42
—Ahh ahhh meliodas — su cabello revuelto, su cremoso seno sobre su mano mientras lo masajeaba suavemente, el ver como su botón rosado se ponía duro a su tacto. Su cuello tenía un sabor delicioso y un olor a cereza que le encantaba.
—Te deseo — murmuró suave contra su piel, la tenía con su camisa abierta, su sostén en el suelo y las piernas enredadas en su cadera. Bajo su mano hasta tocar su muslo, lo acarició de forma circular pero cuando su dulce jadeo llegó hasta sus oídos la albina lo tomó fuerte de los cabellos y lo guió hasta sus labios. Un beso voraz que parecía querer chupar le el alma, se dejó llevar por los suaves labios de la femenina cuando abrió los ojos.
Estaba en su silla con la cabeza recargada en su escritorio
—¿Tuviste una pesadilla meliodas? —escucho murmura a la chica de sus sueños que entró a su oficina. Mierda, otra vez había soñado con ella
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro