Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Prólogo



HoSeok se frotaba las sienes de vez en cuando y girando el rostro para que JiMin no se diera cuenta. Desde que llegó al departamento, no ha hecho otra cosa más que quejarse y quejarse de ese tipo del que ni siquiera conoce su nombre, pero que aparentemente le cae demasiado mal.

Lleva así, al menos, casi un mes. Sus temas de conversación no son nada más que eso y es que últimamente se lo encuentra con frecuencia en la calle, algo que a JiMin parece tenerlo fuera de sí.

—Es que deberías de verlo—decía JiMin caminando de un lado a otro en el departamento—Siempre con sus putos trajes elegantes y esos abrigos tan... tan... lo hacen ver como... como horrendo. ¡Sí! ¡Eso! Como horrendo.

— ¿No tienes un mejor insulto que ese? —preguntó HoSeok suspirando al tiempo que se dejaba caer en uno de los sillones.

— ¿Cómo cuál? —se cruzó de brazos.

—Tsk, no lo sé—se encogió de hombros—Algo así como que es feo, que huele mal. Nunca te he escuchado hablar mal de su apariencia. Lo único que sé es que te cae mal, que no lo soportas y que es arrogante.

— ¡Es arrogante! —gritó y alzó las manos exageradamente.

—Pero... ¿es un feo arrogante o es un guapo arrogante? —sonrió burlón.

—Pu-pues...

Pero JiMin se quedó completamente en blanco. Y es que no podía decir que ese hombre era feo porque... no lo era. De hecho... es bastante atractivo. Alto, cabello azabache bien recortado y que no bajaba más allá de su sien. Ojos de... bambi, tan negros como la noche, pero con un destello en el centro que era inevitable notar. Y bueno... se vestía bien. Siempre elegante y siempre caminando como si fuese el rey del mundo. Ah, y no puede evitar mencionar sus perforaciones y su... mano tatuada. Nunca ha visto más allá del saco o del abrigo que suele usar, pero tiene la impresión de que hay más tatuajes escondidos en su cuerpo. Muchos dirían que un traje elegante no combinaría para nada con tatuajes y perforaciones, pero a ese tipo le iban bien... demasiado bien.

Agitó la cabeza porque no le gustaba detallar en su mente cómo lucía el desconocido. La primera vez que lo hizo le causó un escalofrío fuerte en su espalda que lo descolocó durante varios segundos. Además era un tipo desagradable que no entendía por qué siempre debía encontrárselo en la calle.

—Ni siquiera puedes responderme—se burló HoSeok.

—No es taaan atractivo—dijo y miró hacia cualquier lugar que no fuesen los ojos de su amigo.

—Pero no dices que es feo... es porque no lo es, ¿cierto? —se rio un poco y vaciló en el sillón—Como sea. Debes tener cuidado. Últimamente hablas mucho de él.

— ¡Pues porque a donde quiera que paso él está ahí! —se defendió—Además está yendo a la misma cafetería que yo. Parece que Dios y la vida se empeñan en hacerme los días imposibles.

— ¿Y por qué no vas a otra cafetería? —inquirió curioso.

—Pues porque...—se detuvo y pensó por varios segundos—Es la más cercana al estudio—dijo y miró sus uñas con desinterés.

—Claro—asintió socarrón—Ten cuidado, Minmin. Hablar tanto de alguien sólo significa que te gusta.

— ¡¿Qué?! —abrió los ojos escandalizado y dramatizó su expresión tapando su boca—¡Jamás podría gustarme un tipo como él!

HoSeok rio divertido y luego se puso de pie caminando lentamente hacia su dormitorio.

—Como digas—le dijo y cerró la puerta.

Mientras que JiMin hacía un pequeño berrinche golpeando sus pies en el suelo.

—Carajo... ¡Es que es irritable!

Decía JungKook acomodando de mala gana unos papeles sobre su escritorio.

EunWoo había llegado a la oficina de su mejor amigo con el propósito de analizar las gráficas ahora que las entradas a los hoteles habían aumentado, pero ese tema nunca se tocó, contrario a eso, él empezó a hablar sobre ese chico rubio con el que tuvo un encuentro desafortunado hacía un mes y medio. Últimamente habla mucho de él porque parece que se lo topa con frecuencia, pero no importa qué estén haciendo, ese chico siempre llega a colación.

Lo vio una vez que iban caminando y JungKook le dijo: "es él". No entendió por qué se ensañaba tanto si parecía un buen muchacho, además notó que fue en busca de él sólo para molestarlo y lo que se ganó fue un pisotón en su carísimo zapato traído desde Milán.

JungKook era bastante exagerado con respecto a su vestimenta y su aspecto. Siempre se esforzaba por verse tan pulcro como la nieve.

—Me sonríe con arrogancia, como si fuera... no sé, ¿lo más importante? —dijo de nuevo y se sentó en su silla.

— ¿Y ahora qué te hizo el pobre chico? —preguntó suspirando cansino.

— ¿Pobre? —lo miró ofendido—¡Es un diablillo! ¿Recuerdas que me pisó el zapato? Agh. Odié eso. También cuando me pasó una mano por el brazo sólo para limpiarse sus dedos llenos de chocolate. ¡Lo hace con toda la intención!

—Ay, JungKook. Eres muy exagerado. Es sólo ropa—le restó importancia—Además, si no te has dado cuenta, eres tú quien lo provoca. Te dije que cambiáramos de cafetería y no entiendo por qué te empeñas en ir a esa justamente.

— ¿Dijiste sólo ropa? —inquirió y un tic se instauró en su ojo—Odio estar sucio y él lo sabe. Maldita sea. Además... me gusta ese café, está bueno. ¡Y yo no lo provoco!

—Lo haces y lo sabes—insistió.

—Por supuesto que no—se puso de pie y abotonó su saco elegante y carísimo—Sólo quiero darle una lección para que aprenda a respetarme. ¿Qué no sabe quién soy?

—Seguramente no te conoce—se burló EunWoo—No eres el centro del universo, Jeon. Relájate un poco.

Pero JungKook tenía el ego por los cielos, no sólo porque se sentía lo suficientemente atractivo como para considerarse inalcanzable, también porque era CEO del resort más grande de Corea del Sur y que actualmente tenía cede en Estados Unidos, Japón y China. Iban por más países y de eso se estaba encargando.

—Además, no puedes negar que el chico es lindo—agregó EunWoo en vista de que JungKook se quedó callado— ¿Lo has visto con detenimiento?

Sí, claro que lo hizo; ojos color verde esmeralda que a cualquiera le quitaría el aliento. Cabello rubio, bajito y con una piel blanca que cualquiera moriría de ganas por tocar. Sus mejillas eran regordetas y por el frío se teñían de rojo. Imposible no notarlo. Sus labios... carnosos y jugosos, listos para ser devorados si alguien se lo proponía. Su rostro en general era adorable, angelical, tierno. Sí... el chico era bastante lindo, pero no iba a aceptarlo en voz alta.

—Eso chico es bastante hermoso, Jeon—le dijo EunWoo con sorna y se puso de pie para caminar hacia la salida—Si tú no haces algo al respecto... entonces lo haré yo.

— ¡Ah! ¡Vete al carajo! —gritó y le aventó un bolígrafo que impactó con la puerta cerrada y la risa de EunWoo del otro lado.

JungKook agitó la cabeza y fue corriendo al espejo para reparar en su imagen. Se sintió satisfecho como siempre, pero su mente no se concentró lo suficiente porque un par de ojos verdes risueños y traviesos aparecieron en su mente... otra vez.

—Maldito enano—masculló y volvió a su trabajo.

JiMin siempre esperaba con ansias la nieve y estaba seguro de que no faltaba mucho para eso. Podía sentir el frío calando en su cuerpo e incluso colándose en su abrigo calientito, pero no importaba porque lo disfrutaba demasiado.

El último año ha sido difícil para él pese a que logró entrar a ese estudio de baile donde le pagaban bien por las presentaciones, pero eso no era suficiente. Siempre le gustó ser protagonista y no espectador. Ya suficiente tenía con su casi algo como para que ahora no dejara de ser el de los papeles secundarios. Por más que se esforzaba no lo conseguía y eso le estaba causando ansiedad.

¿Será que no nació para esto realmente?

No podía ser, porque comenzó en la danza contemporánea desde muy joven y la pasión de estar en un escenario no se inhibido pese a tener papeles secundarios en los recitales. Ama que lo alaben, que le aplaudan y que griten su nombre, así como cuando estaba en Busan y bailaba en el club de teatro de su escuela. Pero en Seúl era diferente. Lo peor es que extrañaba a su familia y no podrá visitarlos este año debido a que tiene que esforzarse. No quiere llegar a casa y decirles que no ha conseguido su objetivo.

Se siente avergonzado.

Afortunadamente había conocido a una persona hacía mes y medio cuando vino al parque para ver las hojas de otoño; su estación favorita.

Era un hombre agradable que siempre lo esperaba en la misma banca con un bastón en mano y con un termo de chocolate caliente para degustar, además de dos tazas con formas únicas para servirlo.

Siempre era como un curita a su corazón.

— ¡Abuelito TaeHyung! —exclamó corriendo hacia el hombre que lo esperaba con una linda sonrisa arrugada y cuadrada.

—Ven aquí, Minie. Hoy traje rosquillas glaseadas.

El aludido sonrió y sintió calidez en su corazón pese al frío que golpeaba a Seúl.




Okay, no me aguanté jajaja

Lo que pasa es que son 14 capítulos y no creo terminarlos de escribir hasta el 25, me va a tomar más tiempo. Así que voy a trabajar doble, pero de que acabamos este año, acabamos jsjsjs

Así empezamos este pequeño recorrido navideño porque mi mente no para y quiso que hiciéramos esto jsjsjs. Así que aquí está. 

Estaré actualizando un día sí, un día no. Padrecito Jeon sigue. Hoy actualizo, pero más la rato, porque lo más probable es que el cap me quedará largo, así que paciencia. 

Espero que les haya gustado. No se olviden de votar y comentar. 

Las tkm!!!




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro