
Capítulo 9| La técnica Miyagi
A N K E R
💀🔮💀
Me siento en las escaleras de la entrada del liceo, esperando a que mi madre llegara, se atrasó porque mi hermana no tuvo un buen día en el kinder y se desviaron para ir por galletas e ingredientes para preparar tortitas. Mi hermana es muy unida a mi padre, pero cuando no tiene un buen día siempre termina recurriendo a mamá, ellas preparan tortitas mientras hablan para distraer a mi hermana de eso que la pone triste. Hoy era uno de esos días, porque nuevamente esta semana la mascota de la clase —un conejo negro— no iba a nuestra casa para que ella pueda cuidarlo hasta la otra semana. Nina adora los animales, tenemos un perro porque ella le insistió hasta el cansancio a nuestros padres y desde que ellos la dejaron tener al animal se encargó de cuidarlo o de lo contrario se lo devolverán al abuelo. Entiendo que no se sienta bien por no tener al estúpido Sr. Vainilla en nuestra casa, pero hace más de una hora y media que estoy esperándolas. Me dio tiempo de hacer mi tarea de matemáticas en la biblioteca y mi madre aún no aparecía, hace quince minutos me dijo que estaba en camino.
—Anker —murmuró una voz suave a mi espalda, los vellos de mi nuca se erizaron y todo mi cuerpo se tensó, no hacía falta que me girara para reconocer a la persona que estaba detrás de mí. —¿Qué haces aquí? —no me moví, pero pude ver de reojo como Bunnie se sentaba en las escaleras junto a mí, sin decir nada más apretando sus rodillas contra su pecho ella guardó silencio esperando a que le hablara.
—Espero a mi madre, parte del castigo que me impusieron por lo de Azul es que ella me trae y me lleva a casa. Se atrasó porque Nina no tiene un buen día pararon en la tienda —comentó en un tono bajo, aún me costaba hablar con la normalidad y complicidad que teníamos antes de todo lo que nos pasó.
—Oh, ¿aún no le han dejado traer a casa al Sr. Vainilla? —preguntó ella con cautela, gire mi rostro a verla y Bunnie estaba mirando algo en el aparcamiento y le agradecía que no tuviera los ojos puestos en mí.
—No, ayer estuvo preparando todo para la llegada del conejo —agregó soltando un suspiro cansado, sé que en cuanto mi padre llegue Nina volverá a llorar porque el estúpido conejo no está en la casa. —¿Tuviste entrenamiento de animadoras? —pregunto queriendo romper el hielo que había entre ambos, Bunnie dejó de abrazar sus rodillas para apoyar sus palmas en el suelo.
—Si y siento que todo mi cuerpo está matándome —comenta con humor la descendiente de la luna elevando su rostro hacia el cielo que se encontraba despejado de nubes, ni una sola se llegaba a divisar. —Lo siento Anker —masculló ella clavando su mirada oscura en mi perfil, no me moví, ni tampoco pude decir nada.
»Lamento mucho todo lo que pasó entre ambos, fui egoísta al pensar que podría enamorarme de ti sabiendo que en el fondo no podía verte con otros ojos. Sé que las cosas entre ambos jamás volverán a ser como antes, cruzamos una línea de manera prematura y terminamos mal. Únicamente deseo que volvamos a ser amigos, que puedas verme como tu amiga y no como una hidra de diez cabezas. Sé que esto llevará tiempo y estoy dispuesta a darte todo el espacio que necesites. Piénsalo, extraño a mi mejor amigo —murmuró volviendo a levantarse, frenando en la calle veo el auto de Tadeus que me saluda con la mano mientras su novia sube al coche. Me veo respondiendo al saludo por cortesía con una sonrisa fingida en el rostro, era un excelente mentiroso cuando de enmascarar mis emociones se trataba, podía ocultar lo que me pasaba de todos menos de Bunnie. Con ella no existía máscara, excusas o mentiras que puedan ocultar mis sentimientos, soy como un libro abierto al cual ella podía ojear sin siquiera pedir permiso.
El rechinido de unas llantas me hizo ponerme en pie cuando una camioneta 4x4 negra frenó delante del liceo con una mujer a la que llamó madre cantando a todo pulmón Crazy in love de Sofia Karlberg. Nina la acompañaba en los asientos traseros moviendo su estúpido peluche de un lado a otro como si fuera un mechero en un concierto. Cabizbajo camino hacia el auto metiéndome dentro cerrando con un portazo demasiado innecesario cuando mi madre dejó de cantar.
—Got me lookin' so crazy right now — escuché a mi hermana entonar que aún no se había dado cuenta de que nuestra progenitora dejó de cantar por centrar su atención en mí.
No la mire porque no tenía ganas de hablar, tampoco quería arruinar la felicidad de Nina y se recuerde que el estúpido Sr. Vainilla no vino a pasar la semana en casa con nosotros. Mamá arrancó en cuanto me puse el cinturón, la canción que estaban cantando finalizó y ambas vitorearon como si estuvieran en un concierto. El coche frena delante de un semáforo y mamá toma su celular para teclear algo rápidamente en la pantalla, el silencio es interrumpido por las suaves primeras notas de una guitarra. Casi de manera inconsciente mis labios se curvan en una sonrisa que reprimo, mi madre mira por el retrovisor a Nina que chilla contenta al reconocer la canción. Ambas se ponen a cantarla poniendo en marcha el vehículo, las miro de reojo mientras ellas me animan a que cante la canción y a medida que esta llega a la parte más movida me giro a verlas. Rodando los ojos finalmente me uno a su cántico.
—You made me hate this city —gritamos todos a coro siguiendo la canción a todo pulmón hasta que esta acaba y el auto se llena de risas.
—¡Woooow, los Black en concierto! —grita mi madre aparcando el coche en nuestra mansión, Nina aplaude desde los asientos traseros riendo mostrando el diente que le faltaba y al ver a mi madre no pude evitar sentirme bien.
A Z U L
🌟🌟🌟
Calíope golpea Blake con su espada en su escudo, el sonido del metal contra el metal resuena y todos permanecemos atentos a la pelea viendo como el hijo de la muerte extiende sus alas para esquivar un nuevo golpe de la platinada. Moviendo su espada en su muñeca la diosa espera el siguiente golpe de su atacante que no tarda mucho en dar una vuelta en el aire y tirarse de lleno contra Calí. Ella levanta su escudo acomodando su postura, pero la fuerza del golpe la arrastra un metro, enderezándose Calíope tira un golpe que da en el escudo de Blake y usando sus poderes lo golpea por la espalda. Una campana da por terminada la pelea, la platinada ayuda a levantarse a Blake y se saludan cordialmente, la diosa se gira caminando hacia las gradas donde la reciben con halagos Melione y Red.
—Lo que has observado Azul es solo una demostración de las cosas que lograras hacer si entrenas tu cuerpo en combate, no obstante comenzaremos por lo básico limpiando las armas —me aclara la platinada quitándose el casco y dejando su trenza caer suelta por su espalda.
—Limpiar las armas ¿es en serio Calí? ¿Qué le enseñarás utilizando la técnica Miyagi? —interroga la princesa enarcando una ceja mientras se cruza de brazos, no sabía a qué se estaban refiriendo, pero por la risa de Red y Blake supongo que es una especie de chiste.
—Debe aprender la función de cada arma, su peso y su nombre. No le estoy haciendo ninguna técnica Miyagi, exclusivamente aprenderá como yo lo vengo haciendo desde que era una niña, te recuerdo que entrenó en combate desde que era una niña. Sé lo que hago Black —responde la platinada digiriendo una mirada gélida a la princesa que se la devuelve, las tensiones entre ambas son palpables, tenía el temor de que se pusieran a pelear pero Red intervino.
—Chicas relájense un momento, Calí tiene razón primero Azul debe familiarizarse con las armas y ya luego sabrá que le queda bien. A mí me va muy bien con las katanas y pésimo con las espadas, es cuestión de encontrar tu punto de equilibrio —suelta la pelirroja parándose en la mirada de ambas chicas que bufan y continúan cada una en lo suyo como si ese roce de palabras fuera algo común entre ambas.
—¿Podemos irnos a comer burritos ahora? —pregunta Blake quitándose el casco una ligera capa de sudor le corría por la frente y se quitó rápidamente la armadura acercándose a Calí que seguía viéndolo con un rostro serio. —Vamos tomatito —insiste el muchacho sonriendo, la diosa aplana sus labios y sus mejillas toman un color entre rosado y carmín. Inflando sus cachetes se gira dedicándole una mirada fría y casi asesina al moreno que levanta las manos en señal de rendición, Oliver se ríe agachando la cabeza y Red parece esconder su risa ocultando su rostro en el hombro de su novio.
—Vuelve a decirme tomatito y te haré puré Blake, no estoy bromeando —sisea entre dientes la platinada señalando con su dedo —Ahora por gracioso pagas tú los burritos, idiota —lo amenaza la chica tomando una de las toallas de las bancas y se fue siendo seguida por Melione y por mí hasta adentrarnos nuevamente en la mansión de la diosa Styx.
🌟🌟🌟
—Madre por favor dijimos que serían dos semanas hasta que la chica se adapte a la rutina, está sola y sé lo que se siente estar en un nuevo lugar alejada de tu hogar —escuchó decir a la reina Perséfone en su precioso jardín.
—Es distinto, te casaste Perséfone y ahora eres la reina del inframundo, seis meses estás conmigo y seis meses estás con tu esposo ese fue el trato que hicimos con tu padre. Esa estrella cayó del cielo en el patio de mi nieto, pobrecita debe de estar tan aterrada de Hades y sus extravagancias retorcidas —se queja la diosa de la primavera en lo que ahora veo es una esfera por donde ambas se están comunicando.
—No empieces a atacar a mi esposo madre, te recuerdo que es el padre de mis hijos y al dios que amo —masculla la reina ya con un tono irritado —Nos vemos en una semana, adiós —sin esperar la respuesta de la diosa cortó la comunicación entre ambas, soltando un suspiro veo a Perséfone mover su mano y unas enredaderas me sujetan de las piernas y los brazos arrastrándome hasta donde estaba la reina.
—Yo no quise escuchar su conversación su majestad —aclaró sintiendo como las enredaderas sueltan mis extremidades humanas y la reina se gira a verme con una sonrisa de labios sellados.
—Era inevitable que escucharas, sabía que estabas aquí desde que pusiste un pie dentro de mi jardín. Voy a irme dentro de una semana y quería hablar contigo para decirte primero, como sabrás debo estar seis meses con mi madre y su séquito y otros seis meses en el inframundo con mi esposo. No quiero que te sientas abandonada por mí, si me necesitas dile a Melione que vendré a verlas y no dudes en decirle a Hades cualquier cosa que te incomode o necesites. Procura mantenerlo ocupado, pero asegúrate de que Melione no le dé demasiadas preocupaciones de las cuales mantenerse distraído —comenta la diosa con un tono melancólico, las flores a su alrededor comenzaron a morir cuando la diosa de la primavera agacho su cabeza mirando el suelo. Solo fue un segundo antes de volver a levantar la mirada y las flores muertas cayeron dando lugar a nuevas flores resonantes de vida, la reina estaba con su rostro serio de siempre. Corto una flor de su bello jardín y la colocó detrás de mi oreja con una agradable sonrisa.
»Ninguna sabe por qué estás aquí, pero mientras lo averiguamos trata de vivir sin miedo y experimenta lo que es la vida humana antes de regresar a casa. Búscate a ti misma Azul, pierde el miedo porque nadie te pondrá un dedo encima estando bajo nuestra protección, se lo prometimos a Nyx y a tus hermanas —sin más la diosa me dio un abrazo que me costó unos minutos corresponder, las palabras que me dijo rondaban en mi cabeza calando hondo.
Puede que mi caída no sea un error. Quizá estaba en el destino que me encontrara en la tierra en este momento.
💀🔮💀
#FelizLunesDeHechiceros
Hola llamitas, ¿como están? ¿Como vieron el capítulo y las dos escenas con miembros de la familia Black? Bueno espero les haya gustado quiero ver sus comentarios 👀 se me olvidaba ya tenemos nuestro primer 1k en esta historia 😭😭 muchas gracias llamitas.
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