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Song: I See Red (S L O W E D) - Everybody Loves An Outlaw

Seungmin te ve a los ojos mientras te ve comenzar a deshacerte a su alrededor, lo ha visto cientos de veces antes y, sin embargo, de alguna manera, cada vez te las arreglas para volverte más y más sexy. Él observa la forma en que tus ojos comienzan a lagrimear mientras espera que le digas que estás a punto de correrte.

—Seungmin —Gimoteas suavemente contra sus labios.

—Lo sé, déjalo ir-

—No, no- por favor —Tus ojos se cierran con fuerza.

Seungmin retrocede preocupado, ralentizando su paso. Sabía que a estas alturas definitivamente te habrías venido si ese fuera el problema.

Empujando muy lentamente dentro de ti con su mano en tu mejilla, Seungmin pregunta: —¿Está todo bien? ¿Hice algo mal?

Tus ojos se disparan hacia los suyos para tranquilizarlo.

—No, no, cariño, no es eso... —Finalmente comienzas a ver la preocupación en sus ojos, lo que hace que lentamente comiences a enfocarte en algo, cualquier cosa detrás de su cabeza, intentando así, es difícil evitar el contacto visual y sacar el tema incómodo.

—Bebé, ¿Necesitas que me detenga?

Sientes que comienza a retirarse y sostienes su cintura en su lugar con los tobillos en protesta, finalmente dices: —Está bien, no, estoy bien, lo prometo, solo creo que necesito que bajes un poco la velocidad...

Seungmin echa la cabeza hacia atrás, inclinándola hacia un lado un poco en estado de shock.

—¿Por qué no lo dijiste? ¿Sabes que siempre tienes algo que decir sobre lo que pasa aquí, bebé? —Dijo juguetonamente sacando su labio inferior mientras dibuja círculos en tu mejilla con su pulgar, esperando calmar tus mejillas nerviosas.

Suspiras y echas la cabeza hacia atrás, sintiéndote mal por el chico lindo frente a ti, sabiendo que también podrías decirle la verdad ahora porque Dios sabe que no puedes ocultarle nada a esa cara bonita.

Agarras su estúpida sonrisa y lo llevas al nivel de los ojos, comenzando a ganar la pizca de confianza que estabas a punto de necesitar.

—Quería que bajaras la velocidad para no echarte un chorro sobre ti...

Seungmin se atraganta por un segundo, los ojos más abiertos de lo esperado. Entierras tu cabeza entre tus manos avergonzada como resultado de su reacción de desconcierto.

—Yo simplemente no quería hacer un desastr-

Tus brazos están fuera de tu cara y antes de que puedas abrir los ojos para ver qué está pasando, Seungmin tiene sus labios chocando contra los tuyos. Tu cuerpo se relaja mientras le devuelves la energía desde que comenzaste a conectarte a tierra por el beso inesperado.

Sientes que sus caderas comienzan a acelerar de nuevo, la sensación de opresión demasiado familiar regresa a tu abdomen. Sus respiraciones y gemidos comienzan a llenar la habitación una vez más cuando su ritmo finalmente alcanza la velocidad abrumadora que tenía hace unos minutos.

Empujas a Seungmin hacia atrás por su hombro y con tu frente presionada contra la suya, dices:—Seungmin... voy a... estoy nerviosa-

—Dios, por favor déjalo ir. estás a salvo aquí princesa, deja que todo salga.

Seungmin mueve su frente de la tuya para mirarte mientras levanta tu barbilla, haciendo contacto visual contigo mientras lo ves tomar su labio inferior entre sus dientes, tratando de follarte lo más rápido posible.

Observa cómo se abren tus labios, sonriendo, sabiendo exactamente lo que vendrá.

Tus ojos comienzan a cerrarse mientras sientes que tu orgasmo te atraviesa, sintiendo la forma en que tus muslos comienzan a resbalarse cuando su polla se desliza dentro de ti con mucha más facilidad, sabiendo lo que temías que de hecho sucediera... Tus jugos claramente goteando entre las sábanas.

Abres los ojos cuando Seungmin no se detiene después de tu orgasmo, justo a tiempo para verlo hablar.

—Mierda.

Sus ojos ruedan hacia atrás en su cabeza mientras miras sus cejas fruncirse. Se corre directamente en ti con unos pocos golpes bruscos e inmediatamente cae hasta la mitad de tu pecho y hasta la mitad del colchón. Gira la cabeza para mirarte, su mejilla aplastada contra la almohada.

—Sin duda necesitas hacer eso de nuevo por mí —Dice apenas terminando la oración antes de que se ría sin aliento y te besa suavemente con una sonrisa que tú respondes con facilidad.