Narra Carl

Era multicolor y con rostros de conejitos La iba a asesinar, seguía riéndose, cuando paraba, me miraba pero no podía evitarlo y reía nuevamente,recordaré que  la próxima vez tendría que pensar mejor antes de criticar la ropa de alguien. Me queda totalmente infantil y ridículo, pero adorable... Por otro lado. Parezco recién vomitado de un unicornio de "My little pony"

Narra ____

Me hice una pregunta muy importante, no esperé a formularla.

-¿Cómo sabías que hoy era mi cumpleaños?- paré las risas y miré su rostro.

-Yo...- dijo dudando, suspiró- tu hermano... me lo dijo tu hermano, él me pidió que te distrajera para buscarte un obsequio...

Entonces... Si Jacob murió... fue por mi culpa, por querer darme un estúpido  regalo.

Carl estaba a mi lado, mientras yo no derramaba ni una sola lágrima, no iba a llorar, recuerda "Aprende a enfrentar las cosas" tú misma lo dijiste.
Pero necesitaba descargarme con algo, sino terminaría mordiendo mi labio hasta que sangre, como ya lo estaba haciendo.
Tomé mi cuchillo, y salí tal como estaba a matar a cualquier caminante que se cruzara, así que no se metan con migo enfermos inútiles.

Al salir había un caminante de espaldas a mí.

-¡Hey estúpido!- grité, se volteó- creo que tienes una manchita de sangre ahí- dije señalando su cara- déjame quitarla- me acerqué y le clavé el cuchillo en medio de la frente- creo que ya quedó...

Aparecieron unos cinco más que vinieron desde los arbustos.

-¿Ustedes también quieren un poco más de esto?- les dije gritando desafiante, levantando mi arma, ellos gruñeron- lo tomaré como un sí- me lancé hacia uno, lo apuñalé un poco más arriba de la oreja, otros dos en los ojos, otro se acercaba tambaleante.

Se lanzó sobre mí pero yo me corrí a un lado y cayó duro contra el suelo lo maté por la nuca.
El último se acercó, lo tiré al suelo de un empujón y me arrodillé apuñalándolo en el pómulo, estaba cargada de furia así que lo repetí varias veces en toda su cara, deformándola.

-¡Bueno para nada!- le gritaba- ¡¿Por qué hacen esto?! Matar, sólo matar, no tienen nada mejor que hacer, ¿¡Tienes hambre!?- paré y alcé el dedo medio - ¡Entonces comete esto!- seguí apuñalándolo con ambas manos en el cuchillo.

-¡Deténte!- gritó Carl detrás mío- no lograrás nada haciendo esto- dijo mientras me rodeaba con los brazos y yo forcejeaba para zafarme de su agarre, pero no podía así que me dejé caer y comencé a llorar, nada podía reemplazar al llanto, quedamos en silencio mientras yo lloraba por lo bajo.

-Crees que estoy loca al obligarme a no llorar por las personas que quiero-sollocé.

-No, pero creo que estás algo loca por insultar a caminantes que están muertos- respondió.

-Creo que si- susurré triste.

-Hey no te pongas triste, vamos adentro- nos paramos y limpié mis lágrimas, me tomó de la mano y entramos- Creo que sé de algo que te hará feliz...- dijo pícaro soltándome la mano y encaminándose a la cocina, sabía que iba a buscar, silenciosamente me dí la vuelta y caminé hacia el pasillo, al hablar Carl me detuve.

-¿____...?- preguntó, a lo que yo de media vuelta con una falsa sonrisa.

-¿Si mi querido Carl?- dije algo rara.

-¿Te comiste todos los caramelos?- dijo amenazante, cruzándose de brazos.

-Puede ser...- dije mirando al suelo nerviosa.

-Te daré tres segundos para que corras querida cerdita, uno, dos...- ya empezaba a retroceder con una sonrisa en el rostro- ¡tres!- ya estaba corriendo por la sala mientras él estaba detrás de mí, me tiré al sofá y me cubrí con un pequeño almohadón. Carl se tiró sobre mi haciéndome cosquillas, no podía evitar la risa, el almohadón resbaló y cayó al suelo, el seguía haciéndome reír. En el momento en que paró lo miré feliz a los ojos sin poder disimular mi sonrisa.

-Encontraste mi debilidad- dije algo frustrada- pero... - hice una pausa- Ten cuidado, por que encontraré la tuya.

-Nunca, ni lo sueñes...- dijo victorioso.

-Te prometo que lo haré, ya verás- dije con una sonrisa maliciosa.