Shisui estuvo confinado a ser un burrito durante toda la semana.

No es como si se quejara, estaba en constante cuidado de Elise que canceló todas sus actividades de la semana por él.

Y en todo ese tiempo, él no pudo quitarle las manos de encima a Elise, donde quiera que ella fuera, él la estaría vigilando con sus ardientes ojos intentando tragarse la dura pelota que se encontraba en lo profundo de su garganta con sentimientos tan agónicos.

Él había tenido un hijo.

Tal vez... tal vez durante todo el tiempo que él evitó a Elise antes de morir, ella estaba intentando decirle que serían padres.

Y como él estaba metido en cosas turbias, ella tuvo que abandonar a su familia porque podrían ir detrás de su hijo, tal vez incluso Danzo arruinó a los Kaneko para tener más fácil acceso a los ojos de su futuro hijo... tal vez ese bastardo planeó toda la situación para arrinconarlo porque no consiguió sus ojos y...

Shisui necesitaba hablar con alguien.

Él no podía contarle toda la mierda que sabía a Itachi, por muy maduro que fuera el niño, seguía siendo solo eso, un niño.

—¿Quieres regresar al servicio activo tan pronto, Shisui-kun? —preguntó extrañado Minato y Shisui negó mientras se removía nerviosamente.

—No... yo... yo recordé lo que pasaba en mis pesadillas —murmuró apenas por encima de un susurro, pero Minato se enderezó en su asiento e hizo una seña a los anbu custodiando su oficina antes de encender los sellos silenciadores.

—¿Qué sucedió, exactamente para que te veas tan inquieto, Shisui-kun? —preguntó preocupado el rubio permitiéndole tomar asiento al Uchiha el cual estaba sudando ligeramente y rebotaba frenéticamente su pie.

—Tengo un hijo —soltó Shisui aturdiendo al rubio.

—¿Disculpa? —preguntó incrédulo Minato.

—Elise... yo... el tiempo que la evité... —Shisui se pasa las manos por el rostro—. Elise... cuando yo estaba muerto... e-ella... ella me vio, vio mi muerte... ella... ella estaba embarazada.

—...

—Mi hijo... mi hijo, Kagami... él... ella... ella murió... él la vio... protegiéndolo, en la niebla... ella murió... murió en sus brazos... había mucha sangre... y nieve, estaba nevando... pero dejó de nevar y... y... —balbuceó presa del pánico Shisui y sintió unas manos en sus hombros y el Uchiha se tensó.

—Shh... shh... ella está bien ahora, Shisui, Kaneko Elise está viva y bien actualmente, aun no ha pasado, ella solo tiene nueve años en esta vida.

—Diez —corrigió Shisui.

—Bueno, tiene diez años, aun no es edad para... bueno, tener un hijo —habló Minato y masajeó suavemente los tensos hombros de Shisui—. Esta vez tu no vas a morir, el clan Uchiha se está integrando con la aldea muy bien y... no hay un Danzo para ir tras tus ojos y obligarte a suicidarte en esta vida, podrás protegerla —continuó Minato mientras Shisui lentamente se iba relajando.

—Si... es cierto... Elise... Elise no va a pasar por eso de nuevo... ahora me tiene a mí, nunca la dejaré de nuevo... —murmuró Shisui más para si mismo que para nadie más.

—¿Quieres mostrarme lo que viste...?

Al siguiente minuto, Minato estaba atrapado en un Genjutsu y miró la escena desgarradora de Kagami despertando el Sharingan por la muerte de su amada madre mientras estaba casi rodeado de ninjas. Shisui no pudo haberlo visto en su estado paniqueado y lleno de la sangre de Elise, pero Minato pudo observar mejor la situación.

Ahí estaban... Kakashi, uno mayor y adulto al cuidado de unos genin, Naruto... su hijo, una chica pelirroja que es tan claro que llega a ser más rosa que rojo y un Uchiha, ¿Tal vez el hijo menor de Mikoto y Fugaku, Sasuke?

Estaban enfrentándose un hombre y un chico... ¿Chica? Ambos de Kirigakure, renegados por la forma tachada del hitai-ate que cargaba el espadachín y la máscara destrozada de los rastreadores de Kiri.

No podría decir qué salió mal, porqué o como sucedió, pero Elise había protegido a su hijo a toda costa terminando herida fatalmente en el proceso mientras todos luchaban y, al parecer, metió a su hijo en un genjutsu para mostrarle como murió su padre, Shisui y la razón por la que debería mantenerse alejado de Konoha al menos hasta que el viejo bastardo de Danzo muriera.

Su genjutsu no fue perfecto, puesto que también afecto a las personas circundantes, pero como ninjas entrenados, pudieron liberarse del genjutsu fácilmente y Sakura liberó al cliente del genjutsu, pero justo cuando iba a liberar a Kagami, Elise le rogó que por favor lo dejara ver los recuerdos de su padre, que supiera su verdad y que no lo odiara por cosas que no pudo haber manejado y no estar ahí para ellos.

Entonces, Kagami vio la realidad de Elise a través del genjutsu, desde que era niña, su rico estilo de vida, hasta que se enamoró de Shisui y se hicieron pareja para finalmente terminar en ese trágico destino.

Minato dudó por un segundo.

¿Realmente eran ninjas de la niebla o eran títeres de Raíz interesados en los ojos de Kagami?

No puede determinarlo con certeza, pero desde que se revelaron todas las fechorías de Danzo y como utilizaba sus fuerzas para impedir la paz, instigar la tercera guerra mundial shinobi y sus planes para robar el dojutsu del clan Uchiha... Minato dudaba de todo.

Sasuke se veía mayor que en los recuerdos distorsionados de Itachi matando al clan Uchiha y era de esperarse de que el niño fuera el último Uchiha, pero si Danzo de alguna manera se enteró del noviazgo entre la cantante y Shisui... ¿Qué sucede si todo esto era un plan para que el niño despertara el Mangekyo como su padre y obtener ambos ojos?

Claramente Kagami no había sido entrenado como shinobi en su vida, si despertara el poderoso y precioso Mangekyo, peor aún, el Kotoamatsukami como su padre... ¿No sería perfecto que le robasen los ojos? Débil, sin entrenamiento, prácticamente un niño civil con ojos demasiado poderosos para su propio bien.

Aunque la idea es un poco absurda y un tanto forzada, con el hambre insaciable de poder de Danzo, Minato no podía descartarla inmediatamente como algo ridículo, pero tenía que enfocarse en temas más profundos aquí...

Shisui se estaba rompiendo.

Era un estado similar y distinto al de Obito, Obito había sido manipulado por Madara y sus emociones intensificadas, luego de la operación de corazón, Obito estaba empezando a volver a ser el que él conocía, solo que más apagado y sin tantas sonrisas. Obito había perdido a Rin que era la única luz en su vida, según el paseo mental que vio con Inoichi, siendo empujado y presionado por alguien como Madara, era obvio que Obito se oscurecería, pero con ayuda de él y Kushina siempre apoyándolo a pesar de las grabes faltas que hizo, Obito estaba siguiendo adelante.

Pero al contrario de Obito, que cayó desde la miseria y se está elevando hacia lo alto paso a paso, Shisui está decayendo desde lo alto hasta la miseria hundiéndose en una depresión y paranoia debido a recuerdos distorsionados de un futuro que le pertenece y no le pertenece, no sabe en qué creer y en quién no.

Shisui se está deshilachando por los bordes como un muñeco viejo, todo en lo que creía, lo que amaba, lo había traicionado una vez, ¿Cómo podría seguir creyendo y amando a Konoha? ¿Cómo podría asegurarse de que no lo traicionarían una segunda vez? Y ahora que tiene a Elise y se aferra fuertemente a ella, tiene mucho más por desconfiar, en especial sin saber las causas exactas de le muerte de la mujer que amaba y le había dado un hijo al cuál él había abandonado por el pueblo.

Ya no solo se trataba de abandonar a Elise para su protección, sino que, sin saberlo, también abandonó a su propio hijo.

¿Y luego saber que por todo lo que se sacrificó fue en vano, porque a quien amaba murió en la miseria mientras trataba de proteger a un hijo que ni siquiera sabía que existía y su clan fue masacrado? Joder, Minato no sabía como podría reaccionar con lo intensificadas que ya de por si son las emociones de los Uchiha.

Toda esta situación era una mierda.

Minato no sabe como manejar esta situación, lo único que podía hacer era esperar lo mejor mientras enviaba a Shisui a unas largas vacaciones antes de darle misiones cercanas a la aldea que no se extendieran durante demasiado tiempo.

Tal vez debería hacer que Inoichi le de terapia...

Pero dudaba seriamente en que Shisui se abriera con alguien cuando incluso abrirse con él cuando necesitaba su ayuda fue extremadamente forzado y casi más una condena de muerte que una solicitud de corazón.