Un par de jóvenes platicaban a la salida de la federación de futbol de su país.

Te felicito por tu logro Sachi, de hecho, seguirás cosechando más logros pues eres muy talentosa, decía Tsubasa.

¡Gracias Tsubasa! respondió la joven mientras miraba profundamente con sus pupilas verdosas al joven de cabello desordenado, haciendo sentir un tanto inquieto.

No hay porque agradecer, eres talentosa, volvió a decir Tsubasa.

Tú eres mi modelo a seguir, por ello en cuanto supe que gané esa nominación de la "Liga de Oro", quise venir a verte para que me acompañes a festejar mi primer reconocimiento individual, respondió Sachi sonriendo.

Agradezco que me consideres un modelo a seguir, y que hayas venido hasta aquí para...., decía Tsubasa, siendo interrumpido por la joven.

Tsubasa, solo un brindis, en un bar-restaurante cercano a la federación, respondió Sachi, haciendo una pausa para acotar: Sé que como deportistas tenemos que ser muy disciplinados, por ello solo será una copita, lo prometo, además a mí no me gusta beber, solo quiero brindar porque estoy feliz y como te dije si te busque es porque este logro en parte te lo debo a ti, tu eres mi inspiración, mi modelo a seguir desde que empecé en fútbol profesional.

¿Qué hago?, quede con Sanae en ir a verla, es más pasaríamos unas horas juntos en su casa, pensaba Tsubasa.

Solo unos minutos, no más 30, acotaba Sachi, en tono de súplica.

Bien, vamos a algún local cercano para hacer un brindis por tu logro, decía Tsubasa, mientras se dirigía al lugar donde había un auto, sin notar que un grupo de chicos lo miraban desde la entrada principal de la federación.

Esa que va con Tsubasa, ¿no es Sachi?, decía uno de los jóvenes.

Sí creo que es ella, respondió un joven de gorra en tono intrigado.

¿Qué anda haciendo Tsubasa con Sachi?, yo pensé que su apuro era por ir a ver a Sanae, acotaba Ryo.

Pues todos pensamos ello, acotaba en tono confundido Hikaru.

No sean mal pensados, a lo mejor Sachi estuvo en la federación por algún llamado del señor Katagiri y se encontró con Tsubasa, y pues le pidió que la lleve cerca a algún lugar, ¿no?, respondió Taro.

Si eso debe ser amigos, dejen de especular, acoto Jun.

En tanto:

Un apuesto moreno detenía su auto frente a un parque, mientras pensaba: Me dijo que estaba en el campo de futbol de este parque.

Kojiro bajo del auto, al tiempo que empezaba a buscar con la mirada a la persona que andaba buscando.

¡Gracias por venir! escuchó, haciendo que su rostro giré ante el llamado.

¡Hola Yuna! aquí me tienes, ¿en qué puedo ayudarte?, dijo Kojiro con cordialidad, mientras la joven de hermosos ojos azules, lo miraba.

Estuve practicando un tiro, pero no me sale bien, y creo que tú puedes ayudarme a entender que tengo que hacer para que este me quede perfecto, respondió Yuna, haciendo una pausa para acotar: Este fin de semana tengo un partido importantísimo, del resultado que obtengamos depende que mi equipo alcance la punta de liga, ya que ahora estamos a 2 puntos del líder, por ello he estado practicando este tiro pero no me sale como espere, siento que le falta algo para que no tenga fallas, ya que nos enfrentamos no solo a un buen equipo sino además a la mejor portera del país.

Miki Watanabe, dijo el moreno.

Sí, veo que has oído hablar de ella, respondió la peliroja.

E seguido el desempeño de ella por videos y en verdad es muy buena, sin duda necesitaras de un buen tiro para poder vencerla, dijo Kojiro.

¿Entonces me apoyarás a perfeccionar el tiro que vengo ensayando?, respondió Yuna sonriendo.

Por supuesto, dijo Kojiro, mientras pensaba: Mi niña, es por una buena causa que hoy no podré ir a verte, Yuna necesita de mi apoyo, yo la comprendo, yo sé lo importante que es para un delantero poder anotar y más en partidos tan importantes como el que ella tiene que enfrentar el fin de semana, por ello la apoyare con su entrenamiento hoy, pero mañana, pero mañana iré a verte mi niña.

Entonces vamos al campo de entrenamiento, dijo Yuna sonriendo.

Si, vamos, respondió el moreno, sin darse cuenta que desde hace algunos minutos un apuesto jovencito que lo conocía lo estaba observando.

¿Quién será esa chica que está con mi cuñadito?, es muy linda, ¿será alguna amiga?, pensaba Daichi, mientras observaba al par de jóvenes alejarse.

Mientras tanto: "Casa Nakazawa"

Una castaña miraba la hora en su celular por décima vez, mientras pensaba: ¿Y si lo llamo?, él es muy puntual, a lo mejor sucedió algo que está retrasando su llegada, además la cena se enfriara si no llega en diez minutos. Sí, creo que lo mejor será llamarlo, pensaba la castaña, mientras empezaba a buscar en su agenda telefónica el número de su amado para timbrarle.

Luego de algunos segundos lo ubico y procedió a llamarlo. Tras algunos segundos de espera, una voz femenina que ella pudo reconocer contesto la llamada.

¡Alo! escuchó.

La castaña, cortó la llamada, mientras pensaba: Era la voz de Sachi, si era la voz de ella, pero ¿por qué Sachi contesto la llamada que le hice a Tsubasa?, se supone que ella no estaría en la reunión que él tenía con los chicos, además no tiene por qué tomar sus cosas, ni que se tuvieran tanta confianza, ¿o sí la tienen?, si eso debe ser, deben tenerse confianza solo que Tsubasa no me lo ha dicho para no tensionarme, por ello Sachi contesto.

Bar – restaurante:

¡Disculpa! ya estoy de regreso, decía Tsubasa.

Ese es el precio de ser tan talentoso, no hay lugar donde vayas que no te reconozcan, respondía Sachi sonriendo.

Tsubasa solo sonrió ante las palabras de la pelinegra, al tiempo que cogía su celular que estaba en la mesa.

Tuviste una llamada, debido a la insistencia de la misma decidí contestar, pero nadie me respondió, y yo, pues no alcance a darme cuenta quien te llamaba, dijo Sachi, con calma, mientras pensaba: La que llamo fue la estúpida de Nakazawa, pero no pienso decírselo, finalmente él se dará cuenta de ello, yo lo único que quiero es que a partir de hoy empiecen los problemas entre los dos.

Bien, dijo Tsubasa, mientras miraba en su celular quien lo había llamado. Fue mi princesa, de seguro debe estar preocupada, pensó.

¿Hacemos el brindis?, escuchó.

¿Qué?, dijo Tsubasa.

Ya trajeron las copas, acotó Sachi.

Bien hagamos el brindis, dijo Tsubasa.

Parece que estuvieras apurado, respondió Sachi sonriendo.

La verdad si ando un poco apurado, hoy quede en cenar con mi prometida, dijo Tsubasa.

¡Discúlpame! Me lo hubieras dicho, respondió Sachi, fingiendo preocupación. Entonces hagamos el brindis de una vez para que puedas ir con ella, acotó.

Sí, respondió Tsubasa, elevando su copa.

Casa Ozora:

Un apuesto jovencito de cabello un tanto desordenado miraba a una jovencita de porte atlético hacer una secuencia de ejercicios en el jardín de su casa.

Daichi, escucho.

¡Eh! dijo el nombrado, posando su mirada en su hermana.

Desde que llegaste te noto raro, respondió Maki, mientras detenía sus movimientos.

¿Raro?, dijo Daichi sonriendo de manera nerviosa.

Sí, acotó Maki, haciendo una pausa para agregar: ¿Acaso me estás ocultando algo?

¡Eh! no, no, como crees hermanita, dijo Daichi.

Daichi te conozco bien, me estás ocultando algo, acotó la hermosa jovencita, mientras miraba fijamente a su hermano menor.

Bueno, es que...decía de manera nerviosa Daichi.

¿Qué?, respondió Maki, colocando sus manos en sus caderas sin quitarle la mirada del rostro de su hermano.

Vi a Kojiro con una chica, respondió rápidamente Daichi.

¿Qué?, con una chica, decía intrigada la jovencita de porte atlético.

Sí, una chica muy bonita, acotó el jovencito.

Debiste equivocarte, mi bombón con una chica que no sea yo, no lo creo, decía sonriendo de manera preocupada Maki.

Si, tal vez me equivoque, dijo Daichi.

¿Cómo era?, acotó Maki.

Muy bonita, respondió el jovencito.

Eso ya me lo dijiste, descríbemela, ¿Cómo era físicamente?, dijo Maki con firmeza.

Pues su piel es blanca, su cabello rojizo, es alta, casi del tamaño de tu bombón, creo que tiene ojos azules, no pude notar bien ello por la distancia, pero lo que si no pasa desapercibido es su figura, es espectacular, debe ser deportista, añadió el jovencito.

Yuna, dijo Maki con molestia.

¿Qué?, respondió Daichi.

Voy por mi celular, dijo Maki, antes de echar a correr hacia el interior de su casa.

Minutos después:

No contesta, y esta con Yuna, estoy segura que se trata de ella, pensaba con molestia Maki.

Casa Nakazawa:

Ya todo se enfrió, será mejor tirarlo a la basura, decía Sanae con nostalgia y molestia a la vez, al tiempo que se dirigía a la mesa para eliminar todo lo que había preparado para la cena con su prometido.

El pensamiento de la joven se vio interrumpido por el sonido del timbre de su casa.

Ring ring ring

¿Será Tsubasa?, pensó la castaña, al tiempo que se dirigía a abrir la puerta.

Luego de algunos segundos la castaña abrió la puerta, al tiempo que un joven de cabello desordenado la miraba con una amplia sonrisa en su rostro.

¡Hola princesa! disculpa el retraso, me surgió un percance, decía Tsubasa, mientras se acercaba a saludar a su novia.

No te me acerques, respondió la castaña con firmeza, al percibir el olor a licor.

¿Qué?, ¿por qué princesa?, no me digas que estás molesta porque llegue con retraso, decía Tsubasa con calma, haciendo una pausa para acotar: Ya te dije que me surgió un percance.

Un percance llamado Sachi, respondió Sanae con molestia.

Amor, no pienses mal, ahora te explico lo que sucedió, dijo Tsubasa, tomando las manos de la castaña.

Sanae no dijo nada, solo guardo silencio.

Déjame pasar para contarte lo que sucedió, agregó el joven de cabello desordenado.

La castaña respiro hondamente, mientras pensaba: No debo precipitarme, Tsubasa me ama, me ama.

¿Me dejas pasar?, escuchó sacándola de sus pensamientos.

Si, pasa, dijo la castaña con la mayor calma posible.