_Killian_

Me había comportado como un idiota de eso no había duda, el hombre que me dio la vida, bueno más bien el que pueso el semen había vuelto solo al avión sabía que la había cagado cuando April no regreso. Y me sentí como la mierda al recordar su mirada, no era mí intención decirle todo eso, pero no quería que sufriera con Landon, o puede que la usará para herirlo. Ya no lo sé la verdad.

Kalika miraba por la ventana en su rostro se veía el enojo y por más que intentaba sujetar su mano ella me la rechazaba, por lo que no insistí. Pero no dude en darle mí hombro cuando se quedó dormida.

Mientras Landon era quien también me estaba ignorando, aunque eso último ya estaba acostumbrado.

Horas más tarde y nos encontrábamos en Roma, no tardamos demasiado en ir en camino a casa de Landon y en cuando vi la monstruosidad de estructura en la que se supone que vive empecé a arrepentirme de haber venido. Landon, un medio hermano del cual no sé ni el nombre y mis cambios de humor tan extraños no era una combinación muy agradable y menos con Kalika cerca.

—Bueno llegamos, hogar dulce y nada humilde hogar. –Habla Landon sacando las maletas del auto.

—Es una casa enorme señor Black. –Tan amable como siempre Kalika elogia la casa, aunque sé que también le debe incómodar.

—Por favor cariño, no me gusta que se dirijan a mí apellido si no son personas que quieran matarme, alguna mujer extraña o el tipo que me da masajes. ¡Ese hombre hace magia! En fin, llámame Landon nada más, después de todo somos familia prácticamente.

Su forma de hablar tan tranquilo sobre el tema me irrita.

—¿Qué sabrás tú de lo que es una familia?—murmuro

—Killian ya por favor — dice kalika a mi lado, dándome un golpe en las costillas.

Control Killian, solo aguanta

Landon no dijo nada simplemente me miró fijamente y no supe cómo identificar su mirada, de hecho no sabía cómo identificar nada acerca de él. Era un desconocido para mí prácticamente y cuando creo comprenderlo sale con una estupidez tan grande que tengo que alejarme antes que me arrastre con él.

No quiero meter a Kalika en esto, en lo que es Landon. Porque su presencia solo atrae problemas y ahora mismo estamos entrando en la boca del lobo.

Por eso no digo nada cuando se adelanta con las maletas, dejándome solo con Kali quien se pone enfrente mío, poniendo sus manos en sus caderas.

—¿Se puede saber que te pasa killian? Nunca has sido grosero con nadie desde que te conozco. Y con tu padre parece que lo quisieras insultar cada 20 segundos.

—No pasa nada Kalika –Mentí, pero por su mirada sabía que no me creía– solo no me siento cómodo ¿Bien? Ya te dije como es Landon, su sola presencia es como un mal augurio de que algo pasará y no nos gustará.

–Es tu padre. –Me reprende.

–Y desearía poder cambiarlo.

La veo apretar los puños molesta.

–Al menos el tuyo parece que le importas lo mínimo.

Iba a preguntarle a qué se refería cuando me dejó con la palabra en la boca mientras nos dirigíamos a la casa.

Iba a decir algo, pero me detuve en seco cuando Kali detuvo algo que estuvo a punto de darle en el rostro. Casi me caigo de culo cuando veo la flecha que estuvo a punto de darme en medio de los ojos.

Una risa llamo mí atención y alce la vista para encontrarme con el responsable que cargaba un arco entre sus manos. Estaba en uno de los balcones completamente relajado, como si no hubiera tratado de matarme

Era un chico que aunque por la distancia lo veía algo bajito, podría calcularle 17 años o menos, su cabello castaño estaba desordenado de una forma que le daba un aire de despreocupación inmensa, (creo que eso fue la primer pista) la segunda y más clara fueron sus ojos azules tan claros como los mismos cielos, solo había una persona en todo el mundo con esa clase de ojos.

El chico para mí horror saltó del balcón y aunque no estaba a una altura mortal, no pude evitar sorprenderme al verlo aterrizar y caminar como si nada hubiera pasado, de hecho se acercó a nosotros, pude detallarlo mejor y me di cuenta que solamente era más bajo que yo por unos pocos centímetros, era delgado pero de complexión atlética. La sonrisa burlona en su rostro al verme me hizo sentirme como un animal.

Pero lo que realmente me irritó fue como escaneo a Kalika a mí lado, la forma en la que lo hizo lentamente mientras se mordía el labio inferior no me gustó para nada.

—Debo decirlo, cuando me hablaron de ti pensaba que serías uno de esos tipos de lentes, llenos de acné y muy antisociales. Con eso de que no matabas ni una mosca ¡Vaya forma de romper mí imagen mental!

—Perdona, pero ¿Tú eres?— digo tratando de poner distancia entre él y Kalika.

Pero él me empuja con una fuerza que me hizo trastabillar mientras tomaba la mano de Kalika y con una sonrisa ladedad depositaba un beso el dorso.

— Mi nombre es Blake Black hermosa —deja un beso en la mano de Kalika– pero puedes decirme el Black más atractivo que has visto.

— soy....ka...li .....Kalika. –Su tartamudeo junto con el sonrojo no ayudo a mejorar la situación.

–Que curioso –Inclina la cabeza- te llamas justo como alguien que conozco.

– ¿De verás? –Pregunta sorprendida, pero yo solo aprieto los puños. Dudo mucho que alguien tenga por coincidencia el mismo nombre que ella.

–Si, es la chica que me acompañará a cenar esta noche ¿Te interesa preciosa?

Es oficial iba a matarlo