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[18] EL PLAN DE JJ

—¿Qué demonios está pasando aquí?

June se despertó de golpe al oír la voz de JJ, incorporándose tan rápido que se mareó. Por una fracción de segundo pensó que estaba de vuelta en casa, pero cuando vio lo que la rodeaba, los acontecimientos de la noche anterior volvieron a ella con vívidos detalles.

La pelea entre John B y Topper, llevar a su hermano borracho, confesarle sus sentimientos a Pope y besarlo... apenas podía creer que eso hubiera sucedido.

Después de la conversación que tuvieron afuera, seguida de unos cuantos besos más, decidieron dar por terminada la noche e intentar descansar un poco. Como JJ se había apoderado de la cama de Pope, desparramado sobre ella, no tuvieron más opción que arreglárselas con algunas mantas en el suelo.

Al girarse hacia la fuente de la voz, encontró a JJ sentado en el borde de la cama, su mirada posada sospechosamente entre ella y Pope, que acababa de despertarse. Hizo una mueca, su mente buscando una explicación. No habían hablado exactamente de cómo o cuándo le dirían a sus amigos, y menos a su hermano, sobre lo que pasaba entre ellos.

June se mordió el labio. Sabía que JJ no se lo tomaría a mal. Seguro, probablemente sería un poco exagerado y protector al respecto, pero después de su conversación en la playa, estaba segura de que lo haría solo para molestar a Pope.

—Puedo explicarlo —dijo Pope, incorporándose con una expresión aturdida pero culpable.

—Tienes cinco minutos antes de que te mate.

JJ murmuró la amenaza, pero su voz estaba cargada de un tono juguetón que June reconoció de inmediato. Pope, por otro lado, parecía tan nervioso que pensó que JJ hablaba en serio.

Pope tragó saliva, mirando entre los hermanos Maybank—. Mira, JJ. Tu hermana y yo... mira, nosotros... anoche nosotros...

JJ parecía que estaba tratando de reprimir una risa, su mano cubriéndose la boca. June sonrió, viendo a Pope luchar por encontrar las palabras adecuadas.

—JJ, basta —June rió entre dientes, y JJ no pudo contenerse más, estallando en carcajadas.

—Uh, ¿me estoy perdiendo algo? —preguntó Pope, su confusión era clara.

—Está jugando contigo —respondió June mientras su hermano seguía riendo.

—Deberías haber visto tu cara —dijo JJ, su risa disminuyendo. Cuando finalmente se calmó, miró entre ellos—. Entonces, ustedes dos finalmente hablaron, ¿eh?

—¿Qué te hace pensar eso? —preguntó June, levantando una ceja.

JJ se encogió de hombros—. Es demasiado obvio —sonrió—. Especialmente si todavía están tomados de la mano.

June bajó la mirada y se dio cuenta, para su vergüenza, de que estaba sosteniendo la mano de Pope. Sus mejillas se sonrojaron mientras rápidamente apartaba su mano.

JJ levantó una ceja, claramente disfrutando el momento—. No es exactamente un secreto, Junnie.

June le lanzó una mirada juguetona, pero era difícil permanecer molesta cuando su risa aún burbujeaba debajo de la superficie.

—Cállate, JJ.

—Entonces, Pope —dijo JJ, fijando su mirada en él—. Aunque creo que June debería quedarse soltera por el resto de su vida —hizo una pausa mientras June ponía los ojos en blanco, una sonrisa tirando de sus labios antes de continuar—, estoy feliz de que seas tú quien le guste. Pero como su hermano, es mi deber decirte que si alguna vez la lastimas, no me importará cuánto tiempo hayamos sido amigos... no saldrás con vida.

Pope encontró la mirada de JJ, su voz firme—. Te escucho. No esperaría nada menos de... ti. Pero no tienes que preocuparte, me preocupo por June, y la trataré bien. Lo prometo.

JJ asintió—. Eso es lo que me gusta escuchar.

Antes de que alguien pudiera decir más, un coro de notificaciones llenó la habitación, haciendo que se sobresaltaran un poco. June instintivamente tomó su teléfono, solo para ver que Pope y JJ estaban haciendo lo mismo.

—¿Soy solo yo o el teléfono de todos sonó a la vez? —murmuró Pope, desbloqueando su pantalla.

June miró el suyo y suspiró cuando vio la fuente de la conmoción: su chat grupal. El nombre del chat, P4L, apareció en su pantalla con una avalancha de mensajes nuevos.

—¿Y ahora qué? —preguntó June, más para sí misma.

Su pulgar se cernía sobre el chat mientras leía el mensaje. Era John B diciéndoles que la Sheriff Peterkin había ido a su casa y que debían ir allí lo antes posible.

Su sonrisa se desvaneció cuando miró a los chicos—. Bueno —metió el teléfono en el bolsillo—, supongo que deberíamos irnos.


Cuando llegaron a la casa de John B, Kiara ya estaba allí. June le sonrió mientras se sentaba junto a ella y Pope ocupaba su lugar en otro sofá. JJ se había sentado en la mesa del jardín.

—Miren, lo cancelo —anunció John B, luciendo derrotado—. ¿De acuerdo?

—¿Qué? —preguntó June.

—Peterkin dijo que si no iba al pantano, me iba a ayudar con Servicios Sociales —explicó John B.

—¿Y le creíste? —preguntó JJ.

—Sí, le creí, JJ —respondió John B, frustrado.

JJ rió molesto, lanzando una piedra—. Le creíste a una policía de verdad.

—Solo evitaré ir al pantano unos días, y ella me ayudará —dijo John B—. No ayuda que hayas disparado un arma.

—¿Sabes qué debería hacer? —dijo JJ—. Dejar que Topper te ahogara.

June miró a su hermano con una expresión molesta en su rostro—. ¡JJ!

—Sí, ¿porque Topper iba a ahogarme? —preguntó John B sarcásticamente.

—Eso parecía —respondió JJ, acercándose hacia donde estaban—. ¿Te miraste en el espejo?

—Sigue. Cuéntame más —espetó John B.

—Siempre ganan, ¿no, viejo? —dijo JJ, su tono furioso—. Kooks contra Pogues. ¡Siempre ganan! —golpeó la boya que colgaba del porche—. ¡Maldición!

—¡Está bien! —dijo Kiara.

—¡No, no está bien! —exclamó JJ—. ¡No está bien! No quieren que bajemos al pantano. Eso significa que hay algo valioso ahí —apuntó a John B—, y tú lo sabes. Sé que sí —se giró para mirar a Pope—. Y entiendo por qué no quieres ir. Eres el chico mimado. Arriesgas demasiado —luego se giró hacia Kiara—. Y tú... bueno, ya eres rica como la mierda. ¿Por qué molestarte?

June negó con la cabeza—. JJ, esto no ayuda.

—¿No? Piénsalo, June —respondió JJ, mirándola y luego a John B—. Nosotros tres no tenemos nada que perder. En realidad no. Y sé que no solía ser así para ti.

—No quiero hablar de eso —dijo John B.

—Así que es todo.

John B lo empujó—. Apártate, hermano.

—John B, escúchame. Tengo un plan —dijo JJ, caminando hacia él—. ¿Tienes la llave del barco de Cameron?

John B negó con la cabeza—. No, JJ...

—Tiene equipo de buceo —continuó JJ, intentando convencerlo—. Lo tomamos prestado y bajamos al naufragio esta tarde, y eso es lo que te salvará —hubo una pausa antes de que agregara—: No ves que los chicos ricos vayan a hogares de acogida, ¿no?

Parecía que John B estaba considerando su plan, probablemente procesando todos los pros y los contras del mismo. Le tomó menos de cinco minutos decidirse y aceptar el plan de su mejor amigo.

—Tienes razón —dijo John B, asintiendo—. A la mierda, hagámoslo.

—¡SÍ! —gritó JJ, saltando mientras lo abrazaba.

John B sonrió, abrazándolo de vuelta antes de empujarlo ligeramente—. Está bien. Relájate, tenemos que pensar esto —se giró hacia donde estaban Pope, Kiara y June—. No tienen que venir si no quieren.

Pope los miró sonriendo—. ¿Y dejar que vayas solo con JJ? ¿Quién va a pensar?

JJ asintió—. Buen punto.

—Cuenten conmigo —dijo Kiara.

—¿June? —preguntó John B, mirándola.

June no tuvo que pensárselo mucho, ya tenía su respuesta en el momento en que JJ dio su gran discurso. Era una ocasión rara en la que estaban de acuerdo en algo, normalmente porque las formas de su hermano siempre eran más imprudentes que las de ella, pero por una vez él tenía razón.

¿Qué tenían que perder? Absolutamente nada. Sus vidas ya eran un caos, así que ¿por qué se echaría atrás cuando podrían estar encontrando algo que posiblemente podría cambiar sus vidas para siempre?

—¿De verdad estás preguntando? —respondió ella, sonriendo—. Por supuesto que iré.

—El escuadrón Pogue listo para partir —dijo Pope.

Kiara se puso de pie, extendiendo los brazos. Todos se acercaron para un abrazo grupal, John B en el centro, y se rieron. JJ fue el primero en apartarse, sacudiendo la cabeza con una sonrisa en el rostro.

—Vámonos de aquí.


Unas horas más tarde, June estaba sentada en el HMS Pogue con sus amigos mientras Kiara revisaba el equipo de buceo que John B había "tomado prestado".

—Este está vacío —anunció Kiara, dejando el tanque a un costado—. ¿Tomaste tanques vacíos? —tomó otro, desenroscando el regulador y mirándolo—. Bien, este tiene un cuarto. Basta para uno de nosotros.

—Me encanta cuando un plan sale bien —dijo Pope desde el asiento del conductor.

June suspiró—. ¿Alguien sabe bucear? —se miraron entre ellos, pero nadie contestó—. ¿Alguien?

JJ se encogió de hombros—. Es un deporte Kook.

—Yo... leí sobre el tema —respondió Pope.

—Genial —dijo Kiara—. Pope leyó sobre el tema, alguien morirá.

—Mira —dijo JJ—, ponte la cosa en la boca y respira. ¿Qué tan difícil es?

—Si subes rápido, el nitrógeno va a la sangre y tienes descompresión —respondió Pope.

—Osea que te descomprimes, y...

—La descompresión te mata.

—Bueno —dijo JJ.

John B se levantó de donde estaba sentado—. Yo bucearé.

—Sí, me parece bien —dijo JJ.

—¿Desde cuándo buceas? —preguntó June.

—Déjame hacer unos cálculos muy rápido —dijo Pope, levantándose.

Kiara miró a John B—. ¿En serio?

—Ese barco está a unos nueve metros, ¿no? —dijo Pope, anotando en una hoja—. Tomará 25 minutos a esa profundidad. Significa que debes hacer la parada de seguridad a unos tres metros. ¿Sí? Durante dos minutos.

John B asintió—. Sí, tres metros, dos minutos. Entendido.

Kiara, que se había levantado, se quitó la remera antes de lanzarse al agua. June la observó desaparecer bajo la superficie, dejando a los chicos con expresiones de pura confusión.

—¿Qué fue eso? —preguntó Pope.

—No sé, pero me gustó... mucho —respondió JJ.

June puso los ojos en blanco—. Idiota. Probablemente esté marcando la parada de seguridad.

—Claro —dijo John B, aclarándose la garganta.

JJ entró en el campo de visión de John B—. Sí. Cuando estés abajo, busca la bodega —sostuvo una especie de llave—. Mete esto adentro, gira y jala, ¿sí?

—En el agujero, giro y jalo —repitió John B, asintiendo.

—Sí —dijo JJ—. Mi papá movió peso en otra época.

—¿Quién no? —dijo June.

—¡Oye! —exclamó Kiara desde el agua—. Até mi remera a la cadena del ancla a unos tres metros. Es donde harás la parada de seguridad.

—Genial.

—Bien, vigila esto —dijo Pope, sosteniendo el lector de oxígeno—. Asegúrate de tener bastante aire para descomprimir.

—Bueno, ¿cuánto necesito?

Pope hizo una mueca—. No está claro. Respira lo menos posible.

—Dios mío —murmuró June—. No me está gustando este plan.

—Zen —dijo JJ—. Piensa en Zen, ¿sabes?

John B asintió—. Entendido.

Caminó hacia la proa, el equipo de buceo listo y ajustado, mientras lanzaba una mirada rápida a sus amigos, buscando en sus rostros alguna señal de tranquilidad.

Pope se aclaró la garganta—. Si nos atrapan aquí...

—Estamos jodidos —terminó June por él.

—Tienes que apurarte —le dijo Pope a John B.

—Copiado —dijo John B mientras Kiara se paraba frente a él y le plantaba un beso en la mejilla—. ¿Me zambullo?

Pope, June y JJ intercambiaron miradas, sus expresiones pasando de la sorpresa a la confusión en cuestión de segundos.

—Zambúllete.

Y con eso, June observó cómo John B se colocaba la máscara con movimientos decididos. Sin dudarlo, se giró hacia el agua y se dejó caer, rompiendo la superficie con un chapuzón antes de desaparecer bajo la misma.

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