Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Intereses compartidos




"No puedes alejarme de Hitohito"

Aquél pelinegro que todos consideraban promedio se había convertido rápidamente en la persona más importante en su vida, esa persona que pudo ver más allá de su exterior, sin tenerle miedo en ningún momento fué el único que la trato con amabilidad genuina, su personalidad ruda y distante comenzaba a desquebrajarse cada que hablaba con él. Tadano comenzó a convertirse en una necesidad para ella, era más que una simple atracción, era la primera vez que llegaba a sentir eso por alguien. Él era todo lo que necesitaba para estar bien.

Sabía sobre los sentimientos de las demás chicas, estaba al tanto de que no era la única que deseaba estar junto al azabache, por esto, comenzó a temer que Hitohito se interesara por alguien más, no podía soportar la idea de que alguien se lo quitara. Rumiko era una chica bastante popular, no podía negar que tenía su propio encanto, pero nunca pensó que ella se atrevería a confesarse a Tadano. Los celos y la envidia comenzaron a presentarse, intensificandose cada que ambos estaban cerca, combinados con la ira que siempre usaba como mecanismo de defensa, era una tortura constante. No iba a perder lo único que le había importado en verdad.

_____________________________


Habían transcurrido algunos días desde que Muzuka y Netsuno pactaron un alianza temporal, la matona no lograba entender totalmente el porque alguien como la atleta querría hacer equipo con ella, pero haría lo que fuera por que Rumiko pagara por lo que hizo. De cualquier manera, la peligris tomaría sus precauciones con Chika, aún recordaba cada uno de sus tantos enfrentamientos pasados.

Las clases habían terminado, como cualquier otro día, estudiantes caminando por todos lados, algunos llendo a casa, otros charlando con sus amigos, Tadano salía junto a su mejor amigo, Katai mientras un grupo de chicas intentaban captar su atención, algunos lo miraban con envidia, a otros les daba igual. Ninguna de esas personas era importante para ella, toda su atencion estaba posada en Rumiko Manbagi, chica que días atras había decidido confesarle sus sentimientos a Tadano.

Muzuka se encontraba sentada en una de las bancas del patio esperando silenciosamente a su nueva aliada. Entre tantos alumnos nadie le tomaría importancia a una estudiante más entre la multitud. Sin percatarse de su presencia, Chika apareció detras de ella.

"¿Y bien?¿Que tienes en mente?"

La peligris se exhaltó por un momento, aunque recobró la compostura rápidamente

"¡¿Cuanto tiempo llevas ahi?!"

"Eso no es lo importante ahora" La atleta miró hacia donde estaba la rubia "Tengo un pequeño plan"

Rumiko caminaba lentamente observando al chico promedio desde lejos, aún le daba miedo encarar a Makoto por lo que nunca se acercaba cuando ellos charlaban. Era la oportunidad perfecta para su primera jugada.

Shiina: ¿De que trata?

Netsuno: Bueno... Tengo un tiempo vigilandolo, siempre acompaña al imbécil de Makoto, y tengo entendido que hoy irán a su casa. No tendremos que preocuparnos por que él se entrometa

Shiina: ¿A que te refieres con "tengo un tiempo vigilandolo"? -Cuestiona con una mirada fría-

Netsuno: -Apenada pone una sonrisa nerviosa- No te preocupes por eso... El punto es que solo es cuestión de esperar a que él se vaya

Shiina: ¿Y... La golpearemos o algo?

Netsuno: Eso sería un suicidio, se lo contaría a Hitohito y ambas estaríamos perdidas

Shiina: Entonces...

Netsuno: solo observa... Esa es nuestra señal -Observaba como ambos amigos salían de la institución- ¿Sabes lo que significa?

Shiina: Eh...

La atleta señaló con una pequeña sonrisa a un grupo de estudiantes de segundo grado los cuales se acercaban lentamente a la chica sin que ella lo notara. La mirada expectante de la peligris se iluminó a la par que uno de ellos soltó un golpe contra la rubia, enviándola directo al suelo, aunque la tortura apenas comenzaba.

Entre risas y burlas, el grupo continuaba golpeando a la pobre chica mientras estaba indefensa en el piso. Varios estudiantes miraban aquella atroz escena, en su mirada se reflejaba el terror que les suponía saber que ellos podrían estar en el lugar de esa compañera, algunos otros alumnos se miraban más bien divertidos, pero la gran mayoría tenían en la cabeza la misma pregunta. ¿Qué pudo haber hecho la chica para merecer tan brutal castigo? Ni siquiera los nudillos ensangrentados de varios de ellos los detuvo, siguieron golpeandola sin piedad. Sin importar los gritos y súplicas de la chica. Nadie hacía nada, el miedo que les causaba aquel grupo de matones suprimían las ansias de actuar de todos alrededor. Preferían no meterse en problemas.

No fué hasta que las autoridades escolares llegaron, que el injusto ataque finalizó. la pobre rubia se encontraba al borde de la inconsciencia, en medio de un charco de sangre. Su cara estaba tan hinchada y deforme que su vista se nubló casi completamente. Los profesores dspersaron a la multitud dejando que la chica pueda tomar aire. Ambas aliadas se acercaron inocentemente a ella con la excusa de llevarla a la enfermería. Ningún docente tuvo problemas con eso, por lo que las dejaron ir sin saber que ellas habían sido responsables por los actos.

****

Hitohito se encontraba al costado de su mejor amigo, Katai. Hoy habían acordado pasar la tarde en su hogar, por lo que el rubio había pasado toda la noche arreglando la casa, para él, era la primera vez que un amigo suyo lo visitaba. Al llegar, una entusiasmada Ai los recibió con una enorme sonrisa.

Katai: Bueno hito, esta es mi casa... espero te guste -intentaba hablar con amabilidad-

Tadano: Gracias por invitarme Makoto

Ai: ¡Hitohito! Que sorpresa que hayas venido a visitarnos... te hornee algunas galletas -Le extiende una bandeja- Incluso tienen la forma de tu cara

Katai: B-Bonito detalle hermana pero él y yo íbamos a pasar el día juntos... así que ¿P-Podrías irte?

Ai: Pero Hito no tiene problemas con que yo me quede ¿verdad?

Tadano: Ah... no, esta bien

Ai: ¡Bien! me quedaré -Mira a su hermano con una sonrisa burlona-

Katai: B-Bueno, solo no hagas mucho ruido

Tadano: Oye... -Habla en voz baja para que la joven no pueda escucharlos- Disculpa, solo no quería ser grosero





*****


Regresando a la preparatoria Itan, más específicamente a la enfermería, ambas aliadas se encontraban al costado de Rumiko, quien descansaba en una camilla posterior a la brutal golpiza que recibió, la almohada en la que se recostaba su cabeza se había teñido de un tétrico color rojizo contrastando con su vestimenta manchada de polvo y tierra. Su pesada y lenta respiración era el único sonido que evitaba la habitación cayera en un duro silencio, la pobre rubia logró, con suerte, recobrar mínimamente la conciencia, volteando a mirar a sus acompañantes, difícilmente pudo enfocar correctamente lo que estaba frente suyo.

Netsuno: Oh pobre Rumiko ¿Que fué lo que té paso? -Con un muy convincente tono de preocupación-

Shiina: ¿Acaso te metiste con alguna de esas personas? -Miraba su teléfono para no tener que verla a los ojos-

Rumiko: N-No... No le he hecho daño a nadie

"Maldita mentirosa"

Netsuno: Tienes suerte de que hallamos estado allí para ayudarte, de otra forma te hubiera ido aún peor

Rumiko: No lo entiendo... -Un par de lágrimas cayeron por sus mejillas- ¿Por qué me hacen esto a mi?

Shiina: ¡¿Acaso quieres saber por que?! -La peligris comenzaba a perder el control- Te diré por...

Netsuno: -Toma a la peligris del hombro deteniendola a media frase- Lo que ella quiere decir es que debe ser por que te lo buscaste... de alguna manera

Shiina: Si, claro, debe ser eso

Rumiko: Gracias por traerme aqui, aprecio lo que hicieron por mi

Netsuno: Bueno, me encantaría seguir hablando, pero ambas debemos ir a casa ¿Cierto Muzuka?

Shiina: Ujum, A casa

Netsuno: ¡Adios Manbagi-chan! -Sale del lugar junto a su compañera-

Shiina: Eso fue... satisfactorio -camina junto a la atleta-

Netsuno: Y aún no hemos terminado

Shiina: Espera... ¿No quieres decir que lo haremos de nuevo? ¿O si?

Netsuno: ¿Acaso lo dejarás así? ¿Despues de que te hiciera sufrir tanto? Sería mejor sacarla del juego completamente

Shiina: Oye, oye, no quiero matarla o algo parecido...

Netsuno: Oh te prometo que eso no pasará. Solo le daremos una lección que no olvidará -La atleta arqueó una ceja por esto- ¿Tienes algun problema con eso?

Shiina: N-No...

Netsuno: Eso pensé, ahora, ¿Que acaso no te sentiste mejor después de esto?

Shiina: Hahaha, claro -Una muy leve, pero aún molesta sensación de inseguridad recorrió todo su cuerpo- En serio ¿Como lograste que esos tipos le dieran una paliza?

Netsuno: Juh, esos idiotas hacen cualquier cosa que les ordene con tal de un poco de atención

Shiina: No esperaba que el club deportivo fuera así de agresivo... Me parecían unos simples idiotas sumisos

Netsuno: Lo son, pero por eso mismo harían lo que fuera con tal de un poco de interacción con una chica

Shiina: Y vaya que tenías razón, parecían furiosos con ella

Netsuno: Ahora Rumiko estára fuera del juego por un tiempo. Aunque te recomendaría que mantengas tu fachada de preocupación y guardes silencio por ahora, aún hay más trabajo por hacer

Shiina: Bien, pero ¿No crees que fué demasiado? Digo, no quiero que Hitohito se entere

Netsuno: Aunque lo hiciera, ella no sabe que fuimos nosotras. No te preocupes, confía en mi -Dandole palmadas en el hombro-

Shiina: Tal vez tengas razón... -Esa sensación que tenía se intensificó, como si en verdad se hubiera sentido culpable-


******


Mientras tanto, Tadano y Makoto se encontraban jugando videojuegos en el sofá como cualquier reunión de amigos normal. Era un ambiente bastante tranquilo, simplemente dos amigos charlando y divirtiéndose.


Ai: -Recostada en el hombro del azabache- Makoto ¿Puedes traerme un vaso de agua?

Katai: ¿Por que no vas tu?

Ai: Por que tú estás más cerca -Con mirada amenazante- También traele un vaso a nuestro... invitado especial 

Makoto: Bien -Con mala gana va hacia la cocina- Lo hago por Hitohito, he de aclarar

Ai: ...Y... Hitohito...

Tadano: -Incómodo por la presencia de la chica- ¿Si?

Ai: ¿Tienes pareja?

Tadano: N-No ¿Por qué la pregunta?

Ai: Solo se me hace raro que un chico tan... lindo... no tenga pareja

Tadano: -Ríe nerviosamente- Gracias por el cumplido -Intenta levantarse del asiento-

Ai: -Toma su brazo antes de que tenga oportunidad de alejarse- ¿Necesitas algo?¿Cualquier cosa? Puedo hacerlo por tí

Tadano: N-No gracias... Estoy bien -regresa a su asiento- {Si ella no se detiene, esto no acabará bien}

Ai: Bueno... Estoy aquí por si necesitas -jugando con la flor de su pelo-

Tadano: ...Si... {¡¿Donde está Makoto?!}

Ai: Me pregunto de donde sacaste esta flor tan peculiar

Tadano: Oh ¿La flor...? Mi madre me la obsequió cuando tenía 8 años

Ai: Debe ser una mujer encantadora -Inútilmente trataba de evitar que la conversación se volviera ambigua- ¿Me equivoco?

Tadano: Si... Ella era alguien... Muy gentil

Katai: Volví -se sienta al lado de su amigo- ¿Me perdí de algo?

Ai: No, de nada hermanito


******


La luna se alzaba en el oscuro cielo nocturno, bañando las calles con su tenue luz grisácea. Una chica de cabello plateado con una armadura en el brazo caminaba sin mayor cuidado por las vacías calles mientras miraba su teléfono. Su día había sido estresante, las constantes discusiones innecesarias entre sus amigas Yamai y Onigashima lograban desgastar su actitud serena y tranquila que solía acompañarla, pero después de todo, no podía enojarse con sus amigas; Eso iría en contra de sus principios.

"Últimamente, Ren ha estado más rara de lo normal" Mencionó la caballero con un tono silencioso convencida de que no había nadie más que la escuchara

De lo que no se había percatado aún es que había alguien más cerca de lo que pudiera imaginar, una silueta entre las sombras se acercaba lentamente por detrás, sin hacer ningún ruido o señal que alertára de su prescencia. La peliplateada se sentó en un solitario banco al costado de la calle para descansar, su camino había sido largo y cansado, por lo que ya casi no tenía energía para continuar.

A paso lento pero decidido, la silueta ya se encontraba a solo unos metros de la chica. Pero el sonido de sus pasos inevitablemente fué cada vez más y más fuerte. El ruido era apenas perceptible, pero la joven pudo captarlo perfectamente y sin levantar la mirada de su teléfono esta habla.

"No es muy sabio de tu parte seguir a alguien a mitad de la noche" Pronunció sin inmutarse "Especialmente si ese alguien es un desconocido para tí"

La figura pareció reír ante el comentario de la chica "Oh pero tu no eres ninguna desconocida, Kishi Himeko"

La imponente chica levantó finalmente la mirada para encarar a quien sea que estuviera hablando con ella. Sus ojos grises y fríos se clavaron en la sombra que había estado acechándola. Su actitud seria y expresión calmada provocaron que la confianza de aquella silueta bajara ligeramente.

"¿Acaso nos conocemos?" Su tono era firme y amenazante mientras esta se ponía de pie en posición defensiva

"Creo que no me he presentado cómo se debe" Con cierta soberbia en sus palabras salió de entre las sombras, revelando su rostro "Mi nombre es Kawai Rami, es un gusto conocerte"

Los ojos de Kishi se abrieron como platos al ver quien estaba frente a ella. Había oído rumores de una chica de intercambio proveniente de la preparatoria Yuushuushin, con una belleza equiparable a la de Komi Shouko, calculadora y audaz, sin los típicos problemas de comunicación y torpezas que caracterizaban a la pelimorada. Básicamente, era la nueva Deidad de Itan.

"Kawai Rami" Dijo en un tono escueto con una postura firme y sin bajar la guardia mientras evaluaba a la peliblanca frente a ella "Claro que he escuchado sobre tí. Los rumores corren como la pólvora cuando te consideran una reina en el colegio."

La susodicha sonreía con un aire despreocupado como si toda la presión que llenaba el aire no le afectara en lo más mínimo. "¿De verdad? Honestamente no me agrada ser el foco de atención. Pero por otra parte, hay personas que necesitan vestirse como un caballero de la edad media para destacar" Una sonrisa afilada acompañó a sus palabras en todo momento

"¿Es esta acaso tu manera de provocarme?" Cuestionó con indiferencia "Honestamente esperaba más de alguien tan sobreestimada como tú"

La albina dió un paso al frente sin una pizca de miedo hasta estar cara a cara con Himeko. "Llámalo como quieras, pero hay algo que necesitas entender. El único motivo por el que me molesto en hablar contigo esta linda noche, es por que sé perfectamente quien eres y lo que haces... Y no puedo permitir que interfieras entre Él y yo"

"No entiendo a que te refieres" Visiblemente confundida, la caballero bajó la guardia por un momento "¿A qué te refieres con EL?"

"Claro que lo sabes... Al final de cuentas eres tú quien protege a Tadano ¿Me equivoco?" Ante esto, la chica de armadura se comenzó a sentir notablemente tensa "Aunque a decir verdad, no proteges nada"

"¡No metas a Hitohito en esto!" Interrumpió con fuerza a la chica "No hables de él como si lo conocieras"

"Oh, lo conozco más de lo que tu podrías imaginar" Respondió la albina tajantemente "Sé lo que pretendes al acercártele, y puedo decirte, que lo que ofreces no es suficiente" Hizo una pequeña pausa disfrutando del cambio de actitud de la peliplateada "¿Crees que Tadano se fijará en tí cuando alguien como yo tiene toda su atención?¿Alguien que puede darle más que una simple protección?"

La caballero apretó sus puños intentando contener la ira que guardaba, su paciencia comenzaba a desmoronarse pero aún mantenía el control "Él jamás se fijaría en una manipuladora rastrera como tú. No importa cuánto lo intentes, jamás podrás tenerlo"

"Esto no se trata de honradez u Honestidad. Se trata de quién pueda ofrecerle más, y créeme, soy la única que puede darle lo que necesita. No hay lugar para alguien como tú en su vida."

"Hablas demasiado para ser alguien que no ha demostrado nada más que su condescendencia" Dijo con una voz fría como el hielo. Posicionandose a unos pasos de la peliblanca "Hitohito no es alguien que se impresione por palabras falsas o promesas vacías. El notará quien eres realmente"

"¿Y quien soy realmente?" La sonrisa cínica que mantenía continuaba intacta "¿Alguien que está dispuesta a luchar por lo que ama? Eso no suena a algo malo, de hecho, creo que necesita a alguien así en su vida, y no a una... Inmadura que aún juega a los caballeros y princesas"

La rabia en el pecho de Himeko creció, al punto que era incluso doloroso mantenerla a raya. Pero ella no podía permitirse perder el control. Ella no era igual a Kawai.

"Si crees que esto se trata de luchar por él, entonces déjame decirte que no eres mejor que nadie" Condenó la imponente chica" Si crees que esto es solo un juego, entonces no participaré más en tus trampas. El amor se trata de cuidar y proteger a los que te importan, no es una estúpida competencia para saber quien se queda con quien"

"Oh Kishi Himeko, tan idealista como siempre, es algo hipócrita hablarme en ese tono después de intentar drogar a mi pobre amiga Netsuno. ¿No lo crees?"

La postura firme de la susodicha tambaleó, parece que finalmente había dado en el blanco. La caballero apretó los puños con fuerza, provocando que la sonrisa de Kawai se ensanchara "¿Cómo...?"

"¿Qué cómo lo sé? No fué muy dificil vigilarte mientras adulterabas su bebida" El silencio se hizo presente después de la frase. Una mirada de pura ira se presentó en los ojos de la peliplateada. La furia se habia vuelto incontenible, sus manos temblaban y su respiración se volvió pesada.

"No..."

"Será mejor que te alejes... no queremos que el director se entere de tu... No tan pequeño secreto"

Un repentino y rápido puñetazo fué a duras penas esquivado por la peliblanca. Finalmente había cumplido con su objetivo, al fin podría probar qué tan peligrosa era aquella imponente joven en realidad.

"TU NO ERES NADA NI NADIE PARA AMENAZARME, KAWAI"

La hermosa chica soltó una pequeña risa ante su furia "Lamento que tu falsa pasividad no haya funcionado conmigo" Con un marcado tono sarcástico, Kawai esquivó seguidamente otro golpe al aire "Pero, mira el lado positivo, al menos lograste entretenerme por un rato"

Los golpes no cesaban, uno tras otro la modesta chica trataba de impactar el rostro de su rival, sin éxito alguno. La ególatra se divertía con los repetidos intentos de herirla, evitando los golpes con cierta gracia en sus movimientos.

Después de unos cuántos puñetazos fallidos, la peliblanca comenzó a hartarse rápidamente de su rival, por lo que en un rápido movimiento, logró impactar una patada justo al estómago de la corpulenta joven, obligándola a retorcerse inevitablemente por el dolor, en esos instantes en los que ella bajó la guardia, Rami aprovechó para conectar un potente gancho a la mandíbula de su oponente, enviando su cuerpo directamente al suelo.

La reina de Itan denotaba confianza en cada una de sus acciones, una mirada condescendiente apareció en sus ojos a la par que se acercaba lentamente a la casi derrotada Kishi. "¿Ya lo ves? No proteges nada, solo eres un intento más de llamar la atención" Pronunció con seriedad "Kishi Himeko, que decepción..."

Las palabras se sintieron como un balde de agua fría sobre la caballero, su enojo era tanto que lo único que podía escuchar despues de eso fué un zumbido molesto producto de la tensión dentro y fuera de su cabeza. La albina la tomó de la camisa, elevándola a su nivel con aires de confianza.

"K...Kawai..." Hablar le resultaba dificil después de los golpes que recibió "Rami..."

"¿Te alejarás al fin de Hitohito? ¿O necesito dejártelo más en claro"

"Mphh D...Deberías saber... Que un hablador... Por su propia boca muere" Sus labios se torcieron en una sonrísa despiadada antes de lograr conectar un certero golpe con su guantelete de metal justo en la nariz de la bella chica

Kawai dió algunos pasos atrás agarrando su nariz, nunca habría imaginado que un solo de sus golpes podría tener tanto poder, sus ojos se empezaron a enrojecer a la par que la sangre bajaba hacia sus labios. "AGGH ERES UNA..." Al abrir los ojos, pudo ver el puño de la peliplateada a escasos centímetros de su rostro. "CARAJO" Intentó esquivar el puñetazo pero era muy tarde, el golpe impactó de lleno su mejilla, enviándola al pavimento, la fuerza y rapidez de la caballero eran descomunales, ahora era ella quien estaba en desventaja. Pero no tuvo tiempo para pensar, la vigorosa joven le lanzó de nuevo hacia ella, aunque esta vez sí pudo evadir el golpe por unos centimetros. El pavimento, junto a su guantelete quedaron con notables hendiduras en su superficie debido a la potencia del golpe, cosa que erizó la piel de la albina.

"Ya no pareces una amenaza tan grande" Sentenció seria la chica "Debiste haber previsto con quién te enfrentarías"

Antes de hablar, la bella adolescente escupió bastante sangre "Demonios, esto si que es divertido" Dice mientras vuelve a su típica sonrisa confiada "Había olvidado lo que era una buena pelea" Las magulladuras y cortes en su rostro la hacían sentir entusiasmada hasta cierto punto. "Será mejor que te esfuerces"

"¿Aún piensas que esto es un juego?" Su enojo incrementaba entre más hablaba la albina "Que inmaduro de tu parte"

"Vamos a divertirnos mucho" Regresa al ataque con un veloz puñetazo al estómago "No te rindas aún"

La adrenalina que corría por sus venas ayudó a minimizar el dolor del golpe, sin embargo Kawai no se detuvo allí, otro golpe le sucedió, y otro, y otro más, cada uno con una fuerza increíble comparada con su físico. Himeko logró a duras penas cubrirse con sus brazos, retrocediendo con cada golpe, esperando al momento en el que la chica comenzara a cansarse, pero esta no parecía ceder. Su defensa se fué debilidando cada vez más, la delgada armadura de sus brazos ya tenía abolladuras producto de los incesantes golpes, solo era cuestión de un par de golpes más para que se viera obligada a pelear.

Un pequeño descuido por parte de la albina fue suficiente para que Himeko actuara, Rami trató inútilmente de esquivar el golpe, pero no había nada más que hacer; su cabeza salió disparada hacia atrás con fuerza, dejándola temporalmente aturdida, su visión se nubló casi por completo, pero no le impidió ver a su oponente lanzarse de nuevo hacia ella. Su cuerpo no respondió más, una ráfaga de golpes sucesivos le siguió, ella no oponía resistencia alguna, la caballero no tenía piedad, siguió atacándola con toda su furia. No fue hasta que la peliblanca volvió en sí, que las cosas cambiaron.

"Basta" Dijo con simpleza y hartazgo frenando el puño de su adversaria "Fue suficiente" Le dio un fuerte empujón a la caballero alejándola unos metros.

"No voy a tolerar ese comportamiento tuyo, Kawai" Con voz firme la mira de manera amenazante "No soy uno de tus malditos idólatras que hacen lo que sea por ti"

La chica soltó una risa sadica logrando de alguna manera acercársele un una fracción de segundo antes de proporcionarle un duro golpe en la cara que la hizo tropezar y caer al suelo de nuevo "Fue divertido mientras duró" exclamó sin mover un solo músculo. Sus ojos parecían brillar de un color rojizo de una manera inquietante provocándole escalofríos a la peliplateada.

"¿Qué... Es lo que planeas?"

"Planeaba deshacerme de ti rápidamente, pero valdría la pena divertirme un poco cada tanto, ¿sabes? Eres alguien fuerte. Te dejaré ir esta vez. Pero si me entero que le contaste algo sobre esto a Hitohito... No me lo tomaré tan a la ligera como ahora"

"Yo no soy un maldito juguete" murmura intentando ponerse de pie

"Buenas noches Himeko" camina en su dirección de forma calmada "No te esfuerces demasiado" al igual que con Yamai, finalizó el encuentro con un fuerte pisotón a La cabeza, que la dejó tendida sin conocimiento en la acera de la calle.

"No... Ella no te ganó" Dijo una suave voz en la cabeza de la chica de armadura justo antes de cerrar los ojos para descansar

"Hitohito no es tuyo"

Fin del cap

4k palabras para que Tadano no saliera ni en la mitad? Vamos bien

Alguna sugerencia?

Algo que quieran que pase en el siguiente cap?

Del 1 al 10 que tan feo está?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro