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resumen - seduces con éxito a tu profesor, y él te convierte en su puta personal

harry potter x t/n

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Sabías que estabas enamorada del profesor Harry desde el principio. Enseñaba Defensa contra las Artes Oscuras, una asignatura que casi nunca conseguía retener a un profesor más de un año. Casi te daba miedo cursarla, la idea de las artes oscuras te abrumaba. Hasta que lo viste. El profesor Harry estaba en el centro, presentándose a la clase. Era alto, ancho y guapo. Tenía una mandíbula cincelada y unos ojos azules grandes y hermosos. Te desmayaste por él antes de saber lo que estaba pasando.

En el colegio estaba prohibido que los alumnos tuvieran relaciones inapropiadas con sus profesores. El profesor Potter siempre lo mantenía reservado a las alumnas en particular, pero tú estabas decidida a llamar su atención. Todos los días te disfrazabas, poniéndote el pelo en bonitas coletas rizadas, o llevando medias hasta la rodilla y tu falda más corta.

Hoy no era la excepción, te sentabas en tu pupitre, fingiendo estar frustrada con el trabajo que tenías delante, miraste al profesor Potter, que estaba concentrado corrigiendo trabajos en su mesa.

Te desabrochaste el uniforme, mostrando tu escote, te subiste la falda hasta la cintura, mostrando el interior de tus muslos, levantaste la mano discretamente, tratando de parecer inocente, no querías que tus compañeros supieran lo que estabas haciendo. Después de todo, estaba prohibido intentar seducir a un profesor/alumno. El profesor Potter levantó la cabeza al darse cuenta de que habías levantado la mano, salió lentamente de detrás de su escritorio y se dirigió hacia ti.

"¿Pasa algo, señorita T/A?" preguntó. Estaba inclinado sobre tu mesa, mirando tu trabajo, notaste las venas de sus grandes manos, y no pudiste evitar preguntarte cómo se sentirían agarrando tu cintura. "No recuerdo bien las fechas de todos estos incidentes, tengo miedo de suspender el próximo examen", admitiste. La verdad era que te sabías este curso como la palma de tu mano, era la única clase a la que te molestabas en prestar atención, te apoyaste en los codos, con el pecho aún más expuesto.

Observaste cómo sus ojos azules se apartaban lentamente del papel, empapándose de la lujuriosa visión que tenía delante, le sonreíste, y sus ojos azules se clavaron en los tuyos. El profesor Potter tosió torpemente, como si se estuviera aclarando la garganta. "Sí, bueno, tu nota ha sido bastante baja en este curso. ¿Por qué no te quedas después de clase para una tutoría individual?" Se ofreció generosamente. Resististe la tentación de sonreír y le miraste con ojos inocentes. "Gracias, profesor, se lo agradecería mucho", dices. El profesor Potter asiente nervioso antes de volver a su mesa.

Le observas mientras va a sentarse y tus ojos se abren de par en par al ver que su polla está semidura a través de los pantalones. Te das cuenta de que esta sesión de tutoría es tu oportunidad, tu única oportunidad. El resto de la clase se te pasa volando, con la mente ocupada en sucios pensamientos sobre ti y tu profesor. Cuando suena el timbre, esperas a que los demás se vayan antes de levantarte de tu asiento, te diriges a la parte delantera de la clase y te sientas frente a la mesa de tu profesor.

"¿Qué es exactamente lo que no entiende de este curso, señorita T/A?". preguntó el profesor Potter. Te acercaste a su mesa y te inclinaste sobre su hombro para enseñarle tus papeles. "Oh, esto de aquí", dijiste distraídamente, señalando una pregunta al azar en el papel. Tu pecho estaba justo al lado de su cabeza, todo lo que tenía que hacer era girarse para mirarte. Efectivamente, el profesor Potter giró la cabeza para mirarte, sus ojos se clavaron en tu escote. "Señorita T/A, ¿está segura de que sabe lo que está haciendo?". preguntó Potter.

Le miraste sin comprender, abriendo los ojos. "¿Cómo dice?" preguntaste. El profesor Potter sonrió satisfecho, girando su silla para mirarte de frente, sus ojos azules observaron tu figura con avidez. "Me he dado cuenta de lo que haces, no soy tonto, sólo quiero que sepas a lo que te apuntas", dijo. Diste un paso adelante, guiándole para que pusiera sus grandes y venosas manos en tu cintura. "Puedo con todo lo que usted quiera profesor", dijiste con arrogancia. El profesor sonrió satisfecho y sus manos se dirigieron a tu culo.

"Llámame Harry, cariño", respondió. Harry sacó su varita, cerrando la cerradura de la puerta de su aula, antes de anunciar un hechizo silenciador. "De rodillas", ordenó Harry. Obedeciste sin rechistar, poniéndote de rodillas frente a él. Rápidamente empezaste a desabrocharle el cinturón, ansiosa por tenerlo en tu boca. "¿Tanto quieres que te trate como a una puta? Te trataré como la zorra que eres", se burló Harry. Le miraste inocentemente, bajándole los pantalones y los bóxers. "¿Crees que no me he dado cuenta de todos tus intentos desesperados por llamar mi atención? Que patética", se burló Harry. Su polla erecta estaba delante de tu cara, con la punta goteando.

"Haz algo útil y chúpamela", gruñó. Te metiste a Harry en la boca, incapaz de tragarte toda la polla. Harry te cogió un mechón de pelo, haciéndote una improvisada coleta, obligándote a tragar más de su polla. Las lágrimas inundaron tu línea de flotación, con arcadas, mientras te apartaba de él. Fue entonces cuando los dos oísteis que llamaban a la puerta. Te asustaste y te limpiaste la saliva que te caía por la barbilla. Sin embargo, tu profesor estaba tan tranquilo como una lechuga, aparentemente imperturbable. Sus ojos azules se cruzaron con los tuyos y una sonrisa traviesa se dibujó en sus labios.

"Métete debajo de mi escritorio, y no pares, ¿entendido?" preguntó Harry. Asentiste, arrastrándote hasta debajo de su escritorio. Tomaste a tu profesor en la boca una vez más, decidida a complacerlo. Oíste que Harry movía la varita y se abría la puerta de su aula. "¡Profesor Malfoy! Siempre es un placer. ¿Qué puedo hacer por usted?" preguntó Harry amablemente. Usaste una de tus manos para acariciarle las pelotas, masajeándolas. Luego tomaste la otra, envolviéndola alrededor de la base de su polla. "¿Por casualidad viste a T/N hoy? Estaba claramente en violación del código de vestimenta, pero nunca la vi salir de tu clase", escuchaste al profesor Malfoy preguntar.

El profesor Malfoy enseñaba pociones y sabías que Harry y él nunca se habían caído bien. Pero también sabías que el profesor Malfoy nunca rechazaba una oportunidad de castigar a un alumno. Seguiste chupando la polla de Harry mientras se hacía el tonto, fingiendo como si no estuvieras realizando un acto pecaminoso a sus pies. "No estoy muy seguro, puede que haya abandonado su próximo estudio y se haya ido al jardín. Ya sabes lo persuasivas que pueden ser algunas multitudes" contestó Harry. Su gran mano se abrió paso por debajo de la mesa y te agarró del pelo. Te empujó la cabeza hacia su polla y la punta se introdujo en tu garganta.

Intentaste no tener arcadas ni hacer ruido, con las lágrimas cayendo por tus mejillas. "Me parece bien, no es precisamente una alumna satisfactoria. La buscaré allí, gracias Potter", dijo el profesor Malfoy. Escuchaste sus pasos mientras se alejaba, tus lágrimas goteando sobre los muslos de Harry. Una vez oíste la puerta cerrarse y echar el cerrojo, Harry hizo rodar su silla, apartándote de su polla. "Pareces un desastre, cariño. ¿Lo has disfrutado? ¿Disfrutaste cuando casi te pillan siendo una puta?" Se burló tu profesor. La saliva chorreaba por tu barbilla y caía al suelo, haciendo que asintieras frenéticamente a la lasciva pregunta de Harry.

Harry te guió para que te levantaras, agarrándote de la cintura y sentándote en su escritorio. Harry tiró de tus bragas, empujándolas con brusquedad por tus piernas. Pasó dos dedos por tus pliegues, satisfecho de tu humedad. "Te torturaria, pero pronto tengo una reunión y, como eres tan puta, seguro que puedes aguantarlo", gruñó Harry. Frotó su punta arriba y abajo de tus pliegues, y gemiste mientras te agarrabas a su camisa. Tu profesor se inclinó hacia delante, acercando sus labios a los tuyos.

"Muérdeme el labio cuando te duela", dijo. Tu boca se abrió cuando empezó a empujar dentro de ti, su polla era la más grande que jamás habías recibido. "Profesor", gemiste en su boca. Mordiste su labio inferior mientras él se hundía más dentro de ti, su polla estirando tus paredes. "Eso es, sé una buena chica", gimió Harry. Sus dedos se aferraron a tu cintura, agarrándote con fuerza por los costados. Él tocó fondo completamente dentro de ti, tus dientes todavía hundidos en su labio inferior.

Tus ojos se cerraron y sentiste como él se retiraba lentamente, antes de empujarse de nuevo dentro de ti. "Me aseguraré de darte crédito extra por esto, me estás apretando tan jodidamente bien", gimió Harry. Moviste los labios contra los suyos, el placer inundó por fin tu parte inferior cuando empezó a llegar a tu punto G. Rodeaste su cintura con las piernas, acercándolo más a ti. Finalmente abriste los ojos, mirando hacia abajo mientras veías a Harry deslizarse dentro y fuera de ti.

Tus ojos se abrieron de par en par cuando viste el bulto de Harry a través de tu estómago, la visión te hizo gemir. "Tan jodidamente pequeña, y sin embargo me estás tomando tan bien", gruñó Harry. Su ritmo se aceleró, tu cuerpo le resultaba embriagador. Nunca había estado con alguien tan joven, tan apretado. Una de sus grandes manos se dirigió a tu garganta, apretándola mientras seguía penetrándote. Jadeaste de placer y se te hizo un nudo en el estómago. "Te gusta que te traten como a una puta, ¿verdad?" preguntó Harry.

Asentiste lo mejor que pudiste y de tus labios se escaparon gemidos diciendo su nombre. Rebotaron en las paredes y el único sonido fue el de su piel golpeándote. "Por favor, déjeme correrme, profesor", suplicaste, sintiendo que te acercabas al límite. Su punta golpeaba perfectamente tu cuello uterino, tus muslos temblaban mientras mordías su labio inferior. "Córrete, joder, córrete", ordenó Harry. Las piernas te temblaron violentamente mientras te corrías en su polla, con la vista en blanco por la euforia. Le soltaste el labio antes de sentir que su mano abandonaba tu garganta y volvía a posarse en tu pelo.

"De rodillas", gimió Harry. Te arrodillaste, aturdida, y sacaste la lengua. El profesor Potter se sacudió el pene, gimiendo mientras sus hilos de semen te pintaban la cara. Su semen goteaba sobre tu lengua, mientras que la mayor parte te cubría la mejilla. "Estás tan guapa así, cubierta de mi semen", te felicitó. Te sonrojaste al oír sus palabras, con tu propia humedad cubriéndote los muslos. Harry te sonrió, apartándote algunos pelos de la cara.

"Ahora súbete al escritorio y abre las piernas, las chicas buenas reciben recompensas".

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Holaaa, volví después de muchísimo tiempo, ya terminé el colegio así que ahora tengo más tiempo libre, decidí volver a actualizar para ya poder finalizar este libro, en verdad gracias por continuar apoyándolo a pesar de todo, en fin, las actualizaciones siguen! :)