Barcelona, España

Niego lentamente mientras veo la maravillosa vista que se mostraba a través de la ventanilla del taxi donde íbamos mi mejor amiga y yo.

—Aún no me creo que estemos haciendo esto —comento mientras sigo observando a través del cristal— Definitivamente tengo que estar loca para haberme dejado arrastrar hasta España.

Y era cierto.

A pesar de haber llegado a Barcelona hace tan solo minutos todavía no me creía que me haya dejado arrastrar por la loca de Alessia hasta aquí. Aún me mantengo firme en que debo tomar distancia de mi madre y todo lo que respecta a ella, pero sólo de pensar en que se puede aparecer acá cuando descubra mi pequeña travesura con Alessia, me pone los nervios de punta. No me pueden culpar por pensar así. Fueron muchas las veces en las que mi madre se aparecía cuando estaba en medio de algo indebido. Por ejemplo, la vez que me encontró follando en las escaleras que dan al ático.

Jamás olvidaré su rostro incrédulo y escandalizado ese día.

Vale, se que a mi también se me fue un tornillo para hacer semejante locura, pero estaba tan caliente y tan necesitada de una buena follada que no me importó follarme al tipo en mitad de las escaleras.

Y en mi defensa también alego, que apenas estaba comenzando mi vida sexual y en ese momento solo pensaba en pollas follándome el coño duramente.

¿Mi prometido?

Aún no lo conocía, o bueno si, obviamente siendo el hermano de Alessia y ella mi mejor amiga pues si lo conocía. Pero no era una amistad tan íntima tampoco, apenas nos saludábamos.

Y pues si preguntan si disfruté la locura de aquella noche, pues si, la disfruté bastante y mucho más, disfruté de la expresión facial de mi madre.

Plasmo una sonrisa traviesa en mis labios al recordar ese día.

—Realmente no veo que te incomode el hecho de que te haya arrastrado, como dices —su voz me saca de mi momento de trance— Es más, hasta encantada estás, solo mírate esa sonrisa —señala mi rostro— es radiante.

—No seas tonta Alessia —respondo— Sonreí porque acabo de recordar algo.

—¿La noche en que tú madre te encontró follando en las escaleras?

Siento que la mandíbula me llega a los muslos cuando escucho sus palabras.

¿Cómo mierda ella sabía eso?

—¿Cómo...?

—¿Cómo lo se? —inquiere con una sonrisa divertida en sus labios. Asiento— Fácil, es la misma sonrisa que tenías cuando me contaste lo que hiciste esa noche. Además no es la primera vez que te sucede, ¿o no recuerdas cuando los encontré a ti y a Adriano follando al borde de la piscina? El recuerdo de verte gemir como posesa encima de mi hermano es un trauma permanente para mi.

Abro la boca avergonzada y con las mejillas completamente rojas de la pena ante su confesión de ese recuerdo.

Joder ese día había sido el más vergonzoso de mi vida.

Esa noche ambos habíamos estado tomando y de un momento a otro el ambiente cambió a uno totalmente caliente donde terminamos quitándonos las prendas y follando en plena piscina. El que Alessia nos haya descubierto fue algo vergonzoso para mi y mucho más porque ella no paró de molestar con eso y con el hecho de que la apuesta que ella había hecho sobre que pronto seríamos novios la había ganado.

—Eso... ¡Argh no sabes como te odio a veces! —chillo y veo como mi amiga se ríe ante mi rabieta.

—Ti amo anch'io dolcezza —responde en italiano.

Ruedo los ojos.

—Albern —contraataco en alemán.

—Strega.

La fulmino con la mirada y ella suelta una carcajada algo estrepitosa.

Las ganas de responderle se hicieron presente y lo iba a hacer, claro que si, pero el carraspeo del taxista me hizo olvidarme de mis ideas. Al parecer se estaba cansando de que discutiéramos como niñas pequeñas. Sonreí levemente apenada, haciéndole entender que no pasaría más y miro a Alessia quien seguía ahogándose con su risa.

—Cállate tonta —susurro de tal modo que me escuche.

Ella se encoge de hombros en señal de la inocencia que no tiene y yo solo puedo mirarla mal.

Agradecía internamente que el chófer del taxi no entendiera ni madres nuestros idiomas porque sería una total vergüenza que me hubiese escuchado hablando de las locuras que he hecho en mi adolescencia.

El auto se detiene y suspiro aliviada al ver la magnífica gran entrada del complejo hotelero donde pasaríamos nuestras pequeñas vacaciones de una semana.

—Gracias —le digo al taxista quien se ofreció amablemente a bajar nuestro equipaje.

—¿Lista? —inquiere mi amiga pasando un brazo alrededor de mis hombros. Le asiento con una sonrisa— Bien, hora de divertirse.

🍂

—¡Apúrate Alessia! —exclamo en un intento de que mi amiga deje de estar en las nubes mientras se vislumbra frente al espejo.

—¡Ya salgo! —responde del mismo modo desde su habitación— ¡Solo cinco minutos!

Ruedo los ojos ante sus palabras.

Hace unos veinte minutos me dijo lo mismo y aún no termina. Iríamos a una fiesta, pero evidentemente para mi amiga iríamos a un baile real o algo así. Es decir, viendo como se ha tardado, claramente es lo que debe pensar.

Me paro frente al gran espejo que se encuentra en el living y sonrío admirando como me veía con el outfit escogido. Usaba un vestido negro de un solo tirante ajustado en el hombro y con abertura en mi costilla derecha y en la pierna izquierda hasta mi cadera, con pequeñas cadenas plateadas que rodeaban las dos aberturas del vestido.

Y no podía faltar el detalle más importante.

Sin bragas.

Y sin brasier obviamente.

—Estás que ardes, princesa rubia —escucho su voz acompañado de un silbido de impresión a mis espaldas.

Me giro, encontrándome a mi amiga quien baja las escaleras, enfundada en un vestido corto rojo de tirantes finos, con abertura en sus pechos y en la espalda.

Silbo de impresión al igual que lo había hecho ella.

—Lo mismo digo, diablita italiana.

—Gracias. Admito que tengo buen gusto —expresa con una sonrisa llena de autosuficiencia.

—Sí, yo también lo admito —comento.

—Bien, ¿nos vamos? —extiende su mano en mi dirección.

Si, hoy era noche de fiesta.

Estaba más que claro que cuando Alessia Greco escoge vestidos extremadamente cortos y provocativos cuando está de compras, no es para más ninguna ocasión que para una buena fiesta en el mejor club de Barcelona. Y lo menos que podía hacer como buena amiga que soy, era aceptar.

Tomo su mano con una sonrisa pícara en mis labios.

—Vamos.

🍂

Razzmatazz Club.

La mejor discoteca y sala de conciertos de Barcelona. Si se quiere pasar una buena noche en la ciudad, definitivamente había que estar en el Razzmatazz Club. Y bueno, pues aquí estábamos.

Luego de bajar del taxi y de pasar directamente al interior del club sin la necesidad de esperar en la inmensa cola que yacía fuera del lugar, ya nos encontrábamos en el medio de la pista bailando todas las canciones que sonaban en la disco. Comienza a sonar una canción demasiado sensual y justo cuando Alessia y yo nos ponemos a bailar a ese ritmo lento y sensual que indica la canción, siento que la mirada que ha estado sobre mi desde que pasé las puertas del club se intensifica aún más.

Sí.

Hay alguien aquí dentro que no ha quitado la mirada de mi cuerpo por un segundo, que le haya tratado de quitar atención es otra cosa.

—¿Por alguna casualidad te sientes observada? —inquiere mi amiga.

La miro.

—¿Por qué? —pregunto en respuesta mientras sigo moviendo mis caderas.

—Porque ese chico de allá no deja de mirarte —señala hacia una esquina de la discoteca— Mierda nena, te está devorando técnicamente.

Miro en la dirección que señala mi amiga, encontrándome con unos ojos sumamente oscuros que efectivamente, me estaban desnudando.

No sé si es el alcohol o la canción que retumba por todo el lugar, pero el ver cómo guiñaba un ojo y levantaba la copa que traía en sus manos, en mi dirección, mientras seguía atravesándome con su mirada intensa, hizo que una ola de calor y excitación recorriera mi cuerpo hasta golpear directamente en mi coño.

Mierda eso era caliente.

Él lo era.

Es más, sin la necesidad de acercarme podía asegurar algo.

Esa era la mirada más caliente que me había dedicado un hombre.

Pero no me molestaba.

Al contrario.

Me hacía palpitar el coño de manera desmedida.

Calor, calor y más calor.

Esto está que arde señoritas🔥

Espero que les guste el capítulo.

Lxs leo en los comentarios.

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