IV. Linda
Al final, la niña, luego de que caminaran a un parque cercano, derramó todo el contenido de su corazón y el dolor por el que pasaba, lo cual, honestamente, era insignificante comparado con verdaderas cosas crueles que él había visto -y muchas más veces de las que siquiera puede imaginar, haber hecho-. Y Obito la escuchó atentamente, porque incluso si era una pequeña mierda molesta en Akatsuki, él sí sabía escuchar a otras personas.
Que le interesara o no, es otra cosa.
—No creo que seas fea —habló honestamente Obito mirando a la niña frente a él.
Él estaba hablando con el corazón, la niña frete a él no era fea, solo distinta.
Tenía un hermoso cabello azul celeste similar a un color marino espumoso de los pocos días bonitos en las aguas de Kiri, casi podría recordarle el agua de mar tranquila y profunda, mientras que sus ojos eran hermosos como joyas exquisitas que los ricos snobs les pedirían recuperar o robar. Sí, tal vez un poco extraños con tantos corazones, aun así, Obito la encontraba una niña muy linda. La chica era de esas niñas a las que tu verías y dirías "¡Que mona!" y luego precederías a apretarle las mejillas fuertemente y bromear con robártela.
Aparte, se veía como una pequeña muñequita vestida en su elegante kimono celeste.
La pequeña niña tenía pestañas largas y gruesas, naricita de botón, labios regordetes, piel suave y pequeños caninos afilados como una bonita y delicada muñequita de porcelana... si, definitivamente era una belleza poco convencional.
Cuando creciera, sería una chica muy bonita.
—... y, además, creo que acabo de confundir el cilantro con el perejil... —sollozó Jin luego de haberse desahogado, hasta que escuchó la voz del Uchiha— ¿Disculpa? Creo que acabo de escucharte mal... —habló Jin desconcertada y miró al Uchiha con una mirada tonta en su pequeño rostro infantil.
—Creo que eres linda —continuó como si nada—. Tienes un pelo azul celeste que se parece al mar, unos ojos fucias que son como dos grandes gemas, tu piel pálida se ve suave y uniforme, no tienen ninguna peca ni imperfección, aparte de los tatuajes de corazón que te hacen ver adorable —Obito miró a la niña de arriba abajo y asintió—. Cuando seas grande, seguramente serás muy bonita, pero ahora eres adorable.
—... —Jin lo miró con lágrimas en sus ojos y brillos alrededor de sus ojos.
—No sé... tienes una cara bonita, como para apretar tus mejillas y guardarte en los bolsillos o algo —Obito retrocedió un paso cuando vio el rostro brillante de la niña y, antes de que pudiera escapar, él estaba debajo de la chica la cual estaba juntando sus mejillas afectuosamente.
—¡Eres el primer niño que es bueno conmigo! ¡Waaa! —solloza Jin mientras abrazaba el cuello de Obito, el cual, incómodamente, le daba palmaditas en la espalda.
—Ya... ya... —intentó consolar incómodamente el Uchiha mientras Jin frotaba sus mejillas juntas aun llorando sobre él.
Obito miró el cielo con una gota de sudor, no sabe cuántos minutos han pasado desde que empezó a llorar esta niña en sus brazos, pero seguía acostado en el suelo mientras ella terminaba de llorar.
Sinceramente, Obito nunca había sido bueno consolando a los demás, ¿Luego de oscurecerse? Él era quien hacía sufrir a los demás y lo disfrutaba de una manera retorcida, casi encontrando placer al ver el sufrimiento que podían causar sus acciones, de cuanto podía lastimar a los demás como el mundo lo lastimó a él.
-como cuando se burlaban de él en la academia, como cuando el clan Uchiha lo alineaba y despreciaba abiertamente, como las miradas de todos eran tan frías y dolorosas, esas miradas de decepción, esas palabras de que no esperaban nada de él, como era una deshonra para el mundo y como querían aplastarlo con su indiferencia-.
Y ahora que quería ser una "buena persona" ... bueno, no le quedaba de otra que intentar hacer su primera buena acción, consolar a la niña en sus brazos.
—P-perdón... fui muy brusca y me lancé a ti sin pensar, derribándote —Jin se alejó mientras se limpiaba los ojos con su antebrazo y Obito se sentó en el suelo, sacudiendo su ropa.
—No te preocupes... —Obito cerró la boca al pensar en decir "he recibido cosas peores", puesto que no sería una respuesta que un niño quisiera escuchar, así que rápidamente la cambió a algo que diría su yo antiguo— ¡Soy muy fuerte! Un placaje como ese no me hizo nada...
Obito se maldijo internamiento, ¿Siquiera un niño de unos cuatro o cinco años tenía un lenguaje tan avanzado...?
—Tú... —Jin lo miró nuevamente llorosa y Obito se estremeció al pensar en ser nuevamente aplastado por esta pequeña niña llorona— ¿Cómo te llamas?
—Uchiha Obito, puedes llamarme por mi nombre —habló rápidamente Obito al pensar que quizás ella rompería en llanto nuevamente si respondía más lento.
—¡Obito-kun! —la niña pareció brillar como un árbol de navidad y Obito sintió una gota de sudor caer por su rostro... esta niña cambiaba de ánimo muy rápido— ¡Mi nombre es Habibi Jin! Puedes llamarme por mi nombre —la niña se sonrojó tímidamente y Obito suspiró internamente.
—¡Como quieras, Jin-chan! —Obito se estremeció al sentir la similitud entre el nombre de esta chica y el nombre de por quien casi destruyó el mundo.
Dios... él... él realmente era un-
—¡Obito-kun, vayamos por unos dangos! —Jin tomó las manos del Uchiha entre las suyas y acercó su rostro tanto al niño que él se sonrojó ligeramente por la cercanía.
—B-bien... —tartamudeó torpemente Obito mientras era arrastrado por Jin, la cual no había soltado su mano en todo ese tiempo, mientras que con la otra llevaba la bolsa de papel con frutas y verduras.
Obito miró su mano fijamente mientras estaba acostado en la cama de su "habitación".
Él... no había pensado en absoluto mientras estaba con la niña de cabellos azul-celeste, él... por primera vez en meses, años, de su vida había estado libre de pensar en cualquier tipo de plan o en las consecuencias de sus acciones, sus actuaciones de un niño normal y feliz en algún momento se habían vuelto... reales.
Obito se estremeció.
Esa niña era rara.
Lo bueno, se consuela Obito a sí mismo, es que nunca más la volvería a ver.
No entiende porque ese pensamiento lo hace sentirse un poco desanimado, pero lo descarta rápidamente y empieza a pensar en el futuro.
Estaba a un total de dos semanas a punto de entrar a la academia ninja, por lo que tendría que pensar cuidadosamente en sus acciones a partir de ahora. Primero, sabía que tendría que trabajar su control de chakra, porque era patético; inexistente, también tendría que empezar a entrenar su físico, mientras antes pudiera soportar la carga del Mangekyo, mejor.
-aunque honestamente, Obito dudaba en que su cuerpo normal pudiera utilizarlo, la única razón por la que antes podía utilizarlo libremente era por la regeneración absurda de las células de Hashirama y él había presenciado de primera mano los efectos del Mangekyo al estar junto a Itachi durante tantos años en Akatsuki-.
Otra cosa que tendría que estar atento es a cómo podría ayudar a Sakumo en su misión o, en su defecto, a Kakashi y su depresión post la muerte de su padre...
Lógicamente, Obito sabía que no podría ayudar a Sakumo con su misión, era prácticamente imposible hacerlo primero por su cuerpo infantil, segundo por su cantidad de chakra y tercero, por el tipo de misión a la que fue el patriarca Hatake. No solo era una misión para un ninja nivel Sannin/Kage, sino que el fallo en dicha misión provocaría los primeros estragos para la tercera guerra mundial shinobi y...
Obito frunció el ceño ante un pensamiento desagradable mientras se sentaba en su cama y miraba a la oscuridad de su habitación. En una misión tan importante... en una misión que se supone que debería ser ultra secreta... una misión que requiere a alguien de un nivel cercano al Kage...
¿Qué es lo que hizo retroceder a un Shinobi de tal calibre como para que temiera la muerte de todo su escuadrón? Pensando lógicamente, el escuadrón para una misión tan importante debería estar nivelado al shinobi de mayor rango y, si no es así, al menos todos deberían ser Jounin o Jounin especiales como mínimo.
¿Qué es lo que podría matar a todo un escuadrón con Jounins y alguien nivel Kage?
Dejando de lado el hecho de que Sakumo se suicidó dentro de los confines de la aldea, hacer retroceder a alguien de un calibre tan alto que lo comparaban con los Sannin -que, en un futuro, uno mata al Hokage y el otro se vuelve Hokage- o incluso había rumores de que era más fuerte que ellos... ¿Qué haría retroceder a alguien así?
Obito, como alguien especialista en tender trampas, planear, matar y todo tipo de crimines de muy baja calaña con un objetivo en mente, solo podía pensar en tres opciones:
Una trampa, un traidor, una emboscada.
Cosa, que lleva a al mismo desenlace: un traidor, porque si no hay una rata brindándole información al enemigo, no es posible que haya una emboscada, si no hay una plaga congeniando contra ti, es imposible que caigan en una trampa cuando son todo un escuadrón de nivel Jounin...
Y pensando profundamente en ello, Obito cae en cuenta de que Sakumo tenía demasiado poder y prestigio, junto con que una gran mayoría preferiría sin duda alguna al Colmillo Blanco de Konoha sobre su sensei en cuestión de cuarto Hokage, no solo por la rica experiencia y fama del albino ganado durante la segunda guerra mundial, sino que también por el poder, su toma de decisiones y la buena relación que tiene con todos a su alrededor, junto con que no subestima a sus oponentes como muchos otros.
Obito conocía bien la oscuridad, él había sido la oscuridad de este mundo cuando Madara murió, él era quien había controlado toda la oscuridad del cuarto Mizukage, Karatachi Yagura, él había sido el precursor que alentó la prueba sangrienta de Kiri y...
Obito sabía mejor que nadie sobre muchas cosas y, en pocos minutos, pudo hacerse un mapa mental de las cosas que sucedían alrededor de Konoha.
Sakumo, que podría ser Hokage, falló en su misión y de repente toda la aldea sabía que falló en su misión, lo que no sucede con otros ninjas incluso cuando la importancia de dicha misión es considerable. Dan, el prometido de Tsunade que desea ser Hokage, es enviado a una misión en donde todo se complica repentinamente y muere, Senju Nawaki, el hermano de Tsunade, muere por una trampa bomba llevando a que la princesa Senju dimita de todo cargo en la aldea y...
¿No están descartando a tres posibles Hokage en tan poco tiempo? Sakumo, por su poder y valía, sus logros en batalla, tiene repentinamente su honor mancillado. Kato Dan, perteneciente al clan Kato, con un jutsu especial único y que va ganando fama y reputación en la guerra rápidamente, cae convenientemente en una trampa y la princesa Senju, la Heredera legítima y única del clan Senju, es golpeada por dos tragedias que afectan profundamente su psique y es arrinconada a retirarse.
Entonces quedan dos postulantes a Hokage, Orochimaru y Danzo, Jiraiya convenientemente desaparece durante los últimos años de la guerra porque no quiere involucrarse en política, aun así, un posible candidato a Hokage hasta que se escapa.
¿Y puedes adivinar lo que pasó?
Se descubren los experimentos inhumanos de Orochimaru, olvidando que gracias a ellos gran parte de la medicina y ciencia actual provinieron de los resultados de sus experimentos y el Sannin se ve obligado a retirarse de la aldea huyendo lejos para continuar sus experimentos por su propia cuenta...
Y solo queda un postulante a Hokage, Shimura Danzo... hasta que inesperadamente un chico joven y fuerte aparece, un proclamado genio de cien años. Namikaze Minato se abre paso entre la gente y asciende como un caballo negro golpeando al viejo zorro lejos, mientras se sienta cómodamente en la silla del Hokage con el sombrero en la cabeza.
No hay que ser un genio para saber que algo estaba pasando entre las sombras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro