En unos segundos la tierra comenzó a temblar.

Como si de unas compuertas se tratara, la tierra bajo el cuerpo de Ares se partió en dos. Quedando él en una especie de plataforma que se hacia pasar por la hierba donde hacia un momento había muerto.

Las dos compuertas se doblaron hacia los lados, dejando que la plataforma bajara lentamente. Con un sonido metálico el cuerpo fue descendiendo.

Vimos como unas estructuras de hierro rodeaban las paredes del agujero. Nos asomamos y el suelo retumbó, en señal de que no nos acercáramos.

- Esto es... ¡El área está mecanizada!- Gritó Fancy.

- Obviamente lo hemos intuido todos con la aparición de la niebla. Todo esto es tan solo una ilusión. Este bosque no es verdadero. Todo está mecanizado, o como mínimo la mayoría de cosas - Tras decir esto Félix se recolocó sus gafas negras de pasta sobre el puente de la nariz.

Timothy se cogió fuerte de mi pierna y escondió la cabeza bajo mi brazo.

- Los robots me dan miedo, son muy malos.

Miré a Timothy enternecida y me agaché junto a él. Le aparté el flequillo recto de los ojos y le dije cariñosamente:

- Ningún robot te va hacer nada. Mientras que nosotros estemos aquí no te ocurrirá nada, tranquilo.

Le acaricié afectuosamente la mejilla y el sonrió complacido.

- ¿Entonces esto es una trampa? ¿Tan solo somos las fichas de un juego? ¿Qué hacemos aquí realmente? - Dije. Mi cerebro iba a mil por hora.

- ¿No recordais? En aquella carta nos decían que nos estaban vigilando. ¿Formamos parte de un experimento? Creo que esto no es un bosque normal, tiene que ser como un campo de batalla o algo por el estilo donde estamos encarcelados - Añadió Pam.

- En cualquier caso creo que deberíamos marcharnos de aquí. No es un sitio seguro - Observé.

- ¿Marcharnos del campamento? Pff... ¿Tú te escuchas? ¿Estás mal de la cabeza o qué? El campamento es el sitio más seguro al que puedes ir. Yo no pienso moverme de aquí - Se posicionó Fancy.

- Exacto, la niebla ha hecho que se te vaya la pinza, Kailee - Afirmó Daphne - Fancy tiene razón.

- Sigo pensando lo contrario. Creo que esto es una especie de artimaña. Si es cierto que el SECMA planea provocar ataques contra nosotros, deberíamos irnos de aquí. Si han dejado que hagamos esto - extendí los brazos, refiriéndome al campamento - con tanta tranquilidad es porqué pensarán que para nosotros es un lugar seguro y permaneceremos mucho tiempo, estaremos en el blanco, en el punto de mira. Atacarán el campamento. De alguna manera lo se, lo presiento. Tarde o temprano tendremos que dejar el campamento ¿Porqué no ahora?

- Porqué moriremos si nos vamos - contestó Damián.

- ¿ Y no moriremos si nos quedamos? - Pregunté, segura de que nadie contestaría.

- Creo que deberíamos hablar de esto mañana. Deben de ser las cuatro de la mañana - Habló Gillian - Todos estamos cansados y necesitamos descansar.

El grupo asintió lentamente. Cada uno se volvió hacia sus cabañas lanzando algún que otro bostezo. En las cabañas ya no había rastro de la niebla que había llevado hasta la locura a Ares.

Rick, que no había hablado en ningún momento, me lanzó una mirada furibunda. Se giró hacia su cabaña y lo perdí de vista.

Fancy que no estaba tan lejos me fulminó con la mirada. Se dio media vuelta y mientras que agitaba su cabello se adentro en una cabaña.

Cedric se acercó y me puso la mano en el hombro. Puso su boca cerca de mi oído y susurró.

- Yo también pienso que esto no es un sitio seguro, mañana hablaremos con el grupo. Si no los convencemos quiero que sepas que me fugaré. Espero que vengas conmigo.

Me miró directamente a los ojos. Vi su empatía en ellos. Se giró y se metió dentro de su cabaña. La cabaña que compartía con Rick, Damián y Félix.

Pensé por un momento en la propuesta de Cedric. Podría fugarme con él, y así no sufrir un fusilamiento en grupo.

Era una opción cautivadora.

Pero no podía.

No podía irme dejando a esas personas que en unas horas se habían vuelto tan importantes para mi.

Timothy y Gea me recordaban a mi hermano pequeño Nick. Pam me recordaba a mi misma de pequeña, y aunque me obligaran a negarlo, sabía que se estaba convirtiendo en mi mejor amiga, a pesar de ser más pequeña.

Y Rick y Gillian. Dos chicos que se estaban convirtiendo en personas muy importantes para mi, a pesar de que uno ya lo era antes.

Saqué la idea de fugarme de mi cabeza. Al menos por el momento. Y me dirigí a la cabaña que compartía con Gillian.

Me acurruqué en el lecho de hojas y me quedé mirando la pared.

No pegué ojo en toda la noche.