15
- Dime por favor, necesito saberlo
- Rosé yo soy culpable de lo que se me acusa. - Confesó
- ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?
- Yang se lo merecía por querer propasarse contigo
- No Jisoo, ninguna persona merece morir, no debiste hacerlo, tampoco a la otra chica que encontraron ¿Quién era? - Preguntó
- Eso fue un accidente, te lo juro, se me salió de las manos, no pude evitarlo. - Explicaba. - Yo no solo cometí esas dos cosas Rosé
- ¿Qué dices? ¿Acaso hay más? - Preguntó
- He cometido muchos errores, he hecho cosas horribles, pero hay una de la cual me arrepiento completamente, algo que yo te hice
- ¿De qué hablas? No te estoy entendiendo
- Rosé quería decírtelo yo, por eso estoy aquí dándote la cara, necesito confesarte algo. - Estaba demasiado nerviosa
- Dilo ya, me estas asustando
- Rosé yo fui quien abusó de ti. - Confesó
- No, no puede ser. - Negaba. - Dime que no es cierto
- Es verdad Rosé, yo abuse de ti aquella noche, lo planee todo. - Se levantó su camiseta. - Este es el tatuaje que recuerdas de tu agresor. - Enseñó aquel tatuaje en la parte baja de su abdomen. - Soy yo
- No Jisoo, tu no, dime que no es cierto Jisoo. - Comenzó a llorar. - ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Por qué?!
- Tu me gustabas demasiado, pensé que nunca me harías caso, yo estaba obsesionada contigo a tal grado de hacer eso
- ¡No Jisoo no pude ser! ¡No tu no ppr favor!
- Después me enteré que intentaste quitarte la vida a causa de lo que yo te hice, me sentí culpable así que me acerque a ti para remendar mi error
- ¡Eres una descarada! ¡Una maldita enferma! ¡Ah maldita sea! - Se quejo tocándose el vientre
- ¿Qué tienes? ¿Sucede algo? - Intentó acercarse
- ¡No me toques! ¡Oh Dios! - Continuaba quejándose. - Se me rompió la fuente. - Avisó
- Déjame ayudarte, vamos al hospital. - Rosé asintió
Jisoo la tomó para después salir de ahí, Rosé le entregó las llaves de su coche subieron y Jisoo arrancó hacia el hospital.
- Tranquila Rosé, ya casi llegamos. - Decía Jisoo
- ¡¿Cómo quieres que este tranquila después de lo que me acabas de decir?! - Gritó enojada. - ¡Es que no lo puedo creer! ¡No puedo creer que me hayas hecho algo así! - Gritaba destrozada. - ¡Yo te amaba Jisoo con toda mi alma! ¡Tu arruinaste mi vida y después fuiste y me reparaste! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me hiciste tanto daño?! ¡¿Acaso nunca pensabas decírmelo?! ¡Ah maldita sea!
- Tranquila Rosé, piensa en nuestra hija
- ¡No me voy a tranquilizar! ¡¿Por qué?! ¡Te has convertido en la persona que más odio y también en la que más amo! ¡Maldita sea Jisoo! ¡Te odio! ¡Te odio! - Aún con su dolor, tanto en el corazón, el alma y los dolores de parto, iba golpeando a la pelinegra. - ¡Te odio!
Jisoo estacionó el auto, habían llegado al fin. Bajó y fue a abrir la puerta y ayudó a Rosé a bajar. De inmediato las atendieron y se llevaron a Rosé. Jisoo tomó su celular y marcó a Jennie para avisarle.
- Hola Jenn, soy Jisoo. - Habló
- ¿Cómo estás? - Preguntó
- No importa como este, mira Jenn, Rosé fue a verme, estuvimos hablando y de pronto comenzó a sentirse mal, mi hija ya va a nacer, estoy en el hospital
- ¿,Te quedaras ahí? ¿O vas a escapar? - Preguntó
- Me quedaré aquí Jenn, dejaré que me arresten, así que avísale a Lisa que estoy aquí
Minutos después Jennie llegaba al hospital y Lisa también, quien era acompañada por policías.
- Bien, procede con tu trabajo. - Le dijo a Lisa, la cual de inmediato ordenó que la arrestaran. - Jennie por favor mantenme informada de lo que pase con Rosé y con mi hija. - Antes de que se la llevaran Jennie la abrazó fuertemente. - Estaré bien Jenn, no te preocupes. - Dijo al verla llorar. - Perdóname por todo. - Sin más los oficiales se la llevaron
Más tarde
Ahora mismo Lisa estaba interrogando a Jisoo para sacarle toda la verdad y asumiera la culpabilidad de sus crímenes.
- ¿Alguna cosa más que desees confesar? - Preguntó Lisa. - Ya has declarado ser culpable de el asesinato de 3 personas ¿algo más?
- Sí hay algo más. - Contestó. - Esto se lo acabo de decir a Rosé, por eso se puso mala y tuve que llevarla al hospital
- Pues entonces habla. - Dijo Lisa
- Yo fui quien abusó de Rosé. - Confesó. - Yo planeé todo, fui yo Lisa
- Eres una desgraciada, te vas a pudrir en la cárcel. - Dijo furiosa. - ¡¿Por qué te acercaste a ella?!
- ¡Porque me sentía culpable! ¡Quería remendar mi error y por eso me acerqué a ella! - Explicó. - Logré sanarla, ella me amaba y yo a ella, pensé que podría dejarlo todo atrás y hacer mi vida a su lado, pero no se pudo. - Lagrimas recorrían sus mejillas. - Ella también me sanó, me hizo bien estar a su lado, reparó muchas de mis heridas y se lo agradezco
- ¡Ya deja de hablar! ¡Me das asco! - La calló yendo hacia ella tomándola de su camiseta. - No puedo creer todo lo que hiciste, eres un monstruo. - Comenzó a golpearla con todas fuerzas. - ¡Maldita desgraciada te voy a matar! - Continuaba golpeándola, sus manos estaban llenas de sangre de Jisoo por todos los golpes que le había dado
- ¡Lisa cálmate por Dios! - Entró Somi para alejarla de Jisoo. - ¡Tranquila por favor!
- ¡Esta maldita enferma fue quien le desgració la vida a mi hermana! ¡Ella fue quien abusó de Rosé! - Gritaba intentado zafarse del agarre de su compañera. - ¡Sueltame que la voy a matar ahora mismo!
- ¡No cometas una estupidez Lisa! - Intentaba tranquilizarla. - Ya está aquí, no va a ir a ningún lado, deja que la justicia se encargue de darle su merecido, tu no Lisa, piensa en tu familia, piensa en tu hija, por favor
***
Jennie ya se había enterado de todo lo que había hecho Jisoo. Desconocía por completo a su hermana, nunca imaginó que sería capaz de hacer ese tipo de atrocidades. Ahora mismo se encontraba en el hospital, su sobrina ya había nacido hace unas horas y necesitaba hablar con Rosé acerca de ella.
- Hola. - Saludó a Rosé entrando a la habitación donde estaba Rosé junto con la bebé. - Tu madre me dejó pasar
- Claro Jennie, pasa por favor. - Le dijo. - Ven a conocerla
Jennie caminó hacia ella colocándose a un lado y observó a la bebé.
- ¿Puedo cargarla? - Preguntó y Rosé asintió entregándole a la bebé. Jennie soltó el llanto, pues la niña era tan parecida a su hermana, le recordaba demasiado a cuando Jisoo era una bebé. - Dios que linda eres pequeña
- Sí, es muy bonita
- Rosé me acabo de enterar acerca de lo que te hizo Jisoo
- No me lo recuerdes. - Comenzó a llorar. - Te juro que cuando desperté creí que era un sueño, que Jisoo entraría por esa puerta con nuestra hija en brazos, pero no es así, todo fue realidad
- Rosé se que lo que te hizo mi hermana fue horrible, yo entiendo si no quieres cuidar de la niña, con toda confianza te digo que yo puedo hacerme cargo de ella. - Ofreció
- No Jennie, ella es mi hija y la hija de Jisoo, pero no de la asesina, es hija de la Jisoo de la cual yo me enamoré, de la tierna, dulce, cariñosa. - Limpiaba sus lágrimas. - Agradezco tus palabras, pero es mi hija, yo me haré cargo de ella
***
El juicio de Jisoo se había llevado a cabo hace unos días. Su sentencia; cadena perpetua por los múltiples delitos cometidos. Ahora mismo ya se encontraba instalada en su celda de prisión.
- Así que tu eres la nueva. - Dijo una mujer. - ¿Qué fue lo que hiciste para terminar aquí? - Preguntó pero Jisoo no respondió. - ¡Te estoy hablando imbécil! - Gritó tomándola de su camiseta. - ¡Contéstame!
- ¿Para qué quieres que te lo diga? Ustedes ya saben todo sobre mi, no se hagan las que no saben. - Le contestó
- ¡A mi no me hables así! - Amenazó. - Veo que tendremos problemas contigo, bueno pues entonces, déjame enseñarte quien manda aquí. - La mujer le habló a otras mujeres. - Denle una lección para que aprenda quien manda aquí. - Ordenó a las reclusas
Ellas de inmediato la tomaron y comenzaron a golpearla entre todas. Jisoo intentaba defenderse pero era imposible.
Días después
El día de hoy era de visita. Sinceramente Jisoo no esperaba a nadie, pero se sorprendió al ver que si fue llamada, entonces alguien vino a verla. Al llegar miró a su hermana, sonrió al verla, fue hacia ella y se sentó delante de ella.
- Hola Jenn. - Dijo sonriendo. - No esperaba a nadie, después de todo lo que hice, creí que me odiabas
- Has cometido errores muy graves lo sé, pero sigues siendo mi hermana y no voy a dejarte sola
- Deberías hacerlo Jenn, no quiero que sufras por mi culpa, se que estas peleada con Lisa. - Tomó sus manos. - No quiero que destruyas tu matrimonio, yo quiero que seas feliz, mira Jenn yo aquí solo tengo tres opciones, me matan, me suicido o muero aquí de vieja, yo solo saldré de aquí en un ataúd
- No digas eso por favor, yo siempre estaré contigo, cada mes vendré a visitarte, no te dejaré sola y por favor deja de insistir con que me olvide de ti porque eso no va a suceder. - Dijo firme
- ¿Cómo están Rosé y mi hija? - Preguntó
- Yo las veo bien, saliendo adelante. - Jennie le entregó una fotografía. - Ella es tu hija
- Es hermosa. - Dijo mirándo la fotografía comenzando a llorar
- Es idéntica a ti, se llama Hayul
- Hayul, que lindo nombre igual que ella, es tan hermosa. - Miraba fijamente la foto. - Me arrepiento tanto Jenn, ahora mismo estuviera con ella, cuidándola, la tuviera entre mis brazos, le daría de comer. - Limpió sus lágrimas. - Tantas cosas que haría si no hubiera hecho toda esa mierda
- Yo te mantendré al tanto de ella, cada mes te daré una foto para que veas como va creciendo, en un futuro te traeré fotos de cada uno de sus cumpleaños, te lo juro
- Muchas gracias Jenn
- Cuídate mucho por favor, mira como estas. - Le dijo al ver sus golpes. - ¿Qué te pasó?
- Pues me golpearon, pero no importa, de verdad, no te preocupes
- Por favor no te ganes enemigos ahí dentro, no quiero que te pase nada malo
- No pasará nada Jenn
- Eso espero, creo que ya se terminó el tiempo, nos vemos el próximo mes
- Aquí estaré esperando por ti Jenn, te quiero mucho
Nos vemos más tarde con el capitulo final 🤠
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