Jin miró felizmente a sus amigos y familia comer la comida que ella había hecho hace unas horas atrás, todos se habían reunido e incluso logró, de alguna manera, localizar a Obito, el cual estaba bastante escondido -y Jin sospecha que él deliberadamente se dejó atrapar por ella- y arrastrarlo con ella a la cena. Por supuesto, ahora se encontraba sentada al lado de Obito, abrazando uno de sus fuertes y musculosos brazos entre sus pechos, su cara completamente enamorada de él mientras apoyaba su cabeza en el hombro de querido Uchiha y corazones salían de su cabeza.

Obito se sirvió en un plato diversas cosas y luego lo colocó frente a Jin, todo a gusto y pretendencia de su novia, porque en su estado enamoradizo y pegajoso, ella no había probado ningún bocado y seguía mirándolo de una manera que lo hacía sonrojar y ponerse ligeramente tímido.

Luego de servir el plato de Jin, se sirvió comida a si mismo.

Probando un bocado, sus mejillas se sonrojaron y reprimió un suave gemido ante el exquisito sabor que se derretía en sus pupilas gustativas y miró a Jin, la cual prácticamente le miraba con corazones en vez de ojos, por lo que se sintió un poco codicioso de querer un beso suyo, pero lo reprimió porque sentía que Kakashi y Sakumo realmente lo matarían si eso sucediera, aun así, disfrutó del momento.

¿Una comida deliciosa con una belleza aferrándose a su brazo? Obito podría morir más que feliz.

Obito partió un trozo de la exquisita comida en su plato y la tendió a Jin, la cual se sonrojó aún más y abrió su linda boquita en un adorable ah~.

Las mejillas del Uchiha se sonrojaron al ver la bonita y pequeña boquita de Jin, sus labios regordetes ligeramente brillantes por su encantador labial, su delicada lengüita rosada asomándose entre sus perfectos dientes nacarados. Obito no puedo evitar tragar saliva ante la conmovedora y tentadora vista.

Por supuesto, en ese estado tan distraído y cautivado por Jin, Obito apenas pudo mover su cabeza a tiempo cuando un cuchillo a toda velocidad se precipitó hacia su cabeza, traspasando la pared como mantequilla, por lo que accidentalmente metió la cuchara en la boca de Jin con un poco de brusquedad.

Una mirada de preocupación apareció en el rostro de Obito al darse cuenta que pudo haber herido a Jin accidentalmente, por lo que la miró ligeramente angustiado y con pánico, solo para encontrarse con Jin masticando la comida y mirándolo tan intensamente que podría quemar su ropa.

Esto... ¿No es esa mirada un poco intensa? Obito se sonrojó y miro nerviosamente a los dos albinos que, al notar su mirada, cortaron en dos un bistec agridulce dejando que la jugosa carne derramara su exquisita salsa en el plato de porcelana fina.

—¡Hey! ¡No rompan los platos! Cielos, si no quieren comer, simplemente no lo hagan —bufó Jin mirando a su hermano y padrastro partir el plato por la mitad junto con la carne.

—¿Qué? —preguntó inocentemente Kakashi mientras ponía su carne obedientemente en una de las mitades.

—Fue un accidente desafortunado, no te enojes tanto, Jin-chan... —habló calmadamente Sakumo mientras trasladaba su carne a uno de las mitades de su plato y se la terminaba rápidamente de unos cuantos bocados—. Nunca desperdiciaríamos la comida que tu hagas, así que no te preocupes por ello.

—Ciertamente —asintió Kakashi y cortó su carne rápidamente para comérsela antes de que alguien notara su rostro, tratando de mantener su secretismo, pero en realidad, a nadie le importaba porque estaban demasiado concentrado comiendo sus propias comidas temerosos de que, si son un poco más lentos, esta exquisita comida se acabara.

Cualquiera que los viera, pensaría que habían estado atrapados durante diez años en un apocalipsis Zombie y ahora han vuelto a la vida cotidiana llena de comodidades y despreocupación por la comida o que directamente los poseyó un fantasma hambriento.

—Ah... realmente envidio tanto a Kakashi... —suspiró apesumbrada Rin mientras terminaba de comer el interior de un tomate relleno—. Puedes comer esta buena comida todos los días.

—¡Ciertamente! —asintió Kurenai mientras terminaba su asado alemán—. Es tan injusto que es casi doloroso.

—Ojalá fuera como dicen, Jin no cocina todos los días, por lo que no puedo probar su comida todos los días —suspiró Kakashi tristemente como un lamentable cachorro pateado debajo de la lluvia y que ha sido agraviado por muchos humanos y aun así busca el consuelo de un hogar amoroso.

—Bueno, si no hubiese pequeñas mierdas codiciosas que se comen la comida que dejo en potes para tres días y se la acaban en menos de una hora, podrías comer de mi comida todos los días —Jin miró con desaprobación a su tonto hermano glotón, aunque cierto de su descontento también recaía en su padrastro—. Siempre que papá se va a ir de viaje le cocino para una semana más de lo estimado, desayuno, almuerzo, cena y bocadillos de por medio y se lo guardo en un pergamino de almacenamiento de comida y siempre incluso le sobra un poco.

Jin miró con impotencia a los albinos y con una pequeña ira mientras ellos silbaban suavemente haciéndose los tontos.

—Cocino más del triple que le hago para los viajes de papá y, sin embargo, en la casa no dura ni para tres días, ¡Miento! ¡Ni para medio día! —Jin habló en un tono ligeramente sarcástico y de reproche—. No me voy a pasar toda mi vida en la cocina, por algo soy ninja y no abrí mi propio restaurante —Jin miró a su hermano fijamente el cual apartó la mirada ligeramente avergonzado.

—¿Ni aunque te lo pidiera Obito? —preguntó Anko, divertida por la situación y mirando al temible colmillo blanco de Konoha encogerse en su sitio como un pequeño niño regañado y al famoso sabueso blanco de Konoha hacerse el idiota.

—¿Cómo se llamaría el restaurante? —preguntó Jin volteándose a mirar a Obito, el cual tenía un tenedor metido en la boca mirando a su novia regañar a su familia.

—... —todos los demás en la mesa.

—Simp —soltó Anko con una cara de Póker.

—Super Simp —le siguió Rin.

—Super Simp Pro max —le siguió Shizune.

—Super Mega Simp pro max 3,000 —continuó Kurenai.

Jin, que sabía que era un poco simp por su Obito:

—...

sin palabras, Jin no tiene nada que decir.

—No soy tan mala... ¿O sí...? —a Jin le empezó a caer la duda.

—He matado a acosadores obsesionados que se dedicarían menos que tú —habló Anko mientras se metía un mochi a la boca.

—... —Jin miró pensativamente el plato que le sirvió Obito.

—¿Jin? —preguntó Obito mirando a Jin preocupado—. No le hagas caso, ellas solo están bromeando —Obito suavemente tomó la mano de Jin por debajo de la mesa.

—¿Soy tan mala? —preguntó pensativamente.

—¿De qué hablas? No eres mala para nada —habló Obito y suavemente acarició el dorso de la mano de Jin con su dedo pulgar, atrapando su pequeña y suave manito entre sus grandes palmas—. Me gusta como eres, no te cambiaría por nada —suavemente, Obito levantó la mano de Jin debajo de la mesa y besó el torso de su manito.

Banri asintió ante las acciones de su futuro yerno.

—Me gusta todo de ti, desde tus hermosos ojos hasta tu precioso cabello, tu linda sonrisa y la forma de tu caminar, tu personalidad burbujeante y... —Obito fue interrumpido por diferentes tosidos y se sonrojó hasta las orejas al darse cuenta que prácticamente se estaba confesando delante de todo el mundo, haciendo una escena melosa para que todos coman comida para perros.

Obito miró mal a sus amigos, no le importaba ser todo meloso y dulce con su preciosa novia, ella se merecía todo lo bueno de este mundo, pero le molestaba que interrumpieran tan descaradamente su momento azucarado, por otro lado, Jin estaba sonrojada hasta las orejas mientras miraba tímidamente sus manos entrelazadas.

—Hablando de Simps... —habló Anko en un tono lento y arrastrado, mirando a Obito de manera tortuosa.

Kakashi la salvó de prácticamente ser apuñalada por este bastardo, bien podría tirarlo al pozo de fuego.

—¿Cuándo te volviste Simp de Jin, mm, señorito Simp de Rin? —preguntó Anko mirándolo afiladamente—. ¿Fue antes o después de acostarte con ella?

Ambos padres de Jin, que estaban bebiendo de un Jugo de frutilla natural con menta, escupieron el contenido de su boca a la vez.

—... —Jin miró en silencio a Anko y, por primera vez en su vida, sintió que esta mujer era un poco desagradable.

Pero por su parte, a Anko no le importaba una mierda, incluso si siempre se divertía bromeando con las personas y jodiendo a los demás, tan vez incluso si esta era una especie de venganza mezquina hacia Obito por casi matarla el día anterior, detrás de su venganza había una pequeña parte de preocupación y duda real en su pregunta.

Anko podía ser la perra más mala de toda Konoha, la peor mujer fatal que podría existir, llegando al punto en que realmente no tenía muchas amigas ni mucho menos personas que realmente quisieran ser su pareja, pero lo que ella sí tenía en abundancia, era una fila de bastardos queriendo repetir el movimiento de sus caderas sin querer nada serio más que su cuerpo una vez más o el llamarla "suya" para exhibirla como un simple juguete o trofeo que luego olvidaran, disfrazando sus viciosas intenciones de "amor" hacia ella.

Entonces, aunque la hacía feliz ver a Jin estar tan emocionada y radiante por salir con su enamorado de infancia, se le hacía extremadamente raro asociar a Obito con Jin. Sí, siempre habían sido los mejores amigos, demonios, eran tan pegados que eran como uña y mugre, pero siempre han sido solo eso; Amigos.

Jin ha estado durante años persiguiendo a Obito incesablemente y sin descansar ni un día ni aflojarse durante un minuto, años literales. Años en donde ella lo puso como su máxima prioridad, casi en un pedestal santificado, años donde se dedicó enteramente a él mientras que Obito simplemente era... era un idiota que estaba simplemente o loco por Rin, o no se interesaba en Jin aparte de su comida.

Entonces, que alguien que ha sido tan indiferente a los avances de Jin durante tantos años de repente se de la vuelta y le corresponda tan apasionadamente le parece extraño, en especial porque luego de que Obito se llevara a Jin de la fiesta y tuvieran sexo, ellos claramente se distanciaron por bastantes meses y este luego el bastardo volvió como si nada a la vida de Jin y ahora son pareja.

Es... a Anko simplemente le huele como si algo extraño estuviera sucediendo aquí, ¿Sabes? Es como... que no hay algo del todo bien, como que se omite una parte.

Obito y Jin son super mejores amigos que no se despegan ni a sol ni a viento una vez que el chico regresa de la muerte y Jin se despierta de su coma, pasan años juntos solo como los amigos más pegajosos sin que Obito demuestra siquiera que ve a Jin como una mujer más que como una niña. Llega la fiesta, tienen sexo y luego de se separan durante algunos meses, solo para que luego se reconcilien de la nada y la madre de Jin aparezca sin darles oportunidad a volver a conectar adecuadamente antes de que Jin se vaya de "vacaciones" con su madre.

Entonces, nadie sabe nada de ella sobre semanas e incluso quienes fueron los escoltas del grupo saben que hay gato encerrado en la situación contando la clara hostilidad de Jin hacia su progenitora y como ésta también parece devolverle el odio, pero no puede hacer nada más ya que podría afectar a la reputación de la aldea si ambos se quedan en el lugar, por lo que Jin los despidió asegurándoles que estaría bien porque tenía la protección de sus sellos casi omnipotentes.

Sin saber nada de ella durante un tiempo ligeramente preocupante, Jin regresa a la aldea sin siquiera pasar por la puerta de Konoha, por lo que nadie registra su entrada a la aldea y el mismo día en el que regreso, casualmente ella afirma que Obito es su novio y Kakashi y Sakumo la pillan besándose con Obito -o, en palabras de ambos Hatake, comiéndose la boca de Jin mientras sus resbaladizas manos como un desagradable pulpo recorren su inocente cuerpo-.

Pudieron enamorarse cuando eran amigos, claro, pero eso no sucedió en absoluto porque Obito es demasiado obvio cuando se enamora y no sabe lo que es la discreción o disimular, por lo que este "enamoramiento" solo pudo transcurrir después de que se acostaron en la fiesta y desde eso, ellos no pasaron demasiado tiempo juntos ya que la madre inmediatamente apareció como si fuese invocada para arruinar las cosas o algo, entonces...

¿Obito se enamoró tan fácilmente o solo utiliza a Jin por su cuerpo?

Anko no entiende bien las relaciones de pareja, demonios, nunca ha tenido una pareja que le dure más de una semana y duda mucho que en el futuro siquiera llegue a casarse alguna vez, mucho menos tener hijos, debido a su impaciente personalidad, así que no le resulta tan fácil creerse eso de que se enamoró perdidamente tan rápido o algo así, cuando la mayoría de sus amigas prácticamente están enamoradas desde hace años.

Ella piensa y cree que la única vez que alguien se "enamora" tan rápido de otra persona es solo porque quieren sexo, sacar provecho o tienen planes en mente, así de simple y llano, no hay nada más detrás que el deseo, la codicia o el interés personal.

A menos de que Obito hubiera, de alguna manera, estado enamorado de Jin y se negaba a admitirlo, podría ser algo razonable, pero aun así, Anko no estaría muy convencida de esa excusa.

Obito nunca había mostrado mayor ápice de interés en Jin aparte de su comida, ¿Qué puede obtener Obito de Jin que solo ahora se dio cuenta? La única respuesta que se le viene a la cabeza a Anko es sexo. Obito antes ni siquiera la veía como mujer, incluso quizás a sus ojos Jin era como una niña o una hermanita pequeña, pero luego de la fiesta, en la que seguramente follaron como conejos, tal vez eso le causó algún tipo de shock al hombre, lo que finalmente la hizo reconocerla como mujer y empezar a notar ciertos... atributos que antes descartaba o ignoraba.

Después de todo, Jin esa una mujer hermosa, no habría hombre cuerdo que pudiera resistirse a su voluptuoso cuerpo o a su amable y sincera personalidad, Jin solo tendría que agitar un poquito sus largas pestañas y sacar ligeramente su labio inferior con un vestido con poco escote y tendría a los hombres haciendo filas en cuadras.

Y por como movió sus cuerpo y caderas cuando bailaron en el bar, sin duda haría desmayar a cualquiera que entrase en su cama.

Anko, que nunca ha conocido a un hombre sincero que vea detrás de su grueso caparazón, no puede creer en la sinceridad de Obito.

Si se hubieran hecho pareja antes de hacerlo, sin duda se burlaría hasta la muerte de ambos y no los cuestionaría, porque ambos serían dos mojigatos vírgenes que se sonrojarían hasta la muerte por solo cruzar miradas y probablemente se desmayarían por tocarse las manos accidentalmente, pero el que se hagan pareja justo después de hacerlo le dan cosas que sospechar.

¿Es realmente amor lo que siente Obito hacía Jin o es solo lujuria?

Después de todo, Obito desde infancia siempre ha estado casi obsesionado con Rin, que de repente cambie su amor hacia Jin y se hagan pareja... simplemente no le cuadra. La mayoría de los amores de infancia son casi eternos, solo hace falta mirar a Rin enamorada de Kakashi, Kurenai de Asuma, Asuma de Kurenai, Shizune de Genma y el claro ejemplo vigente de Jin con Obito.

Anko jamás perdonaría al Uchiha si él solo estuviese jugando con el corazón de Jin y luego se lo rompiera en mil pedazos.

Jin ha pasado por mucho, muchísimo e incluso así, su corazón sigue siendo tan amable y compasivo como cuando era niña, Anko aborrecería que, por culpa de un corazón roto, Jin cambiara su manera alegre y amable de ser a ser solo un cascarón de lo que fue.

Porque con lo mucho que ama Jin a Obito, tiene el potencial de destruirla y eso Anko no lo permitiría.

Prefiere quedar como la villana inconsciente y egoísta, que dejar que Jin se ilusiones cada vez más, para luego caer desde lo alto al infierno.

Mientras antes y rápido quites la tirita, menos duele y pasa luego, ¿Verdad?