí, sin poder evitar soltar un suspiro.

-¿Ya no vas a bajar? -Preguntó.

-En unos minutos. -Contesté.

Ambos nos quedamos en silencio en el carro durante varios minutos.

La verdad es que yo no sabía qué era lo que estaba esperando. Tal vez en mi mente imaginé que la visita sería corta y ella saldría rápido...

Pero no estaba siendo así. Ella estaba tardando más de lo que me gustaría admitir.

Pov de Freen.

Malee había estado viniendo desde entonces y la verdad es que yo solo la recibía para no ser descortés. Además, hablar con ella me servía de distracción para hacer a un lado todo el dolor que estaba sintiendo aún por mi ruptura con Becky.

Ella llegó a mi casa, nos saludámos coordialmente y la hice pasar de manera inmediata.

Ella tomó asiento en una de las sillas del comedor y me miró con una sonrisa mientras yo permanecía de pie, con un poco de distancia de ella.

-¿Qué te ofrezco? -Pregunté. -¿Té, café, agua...?

-Café está bien. -Contestó. -Gracias.

Me dirigí a la cocina y comencé a preparar su café sin decir nada. De vez en cuando, la miraba de reojo y podía verla mirándome con una sonrisa.

Al terminar de preparar su café, se lo dejé sobre la mesa justo enfrente de ella y volví a la cocina para preparar un té de jazmín para mí.

Volví a la mesa con mi taza de té y me senté enfrente de ella, encargándome de calentar mis manos con la taza y llevando la taza a mi boca para poder darle el primer sorbo.

-¿Cómo está tu hermana? -Cuestioné para tener tema de conversación. -Escuché que va a tener a su tercer bebé.

Ella rió.

-Así es. -Confirmó. -¿Cómo lo sabes?

-Por Nam. -Admití. -Ella sabe todo.

-Oh... -Expresó. -Pensé que estabas siguiendo mis actualizaciones en redes sociales o algo así.

Negué con la cabeza.

Hubo un corto silencio entre las dos que solo se rompió cuando ella volvió a hablar.

-Te extrañé durante todo el tiempo que estuve afuera. -Expresó. -Siempre creí que pudimos llegar a algo si hubiéramos tenido más tiempo.

-No lo sé, Malee. -Respondí. -La verdad es que cuando conocí a Becky entendí porqué no pasó nada con nadie antes.

-Vaya, entonces sí estás muy enamorada. -Agregó.

-Lo estoy. -Confirmé. -Es solo que a veces no es suficiente para estar con alguien.

Ella asintió.

Mi idea era hablar con Malee para distraerme pero siempre volvía al mismo tema; Becky. Mi atención se perdió completamente en mi mente al pensar en ella y en cuánto la extrañaba. De manera desenfocada estiré mi brazo para tomar el recipiente con azúcar que estaba sobre la mesa.

No sé ni cómo fue que pasó  pero realmente estaba tan distraída que terminé haciendo que la taza se cayera en la mesa.

Y sobre mí...

El agua completamente hirviendo se había derramado sobre mi pantalón y parte de mi abdomen, cosa que me hizo levantarme de la silla en un salto.

La tela había amortigüado un poco y había evitado que me dañara de más, sin embargo, realmente me estaba ardiendo.

-¡¿Estás bien?! -Preguntó preocupada.

-No pasa nada. -Mentí. -Todo bien.

Me quité el cinturón que sujetaba mi pantalón y lo dejé sobre la silla.

-Dame dos minutos y vuelvo. -Le pedí. -Voy a cambiarme.

Ella asintió.

Me dirigí a mi cuarto y cerré la puerta para ponerme otro pantalón.

Antes de ponerme alguna otra prenda, puse un poco de ungüento en las quemaduras que tenía en el abdomen y de manera inmediata tomé un pantalón deportivo para ponérmelo.

Aún estaba en ropa interior a punto y con el pantalón en la mano, cuando vi que la puerta del cuarto se abrió.

Me tapé por reflejo pensando que era Malee pero mi sorpresa fue gigante cuando vi que era Becky.

Pov de Becky.

Después de unos cuántos minutos supe que era suficiente y bajé del carro de William.

Toqué la puerta y a lo contrario de lo que yo pensaba, me abrió Malee.

Pensé que abririría Freen. 

¿Qué hace esta mujer abriendo la puerta de su casa si no vive aquí?

-¡Oh! -Exclamó. -Qué sorpresa.

La miré confundida.

-¿Por qué? -Cuestioné. -Vengo a ver a Freen seguido.

En medio de nuestro intercambio de diálogos, Toby se asomó en la puerta y se acercó enseguida a mí. Yo me agaché para cargarlo y al tomarlo en mis brazos, entré en la casa, haciéndome espacio entre la distancia que existía entre su brazo y la puerta.

Fue entonces cuando mi vista se clavó de manera automática en el cinturón de Freen sobre la silla.

No sé si Malee lo hizo apropósito o no pero en cuanto miró mi rostro, ella comenzó a acomodárse la blusa que tenía puesta. Como si estuviera muy desarraglada y tuviera que hacerlo.

Bajé a Toby de manera cuidadosa en el piso.

No podía ser lo que parecía, ¿O sí?

Pero... ¿Por qué estaban tardando tanto si no era lo que parecía?

Tragué en seco, intentando que las lágrimas que comenzaban a formarse en mis ojos se desvancieran. Por un momento, además de sentirme completamente triste me sentía muy molesta.

No dije absolutamente nada y me dirgí a la habitación de Freen que se encontraba cerrada pero al abrir la puerta... Ella estaba en ropa interior y comenzando a ponerse un pantalón.

No podía ser lo que estaba pensando. Tenía que haber una explicación.

Sabía que existía una explicación pero los celos me nublaron cualquier pensamiento lógico de repente.

Ella se quedó congelada cuando me vio.

Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras una sonrisa sarcástica se marcó en mis labios sin que pudiera evitarlo.

-¿Becky? -Preguntó. -¿Cuándo llegaste?

-No importa. -Respondí. -Ya veo que para ti es mejor estar soltera.

Me di la vuelta para abrir la puerta y salir de su cuarto, pero ella se apresuró y puso una mano sobre la puerta, cerrándola y evitando que yo saliera.

-¿De qué hablas? -Cuestionó.

-No te hagas la desentendida... -Expresé, molesta. -¿Qué hace ella en tu casa todo el tiempo?

-Solo conversamos, nada más. -Aseguró.

-¿Y ahora estás en ropa interior cuando ella está en tu casa? -Agregué.

-En mi cuarto, con la puerta cerrada. -Contestó. -Además, me derramé una taza de agua hirviendo encima, ¿Tenía opción?

La miré detenidamente, tratando de analizar la situación.

Ella se inclinó ligeramente a su cama y tomó el pantalón que estaba tendido ahí para alcanzármelo.

-Mira. -Expresó. -Está completamente dañado.

Lo tomé en mis manos de manera cuidadosa y lo analicé. Realmente se sentía mojado e incluso por partes, la tela se veía dañada.

Tomé aire y traté de calmarme.

Solo en ese momento, al estar más tranquila, pude ver que tenía ungüento puesto sobre su abdomen que se veía bastante rojo.

-¿Te quemaste? -Pregunté preocupada.

-Sí, pero no pasa nada. -Aseguró.

-Bien. -Respondí.

Giré de golpe y abrí la puerta sin darle tiempo para que dijera algo. Estaba completamente molesta.

Malee sabía lo que quería causar en mí y lo que estaba intentando hacerme pensar el acomodar su blusa de manera sospechosa.

Seguí mi camino hacia la puerta principal y tan solo miré a Malee de reojo antes de salir.

Tan solo puse un pie fuera de la casa y ya podía escuchar pasos apresurados detrás de mí.

-Becky... -Me llamaba Freen, sin parar.

Ella me tomó del brazo ligeramente cuando ya estábamos fuera de su casa, haciendo que me diera la vuelta para quedar enfrente de ella.

Se había vestido realmente rápido, era impresionante.

-Sabes que le gustas y aún así la recibes en tu casa. -Comenté.

-Es mi amiga, no la veía hace años. -Contestó. -Además, pensé que no tenía que darte explicaciones si tú me terminaste.

-Haz lo que quieras entonces. -Expresé molesta. -Sigue con tu amiga.

Ella volvió a tomarme del brazo.

-Becca, espera. -Me pidió. -¿Podría escucharme un momento?

Suspiré y la miré.

-Sé que me terminaste, pero yo aún te amo, mucho. -Dijo. -¿Crees que tendría algo con alguien más si aún te amo locamente?

Sabía que no.

Sabía que Freen nunca le decía "te amo" a alguien sin realmente sentirlo.

La escena que vi me había enloquecido por un momento.

-Jamás haría algo para incomodarte ni molestarte. -Agregó. -Te prometo que no tengo nada con nadie.

Me sentí aliviada por un momento.

-Lo siento. -Me disculpé. -Me dejé llevar.

Ella sonrió.

Esa sonrisa en sus labios al verme... Era algo que no veía hace muchos días.

-Yo... -Intenté decir. -Vine a verte porque hay algo de lo que me gustaría hablar contigo...

Pensé que la situación ya se había calmado... pero solo fue un espejismo porque la mirada de Freen dejó de centrárse en mí y ahora estaba completamente dirigida hacia el fondo, a mis espaldas. Volteé ligeramente para ver de qué se trataba.

William estaba bajando del auto y venía caminando hacia nosotras.

La sonrisa de Freen se desvaneció de manera automática al verlo. Nos miró a ambos de arriba a abajo y se dio cuenta que estábamos vestidos formalmente.

-Hola de nuevo, niño bonito. -Expresó.. -¿Iban a salir a comer o algo así?

-Teníamos una comida. -Admití. -Pero era una reunión de negocios.

Ella sonrió sarcásticamente.

-Claro que es de negocios. -Comentó, dirigiéndose a mí. -Ya veo que aceptaste por completo todo lo que querían tus padres para ti y para ustedes.

-Creo que deberías relajarte. -Agregó William. -Ella quería venir a verte y la traje, nada más.

-Bien, Beck. -Me dijo a mí. -Sigue haciendo las cosas que no quieres solo por complacer a tus papás.

-No sabes como son las cosas. -Expresó William. -No deberías hablar sin saber.

Decidí llevar una de mis manos al brazo de Freen porque podía ver que se estaba alterando.

-Freen, escúchame... -Le pedí. -William me está ayudando. Estamos intentando arruinar los negocios de nuestros papás.

Ella asintió, con una sonrisa sarcástica.

-Si ese es el caso... -Agregó. -Dejen que les explique algo a los dos, seré breve.

William y yo intercambiámos miradas y enseguida centrámos nuestra mirada en ella.

-Al jugar ajedrez... -Comentó. -Existen dos equipos y un grupo de fichas de diferentes colores, ¿Cierto?

No sabía a qué conclusión iba.

-Aunque ustedes dos, específicamente tú, Rebecca Armstrong, estés jugando en el equipo contrario al de tu papá, estás adentro de su juego. -Explicó. -No importa si estás jugando con sus fichas o si estás jugando del otro bando, eres parte de su juego y estás haciendo lo que él quiere.

Rebecca Armstrong...

Hace tan solo unos segundos me había dicho "Becca".

-Hablas muchas cosas sin sentido. -Expresó William. -Ni siquiera estás dejando que Becky hable y estás sacando conclusiones por tu cuenta.

Freen dio dos pasos hacia enfrente.

William se puso enfrente de mí, como si me protegiera.

Ella frunció el ceño y lo miró detenidamente.

-¿Qué haces? -Preguntó. -¿Crees que le voy a hacer daño?

-No lo sé, tal vez. -Respondió. -¿No tienes un largo historial de peleas?, ¿Qué puedo esperar de ti?

En cuanto escuché el comentario de William, cerré los ojos, sin poder evitar apretarlos.

Sabía que William había arruinado todo.

Freen me miró y por primera vez... Vi la decepción adueñándose de sus ojos.

William no tenía porque saber ese dato si yo no se lo hubiera dicho.

Yo había cometido el error de contarle que la primera vez que vi a Freen se estaba pelando con alguien, pero no lo dije por nada malo. Lo había contado como una anécdota y por algo gracioso. Después también le había comentado sobre hace algunos días que la vi y tenía un golpe en la cara por habérse peleado en la universidad... Pero él había usado esa información manera incorrecta.

Freen sonrió con lágrimas en sus ojos.

Aplaudió dos veces de manera sarcástica.

-Hace dos minutos me estabas reclamando a mí... -Me recordó. -Pero tú eres quien se bajó de el auto de este niño bonito después de haber compartido detalles de tu vida y de mi vida con él.

La miré con tristeza.

-Suerte con tu nuevo novio entonces. -Agregó, limpiando las lágrimas de su rostro. -Es todo un caballero.

Se dio la vuelta y empezó a caminar hacia su casa.

-Freen... -La llamé. -Espera...

La seguí, pero ella me cerró la puerta, casi en la cara.

Creí que nuestra ruptura no podía ser peor, pero estaba muy equivocada.

Toqué la puerta varias veces, pero ella no abrió.

Además esa mujer seguía adentro.

Volví a acercarme a William pero esta vez estaba completamente molesta con él.

Lo empujé desde el hombro y lo miré con lágrimas en los ojos.

-¿Por qué te bajaste? -Pregunté. -¿Por qué le dijiste todo eso?

-Becky, no quería causarte problemas. -Aseguró. -Discúlpame, es solo que ambas se veían molestas y quería tratar de calmar la situación.

-Pues fallaste por completo. -Dije. -Al contrario, lo empeoraste.

-¿Quieres que le explique la situción con tus papás? -Preguntó.

-No, William. -Me negué. -Ella tiene razón, en parte. Esté o no esté arruinando los negocios de papá, soy parte del juego que tiene y él está ganando. Él está ganando porque al final, estoy seperada de Freen.

Él bajó la mirada mientras yo lo veía a él completamente molesta... Fue justo cuando vi que Nam venía llegando.

-¿Becky? -Expresó. -¿Qué haces aquí?

Me llevé una mano a la frente porque realmente me sentía muy mal como para que a eso se le agregara el trato de Nam.

Nam se giró levemente y miró a William con atención.

-¿Quién es tu amigo? -Cuestionó. -Es solo tu amigo, ¿Verdad?

William extendió su mano.

-William Wright. -Se presentó. -Es un gusto.

-Nam. -Se presentó de vuelta con una sonrisa

-Es mi amigo. -Agregué. -Pero es un idiota.

William hizo un gesto de ofendido en broma.

-Becky, no me avergüences enfrente de una mujer tan linda. -Expresó. -No va a aceptar salir a cenar conmigo si sigues diciendo cosas como esas.

-¿Me vas a invitar a cenar? -Le preguntó. -Estoy disponible hoy.

¿Qué estaba pasando?

¿Así de rápido?

Sentía que estaba interrumpiendo.

-Nam, trata de hablar con Freen si puedes. -Le pedí. -Ella piensa que William es mi novio.

-Pero no lo es, ¿Verdad? -Quiso confirmar.

-No lo soy. -Negó. -Estoy completamente soltero.

Suspiré completamente agotada y comencé a caminar por un costado de Nam, encargándome de dejarlos solos.

-William, cuando termines llévame con Reese, por favor. -Le pedí.

-Dame cinco minutos. -Exclamó. -O tal vez diez...

No entendí nada pero la verdad es que me sentía muy mal como para intentar entender la conexión y atracción inmediata que había surgido entre William y Nam.

Estaba siendo un día muy extraño.

Vi la luz de los ojos de Freen desvaneciéndose cuando William dijo que no sabía si ella podía hacerme daño.

Antes al menos podía venir a verla. Ahora sentía como si ya no pudiera poner un solo pie aquí.

Venía a intentar solucionar las cosas y solo se empeoraron.

Pov de Freen.

Estaba herida.

Me sentía completamente dañada.

Becky compartió cosas de mi vida con un hombre que siente algo por ella.

No me importaba si tenían algo o no. Ella estaba complaciendo a su padres en todo.

Primero regresó a su casa, después volvió a la escuela, ahora salía con él e iban juntos a comidas de negocios.

Hasta yo tenía un límite.

Fue como si entonces la ruptura se volviera peor para mí, como si esta vez se sintiera más real.

Entré a mi casa con el corazón destrozado y vi a Malee sentada en el sofá.

-No quería causarte problemas... -Expresó. -Lo siento.

-Malee, ¿Podrías irte? -Le pedí. -No me siento bien.

-Claro. -Contestó.

Tomó sus cosas y empezó a caminar hacia la puerta.

-Llámame si necesitas cualquier cosa. -Agregó.

Asentí y ella salió, pero no escuché que la puerta cerrara.

Fue entonces cuando vi que Nam entró.

-El amigo de Becky es realmente lindo. -Comentó. -Creo que me enamoré a primera vista.

-¿A ti también te agrada Don perfecto? -Cuestioné. -Maravilloso.

-Freen, es solo amigo de Becky. -Respondió. -Él me invitó a cenar. No lo habría hecho si fuera su novio o algo así.

-Me da igual, Nam. -Contesté. -¿Podrías irte?

-¿Qué es lo que te pasa? -Cuestionó.

-No me siento bien y no quiero ver a nadie. -Admití. -Vete, por favor.

Nam se acercó a mí.

Ya no habían lágrimas en mis ojos pero sentía un dolor muy fuerte en el pecho que hacía que no cambiara mi gesto de seriedad.

-¿Freen? -Preguntó preocupada. -Respira y trata de calmarte.

-Estoy tranquila. -Mentí.

-Me da miedo dejarte así. -Expresó.

-Maravilloso, ahora todo el mundo piensa que soy un peligro. -Expresé. -Vete ya, Nam.

Nam suspiró pero dejó de cuestionarme. Caminó hacia la puerta y al salir, cerró de un portazo.

Sabía que nadie merecía el trato que les estaba dando a los demás pero de verdad me sentía infinitamente herida y necesitaba estar sola.

Esta vez se acabó de verdad de nuestra relación.

Esta vez se acabó para siempre.

...

"You swore that you loved me but where were the clues?
I died on the altar waiting for the proof"

-So long, London. -Taylor Swift.

Miren, yo sé que las cosas no pintan nada bien pero tengan un poco de paciencia JAJAJAJA.

Como les decía hace unos días, el próximo capítulo será subido el jueves ocho de agosto, con motivo del cumpleaños de Freen. El siguiente capítulo tiene una sorpresa y pensamos que es conveniente que se suba en su cumpleaños.

A manera de compensación, subirémos capítulo el sábado de la próxima semana y entonces las actualizaciones recuperarán el ritmo normal.

Gracias por el apoyo. Sigan votando y comentando!!

-Key.

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