Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capitulo 7

El aire en el claro estaba cargado de una tensión palpable mientras Benjamin y María intercambiaban miradas, ambos conscientes de que algo en la atmósfera había cambiado. Elyas, con su presencia enigmática, había dejado una sombra en el corazón de Benjamin, una que ahora se hacía más grande y más difícil de ignorar.

—Debemos seguir adelante —dijo Elyas, interrumpiendo sus pensamientos—. Las pruebas del bosque son solo el comienzo. El verdadero desafío aún está por delante.

Benjamin asintió, aunque no pudo evitar sentir que las palabras de Elyas eran una advertencia velada. Mientras el guardián los guiaba más profundamente en el bosque, Benjamin permaneció en silencio, observando cada gesto y movimiento de Elyas con una atención minuciosa.

Finalmente, llegaron a una parte del bosque donde los árboles eran tan altos que sus copas parecían tocar el cielo. La luz del día se filtraba a través de las ramas, creando sombras que se movían inquietantemente en el suelo.

—Aquí es donde enfrentarás tu prueba, Benjamin —anunció Elyas, deteniéndose frente a un árbol imponente que parecía más antiguo que el mismo tiempo—. Este árbol es conocido como el Árbol de las Sombras. Para continuar, debes enfrentarte a lo que más temes en tu corazón.

Benjamin miró el árbol, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. No era solo un árbol; había algo oscuro y malévolo en su presencia. Sin embargo, no podía dar marcha atrás ahora. Con una profunda inhalación, dio un paso hacia el árbol.

—Tú puedes hacerlo, Benjamin —le dijo María, su voz llena de apoyo y confianza—. Estoy contigo.

Esas palabras deberían haberlo reconfortado, pero en su lugar, despertaron un doloroso recordatorio de los celos que sentía. ¿Realmente estaba con él, o su conexión con Elyas estaba empezando a interponerse? Sacudiendo esos pensamientos, Benjamin tocó la corteza del árbol.

En el momento en que su mano hizo contacto, el mundo a su alrededor se desvaneció. Se encontró en una oscuridad total, como si el bosque hubiera desaparecido por completo. Frente a él, una figura emergió de las sombras: era él mismo, pero había algo diferente en sus ojos, algo sombrío y lleno de rencor.

—¿Quién eres? —preguntó Benjamin, aunque ya sabía la respuesta.

—Soy tus miedos, tus inseguridades —respondió la figura con una sonrisa amarga—. Soy la sombra que llevas dentro, la que siempre ha estado ahí, esperando el momento para tomar el control.

Benjamin sintió un nudo en el estómago. Sabía que esta prueba no sería fácil, pero no esperaba enfrentarse a sí mismo de esta manera.

—¿Por qué estás aquí? —insistió Benjamin—. ¿Qué es lo que quieres?

La sombra de Benjamin se acercó, sus ojos brillando con una luz siniestra.

—Quiero que aceptes lo que eres. Quiero que reconozcas tus celos, tu miedo a perder a María. Ella es todo para ti, pero ¿y si no eres suficiente para ella? ¿Y si Elyas puede darle algo que tú no puedes?

Benjamin sintió una punzada de dolor en su corazón. La sombra tenía razón; había estado albergando esos temores desde que Elyas apareció. Pero ¿acaso esos sentimientos lo definían?

—No dejaré que esos miedos me controlen —dijo Benjamin, su voz temblando pero llena de determinación—. Puede que sienta celos, pero eso no significa que deba rendirme a ellos. Confío en María, y confío en mí mismo.

La sombra se detuvo, evaluando sus palabras.

—¿De verdad confías en ella? —preguntó con burla—. ¿O es solo una mentira que te dices para no enfrentarte a la verdad? Que no eres suficiente.

Las palabras golpearon a Benjamin como un martillo. Quiso responder, pero se dio cuenta de que la sombra estaba canalizando todos sus temores más profundos, esos que apenas podía admitir ante sí mismo. Sin embargo, en lugar de retroceder, dio un paso hacia adelante.

—No soy perfecto —admitió Benjamin—. Tengo miedos, inseguridades. Pero eso no me define. Lo que me define es cómo elijo actuar a pesar de ellos. Y elijo confiar en María. Elijo enfrentar mis miedos, no huir de ellos.

La sombra se quedó inmóvil, como si las palabras de Benjamin hubieran desarmado su ataque. Poco a poco, comenzó a desvanecerse, hasta que no quedó nada más que la oscuridad.

De repente, la luz del día volvió a aparecer, y Benjamin se encontró de nuevo frente al Árbol de las Sombras. Estaba sudando, su corazón palpitaba con fuerza, pero sabía que había pasado la prueba.

Elyas lo observaba desde la distancia, su rostro inexpresivo.

—Has enfrentado tu sombra —dijo el guardián—. Eres digno de continuar.

Benjamin no respondió, pero en su interior, sentía que había ganado una pequeña batalla. No solo contra la sombra, sino contra los celos y los miedos que lo habían atormentado. Se giró hacia María, quien lo miraba con una mezcla de preocupación y orgullo.

—Estoy bien —le aseguró Benjamin, su voz más firme que antes—. Estoy listo para seguir.

María asintió, y juntos, se prepararon para lo que vendría después. Aunque los celos aún ardían en el corazón de Benjamin, sabía que podía superarlos. Y mientras miraba a Elyas, entendió que, aunque este guardián seguía siendo un misterio, no permitiría que se interpusiera entre él y María.

---

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro