Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

011.

ZAYN.

Bostezando, extendí mis brazos sobre mi cabeza, escuchando mis huesos tronar y sacudiendome los restos de sueño. Mi acompañante no invitado se movió a mi lado, apretando más la almohada entre sus brazos mientras me empujaba unos centimetros más fuera de la cama con su trasero. Fruncí el ceño, enviandole mi peor mirada pero teniendo en cuenta que estaba inconsciente, no tuvo mucho resultado. Suprimiendo la urgencia de golpearlo para que despertara de un susto, tome mis lentes de la mesa de noche y me arrastre fuera de la cama.

Era sabado, el único día de la semana en que me levantaba temprano sin quejas. Habia estado siguiendo la misma rutina desde los diez años por lo que ni siquiera abrí los ojos cuando salí de la habitación y me dirigí al baño para encargarme de mis asuntos. Una vez que eso estuvo echo, baje a la primer planta y entré a la cocina, encendiendo la cafetera y llenando un vaso de agua para ponerlo en el refrigerador -sabia que lo necesitaria luego.

Liam iba a obtener el grandioso despertar que se merecia, pero antes necesitaba hacer algo.

Con un vaso de zumo en la mano me dirigí por el pasillo y abrí la última puerta, asegurandome de cerrarla antes de rodear el escritorio de pesado caoba y sentarme en la comoda silla acolchonada detrás del mismo. Revisando rapidamente, tome una hoja olvidada sobre un mueble cercano y la doble un par de veces antes de colocarla sobre el escritorio, apoyando el vaso encima antes de acomodarme mejor en la silla. Subiendo mis piernas, las coloque contra mi pecho y dejé que mis ojos vagaran alrededor.

La oficina era pequeña, con el gran escritorio frente al ventanal que ocupaba toda la pared detrás de mi, una biblioteca, una chimenea y un par de vitrinas que complementaban el ambiente sobrio. Las paredes eran de un color claro pero no sabia cual exactamente, las ceramicas del suelo oscuras hacian juego con los pocos objetos decorativos. Solo dos fotos adornaban las paredes y en ninguna aparecia yo. Nunca me habia gustado la oficina de papá pero era la única en la que podia tener privacidad para usar la computadora a mi antojo.

Encendiendo el aparato, esperé a que la pantalla se abriera antes de acomodar la camara en mi dirección y oprimir el botón para que comenzara a grabar. Usaba las horas de la mañana, en las que sabia que todos estaban aun dormidos para que nadie pudiese escucharme.

Mi imagen me devolvió la mirada desde la pantalla e hice una mueca detrás de mis lentes de pasta—. Hola —mi voz sonó debil y el chico frente a mi se mordisqueo el labio—. Sé que seguramente no veas esto, tu nunca lo haces. No tienes tiempo para mi y lo entiendo, lo he comprendido desde hace mucho tiempo. —susurré la última parte, mirando mis uñas para intentar evitar las lagrimas—. Te extraño, K, quiero que vuelvas. Me siento muy solo, mamá y papá no me entienden y me siento tan perdido. Han estado sucediendo cosas y solo... si tu respondieras mis llamadas seria... solo quiero hablar contigo, hermano, te necesito.

Intenté detenerlo pero el sollozo escapó de mis labios antes de que pudiese hacer algo. Hundiendo mi rostro detrás de mis piernas intenté tomar un respiro profundo para calmarme pero eso solo hizo que el llanto se intensificara. Quitandome los lentes empañados, refregue mis ojos y suspiré. No podia llorar, no debia hacerlo.

—Conocí a alguien —observé la condensación del vaso de zumo, algunas lagrimas aun bajaban por mis mejillas pero intenté ignorarlas, al igual que el sonido ahogado en mi voz—. A decir verdad, lo conozco desde hace algún tiempo pero nunca habiamos hablado antes. Se llama Liam —fruncí el ceño, tomando un respiro—. Él me confunde.

Miré la pantalla brevemente, el chico de oscuro cabello desordenado me devolvió una mirada triste por lo que volví a mirar el vaso.

—Él es fastidioso. Lo he tratado un poco... he sido yo mismo con él varias veces pero sigue allí, no quiere alejarse y eso me asusta muchisimo —me pasé los siguientes minutos hablando sobre Liam y lo molesto que era. Cuando me di cuenta de ello, me detuve de golpe y sentí mis mejillas sonrojarse—. Probablemente deberia editar eso pero como no vas a ver esto, no le veo el sentido. Solo queria desahogarme con alguien y tu siempre has estado allí pero... —suspiré, sacudiendo la cabeza—. Solo espero que estes bien, hermano.

Sacudiendo la cabeza, detuve el video y se lo envie a mi hermano sin molestarme en dar un saludo final. Enviaba un video por semana pero jamás recibia una respuesta del chico más allá de un saludo que mi madre me trasmitia cuando Keegan llamaba en el horario que me encontraba en la secundaria. Habia comenzado a pensar que hacia eso a proposito pero no habia dejado que eso matara mi esperanza de que mi hermano seguia queriendome.

Apagando la computadora, tomé mi vaso de zumo, arrojando la hoja a una papelera cercana antes de salir de la oficina asegurandome de dejar la puerta cerrada. Volviendo a la cocina, bebí un par de tragos del jugo en mi mano y lo deje a un lado para poder tomar una de las botellas de agua y el frasco de analgesicos. Tomando el vaso que habia dejado en el refrigerador, subi las escaleras hacia mi habitación con rapidez.

Liam seguia en la misma posición, lo que me dio cierta satisfacción al ver que mi victima no iba a saber de mi plan hasta que fuese demasiado tarde. Si, era un poco hijo de perra, demandenme.

—Liam —lo llame suavemente, dejando la botella y los analgesicos sobre la mesa de noche. El chico no se movió ni un centimetro ante mi llamado—. ¿Liam?

Al no recibir ninguna respuesta, hice lo que cualquier persona en mi lugar haria. Arroje todo el contenido del vaso sobre el rostro del chico. Liam se sentó de golpe, gruñendo una maldición mientras sacudia la cabeza en un intento de alejar el agua.

Me fulminó con la mirada cuando logró aclararse—. ¿Por qué hiciste eso?

—Entraste a mi habitación sin permiso, borracho y te metiste a mi cama —le recordé, omitiendo a drede lo demás—. ¿Pretendias que te despertara con un beso como a la Bella Durmiente?

—Hubiese sido bonito.

Tome la botella de agua y lo analgesicos—. Lastima, yo no soy una persona de buenos habitos —le tendi ambas cosas—. Tomate esto para alivianar la resaca y levantate, hice café.

Tomando algo de mi ropa del closet, me voltee para salir de la habitación y fruncí el ceño al ver que Liam se habia vuelto a acostar sobre la mojada almohada. Y luego yo era quien tenia mala actitud en las mañanas. Sacudiendo la cabeza, decidí que podia dejarlo dormir un poco más mientras hacia mis tareas.

LIAM.

Mi telefono sonaba y mi trasero vibraba.

Aunque lo segundo no era tan malo, lo primero comenzaba a irritarme verdaderamente. Soltando un gruñido, maldije al idiota que estaba molestando mi sueño y extendi mi mano para buscar el aparato. Alguien iba a recibir un insulto mañanero con aliento a... dios, ni siquiera queria comparar el olor de mi boca con algo, seguramente eso seria algo muy asqueroso.

—¿Que? —gruñí al atender.

—¡Liam James Payne, ¿donde rayos te has metido?! He estado preocupada por ti toda la mañana, ¿cuantas veces te he dicho que si vas a dormir fuera me avises donde te vas a quedar? Podria sucederte algo y yo jamás me enteraria, ¿acaso no tienes consideración por el debil corazón de tu pobre madre?

Bufé ante eso último, mamá podia ser cualquier cosa menos debil—. Lo siento, no tenia pensado quedarme fuera pero me dormi y...

—Bien, lo entiendo. ¿Donde te encuentras?

Miré a mi alrededor, repasando la habitación de Zayn con la mirada, deteniendome brevemente en la ropa doblada al final de la cama y el cepillo de dientes en su estuche sobre la misma. Sonreí. Zayn podia ser un asco socializando pero el chico era un buen anfitrion, aun despues de que me habia auto invitado a su casa y a su cama.

—En casa de un amigo.

—¿Tienes pensado volver en algun momento de hoy? —preguntó.

Pensé en ello por un momento mientras bajaba los pies de la cama—. No, tengo planes para hoy pero seguramente llegue a cenar.

—Esta bien, cuidate y no hagas nada imprudente.

—Jamás lo hago —escuché su risa antes de despedirnos y cortar.

Tomando la ropa y el cepillo, -no sin antes tomarme uno de los benditos analgesicos sobre la mesa de noche- me dirigí al baño y me di la ducha más rapida de mi vida, asegurandome de dejar las cosas en el lugar exacto en que las habia encontrado. Comenzaba a pensar que Zayn no solo tenia problemas para socializar, sino que, basandome totalmente en el perfecto orden de sus cosas, el niño tenia un poco de TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Secando mi cabello con una toalla, la deje dentro del bote de ropa sucia y decidí salir a buscar al pequeño nerd, le debia una buena disculpa al chico.

Encontré a Zayn acurrucado en el suelo de la sala con un montón de libros y hojas con garabatos rodeandolo. Sonreí, el chico realmente era tierno. Debi haber producido algun sonido porque el moreno saltó de golpe y se sentó, una mirada adormilada en su rostro.

—Oh, despertaste. —susurró, quitandose los lentes frotó sus dedos sobre sus ojos—. Hice café pero creo que ya esta frio.

Miré el reloj en mi muñeca brevemente, aun era temprano—. ¿Que dices si te invito a desayunar fuera?

Me dedico una mirada desconfiada—. ¿Que estas planeando?

—Te prometo que no tengo segundas intenciones —levanté las manos en señal de paz—. Solo un desayuno de amigos, ¿aceptas?

Él lo pensó un momento antes de hacer una mueca—. Realmente tengo hambre y no sé cocinar nada —susurró. Suspirando, asintió—. Esta bien, desayuno de amigos.

Sonreí, extendiendo mi mano para ayudarlo a levantarse—. Desayuno de disculpas por ser un lastimoso estupido y molesto.

Pude ver el espasmo en sus labios, la sonrisa intentando aparecer. En ese momento, me di cuenta de que no habia visto a Zayn sonreir ni una vez. Me prometi a mi mismo que iba a hacer todo lo que estaba a mi alcance para poder ver una expresión así en su rostro. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro