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01 Frío Cálido



"En esta fría estación

tu visita es una ocasión especial.

Tu cálido yo

derrite mi azul y gris"

Snow Flower – V Ft. Peakboy



Otoño 2024


No estaba siendo fácil aceptar la situación, pero al menos JiMin se mantenía un poco positivo con respecto a los papeles secundarios que le estaban dando. El problema es que lo mantenían más pensativo de lo normal... más distraído, mejor dicho.

Lo primero que hizo al levantarse fue sentir el poco frío que entraba por su ventana. Amaba ese cambio brusco entre el otoño y el invierno que de pronto llegaba después de su cumpleaños. Se arregló un poco después de tomar una ducha y se abrigó correctamente para poder salir en busca de un buen café que sea capaz de levantarle el ánimo.

Caminó por las calles aún con sus pensamientos yendo en distintas direcciones y que al final terminaban en sí mismo. Odia no esforzarse lo suficiente y también odia ser tan estúpido. Pero ¿cómo fue que no escuchó las palabras sabias de HoSeok? Él se lo dijo claramente; "TaeMin no es el hombre correcto para ti". Se lo dijo porque lo conocía bien debido a sus años dentro del estudio de baile como coreógrafo de urbano. Pero no lo escuchó, porque se dejó deslumbrar por su evidente atractivo y personalidad carismática. Lo común en un hombre que busca hipnotizarte para tener siempre las puertas abiertas, pero no para tomar en serio las cosas.

JiMin descubrió que, después de tener supuestas citas con él y promesas vagas mal ejecutadas, sólo buscaba meterse en su cama. Lo consiguió, pero aun así siguió creyendo que todo cambiaría drásticamente o milagrosamente.

No fue así.

Hacía poco se enteró que estaba saliendo con alguien más y con eso concluyó por qué no le respondió los mensajes de la última semana. Y también por qué lo ignoraba todo el tiempo en el estudio. No es como que ahí se hablaran mucho o interactuaran para dejar en evidencia que se estaban acostando, pero al menos no había tanta indiferencia entre ellos. Esa distracción, combinada con el sentimiento de echar de menos su casa y su familia, lo hicieron arraigarse demasiado, tanto, que no se concentró lo suficiente en su audición para el recital de invierno. Otra vez tenía un maldito papel secundario.

Pensaba que la vida tenía que seguir, pero qué difícil es fingir que todo está bien cuando hay tanto que no puede reparar. No es tan sencillo, pero al menos ese café con chocolate que lleva en su mano le hace sentir un poco mejor, un poco cálido.

Tenía toda esa maraña de pensamientos que iban y venían y que lo mantenían muy distraído, como viviendo en un modo automático que no era fácil de apagar. Cuando abrió la puerta lo hizo con la vista en su café y al dar la vuelta impactó con alguien que llevaba mucha prisa por entrar. Todo su preciado café se desparramó sobre un elegante traje y un abrigo negro abierto que enseguida se humedeció, pero no lo suficiente para notarlo.

Tapó su boca por el estupor y luego su rostro por la pena. Quiso decirle algo al hombre que por su distracción terminó manchado de café con leche, pero ni siquiera pudo abrir la boca.

¿Por qué carajo no te fijas por dónde caminas? ¡Has manchado todo mi traje!

Al principio, JiMin se sintió cohibido y apenado porque estaba consciente de que fue error suyo no prestar atención, pero algo más pasó que lo hizo cambiar de opinión.

¿No vas a disculparte? ¿Eres idiota y también mal educado?

De acuerdo, aquello no fue de su agrado y lo odió por completo. Ya suficiente tenía con sentirse miserable consigo mismo para que otro imbécil venga y le hable de ese modo. Acaba de encontrar con quien descargar su furia.

¿Y tú no podías esperar a que yo pasara?lo encaró y mostró molestiaNo voy a permitir que me insultes por un simple traje. Sólo fue un maldito accidente.

¿Simple traje?inquirió con un tic nervioso en su ojo¿Tienes idea de cuánto cuesta este traje?

Nonegó y esbozó una sonrisa burlonaMe importa un carajo. Cómprate otro si tanto te molesta.

Vaya cabrón que eresse rio sin gracia y luego agregóPues me vas a tener que pagar el traje. Fuiste tú quien chocó contra mí.

Bien, bien, gruñónasintió y rodó los ojos ¿Cuánto cuesta tu lindo traje?

Dos millones de wonesle respondió con suficiencia.

JiMin casi pega el grito en el cielo mientras que el contrario lo miraba esperando el dinero por su traje. Odiaba ensuciarse, siempre cuidaba hasta el más mínimo detalle y no soportó la idea de que alguien más lo haya ensuciado con café. Lo peor es que traía leche. Pronto eso apestaría horrible.

¿Y bien?inquirió y alzó una ceja.

No voy a pagarte eso. Es una ridiculezse quejó y cruzó los brazosTe pago la tintorería y es todo.

No pienso aceptar esoexpresó ofendidoLo único que hará la tintorería es maltratar mi traje. Tengo una persona que se encarga de lavarlos cuidadosamente y en ese maldito lugar lo único que hacen es arruinar la ropa.

JiMin lo miró de arriba hacia abajo con una expresión incrédula y luego de rechazo. ¿Este tipo que se creía? Obviamente era rico, pero era de esos ricos chocantes que se creían superiores a todos sólo porque usaban un maldito traje de dos millones de wones. Vaya desperdicio de hombre, porque no puede negar que es atractivo... mucho a decir verdad.

Entonces dile a esa persona que lo lave y es todole dijo para terminarY no pienso disculparme, no después de que me insultaste.

Pues te lo merecíasatacó y se cruzó de brazos.

El rubio abrió la boca completamente ofendido y luego dejó escapar una risa sin gracia. Qué tipo tan más odioso y obstinado. Seguía siendo un desperdicio que fuese tan guapo.

Pues no te pagaré ni una mierda, por mí vete al carajo y espero no verte nunca más.

Quiso irse, pero su brazo fue sujetado con fuerza, algo que provocó un ligero cosquilleo en su interior.

Tienes que enmendar lo que hicisteordenó dominante.

No pienso enmendar nada, maldito cabrónespetó y se soltó de su agarre.

Caminó rápido y seguro por la calle, aunque triste porque no tenía un café en sus manos y odiaba eso. Mientras que el contrario lo miraba con el ceño fruncido y con la rabia emergiendo de su interior. No le quedó de otra más que devolverse para cambiar su traje por uno limpio, además de tomar una ducha antes de eso.

Así de exagerado era.

Después de tanto caminar, el rubio llegó al parque para poder ver las hojas de otoño caer por los aires. Odiaba que todo le saliera mal y sentirse así, pero entonces, no muy lejos de su banca, había un anciano también observando el panorama. Sintió curiosidad de por qué estaba ahí solo, así que no pudo evitar acercarse a él para ver si necesitaba algo.

Hola, ¿puedo sentarme y hacerle compañía?

El anciano lo miró y pareció que un brillo escapó de sus ojos. Desde entonces no hay tarde que compartan en esa misma banca.


Invierno 2024


JiMin le contaba todo eso al abuelo Jeon después de que éste le exigiera una explicación más sensata de por qué ese tipo no le agrada en lo absoluto. Ahora él también era víctima de sus quejas constantes e insultos que le lanzaba a ese desconocido, con la diferencia de que a él sí le gustaba escucharlo.

—Lo que me causa curiosidad es que aún no sabes su nombre—le dijo el abuelo y después bebió de su chocolate caliente.

—Sinceramente no me interesa saberlo—sentenció y también bebió del choclate—Es un pesado, arrogante, maldito...

—Y seguramente es guapo—interrumpió y sonrió coqueto—Alguna vez dijiste que es un guapo detestable—se burló de él.

—Vaya que pones atención, abuelito TaeHyung—lo miró ofendido—Y dije eso sin pensar. No es como que de verdad lo crea.

—Ten cuidado, Minie. Cuando hablas mucho de alguien, sobre todo malas referencias, es porque te gusta—le dijo socarrón.

—Ash, ¿por qué todos me dicen eso? —lo miró molesto.

—Porque es lo que es, Minie—sonrió divertido.

—Anyways, abuelito—manoteó y agregó—No es mi tipo. Así sea el más atractivo del mundo, es demasiado arrogante para mi gusto.

El abuelo sonrió y volvió a beber de su chocolate. Después le extendió una rosquilla a JiMin para que comiera. Le gustaba alimentarlo y tener este tipo de tardes a su lado, le hacía sentir tranquilo y cálido, también porque la visita es una ocasión especial. El invierno había llegado por fin y todo se veía hermoso, pronto la primera nevada llegaría y ambos deseaban verla juntos, no por un sentimiento romántico, más bien porque en este tiempo se convirtieron en cómplices eternos y deseaban que su amistad durara tantos años como se puedan.

Ni siquiera para eso había edades y, pese a que sólo compartían tardes así, eso no fue impedimento para que desarrollaran sentimientos mutuos. De hecho, TaeHyung había bautizado a JiMin como su nieto.

—Algo me dice que te gusta, Minie—le dijo el anciano y bebió de su chocolate.

—De ninguna manera. Es un gruñón—dijo ofendido.

—Las mejores relaciones así empiezan, ¿sabes? —lo codeó y sonrió—Mi Jennie y yo no nos llevamos bien al principio. Justamente ella creía que yo era arrogante. En mi caso; la veía como alguien pretenciosa, hasta que un día esa venda cayó y entonces vi su belleza y lo buena persona que es... que fue.

Su voz se apagó en las últimas dos palabras. Era inevitable que TaeHyung extrañara a la que fue su esposa durante más de cincuenta años. Hacía un par de años que murió y desde entonces no ha podido llenar ese vacío que dejó, sobre todo porque toda su familia pareció quebrarse después de tal acontecimiento. Y dolía porque ellos eran muy unidos. Ahora sólo quedaba una casa vacía y muchos recuerdos que lo hacen sentir melancólico, pero sin duda la compañía de JiMin ha reparado una que otra cosa descompuesta en su corazón. Incluso ha tomado un lugar ahí mismo.

El rubio era especial para él.

—Seguramente está viéndote desde el cielo, completamente encantada de que por fin uses todas las tazas que te regaló—dijo y lo tomó del brazo para después recostarse en su hombro.

—La extraño mucho, ¿sabes? —confesó y suspiró—Ella amaba mucho la navidad. De hecho nos casamos un veinticinco de diciembre. Jamás lo olvidaré.

—Y ella tampoco te olvida, estoy seguro—le consoló y le dio un beso en la mejilla.

—Tengo la certeza de que te habría amado, Minie—le dijo y tomó una de sus manos—Ella y toda mi familia...—suspiró—Los extraño mucho... sobre todo a mi nieto.

A JiMin no le agradaba mucho tornar las conversaciones en ese sentido porque sabía que el abuelito TaeHyung se sentía triste, pero también estaba consciente de que necesitaba desahogarse un poco, por eso lo escuchaba y pasaba tiempo con él, porque le hacía falta sentirse cálido en pleno invierno.

Detestaba a su familia por haberlo dejado solo, sobre todo en estas fechas tan importantes para él, pero al menos estaba ahí para hacerle compañía y no dejarlo cuando más necesita de alguien.

El abuelito TaeHyung también lo hacía sentir cálido en la estación más fría del año.

Él derretía su azul y gris con tan solo sonreír.

Había tenido días ajetreados en el último mes y no era para menos. Quería expandir los resorts a otros países y estaba apuntando a la ciudad del amor; Paris, Francia. Pero todo negocio así de grande tenía procesos complicados y una larga labor por detrás. Días sin comer bien y un poco irritado por encuentros con cierto hombre rubio que sabe cómo sacarlo de sus casillas. Y él sabe que tiene la culpa de muchas cosas, pero no quiere aceptarlo. Además a eso debe sumarle que su ex novia decidió aparecer de nuevo, casualmente, porque volvió a Seúl hacía unos días. Le ha estado pidiendo encontrarse en un restaurante para hablar, pero él no quiere verla y se excusa con que tiene mucho trabajo. Y es verdad, sin embargo, las cosas ya no son como antes cuando hacía muchos espacios en su agenda para pasar tiempo con ella. No tenía miedo de ser débil, porque era todo menos eso. Y simplemente no quería escuchar nada que justificara lo que hizo.

Su vida estuvo bien desde que inició el año que fue cuando todo pasó y no puede quejarse, aunque un par de ojos verdes le roben la atención cada vez que los tiene enfrente, no importando que sólo sea para irritarse innecesariamente.

Desde hacía un tiempo le gustaba caminar por Seúl, sobre todo ahora que el frío invierno había llegado y que las luces navideñas alegraban el panorama. Estaban a dos días de navidad y todas las personas se contagiaban de ese sentimiento, incluso él, porque aunque sea un gruñón, ama la navidad debido a que... su abuela le dejó ese sentimiento.

Ella falleció desde hacía dos años y desde entonces muchas cosas cambiaron. Justo ahora se siente culpable por haberse alejado y permitir que toda su familia hiciera lo mismo. Su abuelo le llama todas las noches para conversar desde que decidió independizarse en un departamento, pero no todo el tiempo le responde.

Sabe que está haciendo mal y que tarde o temprano se va a arrepentir, es por eso que decidió ser diferente este año cuando recibió la invitación a su fiesta de cumpleaños. Pasará a la cafetería para comprar algo que le haga sentir un poco cálido y después irá en busca de un lindo regalo para su abuelo.

Cuando dio la vuelta en la esquina que conducía a ese lugar, lo vio... a ese chico rubio que siempre lo saca de sus casillas. Venía caminando en su dirección con una coca cola en su mano y con el celular en la otra. Sabe y está muy consciente de que por este camino se lo encuentra, pero se ha rehusado mil veces a cambiarlo porque siente que de ese modo le estará dando la victoria. Y las cosas no funcionaban así, no para Jeon JungKook.

Pudo haberse pasado al otro lado de la calle que era donde estaba la cafetería, pero no, siguió el mismo camino que lo conducía hacia el rubio y apresuró el paso hasta que se plantó frente a él.

Sus ojos verdes lo miraron por varios segundos hasta que cayó en la cuenta de lo que veían. No pudo evitar notar que brillaban gracias a las luces que adornaban los alrededores, y por unos cuantos segundos, casi nada, se perdió en ellos.

—Creí que Halloween ya había pasado—se burló el rubio y dio unos cuantos pasos hacia atrás.

— ¿No tienes otra cosa que hacer más que vagar por las calles? —inquirió con una ceja arriba.

—A diferencia de ti que, aparentemente me sigues, tengo un futuro brillante que construir—le dijo con sorna y lo miró de arriba hacia abajo—Ese abrigo sí qué es lindo.

—Ni siquiera lo pienses, ayudante de santa—lo retó, pero al tiempo una sonrisa se formó en sus labios.

— ¿Crees que me acomplejo por mi altura? —se rio un poco—Seré bajito y todo, pero tengo la suficiente fuerza para dejarte sin hijos por el resto de tu vida.

—No podrás siquiera intentarlo—sonrió y se agachó a su altura—Basta con que sople para que salgas volando de aquí.

JiMin se rio, no importaba que estuviese insultando su altura y su complexión, realmente no le importaba ni le hacía sentir inseguro, ese no era su punto débil, y vaya que le parecía gracioso, pues eso quería decir que lo observaba más de la cuenta o más de lo que debería aceptar.

— ¿Y esos dientes, Bugs Bunny? —lo miró con sorna y sonrió de lado— Dime, ¿dónde dejaste tu zanahoria?

—Ay, enanito de Blanca Nieves—se rio un poco, a él tampoco le acomplejaban sus dientes ligeramente grandes— ¿Cuál serás tú? Seguramente tontín.

—Busca algo mejor que eso, señor conejo gruñón—se rio también—Tus comentarios no me molestan en lo absoluto.

—Y los tuyos tampoco me molestan—se cruzó de brazos.

—Anyways—manoteó—Deberías dejar de seguirme, ya pareces un acosador.

— ¿Seguirte? —enarcó una ceja ofendido—Soy un hombre importante, ¿por qué razón te seguiría? Yo no pierdo mi tiempo en tonterías.

—Justo estás frente a mí, gruñón—se rio e hizo un gesto coqueto completamente involuntario—No sé si no te has dado cuenta, pero la cafetería está por allá—señaló con un dedo.

Aunque no hubiese querido fue imposible para JungKook ver aquel gesto que el rubio ejecutó. A su mente llegaron las palabras de EunWoo diciendo que el chico era hermoso. Y lo era, realmente lo era, pero había algo dentro suyo que no le permitía aceptarlo aunque fuese para sí mismo.

—Justo a ese lugar me dirigía, tontín—dijo y sonrió medianamente—Pero tú te esmeras en aparecer en mi camino cada vez que paso por aquí.

—Sabes que no soy yo—negó y agitó la coca cola un poco—Este camino va a hacia donde me dirijo.

—Pues busca otro si no quieres toparte conmigo—le dijo sonando un tanto infantil.

— ¿Y por qué yo? —lo miró de arriba abajo—¿Por qué no mejor te vas tú al carajo?

—Porque no me da la gana—se cruzó de brazos.

—Eres un hombre importante que camina por las calles y que viene a una cafetería barata—se rio un poco—Es una pena que tu traje se vea demasiado limpio para mi gusto.

—Ni siquiera lo pienses, tontín—lo miró con advertencia y se alejó unos cuantos pasos.

—Demasiado tarde, Bugs Bunny—sonrió malicioso.

Agitó rápidamente la coca cola y le disparó el contenido directamente en ese elegante abrigo negro que lo hacía lucir... de ninguna manera en específico. Lo manchó todo, hasta el rostro y los zapatos perfectamente lustrados.

JiMin sabía que ese era su punto débil y lo usaría siempre en su contra cada vez que pudiera. Todo estaba bien mientras él no encontrara el suyo.

Corrió después de salpicarle el refresco al tiempo que reía victorioso. La gente lo miró extrañado, pero no le importó en lo absoluto. Había encontrado muy satisfactorio hacerlo enfadar cada vez que lo veía.

Mientras tanto, JungKook se quedó parado en la acera con la mandíbula tensa y tratando de no gritar por la rabia.

No quería parecer un loco.

Y ese rubio, del cual todavía no sabe su nombre, ya tiene muchas cuentas que debe pagarle. 


Logré terminar un cap más jsjs

Algo cortito para introducir a los tres personajes principales de esta historia.

Drama no tiene, de una les digo, y el desarrollo es rápido :)

Así que espero lo disfruten. 

Ojalá les hay gustado, no se ,olviden de votar y comentar.

Las tkm!!!

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