
❝ · ۪ runaway! ❞
Advertencias: abuso sexual implícito. AU
──No ──pidió exhausto── Aquí no
Luce abatido , diciéndoles poco. La culpa en él es —desmedida, espantosa— constante, deberán empeñarse en dejar atrás esa sensación y seguir adelante porque están juntos. Reigen lo descifrará —recién rozan las once, ningún hotel complace al chico—, no cuestionará la actitud distante del menor, es incapaz de criticarlo ¿Aquí no puede ser? Entonces no será, aquí tampoco, ni allá. Reigen nunca aborreció tanto los cuartos de hotel, cada uno es idéntico al anterior.
Pasaría la vida entera llevándolos en auto, carente de palabras reconfortantes —ya ha dicho todo, no sabe cómo seguir consolándolo—, Mob observa la fachada del establecimiento —con pánico— y niega apenado. No, aquí no.
En realidad significa «Sí, aquí también», Reigen sintió náuseas al entender el subtexto.
──Perdón ──conversó de repente, viéndolo de reojo── El próximo está bien.
──Todavía no lo hemos visto
── Si no estás cómodo conduciré toda la noche.
Mob actúa quedo, estático. Sintiéndose atrapado —mareado, claustrofóbico— en el vehículo alquilado, hay sudor bajándole por el cuello. Necesitan salir pronto, Reigen parece agotado, no le pedirá que continúe durante más tiempo cuando él mismo no aguanta la carretera —han estado horas en el camino—. Elegirá cualquier hotel, durmió en todos ellos con anterioridad, está dándole muchísimo crédito a colchones incómodos y puertas trancadas, los objetos no son responsables del contacto forzado, ni las lágrimas o el rechinido de la cama.
──De verdad, discúlpame.
──No hay nada qué disculpar.
──Pero estás cansado ──arqueó las cejas, preocupado.
──Para nada, Mob. Podría conducir el resto de mi vida.
Entre miles de anuncios neón Reigen leyó el menos llamativo, esperándolo barato. Cruzó la salida con arboles y arbustos, encontraría una posada teóricamente chica, más alta que ancha —buen estacionamiento—.
Giró en dirección al chico, sin aparcar.
──¿Qué dices?
El menor analiza el aspecto del pórtico con cuidado. No conoce el establecimiento, está alejado del sendero que trazó una vez, se trata de un lugar distante donde nadie lo buscaría.
──Se ve bien.
Reigen arregló los trámites, pidió un cuarto con dos camas para él y su empleado —Mob agradece no oír de nuevo la mentira de parentesco—, observó las pinturas y muebles de madera mientras esperaba. Las paredes son amarillas y contó seis pares de llaves en la pared. Faltaban dos.
La habitación no es grandiosa, decorada en colores cálidos e iluminación tenue, solo hay dos camas con al menos un metro de separación. Iban a caer rendidos rápidamente, ninguno tenía energía —Reigen rechazó la cena y ni siquiera pensaron en darse una ducha—. Cierra la puerta sin ponerle seguro, echándose sobre una de las camas acolchadas, Mob permaneció de pie mirándolo atentamente. Reigen y Mogami no se parecen en nada —su idea de gratitud también debe ser distinta— ¿Pero de qué otro modo puede agradecerle?
──¿Podemos hacerlo?
Reigen sonríe incómodo, su voz tiembla.
──Deberías dormir ──sugiere, sin poner píldoras en el agua.
Mob ignoró la respuesta, subiéndose a la cama con él. Necesita estar cerca, será breve y cómodo, es la primera oportunidad que tiene con Reigen. Se merecen esto, Mob es bueno haciéndolo.
──No, Mob ──Reigen retrocede── No hace falta.
──¿No me quieres?
──¡Por supuesto que te quiero! Muchísimo, y créeme, no tenemos que hacer nada.
Decide acercarse un poco más, inhalando su aroma corporal.
──Acuéstate allá, ¿Si?
──Pero quiero estar contigo.
──Estoy aquí, no iré a ninguna parte.
──Realmente no quiero estar solo ──repitió, con voz rota.
A Reigen le gustaría llorar. ¿Por qué debió atravesar tantas dificultades? Solo es un niño, necesitado y tranquilo, Reigen estará a su lado siempre; apoyándolo —cuidándolo y amándolo hasta donde le sea permitido—.
Rodeó su cuerpo delgado, Mob suspira, nada le parece real.
Sollozó con cautela, silencioso, dejándose hundir entre los brazos del mayor, tembló ligeramente. Reigen acarició su espalda, él lloró más fuerte.
Se ve bien.
Estaremos bien.
🤡👌
· ⸺ ❛Tanuki—dono·
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