026.
ZAYN.
—¿Por qué estoy haciendo esto? —dejandome caer en uno de los sofás, cruce mis brazos sobre mi pecho y le envie una mala mirada a Harry.
La aparición de sus hoyuelos solo logró que quisiera golpearlo con más fuerza—. Porque eres mi primito querido y me amas lo suficiente para hacer cosas por mi.
Bufé, esa seguro que no era una de las causas. La única razón por la que habia salido con él era porque Liam habia insistido en ello. Según lo que me habia dicho, queria darme una sorpresa y la arruinaria si estaba girando a su alrededor todo el día. Así que al no tener otra cosa que hacer, me habia enviado con Harry a tomar un maldito helado a un lugar repleto de personas que solo me causaba escalofrios.
Harry se deslizó frente a mi y soltó un suspiro—. ¿Que quieres hacer ahora?
—Irme a casa.
—Eso no va a poder ser, Liam me pidio que te mantuviese entretenido por algunas horas más —se encogio de hombros—. Además, hace mucho tiempo que no salimos juntos.
Si, habia una razón por la que no saliamos juntos y era que no soportaba a Harry y su hiperactiva personalidad mucho tiempo. Pero mamá habia dicho que decirle al chico de frente que era insoportable era de mala educación, así que solo evitaba salir con él para no verme obligado a recordarle ese detalle.
—¿Quieres un helado? —preguntó por centecima vez.
—No.
Gimió bajito—. ¿Por qué?
—¿Sabes la cantidad de grasas saturadas que tienen esas cosas? Joder, comer uno de esos es como tragarse una bomba de tiempo, no quiero morir de un paro cardiaco siendo tan joven por culpa de un helado.
—Estoy seguro de que eso solo sucederia si comes muchos de ellos. —replicó.
—Si, bueno, disculpame por ser precavido pero no quiero que mi colesterol se dispare —me defendí—. Y eso que ni siquiera comencé a hablar de su alto contenido de azúcar.
Levantó las manos, enseñandome las palmas mientras se ponia de pie—. Bien, yo si quiero uno —soltó—. Vuelvo enseguida, trata de no espantar a nadie en lo que no estoy.
—No te prometo nada.
Lo observé alejarse hacia la tienda de helados mientras me acomodaba en el sofa, jugueteando con las bolsas de azucar que estaban dentro del pequeño recipiente en el centro de la mesa. Levanté la mirada, confundido, cuando tres figuras se empujaron en el sofá frente a mi, dos de ellas empujando a la tercera hasta que estuvo encerrada entre sus cuerpos.
Elevé una ceja, observando a mis tres no-invitados. Dos chicas, obviamente gemelas, sus rasgos eran muy parecidos y aunque no podia distinguir el color de su cabello, podia decir que era claro y del mismo tono. No me fue dificil reconocerlas, era demasiado bueno en eso de recordar personas y las habia visto antes, cuando tenian unos diez años pero no habian cambiado mucho.
—Phoebe y Daisy Tomlinson —murmuré antes de observar a su pobre victima, quien tenia una expresión de querer besar sapos a seguir a esas dos. Reconocerlo a él fue muchisimo más facil, habia visto rasgos similares mucho últimamente—. Eres el primo de Liam, ¿verdad?
Asintió—. ¿Tu eres su novio?
—Eso dice él —murmuré antes de mirar entre ellos con curiosidad—. Voy a arrepentirme de decir esto pero, ¿que quieren?
Ellas sonrieron, él gimió dolorosamente. Una de ellas elevó la mano para detener a su hermana antes de mirarme—. Antes que nada, ¿como rayos nos reconociste? No recuerdo haberte visto antes, solo en la fotografia que Harry nos enseñó.
—Las vi una vez hace unos años y tengo buena memoria —me encogí de hombros—. Ahora, diganme que quieren.
Compartiendo una mirada entre ellas, volvieron a verme—. Queremos que le digas a Todd lo bueno que seria salir con Harry.
—¿Por qué quieren que le mienta al chico? —pregunté confundido.
La que no habia hablado me frunció el ceño—. Hey, pensé que ustedes se llevaban bien.
—Lo hacemos, eso no quiere decir que crea que es una buena compañia.
—¿Lo ven? Sabia que Harry era un idiota —Todd intentó escapar de ellas pero no le permitieron salir de entre sus cuerpos—. Su propio primo esta lo diciendo.
—Yo no dije que fuese un idiota, deja de llamarlo de esa manera —mi voz salió más enojada de lo que pretendia, logrando que los tres me miraran aun más confundidos—. Acepto que Harry es el tipo de persona que me altera los nervios pero eso no quiere decir que sea un mal chico o un idiota, es solo... especial.
Todd volvió a acomodarse—. ¿Especial? —elevó una ceja—. ¿Quieres decir que es un pesado, insufrible e incansable, que no acepta un "no" por respuesta?
Esa frase casi me hace reir, ya que yo podia utilizar esas mismas palabras para poder describir a otra persona—. A veces, necesitamos de personas como Harry para que sacudan nuestro mundo y nos muestren que hay más cosas en el mundo de las que querermos ver.
—Me gusta mi pequeño mundo.
—Dejalo que te enseñe una pequeña parte de su mundo y luego preguntate si lo que tenias en verdad era suficiente —me deslicé fuera del sofá—. Me tengo que ir, diganle a Harry que lo veo luego.
Sin dejarlos responder me aleje para poder bajar las escaleras. Queria ir con Liam y darle las gracias por muchas cosas, era extraño como la simple acción de poner las cosas en perspectiva te dejaba ver muchas cosas que antes no veias.
(...)
En cuanto llegue a la casa de Liam, me detuve frente a la puerta principal, debatiendome entre tocar el timbre o simplemente entrar. Liam me habia dicho que no lo hiciera y que fuera directamente al tercer piso, a su parte de la casa pero no estaba seguro de si debia hacerlo. Años de reglas sociales y modales golpeados dentro de mi cabeza, me impulsaron a llegar al timbre y apretarlo.
Escuché la música hacer eco dentro de la casa por un momento antes de que pasos rapidos se apresuraran a la puerta, me sorprendi bastante cuando no fue Liam quien abrio la puerta. Una mujer alta de largo cabello y simpatica sonrisa me devolvió la mirada.
—Hola, ¿puedo ayudarte en algo? —preguntó amablemente.
—Yo...uh... —me rasque la nuca con nerviosismo—. Mi nombre es Zayn y...
—Oh dios, ¿tu eres Zayn? —parpadee sorprendido por su entusiasmo cuando se acerco para tirarme a un abrazo que respondí con torpeza—. Liam me ha hablado mucho de ti, pensé que nunca te conoceria.
—Es un gusto conocerla tambien, señora Payne. —murmuré algo avergonzado.
—Dime Karen —pidio antes de soltarme y hacerse a un lado—. Supongo que vienes a ver a Liam, él esta arriba.
—Gracias, K-Karen —susurré, apresurandome por las escaleras con rapidez, agradecido de que ella no quiso interrogarme o hablar conmigo realmente. Era malo en aspectos sociales, realmente muy malo.
Cuando llegué a la puerta de Liam, no dude en entrar sin tocar.
—¿Liam? —llame, observando alrededor en busca de alguna pista del chico.
—Hey, pequeño —saludo desde el segundo piso—. Pensé que tardarias más.
—No habia mucho que hacer. —evadí, dirigiendome a las escaleras—. Estaba aburrido.
—Dejame adivinar, ¿le dijiste a Harry todos los contras de consumir helado? —podia escuchar la risa en su voz.
Le fruncí el ceño—. Hey, esas cosas son como... —me detuve frente a él, mirandolo con preocupación—. Tu labio esta roto.
—¿Enserio? —tocó el mismo distraidamente, haciendo una mueca—. No me habia dado cuenta.
—Si lo habias hecho —acusé. Mirandolo con atención—. ¿Que sucedio?
—No sucedio nada, solo me golpee accidentalmente.
—No te creo. —solté.
—Me aferrare a mi declaración —rodeo mi cintura con su brazos y me jaló a su pecho, dejando un beso suave en mis labios—. Te quiero, ¿lo sabes?
Eso me tomó desprevenido—. Yo... —me aclaré la garganta—. Creo que no me lo habias dicho antes.
Sonrió—. Entonces te lo digo ahora —junto nuestras frentes—. Te quiero, Zayn, y haria cualquier cosa por hacerte feliz, recuerda eso siempre.
—Liam, yo... —no entendia sus palabras.
Él no me dejó pensarlo mucho cuando tomó mi barbilla y unió nuestros labios en un suave beso, haciendo pure mis pensamientos. El maldito tenia un don para dejarme tonto con solo un roce de su boca sobre la mía. Tenia muchas cosas que decirle, darle las gracias por varias razones pero me di cuenta de que él ya sabia todo eso. Podia tener un coeficiente más alto que el suyo pero Liam era mucho más inteligente que yo y confiaba en él, en todos los sentidos. Y él lo sabia.
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