Capítulo 05.
—¿Jungkook Hyung no va a venir por ti? —preguntó Yoongi.
—Me dijo que no podía pero no me dijo el porqué —pinchó un pedazo de lechuga y se lo comió.
—¿Y no sientes nada a través del lazo?
—Mjum, siento la necesidad de estar con Jungkook en este instante.
—Raro.
—Sí, luego de clases voy a ir a su casa, quiero saber como está.
—Ya , ¿te puedo preguntar algo Jimin? —el alfa empezó a remover su comida.
—Sí, dime.
—¿Qué se le regala a tu pareja cuando cumple 7 meses de estar juntos?
—No sé, recuerdo que le regalé una pulsera de galletas a Jungkook y él me regaló un algodón de azúcar, tal vez lo veas como regalos raros pero son cosas que a ambos nos gustan, pienso que deberías regalarle algo que a Taehyung le guste.
—Buena idea Hyung, gracias.
—Para servirte.
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Jungkook estaba dando vueltas por la cama, su celo había empezado y su tigre reclamaba a su omega, necesitaba a Jimin pero su parte humana era consciente de que el omega tenía que ir a sus clases, sonó el timbre de la casa y pensó que era alguien en busca de alguna de sus mamás o hermano.
—Jungkook, hijo —llamó su mamá omega—. Jimin está aquí, los dejo solos.
El alfa se puso detrás de la puerta y escuchó al omega, quien aún no entraba —Hyung, no me dijo porqué no me podía ir a buscar así que vine a verlo,¿puedo pasar?
El alfa abrió la puerta y la cerró cuando atrajo a Jimin a su cuerpo, fue directo a su cuello en busca del olor más el aroma del omega, Jimin dándose cuenta del estado del alfa.
—Hyung va- —no pudo terminar la frase ya que los labios del alfa atacaron los suyos, el mayor tomó al omega por su glúteos haciendo que este saltara y enrollara sus piernas sobre la cintura de este y rodeara sus brazos alrededor de su cuello.
Jungkook pegó a Jimin de la pared para no perder el equilibrio, mordió el labio inferior del omega sacándole un gemido a este, el rubio abrió la boca para darle acceso a la lengua del alfa, no sabía que necesitaba un beso así con su Hyung.
—Jungkook —debía admitir que le gustaba el beso, pero había gente en la casa y sería muy vergonzoso que los escucharan, además de que por el color de ojos de Jeon sabía que su alfa estaba presente y no él—. Jungkook, quiero a Jungkook.
Y como por arte de magia los ojos del alfa volvieron a ser negros y sus mejillas se volvieron rosadas por la posición comprometedora en la que estaban.
—Eh, yo, este —el omega volvió a besar al alfa pero esta vez más suave y tranquilo.
—Me gusta esta posición —confesó—. Tu alfa es muy pervertido, en cambio tú eres una bolita de azúcar, ahora —se bajó de los brazos del alfa, lo tomó de la mano y se acostaron en la cama cara a cara, Jimin puso su mano en la mejilla del alfa y montó una pierna encima de este—. Me voy a dedicar a darte besitos.
Y así pasaron los demás, terminaron con los labios hinchados, y con la señora Jeon con un nuevo chisme para conversar con su esposa.
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