Ya habían pasado tres días desde que Sanae y sus amigas se encontraban entrenando para el campeonato local de futbol.

Tres días desde los cuales las jovencitas a las justas habían logrado patear el balón pero aún no lograban controlarlo como para poder tener una práctica grupal.

Campo de juego:

¡Buenas tardes profesor¡ ¿cómo van las chicas?, ¿les nota algún progreso?, decía el director al llegar junto al entrenador que estaba observando el entrenamiento de las jovencitas a un costado del campo.

La verdad no mucho pero al menos tienen disposición y eso es muy importante, por ahora estamos en la parte teórica y hacemos pequeños entrenamientos de manejo de balón, ya la próxima semana empezaré con la parte practica, decía el entrenador mientras miraba a una de las jovencitas tirar el balón fuera de la cancha.

Bien, bien hija, solo que la próxima vez procura que el balón vaya a los pies de tu compañera, dijo el entrenador.

Si profesor, dijo la joven.

Al menos ya pueden darle una patada al balón, dijo el director.

Si pero con ello no basta sino hay control del mismo, respondió el entrenador haciendo una pausa para decir: ¿Aún no tiene una respuesta?.

No, aún no, respondió el director con nostalgia.

Federación de Futbol:

Un hombre de lentes oscuros y cabello largo hasta los hombros hablaba con un grupo de jóvenes que estaban parados frente a él.

No comprendo su llamado señor Katagiri, ¿por qué interrumpió así nuestras vacaciones?, ¿acaso hay algún amistoso?, decía un joven mientras su gemelo asentía al igual que el resto de jóvenes que estaba allí presentes.

Chicos se que ahora ustedes están de descanso, comprendo ello pero quiero pedirle su apoyo para un grupo de jovencitas......, decía Katagiri siendo interrumpido por otro de los jóvenes.

¿Quiere alguna donación para alguna institución señor Katagiri?, de ser así ya sabe que cuenta con mi apoyo, decía un joven de gorra roja mientras otro joven de gorra lo miraba con cierta molestia.

¡Gracias Genzo¡ siempre tan colaborador, pero no es un apoyo económico el que estás señoritas requieren, ellas están buscando unos entrenadores de futbol, de preferencia me gustaría contar con un joven que sea experto en cada posición de juego dentro del campo de futbol así esa persona de manera personal se encargara de entrenar a cada una de esas jovencitas........, decía Katagiri mientras los jóvenes escuchaban la propuesta y algunos se miraban entre sí.

Minutos después:

Y es para eso que necesito de su apoyo, chicos si lo piensan bien, será como una manera de entrenamiento para ustedes además el apoyar a otros es un gesto que ennoblece, decía Katagiri.

Me hubiera encantado apoyarlo señor Katagiri pero no podré hacerlo, en estás vacaciones tengo que ir a apoyar a mi padre con el dojo, usted sabe que mis vacaciones las paso en casa de mis padres,......, decía Ken.

Claro hijo comprendo, ¿Y tú qué dices Genzo?, tú no tienes un dojo en donde apoyar en vacaciones, ¿verdad?, dijo Katagiri sonriendo.

No claro que no pero son mis vacaciones señor Katagiri, yo vine a disfrutarlas de ellas no a trabajar, decía Genzo sonriendo.

Pero más que un trabajo será como una manera de distraernos un poco Genzo, decía un joven de rostro dulce.

Bien dicho Taro, ¿contigo si puedo contar hijo?, dijo Katagiri.

Por supuesto, además no creo que el entrenar a alguien nos tome tantas horas al día, dijo con calma Taro.

No, claro que no muchacho, respondió Katagiri.

¿Y cómo se llama la institución a la que tenemos que apoyar?, dijo Tsubasa intrigado.

La Preparatoria para señoritas de Tokio, la única que hay en la ciudad, respondió Katagiri con calma.

Entonces también cuente con mi apoyo, dijo Tsubasa con firmeza mientras pensaba: ¿Por qué Maki no me ha comentado nada de esto?, bueno a lo mejor ella desconoce de este equipo de futbol femenino, de igual manera por precaución es mejor que yo vaya a entrenar a esas chicas así evito que alguno de los chicos que vayan a la preparatoria tengan algún roce con mi hermanita, lo que menos quiero es que Maki se me ande distrayendo en romances.

¿Por qué tan servicial amigo?, ¿apoco hay alguna belleza en esa preparatoria que te esta robando el sueño?, porque de ser así yo también me apunto a apoyar, dijo Genzo sonriendo mirando a su amigo.

Genzo, deja de decir estupideces, yo solo quiero apoyar porque si bien es cierto que estamos de vacaciones nuestro cuerpo no debe quedar al abandono uno siempre debe seguir entrenando y que mejor oportunidad que está como dice el señor Katagiri, respondió Tsubasa con firmeza mientras pensaba: Como si yo anduviera perdiendo el tiempo en romances tontos, una cosas es un pasatiempo otra algo serio y yo pues no quiero nada serio con nadie y menos con ella.

Bueno, bueno, me alegra saber que si puedo contar contigo Genzo, dijo el señor Katagiri sonriendo.

¡Eh¡ dijo Genzo.

El señor Katagiri, ya te anoto amigo, dijo riendo Ryo.

¿Tú también te anotas Ryo?, pregunto Katagiri.

El no creo que le sea de mucha ayuda a esas pobres chicas señor Katagiri, dijo Soda sonriendo.

Y tú si, ¿verdad?, respondió Ryo con molestia.

Bueno más que tú creo que sí amigo pero lamentablemente no tengo tiempo para estar dando apoyo, dijo Soda sonriendo.

Señor Katagiri anote también a Ryo, dijo Genzo.

¿Y tú por qué hablas por mí?, dijo Ryo que aún seguía molesto por su discusión con Soda.

Por qué quiero, respondió Genzo sonriendo.

Chico, chicos, calma, calma, Ryo recuerda nuestras aventuras de la primaria, decía Taro haciendo una pausa para decir: ¿Inolvidables, verdad?, entonces ahora podremos volver a pasarlas juntos ya que trabajaremos en equipo.

Creo que esas aventuras, deben quedarse en la primaria, dijo Tsubasa con calma.

No digas nada Tsubasa, calladito te vez más bonito, respondió Genzo.

Haber, haber, chicos, ¿Ryo si puedo contar contigo?, pregunto Katagiri.

Si, dijo Ryo con firmeza.

Bien ya tengo un portero, un defensa, unos medios campistas que pueden ser delanteros, decía Katagiri.

Yo también lo apoyo señor Katagiri, total estás vacaciones no tengo planeado hacer nada, dijo Hikaru.

¡Gracias hijo¡ tú no solo eres un buen delantero sino además también sabes mucho de defensa, decía Katagiri siendo interrumpido por otro joven.

Conmigo también cuente señor Katagiri, creo que entrenar de forma no tan exigente es bueno para mí que estoy aún algo convaleciente de mi última operación, dijo Misugi.

Pues gracias hijo, ¿alguien más que desee apoyar a estas chicas?, decía Katagiri.

No, no podemos, decían los jóvenes.

Necesito un delantero neto, un goleador neto, si bien Tsubasa y los demás chicos meten muchos goles ninguno de ellos es un goleador neto, pensaba Katagiri.

Hyuga, éntrale a apoyar a las chicas, decía Ryo sonriendo.

A mi no me metas en su embrollo, contesto molesto Kojiro.

Bien respondido capitán, mejor nos vamos a Okinawa a que nos entrene el señor Kira, decía Takeshi.

Que cobarde eres Kojiro, ¿no me digas que le temes a un grupo de niñas?, dijo Genzo sonriendo.

Claro que no, respondió Kojiro con firmeza.

Entonces, ¿por qué no le entras a la enseñada?, dijo Ryo.

Porque no me da la gana compartir más espacio del que ya comparto con Ozora, respondió Kojiro con firmeza.

Que bueno que no quieras ser parte de esta noble causa, así podré trabajar tranquilo, decía Tsubasa con cierta ironía en su voz.

Chicos, chicos, no discutan, recuerden somos un grupo y Kojiro me encantaría que pudieras apoyarme en esto, el director de esa escuela es un gran amigo mío además si esas chicas ganan el campeonato local él director les estará eternamente agradecido pero sobre todo ustedes sentirán una gran satisfacción al saber que pudieron apoyar a alguien más, decía Katagiri.

No me va a convencer señor, dijo Kojiro con calma.

Señor Katagiri, no se preocupe yo me encargo de entrenar a las chicas que hayan sido seleccionadas para ser delanteras, ya verá que haré de ellas la mejor delantera femenina del país, yo soy un buen maestro y no tengo temor de enseñar lo que se, decía Tsubasa mirando con ironía al moreno.

No es necesario que te esfuerces tanto Ozora, tú mejor encárgate de entrenar como se debe a tú mediocampista estrella y a mi déjame a la persona que irá en la delantera, dijo Kojiro con firmeza mientras sus amigos lo miraron sorprendidos.

¡Capitán¡ dijeron Takeshi y Ken a la vez.

Estaré aburrido en las vacaciones, solo unos días en Okinawa no me bastaran para entretenerme, respondió Kojiro con calma.

Bien, gracias Kojiro, si alguno de ustedes se anima a apoyar a estas chicas me lo avisan, decía Katagiri feliz.

Horas después: "Preparatoria"

Un hombre que estaba vestido de manera muy elegante daba por concluida una llamada mientras en su rostro se plasmaba una gran sonrisa.

¿A qué se debe tanta alegría señor?, dijo un hombre de lentes.

Ya tenemos entrenadores y lo mejor de todo es que son los mejores, decía sonriendo el director.

¿No me diga qué?, decía el hombre de lentes incrédulo.

Si, si te digo, está es la mejor noticia que e podido recibir en mi vida, voy a informársela al señor Cho para que a su vez les informe a las señoritas, dijo feliz el director antes de salir del lugar.

Minutos después:

En uno de los pasillos de la escuela un par de hombres platicaban entre sí sin notar que a unos metros suyos una joven de cabello corto los escuchaba

Estupendo, esa es una gran noticia señor, decía el entrenador.

Si lo sé, nunca espere que ellos aceptaran entrenar a mis chicas, respondió emocionado el director.

Le comunicare cuanto antes a las chicas, se podrán felices sin duda, dijo riendo el entrenador.

No puedo creerlo mi bombón de chocolate estará aquí entrenándome pe...pe..pero también estará Tsubasa, tengo que pensar en algo mi hermanito no puede arruinarme mi sueño de ser entrenada por él, pero ¿qué?, ¿qué hago?, pensaba Maki mientras se tomaba la cabeza.

¡Ah¡ ya sé, pero necesitare la ayuda de Sanae, pensó la joven mientras echaba a correr.

2 horas después:

Un grupo de chicas escuchaban incrédulas lo que su entrenador les decía.

¿Es cierto lo que dice maestro?, dijo una de ellas.

Si, respondió el entrenador.

Nuestros ángeles nos entrenaran, ¿no oí mal Yayoi?, dijo Yoshiko.

No amiga, eso dijo el maestro, respondió Yayoi incrédula.

¿Entonces el portero entrenara a la portera y así según la posición que ocupemos en el campo de juegos?, decía nerviosa Azumi.

Si hija, respondió el entrenador.

Ya está que te toco Ozora amiga, dijo Yukari colocando una de sus manos sobre el hombro de la castaña.

Ni me lo recuerdes, respondió Sanae con cierta molestia en su voz.

¿Y querrá entrenarte?, dijo con preocupación Mei.

Eso si quien sabe pero si no la quiere entrenar a ella que me entrene a mí, decía Kumi con ojos soñadores.

Pero tú jugaras en la defensa, dijo Narumi.

Pues puedo cambiar de posición, ¿no maestro?, dijo Kumi.

¿Qué hija?, respondió el entrenador.

Quisiera ocupar la posición de Sanae, dijo Kumi.

Pues eso es imposible hija, tú me rindes más en la defensa que en la posición en que juega Sanae, respondió el entrenador con calma.

Que mala suerte pero al menos podré tratarlo más, pensaba Kumi.

Bueno chicas quiero que sepan que mañana ellos estarán aquí para que se hagan cargo de su entrenamiento a partir de ahora, Sanae tú como capitana te harás cargo del grupo y serás quien tenga mayor contacto con ellos para que vean lo de los horarios y la distribución de los grupos de entrenamientos....., decía el entrenador.

Luego de algunos minutos más el entrenador se fue del lugar dejando solas a las chicas que aún seguían incrédulas por la noticia.

Sanae, dijo Maki.

¿Dime amiga?, respondió Sanae.

Te quiero pedir un favor, dijo Maki con una sonrisa traviesa.

¿Un favor?, respondió Sanae.

Si, bueno en realidad a todas chicas, quiero que nadie acá me llamen por mi apellido y menos por mi nombre cuando este mi hermano presente, chicas ustedes ya saben como es mi hermano de sobre protector a veces, a él no le va a gustar saber que estoy siendo entrenada por sus compañeros......., decía Maki mientras sus amigas la escuchaban con atención.

¿Piensas ocultar tu rostro para que tú hermoso hermanito no sepa que estas dentro del grupo?, dijo Kumi sorprendida.

Si, es que solo así yo podré ser entrenada por Kojiro, dijo Maki suspirando mientras sus amigas se miraron entre si y Sanae movía su cabeza de un lado a otro.