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1 | HEREDERO

CAPITULO UNO:
HEREDERO

Daemon Targaryen odiaba a los niños. Pequeñas bestias que solo servían para llorar, comer y estorbar. Detestaba escucharlos o simplemente respirar el mismo aire, eran un fastidio. Apostaba a que antes de siquiera tener uno propio, se cortaría el cuello sin pensarlo dos veces.

Nadie lo obligaría a tener semejante castigo, ya tenia suficiente.

Tenia en claro que al estar casado, tener hijos era su deber, era una lastima para el resto que nunca haya sido un fiel seguidor de las reglas, negándose a tener un niño con una mujer a la que desde el primer momento, no quiso. No la amaba, ni seria la mujer que lo haría cambiar de parecer con respecto a decisiones que hace mucho tiempo había tomado, Rhea Royce no era más que una mujer común con la que había tenido la mala suerte de casarse, aún después de mostrarse en total desacuerdo.

Pero ¿qué podía hacer cuando prácticamente había sido arrastrado de la oreja hacia su boda?

Tal vez de niño, tener una familia propia podía haber sido uno de sus mayores sueños que mantenía como un preciado secreto, pero al final del día, no era más que uno de sus tantos sueños torpes e infantiles. Él podía ser feliz sin niños vomitando su ropa o una mujer reclamandole cosas cada vez que lo veía. Daemon disfrutaba su libertad y crear sus propias reglas, soñando con algo mucho más grande que quejas y llantos. Cuando el Targaryen observaba hacia adelante imaginando su futuro, era sentado en el trono de hierro como se veía, reluciendo la corona del conquistador mientras miles de hombres y mujeres se arrodillaban ante él proclamandolo como su rey. Lo anhelaba, lo deseaba como si de un preciado dulce se tratará y cada día que pasaba, los pasos hacia ese camino se hacian más cortos, pues si de ventaja se trataba, él definitivamente iba ganando.

Mientras más hijos perdía su hermano, más se fortalecía su reclamo al trono y, aunque nunca lo admitiría en voz alta, se alegraba que el único bebé sano que Viserys pudiera haber tenido, no fuera más que una niña que solía perseguirlo por toda la Fortaleza roja, incluso aunque tratará de alejarla.

Rhaenyra siempre se colgaba de su pierna, negándose a soltarse y a pesar de que al resto les provocaba cierta dulzura, Daemon solo deseaba lanzarla lejos de él para que no pudiera volver a manchar su ropa con sus manos sucias y pegajosas.

No fue hasta que en una noche, todos sus pensamientos parecieron unirse como piezas de un rompecabezas. Su padre no había llegado a ser rey y a falta de un heredero, Viserys ocupó su lugar, pasando por encima de su prima como si nada. Su hermano perdía hijos con facilidad, su sobrina no podría reinar y a falta de un varón, Daemon siendo el único candidato posible al trono, buscó fortalecer su reclamo.

Oh, cuanto había odiado aquella estupida idea y deseo cortarle el cuello a Rhea cuando esta, rápidamente se negó a darle el hijo que le había pedido. No podía darle un bastardo a la corona y si por él fuera, asesinaría a su esposa para luego buscar alguna otra que le diera el heredero que la perra de Royce se negaba a darle, pero aquello sería un acto desesperado, incluso aunque la idea le agradará. Aún cuando trató de convencerla con un discurso estupido sobre su deber, el Targaryen no tuvo otro remedio que suplicar por algo que se suponía debía serle entregado sin rechistar. Se sintió molesto y ofendido, maldiciendo a la mujer frente a él, quien parecía saborear su desesperación, hinchando su pecho de orgullo.

« debí cortarle la garganta cuando tuve oportunidad »

Una luna y media después, Rhea mostró ser tan fértil como lo habia deseado y Daemon festejo en grande la vida de su futuro hijo, porque claro, estaba seguro de que aquel bebé no sería más que un niño fuerte como él lo era. La noticia no tardó en expandirse y Daemon se pavoneaba engreídamente por la Fortaleza, sintiéndose maravilloso al saber que seria su sangre la que prevaleceria en el trono por siglos, recordándolo como su rey.

Lo único bueno y útil que podria haber hecho Viserys en años.

Y en el 105 d.c, Rhea entró en labor de parto, perdiendo la vida en el acto. Daemon no sintió pena alguna, ni una lágrima salió de sus ojos al observar el cuerpo de su esposa sin vida, en cambio, toda su atención se encontraba en aquel maestre, quien en sus brazos sostenía a un bebé inquieto que estaba seguro que no se callaría en un buen rato.

Aún con un fastidio en sus oídos ante el llanto del infante, el Targaryen se acercó con cautela, observando el pequeño bulto fijamente y una sonrisa satisfecha creció en sus labios al verlo de cerca.

Tan blanco como la leche, de mejillas regordetas y aún entre manchas de sangre, pudo notar la pelusa plateada en su cabeza.

Un niño. Una copia exacta de si mismo, a quien llamó Maelor.












































- Ya recordé porque odio a los niños. - Murmuró asqueado el palatinado mientras entregaba su hijo a una de las nodrizas y pronto, el llanto de Maelor no tardó en hacerse oír ante la lejania, haciéndolo arrugar el ceño mientras limpiaba su ropa con desagrado.

No pensaba que todo sería tan complicado y supo que todo estaba yendo mal cuando el deseo de que Rhea estuviera viva comenzaba a ser una necesidad. Tal vez así su hijo se aferraria solo a ella y no haría berrinches cuando lo alejaban de su lado.

Maelor era todo melodramático.

- La paternidad parece sentarte bien. - escuchó a sus espaldas. Torció los ojos, sabía perfectamente que Viserys solo se estaba burlando de él y lo maldijo por ello.

« idiota »

- Siento que nací para esto. - dijo con un claro sarcasmo, provocando una risa en el mayor.

Unos pequeños pasos resonaron por toda la habitación y con una gran sonrisa, Rhaenyra se acercó a saludarlo, antes de correr hacia donde la nodriza se encontraba y estirar los brazos hacia el vástago, pidiendo cargarlo.

- Te recomendaría tener distancia, sobrina, o de lo contrario su desayuno terminará en tu vestido. - alegó, pero la niña lo ignoró mientras se sentaba entre los cojines con Maelor en sus brazos.

Una imágen tierna para cualquiera que pudiera verlos, pero Daemon solo podía pensar en cual de los dos apestaba más. Sin dudas apostaba todo su oro por el principe del vómito.

- Es una imágen adorable ¿no lo crees? - comentó su hermano, posando una mano en su hombro mientras observaba a ambos niños con una sonrisa de oreja a oreja.

Daemon frunció el ceño y lo apartó de inmediato, tirando el pañuelo con asco. - ¿te parece adorable ver a unos mocosos juntos? Entre los dos no se cual babea más.

- Eras igual de niño.

- Ya no soy un niño.

- Lo sé, eres todo un hombre, tienes un hijo ahora...nuestros padres lo amarian, en especial mamá.

La tristeza hizo presencia en el rostro del mayor, pero su sonrisa seguía intacta incluso aunque sus ojos comenzaban a acumularse de lágrimas. Sintio una pequeña presión en su pecho ante la mención y rápidamente negó, borrando todo tipo de emociones no deseadas por las palabras de su hermano.
Viserys siempre había sido tan sentimental, tal vez Maelor había sacado eso de él.

- Se ven unidos, solo esperemos a que Maelor aprenda a caminar, ni los dioses lograrían que se alejen del otro. - Pero Daemon pudo notar otras intenciones en la voz de su hermano y un sabor amargo apareció en su boca.

Dirigió la mirada hacia su hijo quien dormía plácidamente, mientras Rhaenyra con una gran sonrisa, tocaba su rostro delicadamente como si este estuviera hecho de algun tipo de cristal y temiera que se rompiera. Solo esperaba que tuviera las manos limpias.

- Lo serán. - asintió de acuerdo, dirigiendo su mirada hacia él. - Y luego crecerán, Rhaenyra se casará, Maelor se convertirá en un caballero y ambos seguirán sus vidas por separado como si no hubieran pasado toda su infancia juntos.

- ¿eso eso es lo que crees? - inquirió, dejando de lado a los infantes para observarlo. Algo en su mirada no le agradó.

- Es lo que será.

- ¿No podrías imaginarte que ellos... - pero Viserys no pudo terminar la frase antes de que él negará en desacuerdo, conociéndolo suficiente para saber que era lo que estaba pasando por su mente.

- Se lo que piensas y no será así, Maelor no es un niño cualquiera, es mi hijo y no dejaré que lo usen como moneda de cambio para matrimonios vacíos solo para el placer ajeno. - escupió con molestia, Daemon ya lo había vivido y se negaba a que su único hijo pasará por lo mismo.

Maelor era un príncipe, su heredero y no lo habia tenido para ser el esposo trofeo de nadie. No, él sería alguien grande, admirable. El nombre de su hijo sería parte de la parte de la historia, recordado como un gran guerrero, un buen rey, al igual que él lo sería en un futuro.

Viserys podía meterse sus ideas absurdas por donde quisiera.

- Él no necesita casarse y no voy a obligarlo, podrá tomar las decisiones que le plazcan y yo estaré feliz porque mi hijo tenga el derecho que a mi no se me fue concedido.

- Tal vez Maelor deseé hacerlo. - insistió.

- Tal vez deberías casar a Rhaenyra con uno de tus hijos.

Sabia que lo había herido. Su hermano no tenía ningún varón y estaba seguro de que el bebé que su esposa llevaba, tendría el mismo final que los anteriores, aunque poco le importaba, Viserys podía tener todo el poder que quisiera, pero no permitiria que tomará a su hijo para entregárselo a su sobrina como si de un premio se tratará. Tal vez no sentia un cariño especial hacia él, siendo consciente de porque deseo tenerlo en primer lugar, pero aún así, era lo único a lo que podia llamar suyo sin recibir queja alguna. Se negaba a que se lo quitarán para rebajarlo al puesto de un esposo mediocre.

Maelor estaba destinado a ser un líder, un rey y los caprichos de otros no cambiarian eso.




HOLAAAA!!! Acá andamos por fin con actualización, se que debería haberlo hecho antes, pero bueno, tengan paciencia :)

en fin ¿qué les pareció el cap?

no prometo actualizar pronto ya que tuve un incidente y estoy con puntos en una muñeca asique escribir con la mano que nunca uso se me está complicando, pero trataré de hacer lo posible y pido una disculpa si encuentran algún error.

les agradecería que votaran y/o comentarán para hacerme saber que al menos el fic les está gustando.

también les aviso que tengo otro fic con Rhaenyra y Aegon, si les interesa podrán encontrarlo en mi perfil

como sea, nos estamos leyendo en el próximo cap, buenass nochess <3

- Tina !


















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