Parte 14
Capitulo 15: Irregularidades (parte cuatro)
El señor Goshima y yo estuvimos abrazados un tiempo, no se cuanto exactamente, pero no voy a negar lo mucho que lo disfrute. Esa sensación de poder contar con alguien, que te valla a escuchar, ser capaz de llorar y que te abrase para consolarte, jamás había vivido algo así antes, pero me alegra saber que por una vez al menos supe lo que era tener un padre
- Hideo, yo voy a ir adentro. Tu si quieres vuelve a la casa, ya es muy de noche. Tu y Hiroko pueden quedarse a dormir si quieren. Hay espacio en la sala
- Muchas gracias, pero no será necesario. Hiro ya debería estar en la casa, asique apenas entre nos iremos
- Como ustedes quieran, siempre serán bienvenidos ustedes dos. Ah olvide unas herramientas en mi habitación, me adelantaré. Te veo mañana
- S--si lo veo mañana seños Goshima
- Ya deja eso. Soy viejo pero no tanto sabes, dime Yasuo
El señor Goshima se despidió mientras yo me quedaba recostado en el mismo lugar, me sentía muy feliz. Continúe por un largo rato mirando las estrellas hasta que por fin pensé que ya era hora de irme y buscar a Hiroko. Comencé a caminar por el pequeño patio con rumbo a la casa, pero algo me llamo demasiado la atención. Todo el tiempo el señor Goshima me había dicho que no podía ver dentro del horno ni mucho menos tratar de tocarlo. Me pareció muy extraño asique me fije y vi que el estaba dormido sobre una pila de paja/heno
- Cuanto tiempo me quede viendo las estrellas ?
Me moví con el mayor cuidado posible sin tratar de hacer ruido y me acerqué hasta el horno el cual estaba prendido. Al principio no logre ver nada debido al vidrio empañado en vapor y el humo que desprendía toda la madera, hasta que poco a poco las llamas bajaron lo suficiente como para que yo pudiera ver lo que había dentro y cuando lo hice, me arrepentí enormemente
Entre de un portazo a la casa, dentro se encontraban Kirie, Hiroko y su hermano y la madre de ambos. Me miraron extraño y yo los mire a ellos con algo de miedo y con el pecho agitado mientras tomaba bocanadas de aire bastante largas
- Hola nii-san, estaba comiendo algunas galletas, quieres algunas, la madre de Kirie-chan es muy buena para hacerlas
- N--no ya es algo tarde y debemos volver a casa. Hiro ve y busca tus cosas, nos vamos a casa
- Eh ?, pero pensé que nos quedaríamos en la noche
- Dije ahora
Levante un poco el tono mientras agravaba un poco mi voz, lo que había visto dentro del horno si que me había dejado muy preocupado. Lo que faltaba, primero Hiro es atacada y ahora pasa esto. Vi que Hiro se paro de su asiento y se fue hacia una habitación para recoger sus cosas, mientras aproveche y me acerqué hacia Kirie ya que había algo que quería preguntarle para sacarme las dudas de mi cabeza sobre temer o estar preocupado
- Goshima-san, se que s algo repentino, pero me gustaría que me mostraras aquellas cerámicas extrañas de las que me hablaste en la mañana
- Seguro, solo espera un poco y las traigo
- Desacuerdo
Ella se retiro por unos breves instantes y trajo todas las cosa que encontró. Lo que decía era muy cierto, las vasijas y platos tenían forma de espiral y parecía que tuviesen rostros de personas, me dio mucho miedo, pero sin dudas la que mas me atemorizo fue aquella que parecía tener la cara de la madre de Shuichi, eso si que me sacó varios escalofríos
Deje de verlas ya que Hiro había llegado por lo que decidimos irnos bastante rápido. Nos despedimos y salimos bastante apurados, yo mas que Hiro ya que ella me había pedio varias veces quedarnos a cenar por lo menos, pero yo con mi miedo y con ver aquellas cosas ya no tenia hambre en lo absoluto
- Nii-san te preocupa algo ?
- Eh, no. Solo es recordé que tengo tarea que hacer y eso, ya sabes como soy yo con eso temas
- Si. Oye quería preguntarte algo. . . cuando volveremos a casa ?
- Que dices ?, ahora mismo estamos yendo para allá
- No. Quiero decir nuestra verdadera casa. En Kioto
Entonces recordé nuestro hogar. Las cosas habían pasado tan rápido que no había tenido nada de tiempo en pensar como volver. Suspire algo fuerte debido a la gra cantidad de problemas que este día me había traído. Mire a mi hermana y luego fije mi vista al camino
- Pronto Hiro. . . pronto. Solo déjame pensar las coas
- Bueno, aunque creo que la estas exagerando. No digo que sea tan importante volver, es solo que llevamos tanto tiempo en este pueblo que extraño un poco mi antigua casa
- Y que lo digas. . . sabes a quien extraño yo ?
- No, dime
- Me
- Ya enserio, cuéntame a quien o que extrañas de casa
- Al señor Kamigara
- Aquel hombre que nos regalaba frutas cuando volvíamos de la escuela ?
- Je je, si ese mismo
- Pensé que se había mudado a Tokyo
- Ni idea, pero es una de las cosas que extraño, tan bien extraño mi escuela
- Creo que estoy desacuerdo contigo nii-san, me cuesta mucho adaptarme a esta escuela, algunas chicas son muy, ya sabes
- Je si, ya se a lo que te refieres
- Me alegra porque no quería tener que decirlo en voz alta, seria muy vergonzoso
Ambos continuamos nuestra charla de hermanos, riendo y bromeando, abecés contando chistes y otras contando anécdotas. Pero apenas llegamos a la instancia nos quedamos callados hasta subir a la habitación en donde cada quien se acostó en su cama, no sin antes bañarnos
- Descansa Hiro, mañana es un nuevo día con nuevas tareas que hacer
- Si, tu también descansa nii-san
Apague las luces y me senté en el sofá para dormirme, una vez allí comenzó a recordar todo lo ocurrido en aquel lugar. El abrazo del padre de Kirie, las palabras que me dijo, aun recuerdo la calidez que sentí. Una sonrisa recorrió mi rostro apenas lo recordé hasta que me acorde de todo lo que había visto dentro del horno. Aquello si que me había dejado muy preocupado. Un ultimo flash de aquellos recuerdos golpeo mi mente y me estremecí bastante
- Basta de pensar en eso Hide. Fue solo una estupidez
Sacudí la cabeza y me dispuse a acostarme para descansar y estar a mi 100 porciento mañana, mi ultimo vistazo fue hacia Hiro. Ella dormía tan tranquila y calmada, me alegraba saber que ella no tenia que soportar las pesadillas mas, pero no me deja del todo seguro que su pánico al miedo se halla desaparecido de la noche a la mañana. Mire el techo y poco a poco serré los ojos hasta quedarme profundamente dormido
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro