Defne:

Su cuerpo se desploma en la tierra húmeda.

—¡Alain!—lo sacudo—¡No puedes hacerme esto,despierta!

Lloro desconsoladamente y me recuesto en su pecho colocando mi oído buscando desesperadamente los latidos de su corazón.

—¡Eres mío,me perteneces no puedes estar muerto!—grito,pero aún así no abre sus ojos.

Pronto dejé de captar todo al mi alrededor, mi cuerpo se sentía pesado,sólo quería estar con él despertar de esta maldita pesadilla,regresar en el tiempo y no haber querido venir con él,podría haberlo evitado.

"Es mi culpa"

Mi subconsciente me lo susurraba una y otra vez mientras yo no dejaba de repetirme que no era cierto que iba a despertar.

—No...no...no...no—negaba con la cabeza pegada a su pecho.

Dolía,dolía mucho como si estuvieras caminado descalza en brasas ardiendo.Rememoré todo desde nuestro primer encuentro hasta el último te amo que me dijo hace unos segundos.

Me negaba a creer no podía y no quería.Me quedé junto a su cuerpo,estrechándolo contra mí,no sé cuánto tiempo,esperando que me dijera:

"Defne ha sido una broma" y se ría de mi por creer en esta estupidez,perdí la noción del tiempo y de todo lo que pasaba a mi alrededor  lo supe cuando me separaron bruscamente,del cuerpo cuando supe que ya no podía percibir su olor, empecé a forcejear,pero no me sirvió de nada porque unos brazos fuertes me rodearon inmovolizándome,me vi rodeada de hombres que no conocía y me di cuenta que me habían encontrado.

Dejé de forcejear y dejé que me arrastraran,ya no tenía caso,no me importaba que harían  conmigo.Yo era una muerta en vida,mi motivo de la existencia había muerto y ya no me importaba nada.

Se quedó tirado allí, como si fuera un montón de estiércol sin importancia,estaba llena de impotencia y de frustración al no poder hacer nada,al dejarlo allí tirado, me odié por ello,por llevar la maldita mala suerte,sabía que pasaría algo malo, en cuánto hablé  sucedió,quiero gritar hasta desgarrar mis cuerdas vocales,quiero sufrir como él lo hizo,al menos siento que eso podría  aliviar un poco la culpa que siento.

Me arrastraron hacía un auto,no miré atrás, donde yacía su cuerpo,no tenía valor para hacerlo,pero supuse que lo dejaron allí pudriéndose,porque era un traidor ante los ojos de estos horribles hombres.

Ni siquiera forcejeé sólo me guiaron hasta una camioneta negra con cristales oscuros,me dejaron en el interior y dos hombres se sentaron a cada uno de mis lados,de forma que yo quedaba en el centro.

Cada uno me tenía agarrada por mí antebrazo,pero no ejercían fuerza porque yo miraba hacía un punto fijo afuera,no me movía,porque solo estaba allí físicamente, porque mentalmente aún estaba abrazando el cuerpo de Alain en el bosque.

Un tercer hombre entró en la camioneta y se llevó el celular a la oreja.

—La tenemos—dijo antes de colgar.

¿Terminar con mi vida era tan importante?

Que más le daba si seguía respirando,era su sobrina.La familia se mataba entre sí,me di cuenta de ello en la mía propia.

Un hermano matando a otro,era horrible,sobre todo porque decía que era por "honor".Estaban equivocados,todos lo estaban.

Antes de arrancar el coche me pusieron una bolsa negra en la cara,de modo que no podía ver nada.Solo escuché el sonido del motor que me indicaba que el carro se había puesto en marcha.

Los coches y el sonido fueron reemplazados por silencio con el tiempo.Los hombres a mi alrededor no emitieron palabra alguna ni dieron pistas,de para donde nos dirigiamos y sinceramente no me importaba mucho.

Después de lo que supuse fueron horas de camino,el auto se detuvo.

Y me agarraron del brazo sacándome de malas maneras,tropiezo con mis propios pies y me sujetan para no caer en el suelo mientras me obligan a caminar.

Oigo susurros detrás de mí,pero una voz autoritaria se hace oír.

—¡Quitenle la capucha!

Instintivamente doy unos pasos hacia atrás,pero choco con un cuerpo a mi espalda.Un hombre me agarra por lo hombros.

Me quitan la bolsa negra de mi rostro y me toma un momento adaptarme a la luz.Parpadeo unas cuantas veces.

Cuando todo me queda claro veo a una edificación en pleno deterioro detrás de un hombre pelirrojo,es el de la foto que encontré en casa de Stefan,mi posible familiar perdido.

—Hola sobrina—enfundó las manos en sus pantalones.

Trago grueso,él es mi "tío",Alexander,él tipo que quiere matarme.

—¿Te trataron bien?—pregunta.

Pero yo me quedo callada,él hace un gesto con la cabeza al tipo de mi lado,y sin previo aviso me da un golpe en el estómago que me deja sin aire y que me dobla en dos.

—No me gusta que me ignoren—sigue hablando
—No me hagas preguntártelo de nuevo.

—S-Si...—le respondo.

Su mirada asesina se clava en los hombres.

—¿Qué? ¿Acaso no les quedó claro como debían tratarla?

—Pero señor...no puso resistencia—dice uno con dificultad.

—Inútiles—dice antes de sacar la pistola y dispararle a los tres en la  cabeza,cada uno se desploma a mi lado en un charco de sangre.

—Bueno sobrina ¿por dónde íbamos?—me pasa una mano por lo hombros con la misma que lleva la pistola,el frío metal toca mi piel.

—Aahh sí...ya me acordé,les ordené a esos de allí—señala con un movimiento de cabeza detrás de nosotros ya que estamos caminado hacía el interior de la edificación—que te dieran una golpiza,pero no te preocupes lo arreglaremos pronto,ahora te enseñaré donde vas a pasar la mayoría del tiempo a partir de ahora.

En donde solía estar la puerta de entrada hay un hombre con un fusil de asalto M-26,me mira fijamente y frunce el ceño,tiene el pelo oscuro y la piel pálida.

—Recoge aquel desastre de allá atrás—le ordena Alexander y hace lo que le pide.

Al adentrarnos puedo ver que esto era una escuela.Aunque en las paredes gobierne la humedad,falte parte de techo y algunas áreas están en derrumbes.

A mi alrededor hay quince hombres que he contado, uno se acerca a mí y a Alexander con una amplia sonrisa.

—¿Esta es la muñequita que Alain no pudo romper?—pone un puchero y me toma por la muñeca sacudiéndomela—no le veo nada en especial.

—Porque no lo tiene Luis—sus ojos azules están impregnados de maldad.

—Bien déjamela a mí—Alexander me empuja hacia él como si fuera una pelota,Luis me mira de arriba a abajo—aunque tiene muy buenos atributos,a lo mejor la pruebo luego.

Me remuevo un poco tratando de alejarme pero él me estrecha hacia su cuerpo.Empezamos a andar mientras dos hombres nos escoltan.

Una mujer rubia,con el rostro extrañamente conocido corre hacía mí,dándome una bofetada que me voltea la cara.

Un pequeño hilo de sangre sale de mis labios.

—¿Por qué le hiciste eso a mi hijo?—me reclama—está a punto de la muerte por tu culpa.

"Espera ¿qué? ¿Está vivo?"

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