𝘁𝗵𝗿𝗲𝗲. race to win
chapter three. ★ ㅤso it goes
rachel norris
El aire embragaba mi sistema nervioso. El clima se sentaba perfecto para la ocasión del día. Los murmullos se hacían presentes, en distintas voces y ecos. La emoción y ansiedad se situaba en el cuerpo de Lando.
Semanas pasaron, y se desvanecieron hasta el día de la carrera en Emilia-Romaña, Italia, circuito de Imola. Era un domingo exitante, los festejos se situaban en mi hermano, y la alegría se esparcía por todo el paddock.
Lando había logrado el tercer lugar en la clasificación del sábado quedando detras de su compañero, Oscar. Gracias al cielo no he tenido la chance de toparme con el susodicho. Tampoco había tenido tiempo como para pensar en el, de hecho.
Las últimas dos semanas fueron magníficas. Junto a Lando recorrimos Italia, desde Portofino hasta Roma, pasando por Verona, e incluso, recorriendo la Costa Amalfitana. Fue un viaje soñado, no podría estar mas que agradecida con mi hermano por haberme cumplido un sueño.
La nostalgia me invadía al tan solo recordar lo vivido semanas atrás. El precioso ambiente que rodeaba Italia era fascinante, parecía un sueño lucido. La comida, las esculturas, y los bellos paisajes me habían dejado embobada. No había hecho otra cosa que comer y conocer, lo cual me encantó.
Aunque debo admitir que hubo momentos en donde la soledad me consumía, al no tener a Lando a mi lado. Lo entendía, el debía prepararse para Imola, la concentración y su entrenamiento era crucial, mas luego de haber coronado en Miami. Pero a veces deseaba compartir mas tiempo con mi hermano, fuera de la presión, los tiempos, y la fama. Sin apuros, ni exigencias.
Sin embargo el pequeño tiempo que compartimos fue increíble. Jamás hubiese imaginado que echaría de menos pelear con mi hermano por cualquier cosa. Tampoco pensé llevarme tan bien con su equipo, en especial su GP y entrenadores, quien nos acompañaron en este estupendo viaje.
Las risas solo aumentaban y yo cada día me recordaba lo mucho que necesitaba estas vacaciones. Meses de estrés, agotamiento, y soledad que pude dejar atrás y salir de ese vacío. Los chistes de Lando sobre sus compañeros de equipo y mecánicos, provocaban carcajadas tan fuertes que era imposible tragar la deliciosa pasta, que nos ofrecía un pequeño restaurante de Verona.
Desearía quedarme ahí siempre, aunque sabía que no podía vivir en una fantasía. Tenía que afrontar la realidad, Lando debía enfocarse en su temporada y yo debía decidir que hacer con mi vida.
Este año se terminaban muchas cosas, en unos meses mi carrera, lo cual se significaba cerrar un ciclo. Y Joder, estaba cagada. No suelo salir de mi zona de confort, y detesto cuando el universo me obliga a despegarme de ella. ¿Qué mierda debería hacer ahora? ¿Debería buscar un trabajo?
Todas mis amigas y conocidos habían encontrado su nueva ruta mientras yo solo trataba de no perderme en el presente camino. Lo cual fallaba una y otra vez. El futuro lo veía lejano, cuando no asimilaba que era mañana. No sabía que hacer con mi vida, y eso me angustiaba. Me generaba ansiedad.
Por un lado me lamentaba por estar destrozando el futuro, desperdiciando tiempo en las carreras de su hermano. No obstante, su corazón se encontraba feliz al estar junto a Lando, luego de estar tan frío debido a la distancia que los separaba. Además, ¿perder el tiempo? Era joven, tenía 22 años, sin remota idea que hacer con la vida, pero viviéndola al máximo. Era feliz, y eso era lo que importaba. El futuro era un misterio que resolvería, no sin antes apreciar el presente.
Y fue cuando sentí un cálido brazo pasar por la espalda, que lo entendí. —¿Todo bien?
Mis pensamientos se esfumaron y solo pude concentrarme en los pequeños ojos de mi mellizo que me miraban buscando una respuesta a su pregunta.
—De maravilla. —asiento levemente mientras veo como se prepara para la carrera. —Estoy muy orgullosa de mi hermano, eso es todo.
Sin poder evitarlo, agarro su mejilla derecha apretándola en un gesto de cariño y ternura.
—Rachel, por favor para. —dice todo rojo y avergonzado y yo solo puedo reírme. —Eres insoportable.
—Cuando no. —sonrío
. . .
max verstappen
Podía sentir como poco a poco todo se alineaba de nuevo, ya que no presentía esa sensación de estrés o nervios en mi sistema. Eso se debía al increíble desempeño del equipo, y a mi excelencia por supuesto, que fue lo que me llevó a obtener la Pole Position en el Circuito de Imola.
Estaba orgulloso. Por fin podía aprovechar esta posibilidad para sacar aún mas ventaja en el campeonato de pilotos. Era un hecho que era el mejor corredor de la parrilla, cualquiera coincidiría. Sin embargo, admitir que los McLaren, por tan solo milésimas, se colocaban detrás mío, me generaban un poco de inquietud. No era para nada sencillo.
No debía subestimar al enemigo. Nunca. Es algo que me llevo tiempo aprender, pero cuando tus días se resumen en arriesgar tu vida a 300 kilómetros por hora, lo vas comprendiendo. Una mala jugada, y mi lugar podía ser arrebatado en solo cuestión de segundos.
Por eso todo debía, tenía, que salir a la perfección. Con el equipo venimos ya enfocándonos, desde el Gran Premio de Miami. Trabajando duro, analizando estrategias y buscando soluciones para llegar a una victoria necesaria.
No quería ganar, necesitaba hacerlo. Con todo pudor y agonía, lo deseaba en el fondo de mis venas, era algo que me perseguía por las noches, y me dejaba con un ojo abierto.
La herida de Miami y Australia seguía sangrando mientras yo trataba de taparla. Pero, joder, quería ser el mejor. Soy el mejor. ¿Por qué no me siento así? Esas victorias era mías, y al carajo con ser egoísta, pero mas yo que nadie merecía ganarlas, a pesar de dar un mal rendimiento en ambas carreras.
Era ganar o ganar. Y eso es simplemente lo que venía hacer.
Escucho como personas a mi alrededor hablan, murmullan y circulan por todo el box de Red Bull. Confiaba en mi equipo, ¿cómo no hacerlo cuando me llevaron a ser tricampeón del mundo?. No obstante, la idea de que el auto era una mierda, se instalaba en el fondo de mi oscura mente. Si tan solo hubiesen hecho el trabajo bien, Australia y Miami serían mías. Pero no, el auto era una mierda y yo debía cargar con la consecuencia.
Me sacaba de mis casillas, y me privaba de la concentración absoluta.
Aunque, había algo mas. Algo me había estado despertando por las noches, y respirando hasta no poder en los bellos de mi nuca. No permitiéndome relajación alguna.
Era rutinario taparlo debajo de la alfombra y continuar andando. Pero esta vez se sentía diferente, era algo que venía tratando de evitar, negándolo en mi cabeza. Pero eso solo provocaba que cada vez, crezca mas ese sentimiento en mi pecho privándolo de escapatoria.
Los veía en todos lados, o mas bien deseaba, ser vista por esos ojos aunque sea una vez mas. Esas preciosas pupilas que se habían instaurado en mi mente por las últimas dos eternas semanas, y me atormentaban en el día a día.
Creí que lo superaría. Joder, fue solo un beso.
Pero cuanto mas me replanteaba esa frase, cada vez me sentía mas estúpido. Joder, claro que no fue solo un beso.
Sentía que el aire se me atoraba en la caja torácica cuando recordaba sus pequeñas pecas que descendían por sus pómulos. O cuando su suave risa se hizo presente y yo jure que mi corazón se aceleró casi tanto como lo hace cuando me subo al monoplaza.
Pero sobre todo lo sucedido, lo que incendió mi sistema nervioso fue su cálido toque. Nadie nunca lo había puesto tan rápido con un roce de manos. Estas dos semanas no he podido sacarme de la mente sus malditas curvas y lo bien que se veía su muslo alrededor de mi mano.
Todo fue tan intimo, misterioso, fuera de lo real. Ella tan delicada, incógnita, sencilla y jodidamente preciosa. Me volvió loco en el segundo que conecte su mirada. Nunca había sentido algo así.
¿Quién era esta chica, y que había hecho conmigo?
Esa pregunta resonó y resonó en mi cabeza desde que su cuerpo se alejó del mío. Y sigue resonando. Rachel.
Trate de localizarla a toda costa, tuve la necesidad de abrir las redes sociales deseando encontrar alguna foto, perfil o respuesta a quien era ella. Nada.
Y como dije esa misma noche, estaba realmente jodido. Pero la tormenta vino después, al despertar y visualizar a mi supuesta "pareja". Fue cuando el mundo se me vino abajo y una sensación extraña me abrumo el pecho.
¿Me arrepentía de lo sucedido? Ni aunque me paguen. ¿Entonces por qué me sentía raro? Jamas, en mis años de vida imagine hacer un acción similar como la infidelidad. Supongo que ahora entiendo cuando citan que no todo sale como uno lo planea.
Y lo que más preocupaba es que no me movía ni un pelo. No sentía dolor, ni culpa, ni vergüenza, ¿acaso acabo de perder toda mi dignidad? ¿que me sucedía?.
Claramente sabía lo que sucedía y nunca sería capaz de admitirlo frente a ella o siquiera mi padre. No estaba enamorado de Kelly, joder que ni siquiera la amaba.
El pecho se me oprime al tan solo pensar como voy a explicarme. Como saldría de mi boca aquellas palabras que juré nunca pronunciar. Un nudo en mi garganta se formaba al reflexionar, ¿era un maldito egoísta? Porque me aterraba la idea de no arrepentirme, y querer hacerlo de nuevo.
¿Iría el infierno? Probablemente.
¿Le preocupaba? En lo absoluto.
Pero definitivamente la preocupación arribo en el momento de desviar mi mirada a tan solo unos kilómetros enfrente. Sentí mis piernas flaquear y agradecí tener apoyo por parte de el mueble a mi lado.
Joder. No puede ser.
Ahí estaba de nuevo esa aceleración en mi pecho, esa corriente electrizante que nunca se ha despegado de mi cuerpo y que solo ella puede activar.
¿Qué hacía aquí? ¿En McLaren?
La respiración se me entre cortaba y no sabía cómo actuar. Dos putas semanas habían pasado desde que mi alma falleció, pero renació en este instante. Y por fin se logró cumplir lo que tanto había estado fantaseando y anhelando desde que su toque se despego del mío. Joder era un sueño hecho realidad.
A lo lejos su perfecta mirada se topó con mis desesperados orbes azules y pude jurar ver un pequeño destello en ellos. No se si lo imaginé al estar tan perdido en sus orbes, o si realmente ella se sorprendía al verme.
Una pequeña sonrisa amenazó en salir de mis labios, una que quise expresar desde que cayó sobre mis brazos aquella noche en Miami. Sus pómulos se oscurecieron de un color rosado y veo como deseó repetir mi acción, sino fuese porque un cuerpo tapó su vista.
A lo lejos logré visualizar la figura de Lando, nublándome mi interés. Parecían entablar una conversación con la joven, mientras yo resistía a no ponerme nervioso por privarme la vista.
Y fue en ese momento donde mi rostro se quedó sin expresión, al ver como mi amigo, mi compañero de parrilla, había depositado un casto beso en la mejilla de Rachel.
Rachel. La chica que yo había tocado, que yo había besado.
No me... ¡Mierda!
¿En que lío me acababa de meter?
No me fue suficiente con engañar a mi pareja que también tuve que arrebatarle la novia a mi mejor amigo. Grandioso.
. . .
Vuelta 61.
Había liderado ya por 61 vueltas a un ritmo excepcional. El equipo estaba aplicando las estrategias y medidas magnificas. Solo tres vueltas más y obtendría lo que venía deseando hace ya rato.
El clima ya se estaba sintiendo cálido en mi sistema. La agonía me consumía a la vez que la ansiedad, por el hecho de querer atravesar la línea de meta de inmediato.
Quería bajarme de este monoplaza y celebrar lo que tanto había anhelado. Una victoria, un P1 y una gran ventaja en el campeonato.
Y lo conseguiría.
Mis diez segundos de ventaja me lo comprobaban. No teniendo nadie por detrás me hacía sentir un poco mas relajado, pero aún ansioso.
Vuelta 62.
La desesperación me comía las venas, a la vez que intentaba acelerar el monoplaza a su lugar de destino. Necesitaba esta victoria, anhelaba esto. Y nada podría impedirle eso.
Aunque al fijar mi mirada en el espejo retrovisor, una sombra fosforescente se hizo presente en mi territorio, a tan solo segundos detrás.
"Max, Lando esta a dos segundos y medio tuyo, acelera el ritmo"
La ira me invade apretando fuerte el volando, queriendo escapar del McLaren. No iba a pasarme, joder que no lo iba a hacer. No era una chance obtener un P2, esta carrera era mía desde el primer día de practicas. Al carajo ser racional, segundo puesto no era suficiente.
Si tenía que correr a toda velocidad para alejarme del piloto, lo haría. No iba a darle el gusto de competir contra un campeón del mundo.
Había puesto todo mi desempeño y disposición este fin de semana. Consiguiendo los mejores resultados, y records en las practicas libres, llevándome la Pole, y ansiando ganar este circuito. Necesitaba esto para despejar mi mente y olvidarme todo lo sucedido en Miami.
Vuelta 63.
"Entramos en la ultima vuelta de esta magnífica carrera que ha sido liderada por nada mas que el campeón del mundo Max Verstappen"
"La verdad que carrera extraordinaria del piloto de Red Bull, liderando por mas de 10 segundos delante de los McLaren y sacando aun mas ventaja en el campeonato si es que logra cruzar esa línea"
"Aun así yo no me aseguraría tanto, teniendo a Lando Norris en el McLaren casi pisándole los talones. Un gran trabajo de Lando también, superando a su compañero de equipo y acercándose al campeón del mundo, sin duda no es una tarea facil. ¡Lando esta tiro de DRS!"
La sangre se me sube a la cabeza, al observar a Lando queriendo superarme. De la bronca consumida, apoyo fuertemente el pie en el acelerador al recordar como se atrevía a tocar a Rachel. No podía permitir que me gane, no él.
Respirando agitadamente, logro entrar en la ultima curva, sin despegar la vista de Lando. ¿Tenía derecho de enojarme? Mierda que no, pero me hervía la sangre no ser yo el acompañante de la morena. Asimismo, me sentía decepcionado ante el comportamiento de la fémina, ¿cómo se atrevía a engañar a su novio con su compañero de parrilla?
Joder si mi situación amorosa iba para la mierda, no dejaría que mi carrera terminara de la misma manera. Pude oír el ruido del motor ajeno a mi derecha, queriendo obtener mi lugar. Oh Lando estas muy equivocado.
Aceleré con toda la fuerza queriendo sacar de mis pensamientos a la morena y a sus labios carnosos que me invadían la cabeza.
"¡Max Verstappen se ha consagrado ganador del Gran Premio de Emilia-Romaña, en el circuito de Imola 2024, dejando a Lando Norris detrás por tan solo 5 milésimas! ¡Que carrera!"
"YESSSSS"
Grito de desesperación por la radio de mi equipo. Una sonrisa se marca en mi rostro y no abandona este hasta el momento de estacionar el auto. Una vez llegado, me las arreglo para salir de este y festejar como lo merecido.
Porque me lo merecía.
Alzo los puños festejando, como el campeón que soy. No lo voy a negar, en la ultima curva por un instante, jure que no lo lograría. El miedo me consumió por segundos, y se esfumó al ver la bandera a cuadros.
Saltó del monoplaza en camino a mis mecánicos, abrazándolos y sonriendo con ellos. Logro sacarme el casco y es en ese momento cuando siento como Kelly deposita un beso en mi mejilla.
Mierda había olvidado de su presencia en el paddock, completamente. Incomodo, me remuevo deseando que ella no hubiese visto ese gesto. Pero la incomodidad aumenta al momento de que Lando se acerca para saludarme.
—Gran carrera, hermano. —apoya su mano por mi espalda y yo solo deseo que la tierra me trague. —Si que eres difícil de atrapar.
Río incomodo mientras trago el grande nudo que se encontraba en mi garganta. Joder, era una persona horrible.
—Tu no fuiste para nada fácil tampoco. —agregó desviando mi mirada al publico tratando de localizarla, sin embargo, fallo al notar su ausencia.
Tenía que dejar de pensar en ella, esto estaba terriblemente mal.
Una vez arribado al podio junto a los McLaren, levanto mi trofeo de primer lugar, con una sonrisa que se ensancha cada vez mas. Suspiro de felicidad a la vez que oigo como el himno de Países Bajos se hace presente en mis oídos.
Al observar al grupo de gente debajo mío, visualizo a Christian quien me guiña un ojo y yo no puedo evitar reír. Que bien me sentía.
No obstante, no puedo evitar insinuar donde se había metido la morena de ojos claros. Al observar a mi compañero de parrilla, muevo mi cabeza queriendo que esos pensamientos se esfumen de una vez.
¿Alguna vez dejaré de estar tan jodido?
. . .
ANNE'S NOTE 🪽
heeeeelllooo! tercer capp, no me gusto mucho este cap, medio básico pero bueno en el proximo se viene lo bueno!!!
max quedó loquillo, uno asi. JAJAJAJJA max pensando que Lando y Rachel son pareja 😰.
te agradecería si me dejas una estrellita o comentas, sino te es molestia.
los amo, bye :)
— sainzanne
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