Entro a su habitación en plena noche por la ventana, hizo un sillón a un lado para abrirse pasó, movió un poco la ventana para tenerla lista por si tenía que escapar y cuando el rechinado de la puerta de habitación abriéndose no los despertó pudo sonreír. Esos dos estaban dormidos, envueltos en unas pijamas casi iguales como pareja cursi, meliodas estaba recostado de lado en la almohada mientras Elizabeth estaba boca arriba. Bingo 

Se acercó sigiloso cuidando cada movimiento y cuando estuvo frente a la albina empezó a tocarla, sus ojos se iluminaron cuando miro como aquellos botones rosas se erguían y ella soltaba un suspiro. En su sueño era meliodas quien la tocaba mientras reían y se besaban, en la vida real era aquel acosador que los seguía. Acaricio sus pezones, apretó sus pechos con atención y cuando además acercó su lengua sin importarte dejar mojada su ropa; Elizabeth se dio lo la vuelta y se abrazó a el cuerpo de el blondo 

—Mel...— no hubo respuesta— Mel...—

—Hmm— esta vez si contesto, dándose media vuelta hasta dejar su cabeza recargada en los pechos de su amada sonriendo por los cariños que ella le daba a us cabellos rubios 

—Eres un travieso mel —

—Nishishishi— no sabía por qué se lo decía pero solo pudo reírse un poco al sentir su sonrisa grande dejando que ella soñara su cuello cabelludo y él su espalda cariñosamente. En pocos minutos ambos volvieron a dormir en un ambiente de amor más fuerte. Suerte que aquella persona salió por la ventana antes de que alguno lo viera