Residencia Onemine, Sábado a las 7:00 a.m

Tadano despertó en el sofá de la sala de estar, una tenue luz filtrandose entre las cortinas de la casa anunciaba el amanecer. Una extraña sensación de pesadez que jamas había tenido se hizo presente, como si algo le impidiera moverse. Al principio todo parecía confuso, pero al abrir los ojos, la realidad lo golpeó como nunca.

Nene se encontraba dormida sobre el pecho del azabache con una expresión tranquila en el rostro, al otro extremo del sofá, Shouko, quien yacía igualmente dormida con un semblante tranquilo, pero un tanto de tensión en sus rasgos.

Los recuerdos no tardaron en aparecer, breves destellos de los acontecimiento del dia anterior, el como la castaña le había invitado a pasar el rato en su casa; se sintió un poco estúpido cuando lo pensó detenidamente, nadie ni nada más que los tres adolescentes en una casa vacía, parecía un chiste mal contado, sin alcohol, sin fiestas, sin drogas, las cosas tomaron un giro inesperado para el chico, pero bastante predecible.

Los ojos de Hitohito se posaron en Nene por unos segundos, la impulsora de todo el asunto, ella no parecía estar arrepentida de nada, pero, ¿Consideró siquiera cómo se sentía el? En parte era culpa del chico el encontrarse en ese estado ¿Era así de predecible desde el inicio? ¿Era su culpa el no haberse dado cuenta de qué ellas lo estaban llevando a un callejón sin salida? ¿Qué había pasado con su "lectura de mentes"? Fueron algunas de las preguntas que se le cruzaban por la cabeza, un bucle interminable de incertidumbre nubló su cabeza. Se sentía mareado.

Y ese no fue el final. El tan solo pensar en las otras chicas le hacía sentir asco, asco por la persona en la que se ha convertido (O en la que pensaba que se estaba convirtiendo).

Muzuka... ¿Acaso todo su afecto hacia el fue en vano? ¿El haber dejado salir sus sentimientos sirvió de algo? Pero lo que lo hizo querer ser tragado por la tierra en ese mismo instante fue ese recuerdo difuso de la noche de ayer.

Creo que eres mi favorita

¿En serio hitohito? ¿En serio dijiste eso anoche? ¿Te das cuenta del daño que podrías causar con tus palabras?

Una imagen de la peligris se presentó frente a sus ojos, no era para nada buena dicha representación, la chica envuelta en lágrimas girándose y corriendo lejos de él, una mirada, ya no furiosa como se esperaría de ella, sino una que solo podría describirse como tristeza, una tristeza de la que creía incapaz a la chica, una tristeza tan grande que le daba escalofríos el saber que provenía de ella. Una tristeza que reflejaba decepción, hacia el, hacia ella, hacia aquella chica que decidió confiar en él ciegamente, realmente se rogaba a sí mismo sacar esa imagen de su cabeza. ¿Podría el mirarla a los ojos desde ahora?

Antes de descender aún más a la locura, otra imagen apareció

Rumiko. Tímida al inicio, pero muy sociable al final, risueña y de buen corazón, aunque cegada por sus propios intereses de vez en cuando. La rubia estaría cuando menos destrozada al saber del tema, el estaba cien por cien seguro que ella tenía sentimientos hacia él, y eso lo perturbaba, no podría soportar verla en ese estado, Rumiko era un tanto torpe, pero no merece que traten sus sentimientos así.

¿Por qué? ¿Por qué?

Omoharu. Por lo que el sabe, es bastante excluida de las reuniones por sus gustos y forma de vestir, Hitohito intentó evitar eso cada que se reunían, la chica jamás le había resultado molesta, y disfrutaba cada vez que podían convivir. No se sentiría tan mal si es que no hubiera aceptado tener una cita con ella, se veía realmente feliz esa ocasión ¿Qué haría si se llegara a enterar?

Tadano se sentía atrapado entre su confusión y el miedo, miedo a como todo esto afectaría su amistad con alguna de esas chicas si se llegaran a enterar de esto y el silencio de la casa no hacía más que aumentar la tensión en su pecho. En su desesperación, tadano decidió levantarse del sofá, Nene y shouko seguían profundamente dormidas, ajenas a la avalancha de emociones presente en la cabeza del pelinegro, quien se movió cautelosamente para no perturbar el sueño de sus acompañantes; libre de ese obstáculo, se dirigió a la cocina para tomar un vaso de agua que, con suerte, despejaría ligeramente su cabeza. Con su vaso en la mano, regresaría al sofá y tomó asiento en el extremo opuesto, lo suficientemente lejos de las chicas.

Los recuerdos de aquel momento no cesaron, pero al menos pudieron disminuir.

Los rayos del sol se intensificaron a medida que pasaba el tiempo, lo único que pudo pensar era ¿Qué pensarían las chicas cuando finalmente despierten? ¿Cómo encararían la situación después de una noche como la de ayer?. Pero por ahora, solo podría sentarse a esperar a que alguien finalmente despierte.

Con la luz dándole directamente en el rostro, Onemine comenzó a abrir lentamente los ojos, ajustando su vista a la luz de una mañana tan común, pero especial a la vez. Sus miradas se cruzaron incómodamente, pero unos instantes después su expresión se suavizó, dando lugar a una agradable sonrisa un tanto confiada, como si nada hubiera pasado.

"¿A dónde ha ido mi lectura de mentes?"

Fue la pregunta que se hizo el chico hacia sus adentros al mirarla, no podía negar que jamás había pensado que una chica tan linda y considerada como ella le tomara importancia a alguien tan promedio y sin gracia como él.

El la miró fijamente, notando cada pequeño detalle de ella. Era la primera vez que la podía ver con el pelo suelto, en lugar de su típica cola de caballo que siempre tenía. Ella lo miró extrañada por su comportamiento y finalmente decidió hablar.

Nene: ¿Estás bien? -ladeando la cabeza-

Tadano: La verdad... No sé qué contestar

La pelimorada también comenzó a despertar gracias al ruido que producían ambos, con su tipica expresión tímida lentamente se sentó en el sillon donde se encontraba mirandolos aun somnolienta.

El silencio formado hablaba por sí solo, como si cada uno pudiera leer los pensamientos del otro. Todos sabían que tarde o temprano tendrían que romper el hielo, aunque ninguno se animaba a intentar comunicarse de una forma "normal". Siendo Shouko quien tomó la iniciativa.

Komi: ¿Qué...Que hacemos ahora?

Nene: La verdad... no tengo ni idea

Tadano estaba en blanco, sin alguna pista que lo ayudara a saber como reaccionar, se sentía tenso pero a la vez relajado, nunca se había sentido de esa forma, la prescencia de ambas chicas le generaba inquietud, hasta hace un día consideraba a esas chicas como buenas amigas, incapaces de hacer algo tan repentino como eso. Claro, en parte sabía sobre sus sentimientos hacia el, pero jamas se habria imaginado acabar en esa situacion con ellas. Tenía tanto que decir y al mismo tiempo no tenia nada de que hablar. estaba confundido.

Tadano: ¿Por que...? -murmuro suavemente mientras miraba a la nada-

Komi: H-Hitohito -se acerca a el-

Tadano: ¿Ah...? K-Komi... yo...

Antes de terminar la oración, la pelimorada se lanzó hacia el en un cálido abrazo. Ella se sentía tan feliz y avergonzada a la vez, pero el chico lograba recomfortarla con su mera presencia, así duraron unos segundos hasta que la chica decidió separarse de él.

Komi: Lo lamento Hitohito... yo... yo me dejé llevar por mis deseos y... creo que m-me sobrepase un poco contigo... N-No quiero que esto afecte nuestra amistad... p-por favor

La castaña prefirió alejarse un momento para no interferir con su charla, después de lo de anoche ella notó que Shouko parecía estar más confiada y tener más claros sus sentimientos hacia el chico. No podía negarlo, estaba celosa. Y quien no lo estaría, si ahora debería competir contra la chica más bella que conoce por el amor del "joven promedio". Ciertamente el plan habia resultado bien para la callada, tal vez demasiado bien. Pero por ahora solo podía aceptar su derrota esta ocasión contra su mejor amiga y esperar que no resulte tan mal.

Tadano: N-No te preocupes por eso Komi-San, entiendo perfectamente...

Komi: Pe-Pero lo que dije ayer... no es ninguna broma... yo... realmente... te... ¡T-Te amo Hitohito Tadano!

No... Eso ya es sobrepasarse

Nene: Shoukoooo~ -asomándose por el marco de la puerta con una sonrisa fingida-

Komi: -voltea a mirarla- Ah... ¿S-Si?

Nene: ¿Podemos hablar un minuto? -intentando esconder su enojo-

"Se lo que dije... No quería interrumpirlos... pero no permitiré que ella se ría en mi cara" Pensó la castaña para sus adentros

"Es la primera vez que Nene parece estar enojada conmigo... ¿Es tan egoísta de mi parte haberle dicho eso ahora? P-Pero no es justo... ella sabía lo que yo sentía por Hitohito..." Hablo la callada en su cabeza

Komi: ¡C-Claro!

Intentó esconder lo mejor que pudo su frustración y se acercó a su "amiga" para poder charlar en privado, sin poder escuchar la respuesta del chico, quien se quedó mudo en su lugar mirándola alejarse.

Shouko sabía lo que la castaña pretendía hacer, ni siquiera lo había tratado de esconder. Al estar finalmente fuera del campo de visión de Tadano, Onemine acorraló a la pelimorada en una esquina de la habitación con la cabeza baja. Ambas estando cara a cara se miraron de manera desafiante, cada una sabía lo que la otra estaba pensando, no era muy difícil deducirlo. Unos segundos después, fue Nene quien decidió tomar la palabra.

Nene: Tú... ¿Quién te crees que eres, Shouko?

La susodicha guardó silencio por unos instantes debido al miedo que le generaba el que su mejor amiga estuviera enfadada con ella, pero logró articular una oración simple, pero directa

"Soy quien te quitará a hitohito" fue lo que salió de sus labios después de unos segundos

Y ya fin

No alchile no estoy conforme con el cap, es mucho relleno y todo.

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