El doctor había dicho que Malia estaba perfectamente, así que Penny y Aaron dejaron de llevarla a las consultas.

Albert ya había nacido y Malia estaba feliz por ello, aunque extrañaba la atención que ella antes recibía.

El tiempo pasaba y Penny volvía a estar embarazada.

Malia crecía sana y decidida.

Albert jugaba con Malia y Alexa, su nueva hermana.

Y Penny embarazada otra vez estaba.

Aaron festejaba cada vez que veía a su gran familia.

Y Gerard nació.

Y Penny se operó, pues ya había tenido muchos hijos.

Los festejos no acababan, pues siempre fiestas creaban para que sus pequeños hijos disfrutaran.

La vida pasaba y cada uno crecía a su manera. Y la vida estaba bien.