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Quinta Nevada

El viento que los rodeaba era tranquilo, agitaba las ramas de los enormes árboles con tanto cuidado que parecía una danza sincronizada, el cielo tenía una tonalidad gris con sus grandes nubes tapando la discreta aparición del sol. El tiempo parecía poner una pausa en aquel extenso invierno.

NamJoon sostenía con cuidado la mano de Seok Jin, guiándolo por el camino que se había creado a lo largo de los años después de tantas caminatas, alzaba algunas ramas para que el pelinegro pasara con cuidado, movía las piedras del camino y le advertía sobre algún insecto que se encontrara colgando cerca, el omega aparte de seguir las advertencias, veía fascinado su alrededor pese a que no era diferente a lo que veía en la cabaña, era un lugar fuera de ella.

A Seok Jin le gustaba mucho el lugar donde vivía, pero como todo ser sentía esa cosquilleante curiosidad surgir cada que veía más allá de la montaña. Con sus ojos perdidos en su alrededor se sorprendió cuando se detuvieron, el moreno volteó hacia él con una gran sonrisa para mostrarle aquél precioso lago, a simple vista podía darse cuenta de la fina capa de escarcha que lo cubría.

ㅡHay una época en la que me gusta venir porque los peces se alborotan, otras veces simplemente vengo a nadar cuando el calor es insoportable y duermo aquí.

ㅡ¿Los hombres alfa pueden convertirse en peces también?ㅡ preguntó incrédulo ante su pensamiento.

El moreno comenzó a reír por su comentario, sin saber que su carcajada era un sonido curioso, uno agradable que encantó al omega, pero el alfa no supo cómo interpretar dicha expresión por lo que se avergonzó de sí y su lobo tapaba con ambas patas delanteras su hocico.

ㅡHazlo de nuevoㅡ pidió el omega.

ㅡ¿Hacer qué?

ㅡEso, eso que salió de tu garganta cuando te hice una pregunta, me gusta.

ㅡOh... N-no puedo.

La desilusión llegó a él tras escucharlo ㅡ¿Por qué no?

ㅡNo sé cómo explicarlo, verás, la risa es algo espontáneo que aparece de la nada, no la puedes controlarㅡ respondió, pero al ver la mueca tristona de su compañero intentó animarlo ㅡ¡Ah, mira! Ahí están mis cañas de pescar, voy a enseñarte.

Namjoon se dirigió a unas varas que estaban escondidas en un árbol, de ambas colgaba un hilo con una araña al final hecha de hojas y pelo de elote, como una seña discreta inventada por el alfa.

ㅡDebido a que aún estamos en invierno, puede que no tengamos la cantidad de peces que he llevado antes, pero la experiencia será la misma, toma una y sígueme.

ㅡNo entiendo que vamos a hacer con estas varas, alfa NamJoon, explícame.

ㅡSon para atrapar a los peces y comerlos después, haré una fogata aquí mismo y probarás mi maravilloso sazón.

ㅡ¡Pero son animales! No se comen porque son amigos, hijos de la naturalezaㅡ exaltado apretó la vara contra sí, siguiendo al moreno que caminaba hasta el lago.

ㅡLo sé Seok Jin, pero así como ellos se alimentan de otros animales nosotros hacemos lo mismo, no te preocupes porque siempre realizo una oración en agradecimiento por brindarnos alimento.

El azabache no dijo nada, mas su expresión había cambiado a una más tranquila, pero regresando a la curiosidad cuando el moreno levantó un gran tronco para sacar lombrices de la tierra y guardandolas en una bolsita, repitiendo el proceso con otra gran piedra que estaba cerca, finalmente volvió al gran tronco para asegurar el gancho filoso con la lombriz con ayuda de un hilo.

ㅡ¡Tarán! Está lista para ser lanzada y atrapar algunos peces, voy a preparar la tuya para comenzar.

ㅡEres muy hábil, alfa.

ㅡAh, gracias por el cumplido, pero debo agradecerle a mi padre alfa por enseñarme desde niño, siempre veníamos aquí y a veces papá nos acompañaba para asegurarse de que no me pasara nada, aunque era imposible porque mi padre me cuidaba.

ㅡHablas con mucho orgullo y amor sobre ellos, ¿por qué no están contigo? ¿los voy a conocer algún día?

ㅡEs que ellos me enseñaron todo lo que séㅡ dice, lanzando con fuerza el anzuelo hasta el lago, rompiendo la ligera escarcha que lo cubría en ese punto ㅡEllos murieron hace algunos años por una peculiar enfermedad, durante el otoño, dijeron que saldrían a correr con sus lobos y al regresar estaban exhaustos, al día siguiente se despidieron.

Seok Jin llevó su mirada al rededor y después al cielo. ㅡMadre primavera dice que los humanos se vuelven uno con la tierra al morir, sus cuerpos es decir, también dice que nuestra escencia permanece en los lugares que recorrimos y finalmente, nuestra alma espera a ser juzgada por la Diosa Luna, anhelando la reencarnación.

ㅡA veces puedo escuchar sus palabras cargadas de amor susurrando entre los ventiscos de los árboles, su calor en la chimenea. Los recuerdo de esa forma porque sé que se lamentarian ser recordados con tristeza por su cachorro.

La mano del omega se colocó sobre la del alfa, apretando cariñosamente; su tacto aunque fuese frío, era suave y la corriente eléctrica que envió al corazón del moreno fue satisfactoria, como un consuelo que Seok Jin probablemente, no sabía que lo era.

ㅡEnséñame a pescar.

La sonrisa de NamJoon se extendió, poniéndose de pie tomó su caña y motivó al pelinegro para que lo imitara, agarrando fuerte, siendo paciente y usando todas la agilidad para jalar y poner al pez en la cesta. NamJoon fue el primero en atrapar uno, bastante grande y de sus favoritos.

ㅡ¡Woo! ¡Es muy grande!

ㅡVamos Seok Jin, inténtalo, lo vas a lograr.

Con bastante nerviosismo Seok Jin se acercó al lago, tiró su caña y esperó durante diez minutos, tiempo recompensado cuando un tirón casi lo hace caer al perder el equilibrio, NamJoon lo sostuvo de la cintura al verlo avanzar lentamente por la fuerza del pez.

ㅡ¡Alfa, el pez me está casando a mi!

ㅡSigue tirando Seok Jin, yo voy a ayudarte.

El dichoso pez había aumentando su resistencia, porque ahora el omega había sido casi tirado al agua.

ㅡ¡NamJoon, no me sueltes!

ㅡ¡Nunca lo haría!ㅡ respondió en voz alta al mismo tiempo que lo tomaba con fuerza, llevándolo con éxito hacia atrás para salvaguardarlo.

En un ágil e inesperado movimiento Seok Jin logró sacar al atrevido pez del agua, momento en el que ambos cayeron en la tierra y siendo NamJoon quien recibió un gran golpe en la cadera.

Alzándose en el aire un enorme pez Besugo hizo su aparición midiendo casi los noventa centímetros, a simple vista su peso parecía ser de siete kilos si no es que un poco más, el alfa al ver la caza se levantó con emoción para ponerlo sobre la canasta, dejando a un todavía confundido omega en el suelo.

ㅡ¡Es hermoso Seok Jin! Siempre pesco peces pequeños, esto es una maravilla, voy a prepárate un delicioso plato que hasta las Deidades van a querer degustar.

El omega le sonrió en respuesta, usando ambas manos para impulsarse y ponerse de pie, caminando a paso lento para observar detenidamente como el alfa terminaba de matar al pez.

ㅡEs muy grande, alfa, ¿cuándo podré degustarlo?

ㅡPronto vas a probarlo, no te desesperes Seok Jin.

El pelinegro caminó hacia el lago para ver la caída del sol, sin darse cuenta y aunque habían llegado bastante temprano el día ya estaba terminando. El bosque con sus árboles congelados que hacían danzar sus ramas, acompañados de la serenata que los bichos de esa hora se encargaban de dar, el silencio, el gran espacio que lo rodeaba y el viento que lo hacía temblar, eran sensaciones que Seok Jin asociaba a la plenitud de la libertad.

ㅡEstá entrando la noche, será mejor que nos vayamos para que no perdamos el camino de regreso, además en casa dejé la mayoría de mis herramientas.

ㅡMuy bienㅡ susurró sabiendo que NamJoon lo escucharía, no volteó ni nada, simplemente se quedó de pie observando los colores cálidos de la tarde, aquellos que se perdían en el frío de la noche que poco a poco se llenaba de estrellas ㅡAlfa.

ㅡOmega.

NamJoon se había puesto a su lado observando también, con sus ojos amarillos brillando por la aparición de la inmensa luna, la aclamada Madre. Seok Jin llevó su atención a su mirada, una que le transmitía una paz indescriptible, sentimientos que quemaban su interior cuando conectaban sus ojos.

Para NamJoon no era indiferente, para el alfa la mirada del pelinegro congelaba todos sus sentimientos hasta perder el aliento, donde la coherencia se perdía en la completa existencia del omega, su lobo tampoco era ajeno puesto que se presentaba aullando y agitando con emoción su cola por la presencia de Seok Jin.

En el manto de la noche con las estrellas apareciendo y La Madre Luna recelosa, ambos tuvieron que romper el momento tan íntimo cuando escucharon voces roncas y carcajadas a una distancia demasiado corta, el estado de alerta del alfa despertó y sin decir una sola palabra tomó la mano de su compañero para correr detrás de un arbusto, no sin antes tomar la canasta con su besugo también.

ㅡ¿Qué pasa? ¿Por qué nos ocultamos?

NamJoon colocó un dedo sobre sus labios, pidiendo que no hiciera ningún ruido porque podía ser peligroso.

ㅡ¡Estoy harto de este invierno!

ㅡHa durado más de lo normal, escuché que los sabios están discutiendo sobre lo que debían hacer.

ㅡ¿Acaso piensan hacer un sacrificio para Ahau? Que patético, solo son cuentos.

ㅡSi funcionó para nuestros ancestros hace siglos, puede funcionar para nosotros, no seas irrespetuoso con las deidades Félix.

Los dueños de las voces comenzaron a discutir nuevamente y NamJoon creyó que era momento para salir de ahí sin ser descubiertos, volvió a hacerle una seña al pelingero para que lo siguiera sin hacer ni un solo ruido, pidiendo que ni su respiración fuera audible.

El omega no dijo nada y simplemente aceptó, ajeno a los peligros, curioso por ver a otras personas, pero siendo leal y confiando sin duda alguna en el alfa que sostenía su mano con fuerza.

Pasaron entre los arbustos y detrás de los árboles que cubrían la mayor parte de su cuerpo, el espacio disponible le permitía a Seok Jin alzar su mirada y observar a los dos sujetos, pero lastimosamente cuando cureosaba se encontró con la mirada filosa y amenazante del hombre más alto.

ㅡ¡Alto!

Un escalofrío recorrió el cuerpo del omega, NamJoon por otro lado agudizó sus sentidos para comenzar a correr sin soltar a su compañero que intentaba con todas sus fuerzas seguirle el paso.

ㅡ¡Deténgase!ㅡ demandó la segunda voz, más suave a diferencia de la otra.

Los fuertes pasos los seguían; las ramas partiendose a la mitad, las hojas tronando y los animales huyendo por el escándalo.

ㅡ¡Alfa, ten cuidado!

꒰ ❄️ ꒱

¡ACTUALIZACIÓN! AL FIN

Muchísimas gracias leer 💗

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