Capítulo seis: Leche de fresas
—Heekki... —llama la omega a un susurro—, tengo frío.
—Oh bueno bebé, pero estamos en verano —remite Heejin con un tono preocupado, a la par que su mano se extendía en la frente de su novia buscando medirle la temperatura corporal—. ¿No estas caliente... A ver Chuu, ¿cómo te sientes? ¿Bien? ¿Mal? ¿Desayunaste? ¿Te duele algo, pequeña?
—Uh, no, tonta~ —canturrea ella jalando de su polerón con un puchero—. Quiero que me des tu polerón, Heekki... —balbucea llenando las mejillas de un escarlata, haciéndola verse tan adorable.
Heejin asiente expulsando un suspiro de alivio, recuperándose del casi paro cardíaco que iba a recibir; en serio pensaba que Jiwoo le había pasado algo. Pero tampoco es que le eche la culpa a la omega, Heejin tenía sobrellevado en la cabeza lo cuan sobreprotectora llegaba a ser con su pareja, y es gracias a todo el amor que resguarda por ella.
Se quita la prenda y se le extiende a Jiwoo, que inmediatamente sonríe y lo toma. Lo pasa por su cabecita y segundos luego esta ya lo tenía puesta hasta casi por los muslos ya que, la diferencia de tamaño se trataba de una a plena vista.
Jiwoo juega con las mangas un momento con un semblante de inocencia, mientras que para Heejin estaba observando al ser más bonito y santurrón del mundo, dejándola enternecida.
Maldición, Kim Jiwoo.
—Heekki, si es verano, ¿por qué usas polerones? —cuestiona de la nada, vaciando el trance de la alfa en un instante.
Heejin la mira un segundo, crispando los hombros.
—A mi no me da calor, bebé. ¿Y a tí?
—Nope.
De repente, la omega sonríe lo más grande que puede, mostrando su típica sonrisa gomosa y lanzando una pequeña carcajada a la vez, buscando que su novia haga lo mismo.
—¿Por qué te ríes, Jichuu? —le pregunta, buscando hallarle gracia a su acción.
—Es que nope es una palabra taaan divertida, Heekki —le comenta aun riendo. Jeon frunce un poco el ceño, no le ve nada chistoso—. A ver, dilo tú, vamos, vamos.
—Ya vamos a entrar a clases, recuerda que somos de diferentes salones y diez minutos antes de que toque la campana debo ir al mío —le comenta
ignorado lo otro y obligando a la pequeña hacer un puchero con sus labios.
Desde que comenzaron a salir, acordaron en llegar temprano solo para pasar tiempo juntas como pareja, además de los mimos que ponen de un buen humor a Jiwoo, porque que en las mañanas suele levantarse de pésimo humor y merodear con esa naricita arrugada creyendo que intimida todo a su paso no está en los planes de la alfa y sus caricias.
La pelinegra gira el cuello atisbando al reloj de la pared para encontrar la hora, y, como lo dedujo sólo faltaba aproximadamente veintiún minutos para que se retire y deje a su novia realizar su horario escolar.
—¿Y cómo vas con las clases? —pregunta, tomando por fin asiento. Jiwoo junta las mangas del polerón viéndolos entre sí aun con los labios abultados, asintiendo como respuesta—. ¿Eso es un bien, Chuu?
—Noup, todo lo contrario, voy a perder álgebra —se alza de hombros caminando hacia Heejin y sentándose en su regazo—. Es que la maestra Bae está de mal humor siempre, y se las agarra conmigo, Heekki —suspira un poco—. Para mí que en su casa no le dan.
La alfa casi se atraganta con su saliva por lo último. ¿Desde cuando su pequeña inocente dice frases de tremendo calibre? El doble sentido está elevado ahí, y en especial por la mueca de Jiwoo que es una risa para ella misma.
Se pudo imaginar miles de escenarios donde a la profesora Bae le... Y saben, eso que ni ella misma se atreve a pronunciar en su mente porque no es lo indicado, pero gracias a Jiwoo lo esta haciendo un poco, y la imagen no es para nada gustosa o como un uso de autoplacer, todo lo contrario. Su cara se tona colorada y abraza la cintura de su omega con fuerza plantando un beso en su cabeza pelirroja.
Qué pecado, Jiwoo.
—¿Cómo que no le dan? —y, para tener un fuerte golpe que lanzarse luego, a ella se le escapa su interrogante. Traga saliva, tiene esperanza con que haya oído mal. Sí, debe ser eso.
Pero, ¿quién mierda entra a un estado de pánico cuando su dulce e 'inocente' novia hace referencia de una frase de doble sentido?
Sí, Heejin.
Se pone más nerviosa el momento que su novia la mira con toda la obviedad del mundo.
—Pues no le dan, Heekki —suelta ella con un tono dulce, escondiéndose más en los brazos de la alfa—. No le dan leche la fresas que a mi me pone de buen ánimo y por eso esta de gruñona, pobrecita.
Puede respirar en paz; su bebé aún es pura.
—¿Por qué? ¿Pensaste en otra cosa a la que me refería? —se gira de su posición aun en su regazo observándola con orbes de una niña desentendida.
—Nope —contesta dejando otro beso en su cabellera mientras resonaba el timbre de clases avisando que de habían pasado de la hora programada y que la mayor tenía que retirarse.
Jiwoo lloriquea como cachorra porque no le
apetecía alejarse de su alfa ni un centímetro, y Heejin sólo le prometió comprarle leche de fresas si le esperaba hasta el momento de almorzar, obligando inmediatamente a su novia aceptar con una ancha sonrisa y un beso en la mejilla que hizo oír ese 'mua' típico en el.
Ahora tan sólo debe esperar por su leche de fresas pacientemente.
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