Capítulo 4| Explicaciones
A Z U L
⭐⭐⭐
La luz que emanaba de mi cuerpo era intensa por mis miedos, escuche el grito de Anker pidiéndome que me detenga, pero por más que quiera no puedo. Una mano sobre mi cuello, helada como el frío espacio, un golpe seco contra mi espalda me hizo gemir de dolor. El brillo de mi cuerpo se detuvo, mi cuerpo se estremeció por el dolor y mis manos se dirigieron al agarre que sostenía mi cuello con fuerza. Una mano encendida en fuego se dirigía a mi rostro, pero se detuvo en el aire, por encima de aquella mano pude ver a Anker reteniendo con su poder a mi atacante. Con sus ojos grises borboteando de ira, me estaba viendo el rey del inframundo Apolión, hijo de Hades y Perséfone.
—Papá ella no intentaba lastimarnos tan solo estaba asustada, es una estrella, cayó en nuestro patio hace dos noches y la estoy cuidando. Fue mi culpa que esté aquí, no era su intención dañarnos —escuche decir a Anker, mi espalda me estaba ardiendo y sentía un líquido recorrer mi espina.
—¿Cómo se te puede ocurrir mentirnos? —nos interrumpe la voz de la reina del inframundo Diana, la vi bajar la mano de su hijo y el rey bajó la suya soltando mi cuello dejándome caer al suelo.
Solloce llevando mis manos a mis hombros en un intento de apaciguar inútilmente el dolor que estaba sintiendo ahora, el príncipe se me acercó sin importarle las miradas de sus padres. El roce de sus dedos en mi piel me quemaba, estaba temblando por el intenso dolor en mi espalda y sus ojos oscuros tan calmos me hicieron dejarlo revisar mi espalda.
—Mamá, papá les explicaré todo si tan solo llaman a Mar, Azul necesita ayuda y a menos que alguno de ustedes sepa como funcionan las anatomías de las estrellas, necesito a mi prima —exige el muchacho volteando a ver a sus padres, ellos se miraron antes de salir de la habitación con la pequeña hermanita de Anker que temblaba mientras lloraba.
—Lo siento, no quise lastimarlos —murmuró en un tono bajo, avergonzada de no haber podido controlarme. Él se agachó a mi altura y con cuidado me levanto del suelo para recostarme sobre la cama, el rey Apolión me atacó golpeándome contra la pared aun lado de ventana en donde muchas veces veía a mis hermanas. La habitación entera era un caos y la pared en donde fui golpeada mostraba señales de quemaduras por la intensidad de mi fuerza de luz.
—Fue mi error no poner el seguro en la puerta, nada nos pasó quédate tranquila —lo escuché decir en un tono cada vez más bajo, mis párpados me comenzaron a pesar y la voz del príncipe comenzó a ser cada vez más un eco en la lejanía. Estaba muy cansada, sentía que el dolor en mi espalda se calmaba a medida que caía en la inconsciencia y sin pensarlo me dejé ir por el profundo sueño.
⭐⭐⭐
Abrí mis ojos sintiendo la necesidad de tomar una gran bocanada de aire, a mi alrededor había muchas personas y me sentí demasiado pequeñita en ese momento. Hasta que muchos rostros familiares se me acercaron preguntando un montón de cosas que me llegaron a marear un poco. Anker y sus amigos estaban junto a mí, pero sus palabras fueron calladas cuando una voz por encima de las demás habló y enmudecieron.
—Mucho mejor. No podemos comunicarnos con tal escándalo —escuchar su voz fue como si volviera a estar en casa, las personas que me rodeaban se abrieron dejándola pasar. Era ella, con un vestido negro elegantemente puesto sobre su cuerpo, con la capa que siempre la acostumbraba a ver era la diosa Nyx. Tan imponente como la recordaba, con una sonrisa en su pálido rostro y una mano extendida hacia mí y sin importarme el dolor de mi espalda salí de la cama yendo a su encuentro. Tome su mano sintiendo como todo mi cuerpo tembló, Nyx se acercó acariciando con su otra mano mi cabello y dejo un beso sobre mi frente tranquilizándome.
»Ya, ya pequeña estas a salvo —su tono dulce me quebró, comencé a llorar contra su pecho, mojando con mis lágrimas su pulcro vestido, pero a la diosa de la noche eso no le molesto. Con cuidado rodeo mis hombros y me consoló como una madre consuela a su hijo, suaves caricias por mi cabello y palmaditas sobre mi hombro arrullándome como una madre humana a su pequeño bebé. Yo era una bebé para mis hermanas y no iba a ser menos para la madre de la noche.
—No quiero que esta reunión nos lleve toda la noche ¿díganme de una vez porque una estrella duerme con mi hijo? —a mi espalda estaba hablando el rey del inframundo, no podía verlo, pero note que su tono de voz significaba que estaba enojado.
—Apolión por las barbas de Zeus espera a que la niña se sienta mejor, está aterrada —manifestó en consecuencia la reina del inframundo, alejándome un poco del costado de Nyx mire a la Diana cruzada de brazos observando enojada a su esposo que estaba con un rostro de pocos amigos apoyado en una pared.
—Ya no está llorando, comiencen a hablar, nadie se irá de aquí hasta que la verdad salga —señaló el hombre de ojos grises en mi dirección haciendo que en consecuencia todos lo hagan volteando a verme. Nuevamente era el centro de atención, pero la mano de la diosa Nyx en mi hombro me daba cierta seguridad.
—Anker ya te dio las explicaciones que querías y es la verdad lo mismo nos dijo a nosotros que más esperas saber hermanito —interrumpe la princesa del inframundo dando un paso al frente para ver a su hermano que le dedicó una mirada para nada amigable.
—Tú mejor cierra la boca pitufa nadie te pidió opinión —le respondió el rey con una sonrisa de lado, pero esta se borró cuando la princesa se acercó hasta donde él estaba y comenzó a darle manotazos que el rey le devolvió.
—Por las almas del averno maduren ya —una nueva voz femenina dulce, pero firme habló, detrás de donde me encontraba con la diosa Nyx apareció la reina de todo el inframundo, la diosa Perséfone. Fue hasta donde sus hijos y los separó tomándolos de la oreja a ambos y los obligó a disculparse antes de soltarlos. Si mis hermanas supieran de estas cosas no volverían a ver a la familia Black del mismo modo.
A N K E R
💀🔮💀
Los problemas en mi vida son algo común, si pasamos una temporada de calma es muy inquietante debido a que siempre surgen nuevos conflictos a los cuales debemos prestarles atención y los cuales debemos solucionar. Mi lado de hechicero por parte de mi madre es un mundo oscuro, lleno de guerras de poder por controlar el conocimiento de la magia y de erradicar a todos los mestizos que se interpongan en sus caminos. Mi madre es vista como una poderosa hechicera, además de ser la protegida de Circe la madre de todas las hechiceras y eso en el mundo de la magia es visto con buenos ojos y también algo de envidia. Es por esto que entiendo que mi padre haya atacado a Azul, para protegernos a mi hermana y a mí, pero su intento de protección casi le cuesta la vida a una inocente.
—Ya se los dije, Azul no puede cambiar a su forma original los daños que sufrió durante la caída son serios, pero con cuidados ella volverá a ser la misma. Solo espero que con el golpe que le dio el tío Apolión no le genere secuelas, es cuestión de que sanen bien sus heridas y ver si puede volver a su forma original —responde Mar una vez más la misma respuesta que nos habían estado haciendo decir cada que llegaba una nueva persona a mi habitación.
—No podemos tenerla en la casa con Tadeus viviendo en nuestro hogar y otras estrellas enfermas no podemos alojar a una invitada más por más que quisiéramos —agrega el tío Adonis siendo apoyado por mi tía Ylenia quien se acercó a Azul que continuaba siendo confortada por la diosa Nyx.
—Debieron decirnos lo que estaba pasando, hubiéramos buscado una solución entre todos y no pueden seguir mintiéndonos conocemos todos los trucos. Nosotros mismos mentimos antes que ustedes no traten de engañarnos o les ira peor, tener a una estrella no es como tener una mascota deben ser conscientes de que ella necesita cuidados —sentenció mi tía Ylenia viéndonos con decepción, en parte tenía razón, pero ninguno se la iba a dar. Mar abrió la boca, pero la cerró, ella en verdad era la única que sabía la verdad junto con Colín y por protegerme mantiene la boca cerrada sé que le es difícil mantener las mentiras, pero mi amigo la ayuda con eso.
—Les pedí que no les dijeran nada, no veo a Azul como una mascota y trataba de ayudarla. Mar me dijo que no tenían lugar en su taller para que se quede por lo que propuse que se quede en mi casa, duerme en mi cama yo abajo y la ayudó aplicando el ungüento en su espalda —respondo mirando a mi tía y luego a mis padres que están queriendo matarme por no haberles dicho nada antes.
—Es una adolescente asustada, está herida y no puedes ocultar esto de nosotros Anker. Tu padre casi la mata por intentar protegerlos, hijo existen secretos que no se pueden mantener ocultos de los ojos de tus padres —sentenció mi madre mirándome con una ceja alzada, mi padre resopló en su lugar y se acercó a mi progenitora intentando apaciguar su furia.
—Lo hecho, hecho está, ahora Azul necesita un lugar donde quedarse y cuidados. Nuestro hogar cuenta con todas las comodidades y no tenemos problemas con alojar a la estrella —interviene mi abuela Perséfone calmando las aguas, Azul que ya se veía más recuperada estaba secando las escasas lágrimas que corrían por sus mejillas.
—¿Estás segura Perséfone? En mi hogar tengo el espacio suficiente para recibirla solo deberé buscar alguna ninfa para que la ayude —murmura la diosa Nyx mirando con respeto a mi abuela que niega con la cabeza.
—Mi familia cometió el error de no avisar sobre lo que estaba pasando, no me molestara ayudar a Azul, además le vendrá bien a Melione tener motivos para estar en la casa —bromeo mi abuela mirando a mi tía que se cruzó de brazos y resoplo escondiéndose detrás de mi abuelo Hades para no tener problemas con su madre —¿Azul te gustaría vivir en mi casa mientras te recuperas? —consultó a la rubia, la estrella se alejó un poco de la diosa de la noche y asintió mirando tímidamente a mis abuelos.
—Por todas las almas voy a tener una compañera al fin, la mansión se siente demasiado vacía la mayor parte del día —comenta mi tía acercándose a Azul tomándola de la mano para acercarla a mi armario a recoger su ropa que había ocultado de mi madre.
—Anker... —mi madre fue interrumpida por un pitido de su comunicador del hospital, ella leyó el mensaje y miro a mi padre pidiendo disculpas con la mirada —Hablaremos después, uno de mis pacientes al fin encontró un donante de corazón —despidiéndose de todos con la palma de la mano mi madre se fue corriendo, ser una cirujana titular en el hospital la llevaba a tener llamados a horas inusuales y la admiramos por la pasión que pone en su trabajo.
—La reunión se acabó dejemos que Azul se despida y recoja sus cosas —habló mi padre señalando que salgan de mi habitación, mis amigos no se inmutaron los adultos salieron del lugar y mis amigos suspiraron aliviados. La tensión que había en el ambiente se disipó, mis amigos giraron de inmediato a verme y con tan solo una mirada sé que ellos me decían que me apoyaran en esto.
—Anker, lo siento mucho. Estaba asustada y no pude controlar mi brillo, el miedo me controló —Azul estaba pálida y con sus temblorosas manos secó las lágrimas que se rodaron por sus mejillas, se veía muy asustada. Tome una bocanada de aire antes de hablar, en parte fue mi culpa, debí recordar que Nina nunca llama antes de entrar.
—Nada de esto fue tu culpa, tuve que recordar que Nina es una metiche y lo siento tanto por lo que mi padre te hizo —susurro en un tono bajo, tan avergonzado por todo lo que había pasado en cuestión de dos horas.
💀🔮💀
#FelizSábadodeHechiceros
Hola, hola llamitas ¿Qué tal vieron este capítulo? Aún no vimos lo que Diana y Apolión le dirán a Anker, esta fue una reunión para abordar lo que pasó con Azul. En los siguientes capítulos veremos cómo se desarrolla esto.
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