Kakashi miró al chico de cabellos azul celeste mientras se cruzaba de brazos apoyado en el marco de la puerta de Jin, sus ojos negros mirando en detalle al chico que estaba sentado en la cama de su linda hermanita. Él estaba vestido con una gabardina negra y una camisa blanca, pantalones negros y zapatos bien lustrados, su cabello estaba un poco desordenado al igual que su ropa. Atsushi parecía un poco desconcertado, como si su cerebro aun no procesara lo que había sucedido en tan poco tiempo, casi como si pusiera a trabajar todas sus células cerebrales para intentaran descubrir que había pasado, pero sus ojos no se despegaban de la ventana casi en trance

—Atsushi —saludó Kakashi, casi sospechando si el chico civil estaba en algún tipo de Genjutsu o si su cercana vista a la muerte lo había dejado en trance. Atsushi se sobresaltó y parecía querer hundirse en la cama por el susto, como cuando los niños se ocultaban debajo de las sábanas para esconderse de sus miedos y protegerse como si la mera manta los fuese a salvar del terrible monstruo que sus creativas mentes imaginaban— ¿Qué es lo que sucedió exactamente?

—Uh... yo... y-yo... no lo sé... solo... solo estaba en una cita con Jin y... —Atsushi se sonrojó ligeramente, su cabeza desviándose de los pensamientos catastróficos a la escena en donde sus labios estaban pegados a los de Jin, su rostro enterrado en esos bonitos y grandes pechos que hace tanto tiempo quería acariciar y apretar, como sus manos tocaron y apretaron la tierna carne de sus muslos y sus dedos se engancharon en esas regordetas nalgas que lo hicieron babear.

Joder, Jin tenía un muy buen culo, ¿Por qué lo ocultaba?

Atsushi empezó a balbucear incongruencias, no podía decirle a un hermano shinobi que quería tirarse a su hermanita, ¿Verdad? Eso solo era provocar su propia muerte, entonces tampoco podía divagar sobre lo sexy que era Jin o como su mente pervertida quería profanar a la linda y amable Kunoichi, entonces, siguió balbuceando cosas hasta que Kakashi lo cortó, un poco irritado de las divagaciones del civil.

—¿Sabes por qué alguien quisiera atacarte? —preguntó directamente, podría actuar desinteresado y sacarle la información sin alertar al civil de una forma sutil, pero joder, la cara de Atsushi decía todo lo que estaba pensado y que lo condenen si no se enojaba e irritaba con alguien que estuviera fantaseando con las curvas de su hermana.

—¿No? —respondió Atsushi en un tono bastante estúpido mirando a Kakashi con una cara tonta al ser interrumpido—No, o sea, no lo sé. Solo soy un simple artista ambulante, ¿Por qué querrían matarme? No he hecho nada más que volar en telas y... uh... ¿Tal vez coquetear? Hum... si... bueno, soy bastante coqueto, ¿Y si por accidente coquetee con alguien que no debía? ¿O con una mujer casada? —Atsushi se veía perdido e intentaba desvenarse los sesos buscando algún motivo del porqué lo quisieran muerto— ¡¿Y si me quieren muerto porque coqueteé con una mujer y la seduje sin querer?! ¡¿Qué pasa si soy tan sexy que seduje a una mujer casada de un pez gordo y ahora me quiere muerto por causar su divorcio?! ¡No! ¡¿Qué sucede si mis ex me quieren muerto?! ¡Hay tanto de donde elegir!

Atsushi empezó a alarmarse, tenía varías -y varios- ex, algunas terminaron bien y otras no tanto, no muchas personas podían soportar su personalidad hiperactiva que necesitaba estar haciendo algo en cada momento y se aburría fácilmente, aparte, siempre que pasaba por algún lugar por su trabajo tenía algún pequeño romance de verano o un revolcón.

Claro, Atsushi no era un mujeriego que engañaría a su pareja, ¡Es solo que sus parejas lo cortan casi de inmediato! ¿Es acaso su culpa que no quieran salir de su zona de confort? No es su culpa que sus expediciones no salgan como él quiera precisamente o que lo llamen intenso, ¡Como esta vez! Solo planeaba declararse... ¡Y ahora casi lo intentaban asesinar! ¿Es acaso que su suerte sea una mierda?

Atsushi hace un puchero mental.

Claro, puede que sea parcialmente su culpa usar sus encantos para coquetear con las personas que le parecen físicamente atractivas a sus ojos y los haga parte de sus shows sobre el aire con sus telas, pero era solo un mero método para ganar más dinero, un recurso que solo pueden aprovechar las personas atractivas de vender su imagen y encanto, que, por cierto, siempre resultaba en jugosas ganancias.

Él era demasiado sociable y sin duda alguna sabía aprovechar su físico y encanto al máximo para no desperdiciar ninguna oportunidad que se le presentase, por lo que tenía a varias mujeres y hombres a sus pies siempre que entablara alguna conversación ligera con ellos. No era de extrañar que tuviera varios ligues en un mismo lugar, pero él sabía que tampoco se lo tomaban realmente enserio, solo relaciones pasajeras y la mayoría de las veces era la otra parte quien cortaba la relación, muy pocas veces él ha sido responsable de una ruptura como tal, mientras que sus ligues de una noche muy pocas veces se repetirían considerando que tiene que moverse de un lugar a otro por su trabajo y que su espectáculo se ve mejor de noche.

Y entre esos ligues, Atsushi, que ha estado recorriendo todo el mundo desde pequeño, también ha tenido a Kunoichis y shinobis en su cama, de hecho, ellos serían los objetivos más fáciles de conseguir, porque siempre estarían estresados con sus trabajos y necesitarían un alivio rápido, que resultaría en él ayudándolos y desordenando las sábanas.

Honestamente, la mayoría de los shinobis eran mas libertinos en el ámbito sexual, pero eran los más reprimidos por lo difícil que era conseguir parejas considerando su estilo de vidas y deberes, así que para Atsushi el dar unas cuantas palabras acertadas podría conseguir alguna Kunoichi o Shinobi fácilmente, después de todo, no muchos civiles masculinos quieren acercarse a una mujer que es más fuerte que ellos y aunque los shinobis tienden a atraer fácilmente a chicas civiles, nunca está demás intentarlo.

Para decirlo sin rodeos, puede que haya tenido ligues en el rumbo shinobi en las cuatro naciones ninjas, si alguno quisiera matarlo no tendría ni idea. Viajaba tanto que se le podrían olvidar todos sus ligues, algunos de los cuales ni siquiera sabía su nombre pues eran revolcones de una sola vez.

Al chico empezó a morderse a uña del pulgar pensando en quien podría quererlo muerto y que sea un shinobi.

¿Quizás la Kunoichi de Iwa con la que rompió en terribles condiciones?

Uufff esa chica era tan tóxica, intentó incluso alejarlo de su melliza y ese fue el punto de quiebre para Atsushi. No solo estaba intentando controlar cada aspecto de su vida, sino que también intentaba rebajarlo y criticaba cada aspecto de su vida, al principio lo soportó bien porque creía que era razonable que se sintiera insegura con su relación. Ella era una Kunoichi y la traición era pan de cada día, Atsushi simpatizaba con ella, cada aspecto del mundo shinobi era demasiado engañoso y sus estilos de vida no se podían mezclar fácilmente, sobre todo, entendía que se sintiera insegura porque él era un civil y su actitud coqueta no ayudaba mucho, pero llegó un punto en que se volvió asfixiante y ya no la aguantó más.

Terminó con ella después de una intensa pelea, él arrojó cosas intentando defenderse de ella que le lanzaba armas, la puta loca y ese mismo día partieron de Iwa hacia cualquier otro lugar que fuera lejos de esa perra psicótica. Su grupo fue muy comprensivo cuando les contó de lo tóxica y abusiva que era esa mujer y como pudo haberlo prácticamente matado cuando terminaron.

¿O ese macizo shinobi de Kumo al cual no le gustó que le dijera que tenía buenas tetas?

Claro, los shinobis de Kumo están todos tan construidos físicamente que Atsushi si siquiera una relación con un hombre sin duda tiraría para allí, pero él era demasiado libre como para quedarse en un solo lugar y entre la responsabilidad y el deber, Atsushi sería descartado fácilmente por todos estos shinobis patrióticos que ven a sus camaradas como familia.

No lo mataría por decirle que tenía buenas tetas, claro, pero seguramente si querría silenciarlo por culpa de algunas cosas que le soltó después de cada revolcón que tenían, los cuales no fueron pocos, entre la resistencia de un shinobi y lo pervertido que era Atsushi sus noches y días de pasión no pudieron ser contadas. Teniendo una relación estable en el que el Shinobi de Kumo no era toxico ni controlador e incluso iba a sus Shows para apoyarlo si es que no tenía misión, para luego invitarlo a algunas copas o caminar bajo las estrellas.

Atsushi tenía que ser sincero, ese hombre podría haber tenido total y completamente su corazón si no fuese porque la presión del trabajo shinobi fue demasiado y ya no tenían tiempo para nada, por muy fuertes que intentasen ser los shinobis de Kumo, seguían siendo humanos y tenían preocupaciones y divagaciones, Atsushi lo escuchó pacientemente e intentó dar los mejores consejos que pudo desde su punto de vista con la información que el hombre le había contado, pero a veces la información que le soltaba después de una noche de pasión era demasiado pesada como para que pudiera ser discutida por él.

Los shinobis de Kumo son demasiado directos y trasparentes, Atsushi teme que quisieran matarlo porque uno de sus shinobis no pudo mantener la boca cerrada, en especial cuando después de revolcarse con él, su amante soltaba bombas de información confiando en su juicio a la hora de medir el carácter de las personas. Claro, Atsushi jamás diría esta información a nadie, aunque su relación terminó, por respeto a lo que alguna vez fueron y alguna vez pudieron ser, él no traicionaría la confianza que deposito su chico en él.

¿Suna? Hum... nunca tuvo nada serio y realmente no se quedaron mucho en la tierra del viento debido a los cambios extremos de temperatura y la pobreza en general en todas las aldeas, apenas tenían para sobrevivir, mucho menos para pagarle a extranjeros para hacer un espectáculo.

Claro, también porque le molestó que lo engañaran, ¿Por qué establecer una relación si te ibas a joder a otro tío dos días después? A la mierda la chica de Suna, muy linda y todo, pero él no era nativo de Suna como para justificar la poca población femenina en Suna como para perdonarle un engaño.

Y Kiri era todo un caso, aunque no pudieron ir por el sangriento mandato de su ex Mizukage, al menos algunos ninjas renegados si sabían coger bien.

Kakashi miró con una gota de sudor a Atsushi empezar a murmurar sobre sus ex, de repente estaba hablando sobre algo serio y de repente divagaría sobre lo sexys que eran y cosas por el estilo, solo parecía un idiota demasiado paranoico y psicoseado por sus rupturas, pero considerando que fue perseguido por un posible asesino, sus temores no eran demasiado infundados.

—Oh... Jin-chan también mencionó a una "¿Perra loca?" —Atsushi se removió ligeramente incomodo, claro, la madre de Jin era una mala persona, pero tal falta de respeto a una madre le parecía demasiado... duro.

Pero Atsushi no lo cuestionaría, después de todo, él no sabe por todo lo que ha pasado Jin para que su relación con su madre se hubiera roto tan mal y no podía hablar desde su punto de vista privilegiado por tener una buena madre.

—¿Oh, Ema? —habló Kakashi ya más concentrado en vez de desconectarse de los balbuceos del chico de cabellos azul celestes.

¿Acaso todas las personas con cabello azul celeste tendían a divagar sobre los sexys que eran sus intereses románticos? Jin podría escribir tomos completos de 10,000 paginas en su niñez sobre Obito y lo enamorada que estaba de él, Atsushi, si no tuviera tantos ex, seguramente escribiría lo mismo por cada una.

—¿Sí? —Atsushi miró al albino el cual parecía más contemplativo.

—Veo, si, eso tiene bastante sentido —Kakashi se cruza de brazos y nivela su peso de un pie a otro—. Esa zorra está loca, también sería bastante conveniente para reafirmar su amenaza de matarlos a ustedes tres para que Jin vaya con esa a esa isla nefasta.

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FELIZ AÑO NUEVOOOOOO ✨✨✨✨(⁠*⁠´⁠ω⁠｀⁠*⁠)(⁠✷⁠‿⁠✷⁠)

Disfruten, coman mucho, jueguen, rían, dense abrazos y pásenla en familia chau 😘💅💞

Nos vemos el próximo año (⁠◠⁠‿⁠・⁠)⁠—⁠☆