Defne:

Sus pasos son lo único que se escuchan,resuenan débiles y cada vez más lejos sobre las baldosas.Detrás de esa primera lágrima vinieron más y en estos momentos me es imposible controlarme.

Cuando mis piernas deciden moverse, me conducen a la cocina y antes de darme cuenta siquiera, estoy mirando mi reflejo en una copa.

Mi vista borrosa dificulta el trabajo pero lo logro,y no tengo ningún grano en la frente,pecas sí,pero granos no.

¿Será una manera de decir que soy fea?

Jamás me he sentido tan insegura de algo,me siento débil, vulnerable.Me he abierto a un chico que conocí hace poco y al que parecer no le importo ni nada,pero eso no impide que siga llorando como una tonta.

—¿Qué tienes?—Brooke me pasa una mano por el hombro,brindándome,calor y consuelo,cosas que hace mucho no recibo.

—Estoy bien—es lo único que estoy dispuesta a decir.

—Díselo a tu cara porque al parecer no se entera—intenta sacarme una sonrisa pero lo único que recibe es una mueca forzada.

—Hey—me da una sacudida de forma cariñosa—Aplícate el cuento de que nadie es demasiado bueno para merecer tus lágrimas.

Brooke y yo nos hicimos medio amigas,pues ella es de esas personas que nada más verles la cara te cae bien.El primer día la encontré llorando acurrucada en el cuartico donde se guardan los utensilios de limpieza,no dijo razones cuando le pregunté, pero algo me dice que fue por el imbécil por el que yo también estoy llorando.

—Tengo una idea—suelta de repente—abrieron una nueva disco en la ciudad dicen que está buena,por lo tanto tú y yo,nos vamos esta noche de "fiesta"

—No sé,si es muy buena idea.

—Ya verás que sí—me insiste—además no hay nada mejor que salir de rumba para olvidarse de las penas de amor.

Al parecer no va a admitir un NO por respuesta por lo que me limito a asentir y limpiarme las lágrimas con el dorso.

Brooke me presta un vestido plateado brillante, está corto, demasiado diría yo,pero Brooke dice que nunca diga que es demasiado.

Me explica mientras me maquilla,que los vestidos se los regala las hijas de las viejas ricas de las casas en la que su madre y ella a veces limpian,para ganar un dinero extra.

Las niñas estiradas no se ponen una ropa más de dos veces y siempre la andan botando,yo era millonaria pero a decir verdad no me importaba mucho el dinero.

Luego empieza a hablar de Jennifer,la sobrina de Stefan.Me remuevo incómoda en mi asiento.

—Quédate quieta que sino se arruina esto—me reprende.

—Ella desde niña ha sido un dolor de cabeza para el señor Stefan y su madre Sandra —habla bajito—Sandra cuando le es imposible controlar la situación la envía a esta casa,pero a el señor Stefan también le es difícil controlarla.Dicen que una vez acusó a un empleado de que la había abusado sexualmente y por eso lo despidieron.

Trago grueso,mientras Brooke me aplica el rímel.

—También intentó tirarse de una ventana en el tercer piso,la tía esta loca,supongo que es verdad eso del rumor de que la mansión esta embrujada,mira hacia arriba.

Miro hacia el techo para que me termine de retocar.

—¿Cómo es eso de que la mansión esta embrujada?

—Pues la mujer de Stefan murió un día y nadie supo de qué y cómo,simplemente desapareció, se rumorea que su alma sigue entre nosotros—particularmente no creo en fantasmas,pero aún así me queda la duda—y no sé si sabes,que asesinaron a una empleada y Stefan no quiso que mencionemos su nombre ni que le hablemos del tema.

—Bien pues te cuento...pero no le vayas a decir a nadie ¿ehh?

Brooke es una caja de sorpresas y definitivamente me va a ser útil,pero aún así de verdad la quiero como amiga.

—Prometido.

—Bien,hace aproximadamente dos años yo y mi madre empezamos a trabajar aquí en la mansión por recomendación de una muy buena amiga de ella,esa señora se llamaba Claudia,ella y su hija Dilia era las únicas empleadas aquí,y las mayorías de las cosas las hacia Claudia,no sé como podía,pero lo hacía.

—¿Y qué pasó con ellas?

—Claudia tenía problemas del corazón y la pobre enfermó mucho y por desgracia falleció luego hace unos días asesinaron a Dilia ¿no crees que es extraño?

A Claudia la mataron y a Dilia también,pero la pregunta ¿aquí es, quién fue?

—Sí,un poco ¿Y como era esa tal Dilia?

—¿Rojo o rosa suave?—pregunta mostrándome dos tipos de pintalabios.

—Rosa suave.

—De ninguna manera,el rojo,pone caliente a los hombres.

No entiendo para que me pregunta si va a hacer lo que le da la gana.

—Ya está,pareces una reina,lástima que tengas los ojos un poco hinchados por estar llorando pero aún así estas muy guapa.

Se dirige al baño para prepararse ella mientras yo espero.

—Respecto a tu pregunta—se oye caer el agua de fondo,nos tocó compartir habitación junto con su madre—ella era rarita,lo que sí sé es que tenía un novio y salía con él todas las tardes,aunque ella se pasaba horas "hablando" con Stefan en su habitación.

Por el tono que utiliza en la palabra hablando me queda claro que hacían todo menos eso.

Raro,nunca supe que tenía novio e ignoraba su existencia.

—¿Quién era su novio?

—No lo conozco siempre lo observaba de lejos cuando ya se marchaba.

¿Se refiere a Ronald?

¿Sería él el que me envió la nota?

—¿En cuál crees que me vería mejor? ¿Rojo? O ¿Morado?

Señala dos vestidos que están extendidos sobre su pequeña cama.

—Rojo.

—Lo que yo pensaba—y sin más que decir toma el vestido.

***

Salimos de la mansión para tomar el taxi que nos espera afuera.

Después de un exhaustivo interrogatorio por parte de Alain para averiguar a donde me dirigía y al final me aseguró que lo averigüaría,no me pidió disculpas,no tocó el tema y en parte le agradezco que no me recuerde lo patética que fui.

De la mansión de al lado sale una mujer y un hombre elegantemente vestidos,al parecer van para una cena,una figura corre detrás de ellos,es un niño,no,es chica,tiene el pelo muy corto y su vestimenta no tiene nada que ver con la de sus padres tiene una sudadera ancha y un pantalón azul marino,el padre y la madre discuten con ella,y creo que es por la manera en que está  vestida.

—Tatiana—Me llama Broocke que está  sosteniendo la puerta del taxi y me observa con extrañez.

—Ya voy—dejo la escena de esa familia atrás.

La música es ensordecedora,la gente choca con nosotros y parece que estamos navegando en un mar de personas.Brooke baila mientras camina y me anima a mover mi cuerpo.En una esquina del lugar hay una barra con un batman preparando bebidas mientra las personas lo observan maravillada ante sus movimientos.

Las luces de colores se reflejan en los cuerpos sudorosos y las bebidas brillantes toman el protagonismo de este lugar.

Brooke me arrastra hasta la barra para buscar algo que tomar con la excusa de que tiene sed pero se le escapó también que el barman está que se muere de guapo.

—¿Que desean?—Nos pregunta el barman.

—Un novio—suelta Brooke apoyando su barbilla en su mano derecha.

Trato de reprimir una risa y el chico mira hacia todos lados como buscando una forma para escapar de nosotras.

—La aplicación en mi celular que me dedica frases cada día me puso que "hoy sería mi día de suerte".

—Me refería a ¿que desea de bebida señorita?

—Pues formulaste mal la pregunta—suelta indignada pero al segundo después vuelve a poner ojitos dulces—¿Qué me recomiendas?

Pestañea varias veces.

—Te estás pasando—murmullo.

—Se lo que hago—susurra.

El chico nos mira fijamente y se que ha oído todo lo que hemos dicho.

—Bueno hay una nueva bebida que les ha gustado mucho a la gente, se llama "kiss"—no enseña una copa con contenido rosado.

Brooke la toma y se la bebe de un tirón.

—Riquísima,ponme otra—tomo mi copa y me la bebo despacio,es dulce.

Me giro de frente para ignorar su intentos de coqueteo,pero me dan unas ganas horribles de ir al baño,le aviso a Brooke y voy en su búsqueda.Siento la sensación de que soy observada,siento una mirada clavada a mi espalda.

Hago un giro de trescientos sesenta grados y lo encuentro,esos ojos conocidos,es Ronald.Empujo personas tratando de llegar hasta Ronald pero el tiempo se me ha hecho eterno y él ya se ha escabullido por el camino que da a la salida.

La música y las luces de colores quedan atrás,piso el asfalto y corro en mitad de la calle pero no lo encuentro.

"Pagarás por esto"

Es él,piensa que maté a Dilia y quiere vengarse,otro enemigo que añadir a la lista de afortunados en odiarme.

Mi nuevo enemigo queda en el olvido pues Brooke me hace tomar una bebida de cada color,ya estoy borracha y una energía extraña recorre mi cuerpo.Estoy bailando,con un desconocido,agarra mi trasero de forma posesiva,si no estuviera borracha lo empujaría y tal vez le rajara la cara por esto,pero ahora me gusta.Brooke no se donde está en estos momentos, tal vez se tiró al barman,no lo sé.

El cuerpo del desconocido es separado bruscamente del mío y siento que alguien me toma de la cintura y me besa.

Mmm...besa bien.

Lo acerco más a mí,no quiero que separa de mí cuerpo,quiero que me toque por todas partes.

Al separarnos unos ojos cafés me miran.Su pulgar me acaricia el labio inferior, que hace poco saboreaba.

—Te...te quiero Defne,mucho—me confiesa a milímetros de mis labios para luego volver a besarme.

No me importa que sepa mi nombre real,tampoco me parece extraño,supongo que es debido a todo el alcohol que recorre mi cuerpo.

Sólo quiero que me toque.Agarro su mano y la llevo a mi punto sensible.

—Tocáme—le susurro en su oído—demuestráme cuanto me quieres.

Hace lo que le pido y todo a mi alrededor desaparece,no pienso que puedan vernos sólo estamos él y yo, y lo demás no importa.

Un gemido de placer se me escapa,y me agarro a su ropa cuando mis piernas amenazan con fallar

—Esto no está bien,no quiero aprovecharme de ti,no quiero hacerlo contigo.

—¿No quieres hacerlo conmigo?

—Claro que quiero hacerlo, me refería a que no quiero aprovecharme de ti,porque tu sí me importas.

—Tu también me importas Alain—lo abrazo,percibo su olor es tan hipnotizante.

—Perdóname por hacerte llorar.

—Te perdono,vámonos.

Asiente y empezamos a salir del local.

—Espera...—digo al acordarme de Brooke—Brooke...

—Créeme a ella no le importará,me superó muy rápido.

—¿Te superó?—pregunto con curiosidad.

—No hablemos de ella,estoy enojado ¿Por qué dejó que te emborracharas? Ese tío te estaba metiendo mano en mis narices,suerte que yo llegué si no sabrá Dios lo que habría  pasado...no,espera sin duda lo hubiera matado,nadie toca lo que es mío.

—¿Tuya?—siento un cosquilleo en mi estómago.

—Eres mía Defne,nadie que no sea yo tiene derecho a tocarte.

—Me gusta como suena eso—le soy sincera—creo que voy a vomitar.

Sin duda arruiné el momento.

Alain me pasa una botella de agua que logro terminarme entera y eso me hace calmar un poco el asco que tengo en el estómago,pero aún así me siento rara.

—Alguna vez has probado tu propia leche—las palabras se me escapan de mí boca pero extrañamente no me arrepiento.

—Nop ¿que clase de pregunta es esa?—me ayuda a caminar en línea recta,sirviéndose de apoyo.

Me subo a un auto.

—Dante,llevanos a un hotel.

Dice al acomodarse en la parte trasera del auto.

—Hola Dante,quiero cortar a alguien,me gusta ver sangre.

Le hago un puchero a Alain.

—Porfa déjame cortar a alguien—le digo como niña pequeña pidiendo un dulce.

—¿Qué quieres cortar Defne?

—A ti.

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