Un grupo de jóvenes respiraban hondamente tras el pitazo del árbitro que daba por culminada la segunda parte del partido amistoso que habían sostenido esa tarde.

Fue un gran juego, decía uno de ellos.

Sí, jamás pensé que sería tan difícil poder ganarlo, acotaba otro.

Eso es cierto, Genzo no pudo descansar para nada los 90 minutos de juego, respondía un joven de rostro tierno, observando hacia el lugar donde su amigo de gorra, le daba la mano a un joven de cabello largo de color rubio.

Sí, es cierto, de no haber sido por el tiro al ángulo de Kojiro, hubiéramos quedado empatados, decía Matsuyama

Cierto, dijo Jun, haciendo una pausa para acotar: Pero ese tiro pudo darse gracias al trabajo conjunto de todos.

Totalmente de acuerdo, tu pase fue espectacular Tsubasa, decía el moreno, mirando al nombrado.

Y tu tiro extraordinario Kojiro, respondió Tsubasa.

¿Y yo qué?, hasta lastimado quedé por evitar el empate, decía Ryo, mientras un joven de gorra se acercaba al grupo.

Buen trabajo chicos, en especial a ti Ryo, veo que has mejorado tu técnica facial, ahora detienes el balón con más fuerza con tu rostro, eso es de valientes, decía Genzo, mientras llegaba junto a sus amigos.

Al menos alguien reconoce mi esfuerzo, y si, he perfeccionado mi técnica facial, me baso en la intuición, me concentro mucho en cada jugada, en cada movimiento del rival para poder pensar hacia dónde podría ir el balón, respondió Ryo.

Vaya, dijeron algunos de los presentes sonriendo.

Por ello no es necesario que expresemos nuestro agradecimiento a ti Ryo, porque como eres tan observador e intuitivo ya debes saberlo, decía Taki sonriendo, haciendo reír a sus amigos.

La plática de los chicos fue interrumpida por un grupo de jóvenes del equipo contrario que se acercaron a estrechar la mano de sus rivales.

En tanto:

En las graderías un grupo de chicas platicaban entre ellas tras la finalización del partido.

Entonces en unas horas se verán, decía una de ellas.

Si, Maki, Taro me dijo que pasaría por mí para que me invite a cenar, respondía emocionada Azumi.

Nosotras también saldremos con nuestros novios, justo le estaba platicando a Yayoi de ello, y ella me dijo que también quedó con Jun en verse hoy, decía Yoshiko.

¿Y qué hay de la maratón de películas en parejas?, acotaba Noriko.

¿Maratón de películas?, decían las chicas intrigadas.

¿Qué sus chicos no les han dicho nada de ello?, respondió Noriko.

No, dijeron las chicas a coro.

De seguro hoy se los dice, al menos a las que verán hoy, pues hasta donde sé los chicos quedaron en reunirse en parejas para ver un maratón de películas en casa de Jun, y ello se tiene que dar antes de que los chicos regresen a sus clubes, agregó Noriko.

Entonces nosotras no estamos invitadas, decía Reiko, mientras Narumi, Mei y Kumi, asentían.

Ah no chicas, si es cierto lo del maratón de películas estaremos todas, por algo somos amigas, y ellos también son sus amigos, respondió una chica de porte atlético.

Pero Maki, solo será una reunión de parejas, decía Narumi.

Pues si ese es el problema, se traen a sus novios y ya, respondió Sanae, mientras Maki asentía.

Pero yo no tengo novio aún, decía sonriendo nerviosa Mei.

Pues ese no es problema, le pediré a mi bombón de chocolate que lleve a sus dos amigos, respondió sonriendo Maki.

¿A los bombones de Wakashimatzu y Sawada?, decía sonriendo Reiko.

Sí, ellos son sus mejores amigos, y estoy segura que si yo le pido que los lleve él lo hará, respondió Maki, al tiempo que un hombre de uniforme se acercó al grupo de jovencitas.

Señoritas disculpe las interrumpa, pero ya tienen que salir del estadio, decía el hombre.

¡Eh! sí, claro, claro, dijeron las jovencita, mientras se ponían de pie para abandonar el lugar.

Horas después:

Un joven de rostro tierno tras darle un dulce beso a su novia, abría la puerta de un auto para que esta subiera.

No sabes lo feliz que me siento de estar junto a ti, decía Azumi con una dulce sonrisa en su rostro.

Yo también estoy feliz, respondió Taro, mientras encendía el auto.

En tanto:

Una jovencita de porte atlético junto a un jovencito de cabello desordenado llegaban corriendo a darle el encuentro a su hermano mayor.

Tsubasa, ya estás aquí, decía Daichi.

Buen partido hermanito, acotaba Maki.

¡Gracias! dijo Tsubasa, haciendo una pausa para acotar: Kojiro me dijo que mañana vendría a verte.

Lo estaré esperando ansiosa, respondió Maki.

¿Y mamá?, dijo Tsubasa.

Fue por algo que le faltó para la cena, respondió Daichi, haciendo una pausa para acotar: ¿Me enseñas ese tiro que hiciste hoy?

Por supuesto, dijo Tsubasa sonriendo.

Entonces voy por mi balón, acotó Daichi, antes de echar a correr.

¡Tsubasa! dijo Maki, de repente.

Dime hermana, ¿qué pasa?, respondió el mencionado.

Noriko me comentó que los chicos estaban planeando una reunión...., decía Maki, mientras su hermano la escuchaba atentamente.

Restaurante:

¿Sanae extraña?, decía Azumi en tono intrigado.

Sí, bueno eso piensa Tsubasa, como te digo el pobre cree que ella le está ocultando algo, respondió Taro, mientras llevaba un trozo de carne a su boca.

Pues que yo sepa Sanae no le guarda secretos a Tsubasa, desde que ambos aceptaron su amor, no hay secretos entre los dos, ella siempre le comenta lo que le pasa, o sus preocupaciones, dijo Azumi.

Entonces Tsubasa debe andar tensionado para imaginarse que su prometida le anda ocultando algo, respondió Taro.

Aunque, dijo Azumi.

Aunque, ¿qué?, acotó Taro, posando su mirada en su novia.

Sanae si anduvo algo extraña unos días, decía Azumi.

¿Extraña?, respondió Taro.

Sí, pensativa diría yo, y justo fue luego de aquella invitación que ustedes recibieron, dijo Azumi.

La de apoyar a la federación con el reclutamiento de las chicas de la selección juvenil femenina de Japón, respondió Taro.

Sí, dijo Azumi.

No comprendo, ¿por qué Sanae andaría pensativa tras esa invitación?, ¿a poco cree que Tsubasa ya no tendrá tiempo para que puedan planificar su boda?, respondía Taro.

Tal vez, aunque no creo que sea el motivo, porque aún no le han puesto fecha a la misma, dijo Azumi.

Entonces, dijo Taro.

No sé si deba decírtelo, respondía Azumi.

Azumi, dijo Taro, tomando las manos de su novia, mientras la miraba fijamente.

Bueno, está bien, pero no se lo vayas a decir, que sea ella quien lo haga, porque estoy segura que Sanae se lo dirá, en estos días, acotaba Azumi.

Bien, dime que sucede hermosa, dijo Taro.

Sanae quiere ingresar al club de fútbol de la universidad,...., respondía Azumi.

3 Horas después: "Casa Ozora"

Un joven de cabello desordenado platicaba por celular mientras miraba el anochecer en el jardín de su casa.

Que lo que tiene extraña a Sanae tiene que ver con la invitación que recibimos de la federación, decía Tsubasa.

Si amigo, lamento no poder decirte más, pero Azumi me hizo prometerme que no hablaría más, escuchó.

Pero no comprendo, ¿a poco piensa que el asumir una función más nos distanciara?, dijo Tsubasa.

No lo sé amigo, solo sé que tienes que platicarlo con ella, mañana la verás, ¿no?, escuchó.

Sí, mañana la veré, y claro que platicaré de esto con ella, dijo Tsubasa.

Al día siguiente:

¿A dónde va mi hermanito tan guapetón?, decía sonriendo Maki.

Voy a salir con Sanae, respondió Tsubasa sonriendo.

Pues yo también voy a salir con mi bombón de chocolate, decía Maki sonriendo.

Si, ya me di cuenta, respondió Tsubasa sonriendo, al ver a su hermana vestida con ropa no deportiva, como era su costumbre cuando estaba en casa.

La plática de los hermanos Ozora, se vio interrumpida por el sonido del timbre de la casa.

Ring ring ring

Es mi bombón, dijo Maki, antes caminar presurosa hacia la puerta de la casa.

Horas después:

Un par de jóvenes platicaban en una de las bancas de un parque mientras bebían unas sodas.

¿Que lleve a Ken y a Takeshi! decía sorprendido Kojiro.

Si, para que le hagan compañía a Mei y Reiko, ya sabes ellas no tienen novio y hasta donde sé ellos están solteros,..., respondía Maki sonriendo.

¡Maki! ¿qué pretendes?, dijo Kojiro posando su mirada en su novia.

Nada, solo que se conozcan más, y quién sabe tal vez pueda surgir algo, ¿no?, finalmente uno nunca sabe dónde está tu otra mitad, respondía Maki sonriendo.

Si, tienes razón, uno nunca sabe dónde está, dijo Kojiro sonriendo.

¿Qué?, respondió Maki.

¡Eh! nada, nada, niña hermosa, solo que concuerdo contigo, yo nunca imaginé que mi otra mitad la encontraría en mi pupila y mucho menos que esta sería la hermana de la persona que yo consideraba mi rival deportivo, dijo Kojiro con calma.

Sí, es cierto, acoto la jovencita sonriendo.

En tanto:

Un par de jóvenes platicaban mientras bebían unos refrescos en una de las mesas de un local.

¿Qué quieres ingresar al club de fútbol de la universidad?, decía sorprendido Tsubasa.

Sí, ¿o poco crees que no tengo el talento suficiente para calificar?, y solo quedarme como una alumna de un taller deportivo, respondió Sanae con molestia.

¡Eh! no, no mi princesa, yo no he dicho eso, tú eres una chica muy talentosa, ya me lo demostraste cuando asumiste la capitanía del equipo de futbol de tu preparatoria, a lo que me refiero, ¿es por qué ahora y no antes?, estás a punto de terminar tu carrera y pensé que querías dedicarte de lleno a ella, por ello incluso postulaste para tus prácticas en la federación, dijo Tsubasa.

¿Qué?, ¿no te comprendo?, respondió Sanae.

Llevas más de cuatro años en la universidad, 9 ciclos de estudios y en ninguno de esos ciclos quisiste unirte a algún taller, porque según tú no tendrías tiempo por tus estudios, entonces, ¿por qué ahora lo harás?, dijo Tsubasa intrigado.

Por qué quiero llegar a representar los colores de mi país, respondió Sanae con calma.

Pues siendo así solo me queda desearte suerte mi princesa, el camino para que llegues a ser una seleccionada no será nada sencillo, se tomará en cuenta muchos criterios...., decía Tsubasa.

No puedo creer lo que estoy oyendo, acaso no confía en mí, acaso lo que la pesada de Yamamoto me dijo es cierto, según ella, mi Tsubasa y ella ya se conocen, y ambos tienen una gran conexión, pensaba la castaña, mientras su prometido seguía hablando.

Y es por ello que te lo digo princesa, decía Tsubasa mirando fijamente a su prometida, para luego acotar: Princesa, princesa, ¿me estás poniendo atención?

¡Ah! disculpa, si, si te puse atención, y no te preocupes, te demostraré una vez más que puedo lograr lo que me propongo, dijo Sanae, con firmeza, al tiempo que se ponía de pie.

Princesa, dijo Tsubasa tomando la mano de la castaña.

Olvidemos esto sí, mejor continuemos con nuestra cita, respondió Sanae, mientras pensaba: No voy a permitir que destruyan nuestro amor.

Si amor, dijo Tsubasa, luego de ello colocó unos billetes sobre la mesa, tomó la mano de su prometida y juntos salieron del lugar.

Nota:

Aquí les dejo un nuevo capítulo de "Soccer Angells – II Temporada", espero y el mismo sea de su agrado.

¡Gracias de antemano a cada persona que leen esta historia y todas mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios¡

Cuídense mucho (sigan practicando medidas preventivas que nos protejan del covid-19 como: Lavado de manos, uso de mascarilla, distanciamiento social, alimentación saludable) y cuidemos a los nuestros.

Ahora si me despido, con esta historia Dios mediante hasta el  martes de la próxima semana.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.