Taehyung sintió como lo cargaban, al sentir el olor de su Alfa se tranquilizó, tenía tanto sueño que ni siquiera abrió sus ojitos.

-Ya llegamos Tae – susurró Jungkook en su oído.

Sintió un escalofrió por la voz grave del Alfa y abrió sus ojos, estaban caminando hacia unos autos estacionados en una calle desierta.

- Dónde estamos – murmuró restregando uno de sus ojos.

- En Busan… he comprobado que una vez que entras a un medio de transporte, cualquiera, te quedas dormido de inmediato – dijo Jungkook divertido.

- Umm si… siempre me pasa – dijo para luego bostezar.

Se subieron a una camioneta negra Yoongi y Jimin ya estaban dentro, como había poco espacio, y no querían separarse, Taehyung termino sentándose en las piernas de Jungkook.

- Tae, ¿en qué parte de Busan está tu familia? – dijo Jungkook cuando el auto comenzó a avanzar.

- Están muy lejos, al otro lado de la ciudad – dijo observando por la ventana y notando que estaban muy cerca de la playa.

- ¿Tae, vives con tus padres? – pregunto Jimin para sacar algún tema de conversación.

- Vivo con mi madre en Seul. Nos mudamos allá luego de que me aceptaran en la universidad, tiempo después mi padre murió – dijo Taehyung sin despegar la vista de la ventana.

- Lo siento – murmuró Jimin luego de unos minutos de silencio.

- No te preocupes… - dijo Tae sonriendo levemente.

Jungkook simplemente lo abrazó, luego le preguntaría a Taehyung sobre todas esas cosas, pero por ahora lo más importante era pensar en cómo enfrentar a sus padres y planear el discurso que les daría.

Afortunadamente, en cuestión de minutos visualizaron el muelle, también estaba vacío, lo que seguía confundiendo a los muchachos. Suho, quien estaba en el asiento del copiloto, los miro sonriendo levemente.

- Hemos llegado, el yate nos espera.

- ¿Por qué esta tan vacío todo? – preguntó Jimin.

- No vi a nadie de camino a aquí – añadió Yoongi.

- Todos están en sus casas, nadie se atreve a salir, además los militares controlan el área, solo nos dejaron entrar, porque los señores Jeon tienen mucha influencia en esta zona – dijo suho cruzándose de brazos.

Todos decidieron no preguntar más, y comenzaron a caminar al muelle, donde un lujoso yate blanco los esperaba, de pronto un señor trabajador se acercó a ellos con una silla de ruedas.

- O al fin, gracias amigo, este omega pesa un montón – dijo Yoongi burlonamente luego de depositar a Jimin en la silla.

- Tus brazos son debiluchos Alfa flacucho, empuja mi silla – dijo Jimin rodando sus ojos.

- ¡¿flacucho?! – gruñó Yoongi comenzando a empujarlo.

Taehyung  Jungkook solo rieron. Poco después se les unieron Kai, Sehun y Lay. Fue entonces cuando Jungkook se dio cuenta de algo, se giró hacia Kai y lo miro confundido.

- Pensé que vendrían los muchachos que estaban de espías en mi campamento – preguntó Jungkook levantando una ceja.

- Jongsuk y Vernon se quedaron vigilando el helipuerto, los traerán luego – dijo Kai despreocupado.

- A que no te esperabas que ellos fueran contratados de los señores Jeon – sonrió altanero Lay.

- No me sorprende – dijo Jungkook desinteresado.

Finalmente todos subieron al Yate, que cabe destacar era demasiado lujoso, y Taehyung no dejaba de ver a todos lados detallando todo.

- Recuerdo que hace dos años me subi a uno de estos en florida, esta es mi segunda vez – le comentó Jimin a Taehyung.

- ¿Y que hacías en florida? – preguntó Yoongi metiéndose en la conversación.

- Fui a concursar en una competencia internacional de Paintball, los ganadores se iban de vacaciones a florida – dijo sonriendo.

- Vaya – dijo Taehyung sorprendido.

- ¿Tú eres Park Jimin no? Ganaste en esas competencias tres años seguidos – dijo de pronto Sehun.

- ¿Me conoces? – dijo Jimin abriendo de par en par sus ojos, Yoongi y Taehyung lo imitaron.

- Soy un gran fanático de ese deporte, además todo el mundo en corea sabe de ti, el niño prodigio de los Park – dijo Sehun sonriendo.

- Dicen que puedes realizar cualquier deporte y que ibas a dar clases de baile en la universidad de Seul, ¿eso es verdad? – Añadió Kai.

- Iba – enfatizó Jimin cabizbajo.

A Yoongi no le estaba gustando para nada como esos Alfas estaban observando al pelirrojo, pero decidió permanecer como observador.

Continuaron conversando y ni siquiera se dieron cuenta de que el tiempo pasaba rápido, unos minutos después, ya estaban llegando a la isla Jeju.

Toda la playa estaba militarizada, también era totalmente notoria la ausencia de personas, Jeju ya no parecía un lugar turístico, en ese momento era una isla desierta.

Los militares ni siquiera los miraron cuando pasaron por las rejas de seguridad, lo que dejo claro que los estaban esperando, nuevamente se subieron a un vehículo esta vez era una camioneta negra todo terreno.
Mientras se subían Jungkook les comento que la casa de sus padres estaba en una zona del pequeño bosque de la isla, en la cima de una colina, y que por eso necesitaban un vehículo de ese tipo.

Taehyung moría de miedo a medida que avanzaban y eran escoltados por militares, se imaginaba como serían los señores Jeon, de seguro lo odiarían y lo sacarían de la isla para ser devorado por los zombis.

Ese pensamiento le causo un estremecimiento, se puso pálido ante la idea y Jungkook obviamente lo notó.

- Hey… tranquilo, nada malo pasará, tranquilízate cariño – dijo Jungkook tomando las manos de su omega.

Ni siquiera tuvo tiempo de contestar, cuando la camioneta se estacionó frente a una gran casa… no, una enorme casa, en realidad eso era una mansión, quizás Jungkook se había equivocado ligeramente al usar el término “casa” pensó Taehyung observando el enorme lugar
Una hermosa mansión al estilo americano, con fachada de ladrillos grises lujosos, decoraciones florales por todos lados, y además una hermosa piscina, era el paraíso.

Los militares se retiraron y dejaron a las diez personas que abordaron el helicóptero, seguidamente el chofer se fue, dejando a los otros nueve.

- Pasen adelante, los señores Jeon los esperan – dijo Kai luego de abrir la puerta principal y hacer una reverencia.

Entraron en silencio al lugar, y Taehyung, Yoongi y Jimin no paraban de mirar en todas las direcciones habidas y por haber, el lugar estaba decorado al estilo victoriano y rebozaba de lujos y belleza.

- Jungkook, puedes subir directamente a la biblioteca, mientras, yo llevaré a tu amigo con el doctor – dijo Suho señalando a las escaleras.

Lay y Sehun se dispersaron en la casa y Kai se fue a la cocina para ordenar te.

- Taehyung… ve con Jimin y Yoongi, yo hablaré con mis padres primero – murmuró Jungkook con media sonrisa.

Taehyung no se lo discutió y se fue con sus amigos y Suho a una habitación diferente.

Jungkook observó las escaleras de caoba y suspiro, comenzó a subirlas poco a poco y camino por los amplios pasillos hasta llegar a unas grandes puertas dobles que conocía perfectamente, las abrió lentamente y entro al lugar.

Sus padres lo esperaban, mirándolo fijamente desde los cómodos muebles del lugar. Al verlo, de inmediato Yoona se levantó y corrió a abrazar a su único hijo.

- Mi bebé al fin está en casa – dijo la mujer apretándolo fuertemente entre sus brazos.

A Jungkook no le quedo más opción que corresponderle, a pesar de que estaba conmocionado por la actitud cariñosa de Jeon Yoona una Alfa que casi nunca mostraba esa faceta.

- Hijo, se demoraron demasiado, ya comenzabas a preocuparnos – dijo una voz grave y mayor.

Yoona se apartó y sostuvo las mejillas de su hijo, Joonghyuk estaba junto a su esposa.

- Padre, madre – dijo Jungkook antes de inclinarse respetuosamente.

- Cariño ¿Por qué hay olores nuevos en la casa? – preguntó de pronto Yoona.

Jungkook vacilo, él sabía muy bien sobre el odio que tenía su madre hacia los omegas.

- Yo obligue a Kai y a Suho a obedecerme, son mis amigos y no podía dejarlos, además, fue muy egoísta de su parte permitir que mis compañeros se quedaran atrás – dijo Jungkook seriamente.

Un destello de molestia cruzo por la mirada de Yoona, pero está simplemente sonrió.

- ¿Y para que querríamos traer a esas personas cielo? Tú no tienes nada que ver con ellas ahora – dijo la Alfa firme.

- Hijo, ¿por qué trajiste a dos omegas? – preguntó Joonghyuk.

Muy bien, ese era el momento, no podía ocultarlo, y solo esperaba que su madre no cometiera una locura.

- Padre, madre, uno de los omegas que están allá abajo, es mi omega, mi pareja – dijo totalmente serio, no debía demostrar miedo o duda.

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